Título: La bella Dama Resumen: La seducción es un hechizo . Clasificación: T Advertencias: D= Pude poner algún sinónimo,pero es lectura ligera xD!. Género: General No. de palabras: 419 con titulo. La bella Dama. De terciopelo, grande y cómodo, era el sillón azul. Confidente, espectador y elegancia, así se le conocía en la vieja tienda de la ciudad; un diseño único, decían los ignorantes, un diseño sencillo y glamuroso pensaban los expertos. Un estafador, se decía el sillón azul; engañoso, astuto y seductor, como los muebles que adornaban el único piso. —Es el mejor sillón que tengo —mencionó la bella dama y en un tinte turquesa, resplandecieron sus ojos. El vestido blanco de un corte sencillo, delineaba su cintura. Alta y delgada, voz suave y canturreada, un vino tinto impregnado en los labios. Adictiva y soberbia bajo el espejo de la amabilidad en su rostro sereno. Pómulos coloreados de rosa, una dulce tentación. — ¿Enserio, Luzbel? —volvió a preguntar, inseguro. Las zapatillas rojas resonaron el suelo de madera y la mujer se sentó en el sillón azul con las piernas cruzadas. Danielo suspiró cautelosamente con los ojos impregnados de lujuria. Aquella perfecta dama lo seducía con sus ojos, en la esquina, en el trabajo, en cualquier lugar donde ambos se encontraran, aunque era el que siempre la buscaba. Ella sonrió, delineando con su dedo anular el tapizado del sillón. —Nos hemos visto demasiadas veces para mentirte. Mi sillón azul seduce por si solo con la mirada —sin quitar su vista de los ojos negros de él, se quitó las zapatillas, recostándose a lo largo de su próxima venta. —Lo compraré para ti, entonces—pronunció, acercándose a ella. Las manos largas de Danielo acariciaron las piernas de Luzbel, y sus labios, ansiosos, se encontraron—,tu belleza me mata, quiero hacerte el amor —con voz ronca, susurró en su oído, mordiéndolo. —Pide y recibirás. Y el sillón azul deseó poder hablar al escuchar los gemidos que comenzaban a llenar la habitación. El hombre, bajo el hechizo de los instintos, pecó. La bella dama salió por la puerta esa noche, el vestido negro como su alma y las zapatillas plateadas en contraste con la pureza de su mirada. El largo cabello rubio en una cola alta y sonriendo a cada paso que daba. En la tienda, el nuevo sillón de terciopelo negro maldijo en un grito que sólo los muebles escucharon, a la bruja que lo condenó. El sillón azul, más atrás, comenzaba a contar la historia de una hechicera que bajo una apariencia hermosa, seducía a los hombres, para después, convertirlos en objetos de colección. Y aunque gritaba, no audible para los clientes que fijaban su vista en la tienda, de camino al trabajo.
Me gustó mucho la manera en la que logras hacer que uno imagine cada idea que deseas plasmar, muy facil de leer, pero no por eso es un relato simple, me gusta ^^! felicitaciones.