One-shot de Naruto - La bailarina

Itachi Uchiha no se consideraba un hombre que se impresionara fácilmente.
La belleza, como nosotros la consideramos, le era irrelevante; no se emocionaba cuando nevaba, pero si con los patrones de los copos de nieve. Así lo creía, hasta que su primo Shisui le regalo una entrada para un ballet en el centro ya que el no pudo ir.

Aburrido, se sentó en una de las cómodas butacas de color carmesí que incitaban a una buena siesta.
Sin duda, para una mente menos fría que la de Itachi; esa demostración de baile le hubiese conmovido, pero a Itachi Uchiha no.Su mente analítica no permitía deleitarse ante tal belleza.
Hasta que la vio.Cualquier hombre no le hubiese encontrado el gran encanto como el lo veía; pero Itachi Uchiha era Itachi Uchiha, y no era como los demás.

Su pelo de color castaño oscuro recogido en un moño un poco flojo, brillaba ante los focos. Con unos ojos de color pardo que expresaba cada emoción que el sin duda no mostraba a través de sus pozos negros,brillaban como dos estrellas; un delicado vestido con plumas negras decoraba su curvilínea figura.
Con movimientos delicados y fluidos se movía por el escenario. Y como en pocas veces en su vida, Itachi se deleito ante tal belleza; las delicadas hebras de su cabello moviéndose al compás de sus movimientos, la delicadeza de sus pasos; todo creaba en la mente de Itachi la idea de que estaba admirando a una ángel, y no a una bailarina.

Al acabar su baile se inclino y dedico una dulce sonrisa al publico; una sonrisa tímida y que izo que su muerto corazón pegara un bote, al ver como ella lo miraba y ensanchaba su sonrisa.

El resto de la obra fue igual de aburrido que el principio; sin duda, se había hecho inmune a la belleza tras ver a ese ángel. Al salir, se quedo un poco escondido cerca de la salida de los camerinos, quería ver a su delicado ángel antes de irse; pero no la vio.Se iba a ir ya, cuando una pequeña mano le toco el hombro y el la vio.

Con su cabello castaño atado en una coleta baja y su flequillo rebelde suelto, daba una imagen aun mas inocente; unas mallas negras, una camiseta de tirantes azul y una torera violeta, adornaban su cuerpo esta vez.

—Hacia tiempo que no nos veíamos, Itachi...-el sonido de su voz, tan cantarín, le despertó de su ensoñación

—Ve-vero?-dijo desconcertado el hombre

—Claro que si, desde que te fuisteis Sasuke y tu de Konoha, no os veía...-dijo haciendo un adorable puchero-ni siquiera me diste tiempo de hablar contigo...ni de arreglar las cosas...-susurro compungida la chica

Para sorpresa de ella misma, que no se esperaba este acto de parte de Itachi, el la besó, con desesperación y añoranza mezcladas. Al cabo del rato ella le correspondió. Al separarse, ella murmuro con una dulce sonrisa adornando su rostro:

—Yo también te echaba de menos Itachi...