La aparición de jonathan.

Tema en 'Relatos' iniciado por Nahi Shite, 5 Agosto 2011.

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    Nahi Shite

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    Mensajes:
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    Pluma de
    Escritora
    Título:
    La aparición de jonathan.
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Drama
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    1728
    Titulo: La aparición de Jonathan.
    Tipo: one-shot.
    Genero: Romance, drama.
    Palabras: 1397
    Advertencias: Esta es una pequeña ramita de mi fic “Chris: fragmentos de una joven vida”. Una adaptación de los personajes principales, y la aparición de un nuevo ser que aparecerá luego en la historia original.
    Es un pequeño postre para los lectores. Espero les guste, y perdonen cualquier error de puntuación que se me haya pasado, lo hice en tiempo record ^^

    La aparición de Jonathan.

    Una suave brisa acarició su mejilla, las ramas de los arboles a su alrededor crujían en un misterioso compás por el que no se preocupaba. Por unos segundos el mundo desapareció y sólo existían esos ojos cafés… tan pasivos y tenebrosos, que le inspiraban toda la confianza del mundo y a la vez una intranquilidad infinita. El parque se tornó silencioso y las risas de los niños se oyeron lejanas.

    —Jonathan… —un nombre que salió de sus labios en un hilo de voz, como si su garganta retuviera cada letra con todas las fuerzas de su alma. Tragó saliva tratando de deshacer el nudo que se formaba en su interior. Su cuerpo se entumeció y el miedo, la curiosidad, el cariño, la rabia, el odio y mil sentimientos más anidaron en su estomago, revolviéndose hasta casi hacerla vomitar.

    —Hola, Cris. —y ahí iba con una de sus indescifrables sonrisas, justo como cuando eran niños… pero era más que obvio que el Jonathan de esa época no era el mismo que se encontraba allí en ese instante; Había crecido demasiado, su altura era considerable para sus 22 años, sus cabellos castaños revoloteaban más enmarañados sobre su cabeza, y su actitud… No sabía qué pensar sobre esto, sólo sus ojos seguían siendo los mismos de siempre: cafés, grandes y a su manera… indescriptiblemente hermosos.

    —¿Q-qué haces aquí? —Preguntó algo más recuperada del impacto que significó el hecho de verlo—lárgate de una vez. No querrás que Cristóbal venga —le amenazó. ¡Cristóbal! ¿Dónde estaba cuando más se le necesitaba?...Inepto.

    El castaño no pudo retener una risita. —¿El Fernández? ¿El ladronzuelo? —Dio un paso al frente mientras sus labios se curvaban en una divertida sonrisa —¿tu noviecito? —susurró.

    Instintivamente sus mejillas se tornaron carmesí. —Que no es mi novio. —se defendió, adoptando el tono de voz más serio que pudo ante la situación y retrocedió un par de pasos.

    Jonathan desvió la mirada hasta un punto a las espaldas de la chica y sus ojos se tornaron vacios. Sin decir palabra alguna se dio la vuelta y a paso lento emprendió la retirada, mientras los oscuros ojos de Cris lo miraban sorprendidos, aún sin poder asimilar el fugaz encuentro con aquella persona que traía tanto dolor y confusión a su corazón. Él era su pasado.

    —¿Acaso era Jonathan? —era la voz de Cristóbal a su lado, que al igual que ella contemplaba la espalda del muchacho que cada vez se alejaba más.

    Simplemente asintió con la cabeza.

    —¿Dónde estabas? —preguntó sin mirarlo, con la intención de desviar el tema de conversación y alejar de su mente al intruso.

    El azabache suspiró. Cris se estaba haciendo la valiente, pero él era consciente de los sentimientos que despertaron en su interior al ver nuevamente a aquel personaje.

    —Anda, no tienes que fingir frente a mí. —dijo en un tono bajo, poniéndose frente a ella, apartándole así la vista del lugar en el que segundos antes Jonathan desapareció. —entre nosotros no hay secretos, ¿recuerdas? —susurró sonriéndole sinceramente a la vez que acariciaba con su índice el mentón de la chica, como siempre solía hacer cuando esta entristecía—tú sabes todo de mí y yo sé todo de ti. Puedes decirme lo que sientes, Cris.

    Ella sonrió tristemente pero disfrutando la infantil caricia que le ofrecía su compañero. Él le brindaba todo su apoyo, y al sentirse acompañada, al sentir que no tenía que guardarse sus lágrimas y sus sentimientos, entonces su corazón rechazó la pena acumulada y en un segundo se lanzó en sus brazos, apretujando la camisa del muchacho y derramando sobre su cuello tibias lagrimas

    Lentamente y con agrado, sintió cómo la iba rodeando en un cálido y afectuoso abrazo, sintió aquellas grandes manos de hombre acariciar su espalda y no pudo evitar estremecerse un poco.

    —Desahógate. —susurró él en su oído, y ante esto toda la poca compostura que le quedaba se perdió. Lloró y lloró con un sentimiento inimaginable, en lo que pudieron ser cinco minutos o dos horas.

    Al cabo de un tiempo pudo acallar sus sollozos hasta a duras penas poder hablar.

    —Maldita sea… —intentó esconderse más en el cuello del muchacho, pero se le hizo imposible porque el espacio era nulo—No puedo… No puedo odiarlo completamente —exclamó interrumpida por sollozos.

    Cristóbal la apretó más contra sí, tratando de infundirle toda la tranquilidad que podía.

    —Eso es natural, después de todo es la única familia que te queda — susurró rozando los cabellos castaños de Cris con una de sus manos, sintiendo como la cabeza de la muchacha se movía en sentido de negación.

    —Jonathan no es mi familia… —lentamente subió el rostro, mirándolo con ojos vidriosos, pero sin mover un centímetro su cuerpo o sus manos posabas cómodamente en el pecho del azabache —mi familia eres tú.

    Es hermosa, pensó el chico al ver como las mejillas de ella se enrojecían levemente.

    Suavemente, subió ambas manos recorriendo el contorno del cuello de Chris, sintiendo como se estremecía aunque tratara de controlarse. Sonrió y tomó entre sus palmas el rostro delicado de la muchacha, aprovechó para borrar de sus mejillas todo rastro de lágrima y depositó un tierno beso en el centro de su frente.

    Ella cerró los ojos, inmóvil y sumisa, deseosa de disfrutar aquella muestra de cariño que le ofrecía el simpático muchacho. Sintió como los labios de él resbalaban sobre su tabique y toda la piel se le erizó mientras una oleada de calor la quemaba totalmente. Se quemaba con un fuego del que se desea nunca se apague.

    Las llamas del amor se sentían ardientemente deliciosas al momento de rozar el cuerpo, y él era el primero en amarla…

    Al llegar los besos a la punta de su nariz, y percibiendo la ansiedad de quien buscaba sus labios con necesidad, movió levemente el rostro aún entre las palmas del chico esquivando así el contacto de sus bocas. Con el corazón acelerado y los orbes aún cerrados, al igual que los de él, separó un poco sus labios y con voz vacilante susurró: Cristóbal…

    Y ya no tuvo que decir nada más, porque el pareció entender inmediatamente el significado de su nombre. Suspiró levemente decepcionado y aprisionó de nuevo a Cris en un abrazo. —Lo sé, lo sé.

    La castaña se recostó en su hombro, correspondiendo amenamente al abrazo. Le pareció que su corazón latía a mil, como si se fuese a salir de su pecho, pero luego descubrió que esto sucedía porque estaba sintiendo dos corazones palpitar en su pecho: el de Cristóbal y el propio.

    Y sonrió, sonrió de felicidad, como no había sonreído en mucho tiempo. Había descubierto la paz y se encontraba en el único lugar en el mundo que podía brindarle todo lo que necesitaba, estaba en los brazos de Cristóbal Fernández.

    Él era el único que podía hacerla olvidar de su miseria, de su soledad, de su confusión, con él se olvidaba de su pasado, de su tío y de todos los demás. Sólo existía él, que nunca la abandonaba, que la apoyaba, que le brindaba confianza y que la quería…

    Igual o quizá más de lo que ella le amaba.

    <<Nunca me abandones, Cristóbal. No lo soportaría. >>

    Él era el único que la hacía olvidarse de Jonathan.

    _____________

    Tras asegurarse de haber salido del campo visual de Cristina, todo su aplomo se desboronó. Cerró uno de sus puños y golpeó con ira retenida un viejo árbol. Sentía rabia, mucha rabia.

    Estaba enojado con Cristina, con Cristóbal, con su tío, con sus padres, con cada ser vivo de este asqueroso mundo, pero sobre todo… estaba enojado consigo mismo.

    —No puedes mantenerte alejado de ella… —se reprochó en un gruñido, bajando la cabeza, con el puño apoyado en el tronco—eres un inútil, Jonathan.

    ¿Por qué le dolía tanto el hecho de ser odiado por ella?, debería no importarle.

    No debía involucrarla, no a ella. Lo único que tenía que hacer era alejarse y Cristina estaría a salvo, era simple… pero no podía.

    —Ni siquiera puedes proteger a tu hermana… —exclamó, dejando escapar una lastimera lágrima de frustración.

    Luchaba con el deseo de devolverse y correr a abrazarla, de gritarle toda la verdad y de confesarle cuanto la quería, y cuanto le dolía hacerla sufrir… estar lejos de ella.

    Pero eso no se podía…

    Resignado, y con el corazón hinchado de pena, arrancó a correr y desapareció entre los árboles.

    FIN.
    ¿Qué les pareció? Tengan en cuenta que no puedo relatar mucho ni decir más de lo que puedo, ya que esto le quitaría emoción al escrito original. ^^
    Ahm, y si alguno se quisiera pasar por ésta, acá les dejo el link: http://fanficslandia.com/index.php?threads/chris-fragmentos-de-una-joven-vida.18032/#post-463084
    Son sólo dos capítulos y probablemente les ayude a entender más los hechos y a los personajes.
    Sayo. Cuídense. X3
     
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  2.  
    George Asai

    George Asai Maestro del moe

    Aries
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    15 Mayo 2011
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    Pluma de
    Escritor
    Saludos, me gustó mucho el momento romántico entre Cris-chan y Cristobal, una trama realmente interesante y explica detalles del relato anterior que ya habías posteado en el foro. Cristobal puede ser ladrón y mendigo, pero es un buen tipo, diciendo que las apariencias a veces engañan con las personas, es un buen consejo el que das en este cuento.

    Quién diría que esa persona fuese su hermano, debe ser horrible sentir que ya no tienes familia, a pesar de que Cris-chan estaba sola por fin pudo encontrar el amor que tanto necesitaba, una lástima para Jonathan que no pudo encontrar una luz de felicidad en un camino lleno de tinieblas.

    Términos técnicos eres muy buena, no tengo nada de peso que mencionarte.

    Un saludo y gracias por invitarme a leer n-n
     
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  3.  
    Alyss Alice No Akuma

    Alyss Alice No Akuma Ritornata

    Escorpión
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    29 Noviembre 2009
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    337
    Pluma de
    >w< Nahi-chan, que bonito, muy fluido al leer...
    interesante y muy bueno.

    Pobre Jonathan... perdido en su sendero de oscuridad y soledad, al no poder relatar lo que su corazón gritaba día con día.
    aaw y que genial ese amor incondicional y protector que encontró Cristina :3 ~~al fin la felicidad a su merced ^^

    Muchas gracias por invitarme, errores(?) pues supongo que no.
    bien, es todo, cuídate y sigue así ;)
     
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  4.  
    NanakoGrey

    NanakoGrey ¡Holo!

    Libra
    Miembro desde:
    17 Diciembre 2007
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    1,077
    Pluma de
    Escritora
    Konbanwa Brenda-chan
    ¿Cómo estás?

    Me agrado mucho... La narración impecable y no me fije muy bien en la ortografía. De todas maneras estuvo genial y no has quitado el elemento sorpresa de la historia original.

    Fue bastante buena, me agrado. Espero conti de ka historia original.

    Matta ne~
     
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