La aldea de vampiros y su leyenda

La aldea de vampiros y su leyenda

Había una vez una pequeña aldea, esa aldea era una aldea de vampiros, los cuales creían que uno de ellos cada cien años en el mes de junio los prepararían para una guerra contra los licántropos, la pregunta es:

¿Cómo sabían quién era? Pues ese vampiro o vampiresa tendría una marca en su hombro derecho, tendría orejas y cola de cualquier animal y naciera el cinco de mayo.

Ya respondida esa pregunta continuare diciéndoles que ya habían pasado cien años y era el cinco de mayo pero iban a nacer tres niños, ya al haber nacido ellos vieron a cada uno de ellos, el primer niño tenía la marca, el segundo tenia las orejas de un tigre blanco y la tercera tenia la cola de ese tigre, eso desconcertó a todos los habitantes así que fueron con el brujo para saber quién era a lo cual él respondió:

—Los tres tendrán que saber trabajar juntos, cuando lo logren se unirán y serán uno mismo, pero después morirán. —

Todos sorprendidos esperaron a que el tiempo pasara y esos niños fueran adolescentes, ya eran todos unos jóvenes solo que tenían gustos diferentes y tratos diferentes por ejemplo el primero de ellos (que por cierto se llama Richard y tenía la marca) era muy elegante y era de clase alta, el segundo (Mauro y tenia las orejas) era gentil y humilde, no le importaba mucho de que clase era cualquier persona (el era de clase media), y por último la tercera (Zesiro y tenía la cola) era una joven muy hermosa y pobre.

Los tres jóvenes no se conocían, pero sus madres si, así que decidieron hacerles la fiesta juntos y con todos los del pueblo para decirles la gran noticia. Despuésde reunir a todos solo faltaba que ellos se presentaran, los tres llevaban una venda en los ojos y con una persona diciéndoles por dónde ir, cuando llegaron y les descubrieron los ojos estaban desconcertados a lo cual los tres dijeron al mismo tiempo:

— ¿¡que está sucediendo aquí?! — mirándose los tres uno a otro, mientras el jefe del pueblo los calmaba y decía:

—tranquilos no pasa nada solo que ustedes son especiales— dijo el jefe un poco serio mirando a los tres muchachos y ellos lo miraban igual a el.

—pero... ¿Cómo que especiales? Ni siquiera nos conocemos— dijo Zesiro caminando hasta llegar enfrente del jefe.

—Pues ustedes 3 deben aprender a convivir juntos— dijo el jefe mientras Richard se le acercaba.

—Pero ósea yo no estaré con ese tipo y no conviviré con ella— señalo primero a Mauro y después a Zesiro.

— ¿por qué? ¿Solo porque eres de clase alta y ellos no? — decía el jefe medio enojado.

—Pss... Si ósea no me juntare con pordioseros— dijo el joven en un tono burlón mientras los miraba y antes de que dijeran algo el jefe les tapo la boca y empezó a contar:

— Cada cien años batallamos contra los licántropos para saber quien en cien años es mejor y nos prepara un vampiro especial con una marca y orejas y cola de un animal, pero ustedes... son tres y solo si saben convivir juntos lograran unirse y formar uno— el jefe les destapo la boca y los jóvenes se callaron por un minuto hasta que Richard y Mauro dijeron:

—Si nos unimos los tres... ¡¡¡quedaríamos como mujer!!!- Gritando miraron a Zesiro y el jefe solo puso su mano en la frente.

Al día siguiente los tres estuvieron entrenando juntos y solo Zesiro y Mauro dejaron las diferencias atrás pero Richard seguía quejándose de estar con ellos, así que el jefe decidió que Richard debería saber cómo vivía la gente de clase media y clase baja.

—Mira Richard así es como viven Mauro y Zesiro— dijo mientras con un polvo mágico aparecía una aldea todos alegres y comiendo juntos conviviendo felices, Richard al ver esto dijo:

—no puedo creer que sean más felices que yo... — bajo la mirada y decidió dejar las diferencias a un lado.

Casi llegaba el mes de Junio y los tres estaban listos para unirse y ser uno, cuando lo intentaron por primera vez fallaron porque uno de ellos no estaba dispuesto y adivinen quien era...... si exacto Richard seguía dudando sobre unirse.

—Yo... no puedo — dijo Richard agachando su cabeza mientras Zesiro y Mauro le tocaban el hombro y decían:

—no te preocupes Richard, tomate un poco de tiempo— en ese instante llego el jefe muy preocupado y agitado.

—¡¡Chicos!!¡¡Chicos!! Díganme que ya lo hicieron— decía mientras se agarraba el corazón.

—emm...no exactamente—dijeron Mauro y Zesiro mientras Richard se alejaba y se lamentaba.

—Necesito que mañana les salga a la perfección y sin ningún error— el jefe se retiro mientras sus palabras ponían nervioso a Richard, mientras Mauro y Zesiro lo animaban.

Un día antes de la batalla Richard se sentía confiado y animado para volver a intentarlo, esta vez los tres pudieron lograrlo y estuvieron practicando más de una vez , Richard se alegro tanto que quiso hacer una fiesta en su mansión, a lo cual Zesiro y Mauro aceptaron con gusto. Al llegar a la mansión Mauro y Zesiro se quedaron admirados ya que nunca habían entrado a una casa tan grande pero Mauro llego primero que Zesiro.

—Linda casa— dijo Mauro con su traje más elegante y mirando a Richard.

—gracias, que elegante te vez Mauro— sonrió amablemente Richard llevándolo adentro a que conociera gente.

Después de cinco minutos llego Zesiro con un vestido negro escotado, bien maquillada y con un peinado muy elegante que parecía de la realeza, llego a la puerta preguntando por Richard el portero le señalo donde estaba y fue hacia él mientras a su paso todos se la quedaban viendo.

— ¿Richard? ¿Mauro? Que elegantes — sonreía la chica mientras los dos se quedaban sin palabras.

—Ze... ¡¡ ¿Zesiro?!!-Decían los dos chicos sorprendidos.

— ¿Cómo conseguiste ese vestido? — dijo Richard aun asombrado.

—Mi madre es costurera— sonreía riéndose un poco —como que cierran la boca no— lo dice en un tono burlesco mirándolos.

—lo... lo sentimos— decían los dos agachando la cabeza.

—y... ¿que esperan? bailemos— decía la chica mientras los dos afirmaban con la cabeza.

Paso toda la noche y seguían en la fiesta (como no si son vampiros) a la mañana siguiente no se podían levantar y era el día en el que deberían tener más energía ya que en la noche de ese día luchaban y aunque ya les salió bien la unión tenían que seguir practicando porque no se sabe que pueda pasar.

El jefe preocupado que no se levantaban y ya eran las doce de la mañana decidió levantarlos solo que tenían solo ocho horas para entrenar, pasaron las horas ellos ya habían entrenado y estaban cansados para las ocho de la noche y los licántropos estaban a punto de llegar.

—hay muchachos vamos tomen esto— el jefe les dio una bebida energética y los tres la tomaron.

Cinco minutos después llego la mama de unos y le dijo al jefe:

—perdone la interrupción pero... ya les dijo que— y le murmuro al oído— ¿podrían morir?. —

El jefe preocupado le contesto que no y antes de decírselos los muchachos ya se habían ido.

En par de segundos llegaron los licántropos, el líder de los licántropos (Koichi) llego y se paro enfrente de la aldea para decir:

— ¿Quién es el elegido? — Dijo mirando a todo el pueblo mientras salían los tres muchachos — ¿ustedes tres? — Sonrió un poco —no creo que se puedan unir ustedes tres — dijo burlescamente mientras los chicos se le acercaron y los tres al mismo tiempo le decían:

—Un placer conocerlo señor Koichi, agradecemos conocerle— decían serios mirándolo y Koichi solo sonreía d nervios.

Empezó la pelea los tres chicos se cubrían sus espaldas y Koichi solo protegía su pellejo, llego la hora donde Koichi y los tres chicos se tenían que enfrentar solo que antes de pelear Koichi dijo unas palabras:

—Wow... Qué raro son tres contra uno, eso es injusto... para ustedes— sonrió y se convirtió en un lobo grande de un metro, color gris y con un rostro furioso mientras los tres chicos se miraban entre si y sonreían.

—Valla que grande eres— decían los tres con una cara sonriente — ahora observa esto— los tres dijeron mientras hacían un circulo y decían unas palabras griegas —durch die Macht, die uns die größte Vampir vereinigen wir uns und werden nur eine gibt.... Gott macht uns alle mächtigen Vampir HALIM— (significa: por el poder que nos da el vampiro mayor haz que nos unamos y seamos solo uno.... Haz que seamos el dios vampiro todo poderoso Halim).

Al decir esas palabras los tres muchachos se convirtieron en un vampiro que medios tres metros, con alas largas, negras, cola y orejas de tigre y colmillos bien afilados, se quedo mirando a Koichi mientras el pobre lobo temblaba un poco pero no lo hacía notar.

—Valla sí que se pudieron combinar—sonreía el lobo mirándolo.

—en este momento no somos tres somos el poderoso Halim el vampiro todo poderoso— sonrió y el lobo sorprendido respondió:

— ¿Por qué no empezamos? — sonrieron el lobo y el vampiro macabramente.

La guerra seguía los vampiros iban ganando pero de repente se pusieron a pensar los tres chicos porque no podían ser aliados para ser más fuertes, eso le dio ventaja al lobo para atacarlo y estar encima de el antes de que lo mordiera el vampiro dijo:

— ¿Por qué nos odiamos tanto? — con una mirada triste hacia el licántropo.

—Pues es de sangre— le dijo mientras se detuvo a pensar.

— ¿eso crees? No sería mejor ser aliados — dijo el vampiro tratando de planear su escape.

—pues... si — dijo quitándose de el.

—Bien — le entrego la mano al lobo — ¿tregua? — sonrió.

—si claro ¿por qué no? — sonrió el lobo dándole la mano, antes de que se juntaran sus manos el vampiro paso atrás de él y saco sus garras enormes y lo amenazo.

—Nunca confíes en un vampiro, mas si es tu enemigo mortal y antiguo— sonrió el vampiro y lo mato.

Al amanecer el vampiro se volvió los tres chicos de antes y se abrazaron, festejaron los sobrevivientes pero antes de terminar los chicos quisieron decir algo.

—Hoy hemos aprendido algo muy importante — dijo Mauro.

—Que aunque los licántropos y vampiros seamos diferentes— dijo Richard.

—los dos tenemos una cosa en común—dijo Zesiro.

—Que nos confiamos mucho y que por eso podríamos haber perdido— dijeron los tres muy serios —pero no fue nuestro caso así que ¡¡Festejemos!! —sonrieron y brindaron con sus copas de oro.

Después del festejo el jefe les dijo a los chicos que morirían a las doce de la mañana, los chicos desconcertados se quedaron sorprendidos y sin aliento, cuando se fueron a dormir tenían la mirada baja. A las once de la mañana los chicos estaban vistiendo trajes negros y esperaron afuera de la aldea su hora de muerte.

—Chicos fue un placer haberlos conocido— dijo Zesiro.

—Lo mismo digo—dijo Richard.

—Y yo igual pero antes…Zesiro... te amo— dijo Mauro con mirada baja y sorojado.

—Yo... igual — Zesiro sonrió y miro a Mauro.

—Bueno bueno dejémonos de cursilerías y agarrémonos las manos— dijo Richard con una leve sonrisa.

Dieron las doce de la mañana y los tres caían lentamente al suelo mientras el pueblo se reunía alrededor de ellos, tiraban rosas rojas y cada uno de ellos decía una dedicatoria. Después de dos años fueron reconocidos como los tres poderosos e hicieron una estatua de cada uno de ellos echas de oro y cada uno de sus ojos eran rubíes.

Fin