Doña Bárbara [Doña Bárbara] Lógico

Tema en 'Fanfics sobre Libros' iniciado por rhapsodic, 12 Diciembre 2011.

  1.  
    rhapsodic

    rhapsodic кучко. Comentarista empedernido

    Géminis
    Miembro desde:
    12 Julio 2010
    Mensajes:
    2,239
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    [Doña Bárbara] Lógico
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Drama
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    388
    Título: Lógico
    Fandom: Doña Bárbara [La Telenovela]
    Pareja: Bárbara Guaimarán [La Doña], & Santos Luzardo.
    Géneros: Drama, Romance.
    Resumen: Era bastante lógico, pero a la vez, tratándose de él resultaba patético.
    Notas: Posible OoC.
    ______________

    Lógico

    Admiró el cuerpo desnudo de aquella hembra en el río; su piel bronceada, su cabello dorado suelto cayéndole por sobre sus hombros y el brillo de sus ojos esmeraldas, destellando con suficiencia mientras restregaba con delicadeza cada recoveco de su cuerpo.

    Hermosa, se dijo para sí mismo, rogando no ser escuchado por aquella Doña. Vencido por el deseo procedió a desvestirse y entrar en aquel enorme charco de agua natural, caminando por debajo del agua hacia ella para tocarla con atrevimiento y observarla en su desnudez sin vergüenzas.

    Aquella mujer de carácter a la que todos en el llano temían sucumbió tan sumisa a sus besos, a sus caricias y a sus palabras atrevidas; aferrándose con necesidad de ella exploraba con libertad aquella boca tan sabrosa, húmeda y provocativa.
    La patrona del Miedo había caído frente a él tan fácil; Esa mujer tan impredecible, la Devoradora de hombres, aquella fiera salvaje que no se dejaba domar por nadie: indefensa, podrida en amor por él y sólo para él…

    Qué gran logro.

    Y mientras la besaba en el río no podía evitar pensar en quedarse a su lado lo que le restara de vida, olvidarse de todos y abandonar sus promesas nada más que para estar con ella, a su lado siempre, justo como Bárbara le pedía cuando visitaba su hacienda y permanecían acostados en su cama. Abrazándola en aquellos momentos y aceptando el hecho de haberse acostado múltiples veces con ella a todo aquel que con sumo descaro se aventuraba a preguntarle reconocía que, en efecto, Bárbara era como un enorme premio.

    Pero ella no era un trofeo, no era un objeto; muy dentro de aquella cáscara de severidad y odio era un ser humano, una mujer preciosa, una mujer que él deseaba y que lo hacía parecerse al canalla de su padre. Y aunque pretendía odiarla por sus acciones impulsivas y su crueldad no podía.

    Era patético, pero a la vez era lógico. Sin embargo, siendo él un Luzardo distinto esperaba poder evitar caer en los encantos y artimañas de Doña Bárbara.
     

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso