Crossover de Naruto - KURAI KIBÕ (Special Halloween 2021)

Capítulo 1:

Contenido oculto: Apariencia de Kurai

〔 Compañera nueva y extraña. 〕

Iruka-sensei había anunciado que traería y habría una adición de una nueva compañera en este año, ya faltaba dos años para conseguir ser genin, obtener su banda ninja. El sensei no había explicado el motivo de la tardanza debido a que ya hace una semana que estaban en los últimos exámenes antes de conseguir la banda genin, debido a que el adulto salió de la clase en búsqueda de la nueva. Siendo así como el grupo en general hablaba a susurros de un nuevo chisme, las niñas decían que en la mañana habían visto a una niña de ropas extrañas estar acompañada de unos escoltas anbu, como si fuera de la realeza pero que parecía una niña común y corriente, sólo que la ropa era sumamente rara.

Algunos niños decían que la mirada de la niña intimidaba, pero que parecía agradable. Otros como Naruto sólo tenían curiosidad para saber de quién tanto hablaban sus compañeros, Choiji estaba comiendo sus habituales papas crocantes, Shino mirando un escarabajo pasar por su pupitre de madera, Kiba jugando con Akamaru, y Shikamaru durmiendo o eso es lo que dejaba creer, Sasuke se encontraba pensativo por lo sucedido y recordando que esto sería una cosa nueva para contar a su hermano Itachi, estaba intrigado. Neji leyendo un libro cerca de Hinata. Lee estaba ansioso por tener una nueva amiga.

Todos aún en el grupo eran niños, aún no había caos que pudiera quitarles de su zona de confort. Por lo que esperaban que la niña trajera más emoción a sus vidas.

Aunque Ino empezó a comentar lo que en la mañana había escuchado de su madre, en la floristería ningún chisme se escapaba de la boca de la niña rubia platinada. Mientras que Sakura sólo estaba mirando el perfil dulce y lindo de Sasuke. Hinata el de Naruto pero mucho más tímida y discreta.

-Según la vecina y mamá, dijeron que había sido transferida a la aldea por motivos familiares. Aunque en ningún momento hubieran hablado de sus papis. Mi mamá dice que es una niña muy distante y rara.

-¿Cómo así, Ino?-pregunta Tenten. -aunque decirlo así suena muy grosero.

-Ay, yo que se. Solo dicen que su forma de vestir no coincide con el de ninguna aldea ni elemento. Pero que es una niña prodigio. Aunque para mí parece más mentira para llamar la atención. -se mofa Ino.

-N-no... Deberías... Pensar así, Ino. -dice tímidamente Hinata, jugando con sus dedos nerviosa.

-Es lo que escuché, hasta que no la vea como tal, no podré verla de otra forma.

Ino altanera e inocente ante las palabras de las viejas chismosas se excusa. Pero muy en el fuero interno, temía que esa nueva niña fuera otra competencia más por el amor del niño guapo de la clase.

Por lo que así, entre pequeñas discusiones entre las niñas, pasaron más o menos 15 minutos o casi 20, cuando Iruka-sensei volvió a aparecer con una niña frente a la clase. Pasando su mano a reposar sobre la cabeza de la niña que los miraba con una extraña curiosidad.

-Que bien se han portado, me alegra su buen comportamiento de hoy. -sonríe Iruka-sensei muy orgulloso, aunque con ligero disimulo escanea a su grupo y nota como el joven Nara sigue en su posición dormido.

«Deberé hablar con sus padres, no puede dormir siempre en clases» pensó el sensei.

-Bueno, ella es su nueva compañera. Hace poquito llegó a nuestra aldea, viene de la Aldea Kaze no Kuni. -hizo una pequeña presentación leve para luego mirar a la niña que pareció entender su señal.

-Buenos días. Soy Kibõ Kurai, me pueden decir Kurai. Tengo 10 años. Y espero llevarme bien con todos. -dijo contando sus dedos y mostrando sus dos palmas de la mano junto con el tono de voz suave pero fuerte y claro, demostrando muy contrariamente una postura tímida.

La niña tenía el cabello negro largo hasta poco más de los hombros, un fleco como el de hinata, cabello negro como el carbón y ojos del mismo color. Era muy pálida, pera bastante rectangular, una ligera sonrisa había logrado que varios niños suspiraran por la ternura.

-¡Bienvenida Kibõ-san/Kurai-san!

Todos saludaron acorde a la presentación, mientras que algunas niñas a regañadientes antes la mirada de advertencia de Iruka-sensei.

-Genial, llegaste justo a tiempo para la prueba del Jutsu de Transformación, aunque me gustaría ver también el de réplica si no es mucha molestia. -dice Iruka.

Todos los niños rápidamente se forman fila alrededor de la clase, frente a los pupitres para el examen. Aunque muchos habían pasado ya esa prueba, querían saber que tanto estaba buena su compañera nueva.

-Sin problema sensei. Aunque me gustaría que pudiera refrescar un poco mi memoria con una muestra, por favor -dijo de una manera muy educada, kurai.

-Sin problema. Bueno niños, espero estén listo y Naruto, cuidado con lo que haces.-advirtió Iruka-sensei.

El rubio de ojos azules se avergüenza ante la mirada curiosa y seria de la niña, por lo que por primera vez lo ven calladito. Mientras que Shikamaru solo quería terminar la prueba para poder dormir un rato más.

El sensei fue mostrando como era el Jutsu, por lo que aquello para muchos(osea para Naruto) refrescó la memoria y para otros sólo miraban impaciente el turno de la niña, que una vez el acabó esta asintió e hizo lo mismo solo que por algún motivo extraño las réplicas habían salido de varios tipos de elementos: de viento, fuego celestino, tierra y rayo. Por lo que allí, Shikamaru y Shino comprendieron del motivo desconocido de la ropa extraña, aunque este tuviera una calavera en el pecho de la vestimenta ninja. No era de un solo lugar y sabían que por eso era vista de manera rara por muchos. «¿de dónde venía realmente?» se preguntaron con la mirada de reojo.

Naruto por su lado estaba sorprendido y demasiado ansioso de también poder hacer eso, pero las niñas se habían callado pero más de una la miraba con envidia ante lo de 'prodigio', no era mentira, era verdad. Iruka en su fuero interno estaba muy sorprendido, no le había pedido aquello y parecía que por la mirada de la niña también era algo nuevo en ella.

-Es perfecto, y muy bueno. Ahora, el Jutsu de transformación por favor.

-Hai.

Kibõ kurai nuevamente deshizo sus réplicas, para luego perfectamente tomar la forma de un fénix, una criatura mítica que había leído en un libro, al menos eso se explicaba Iruka en su mente. Debido a que el Hokage se lo había dado antes de venir a clase, mientras el líder decía más medidas de cuidado para la joven niña.

Todo el salón se asombró, y muchos quedaron extasiados por la habilidad de su compañera nueva, querían tener más conocimientos interesantes como la de ella. Querían ser sus amigos para ser tan maravillosa. Porque ese fénix no era de un rojo, sino de un azul celestino, un fuego que al parecer no quemaba la superficie que tocara.

-Maravilloso. La originalidad te personifica. Ahora es momento que tus compañeros se luzcan también. -dijo Iruka-sensei aplaudiendo orgulloso.

Esto generaría en su grupo de estudiantes que fueran competitivos y buscarán superarla. Al menos eso esperaba que pasara. Una competencia sana.

Uno por uno, fueron pasando la prueba de transformación, algunos se transformaron en el sensei, otros en un diminuto perro, entre otros animales o personas. Sin embargo, Naruto Uzumaki había arruinado la clase con un Jutsu obseno pero que curiosamente había intrigado a la nueva, ese nunca lo había visto. Quería aprender de ello.

Y si lo llegaba a aprender, sería la perdición del género femenino.





¿Qué les pareció?
¿Quién leyó Cahaya's Eien?

 

Capítulo 2:

Contenido oculto: Aspecto de edades

〔 Interés y desinterés infantil 〕

Shikamaru, Choiji, Neji, Lee y Kiba estaban siendo testigos de como la mayoría de sus compañeros se había aglomera en torno a la nueva, pregunta como había hecho el jutsu con tales elementos, otros querían que le enseñara, otros sin más querían comprobar si era ingenua o no. Sasuke por ejemplo, se acercó con interés primero a la nueva presentándose:

—Soy Uchiha Sasuke, ¿quieres sentarte conmigo? —preguntó.

Sin embargo el niño tan dulce y agradable fue visto como si fuera que un espíritu había hablado con la niña, no era un comportamiento ni siquiera similar al de las niñas sino que parecía de espanto. Su mirada se había perdido en esos ojos onix.

—Uchiha-kun atesore el tiempo con su familia, la muerte augura desgracia cercana, el monstruo está cerca.

Las palabras con significado extraño y profundo había sido la respuesta de Kibõ Kurai, la niña después de segundos pasados parpadea y lo mira confundida, junto con los demás niños. Sin embargo, Ino junto Sakura van al rescate de su chico enamorado.

—No le hagas caso, Sasuke-kun. —dice Ino con una mirada entrecerrada hacia la pelinegra.

—Está loca, ¿me puedo sentar contigo yo? —pregunta Sakura tímida.

—¿Qué dije? ¿He dicho algo malo? —preguntó confundida la niña nueva.

Sasuke al notar que de verdad provenía la duda de su voz, ignora a todos y se retira asustado, dirigiéndose hacia el clan. Por algún motivo quería avisar a su onii-san y decirles a sus padres el escalofrío que le había recorrido tras esas palabras raras de la niña nueva.

—Mira lo que hiciste niña tonta/idiota —exclamaron al unísono las niñas pelirroja y rubia platinada.

—Lo siento, no ha sido a posta.

Se disculpa agarrando las tiras de su mochila con nervios, retrocediendo inquieta ante las malas vibras que empieza a sentir en el ambiente, por lo que una mano toma el borde de la remera puesta de color grisáceo con roja, logrando que el pánico de la pelinegra sea interrumpido para luego dirigir la mirada a una niña de cabello peliazul de ojos raros claros.

—D-disculpe... ¿É-eso... Eso es... Una c-calavera? D-digo en su ropa. —pregunta tartamudeando nerviosa, Hyuga Hinata.

La niña nueva le sonríe al mirar ese detalle y asiente, alejándose así en compañía de Tenten y Hinata, junto a otros de las niñas que buscaban problemas, por alguna razón las dos mencionadas sentían que sino intervenían el sensei los castigaría.

Kurai había ignorado desinteresadamente al niño más popular y adorado de entre la población de niñas, mientras que los niños al verla actuar extraño el interés se les había pasado. Era como si algo les decía "cuidado". Esa fue la primer advertencia de amenaza antes de la tragedia del Clan Uchiha.

[...]

Dos años después, ya cumpliendo doce y trece años la mayoría de los niños estaban ansiosos por aprobar y tener su banda de genin, ayudar a su aldea era lo que sus padres siempre demostraban, mientras que para la niña sólo era bienvenida en el grupo de amigos de Tenten y Hinata, aunque no hablara mucho con nadie y solo se quedaba escuchándolos o acompañándolos, ya era un logro.

El único cambio físico de todas había sido unos centímetros más alta de los 1,50. Mientras que Kurai se había dejado crecer su flequillo dejando que cubra un poco sus ojos, y llegue poco más de sus hombros, el cabello le llegaba hasta los omóplatos. Aún no poseía una figura como tal seguía siendo medio rectangular y plana. Poseyendo una estatura de 1,52.

Mientras que su vestimenta había sido modificada ligeramente, ya no usaba mangas largas todo el tiempo. Cada vez el color distintivo en su oufit se destacaba el blanco y el naranja. Empezando a dejar poco a poco los bordes oscuros.

Sakura e Ino no se llevaban buen con Kurai, siempre buscaban burlarse o humillarla frente a los chicos, solo porque de alguna forma lo había hecho daño. Nadie había comprobado que las palabras de la niña nueva hubieran sido amenaza, por lo que nadie más que la extraña enemistad de Sasuke y Kurai, sabían cuán reales podría ser una simple advertencia de cuidado. Aunque había otro niño que se mostraba desinteresado pero discretamente era informado por su padre de la situación, debido a que habían pedido que fuera amigo de la pelinegra para tenerla protegida.

Porque el haber pronosticado la muerte de un clan, como lo era los Uchiha, portaba una gran amenaza de problemas por lo que era mejor tenerla cerca que lejos. La familia Akimichi, la de Chouji la había acogido sin cuidado en su hogar. Nunca le faltaría más familia a la niña, sabiendo poco de su pasado y dado la información que padecía de amnesia desde que los ninjas de Konoha la habían traído del país del viento por petición y obligación de salvar a un niño prodigio de las garras del mal.

Ninguno sabía que la niña no era del mundo que todos conocían, ninguno sabía que no habría ningún ente capaz sobre esa tierra de manipular a una figura próximamente importante en el mundo en general.

Porque al conseguir todos la banda de genin, esta empezó a demostrar ninjustus, genjutsus, y Taijustu bastante extraños e incapaces de ser replicables, era como si ella fuera realmente exótica y fuera de esa realidad. Y él clan Nara debía realizar una estrategia buena para lograr proteger a la única niña que podía controlar elementos naturales como el rayo, el viento, la tierra y el fuego fatuo.

Algunos en esos dos años aprendieron a ignorar a la niña, más por ser una rarita como Naruto, pero monstruo por lo dicho hacia el Uchiha.

Y eso que sólo sabían muy minimamente las habilidades que Kibõ Kurai poseía.

 

Capítulo 3:
〔 ¿Equipo de 4? Ino-shika-Chou-Kibõ〕


Todos habían conseguido llegar a genin, hasta el cabeza hueca número uno, Naruto Uzumaki. Los años habían pasado considerablemente rápido, tampoco es que hubiera mucho que contar o cambios que revelar, los únicos chismes de siempre rondaban en dos peculiares y raros niños que se habían aliado para amistad temporal, ninguno era dependiente del otro pero tampoco se dejaban de proteger mutuamente. Naruto se ganaba golpes de las chicas de su grupo por su mal comportamiento e incluido por entrometido, debido a que intentaba proteger a Kurai en varias ocasiones sólo porque las niñas la vieran rara, aunque para el rubio de ojos celestes Kurai Kibõ no era extraña, sino que genial para su punto de vista. Se contaban muy poco de sus días debido a que la pelinegra no era muy conversadora, mientras que él sí lo era, por lo que aprovechaba para festejar y admirar cada cosa que su amiga misteriosa le quisiera comentar.

Mientras que por el lado de Kurai Kibõ, no pudo ni quiso lamentar el no haber interferido en el destino del rubio, no iba a negar que cicatrices de guerra dolieran, pero sólo así aprendía que tipo de mujeres interesadas y malas había en el mundo, las niñas sólo tenían envidia por ser elogiada por algo que cada día le ocasionaba un vacío más en el estómago. Sentía que cada vez que se volvía una experta en alguno de sus elementos, su propia muerte era anunciada. Era como si el peligro estuviera cerca, pero nunca podía ver realmente quién era el culpable. Por lo que salvar a Naruto de la soledad y tristeza de no ser comprendido, fue su primera acción directo a su destino pero también un sacrificio bueno que dar. Porque gente que solo juzgaba por un pasado o por miedo, no valía la pena perder el tiempo en intentar hacerlos entender. Mientras que hiciera algo al respecto, los malos augurios podrías suceder con letargo o no suceder simplemente.

Kurai Kibõ le había comentado sin querer a su amigo rubio, que ella podía ver y hablar con los muertos, que se sentía la parca. Que de algún modo ella los guiaba a un mundo mejor, sin embargo los raspones y golpes que muchas veces poseía eran por los renegados y monstruos que se negaban a que las almas de difuntos fueran salvados por una luz de esperanza. Naruto en ese entonces, más o menos comprendía el significado tras su nombre «Kurai Kibõ» significaba: «Esperanza oscura» y quien lo viera solo por un sentido maléfico, no vería la buena persona que ocultaba esa fachada de niña prodigio y desinteresada del mundo en general. Porque a pesar que parecía perdida entre todo y nada a la vez, siempre estaba atenta a lo que alguno pudiese necesitar de ayuda. Siempre que fuera justo.

Hoy por hoy, el Hokage le había anunciado junto a Iruka-sensei quien sería su sensei por todo el camino genin junto a su nuevo escuadrón de misión, por lo que la no tan pequeña niña se sentía incomoda. Sabía que su grupo de compañeros era impar por culpa suya, por lo que temía no poder dar todo su esfuerzo por límites propios o traumas. Sin embargo, su camino ninja fue dictado por Hodaime y Sensei, para estar en el equipo de Asuma-sensei, un hombre que siempre notaba a la lejanía que la observaba curioso y fumando.

El escalofrío que le recorrió la primera vez, la hizo tragar nerviosa. Y no era porque algun alma estuviera hablándole, sino por un nuevo anuncio. Por lo que decidió callar.

En el primer momento, no estuvo disponible para ver de cara a la selección y presentación principal entre el equipo, sensei y Hokage, el motivo había sido porque el malestar que se traía por semanas de haber peleado con almas renegadas - que la querían poseer para vivir en ella, egoístas que querían volver a la vida y hacer de uso esta para nunca morir-, claramente ella no cedió, la encontraron mal herida y fue internada en el hospital. Aunque bueno a muy pocos le interesaba la vida de la rarita 2.

Ino y Sakura parecían no tragarla, pero nunca habían llegado a más de estironeos de cabello o empujones. Si querían ser ninjas, sus acciones debían ser mejores y no rebajarse a esas cosas denigrantes. Al menos eso había logrado Naruto al contar la situación a Iruka-sensei luego de haber robado el pergamino, la discriminación y mala actitud de varias de sus compañeras con la nueva había sido sancionada por sus propias madres, quienes eran responsables de que pensaran por muy alto y competitivamente.

Para su desgracia, el Hokage Sarutobi había anunciado su adición en el equipo 10 conformado por:

1. Yamanaka Ino.
2. Nara Shikamaru.
3. Akimichi Chougi.
4. Kibõ Kurai.

Como corresponde agradeció a ambos mayores, no sabía de dónde le salía el gesto o la educación, pero suponía que era gracias a la familia Akimichi que la acogió, aunque era raro por más que comía mucho no engordaba como creía sino que en sus muslos y brazos iba a parar, quedando como recalculado si aquello era bueno o no.

Poco después, Azuma había dicho que la acompañara, ambos iban a paso tranquilo. Kurai notaba a mucha gente opaca rondar por el lugar, ella ignoraba el detalle porque no era hora ni lugar de realizar la tarea que hace dos años descubrió que debía hacer: "Guiar a las almas hacia el descanso, procurar que las familias los sigan recordando para seguir vivos en sus memorias", no era trabajo fácil pero sabía que ese era su motivo de existencia, siempre que despertaba eso le gritaba su vida. Ser prodigio en este lugar, era una gran responsabilidad solo que aún no sabía el costo.

—Yamanaka Ino, es una persona difícil de tratar para ti, ¿no? —dijo el sensei, mientras observa de reojo.

—Es muy conflictiva. Y no me agrada el ruido que hace. —fue sincera Kurai.

—Da tiempo a esta convivencia de compañerismo, y daré lo mejor de mi como sensei, para que todo salga bien.

La pelinegra lo observa atentamente ante las palabras, por lo que al sentir que eran verdaderas, sonríe un poco.

—La paciencia no es infinita en mi. Tengo mal carácter... Pero, intentaré fortalecer nuestro valor, nuestra fuerza y voluntad en el equipo. Así que, cuidaré de usted, Azuma-sensei.

Las palabras tan profundas y sinceras de la pequeña de doce años, hacen sentir orgulloso e interesado a Azuma. Por lo que al llegar al restaurante de comida donde hacían la mejor costilla asada y demás, lograron ver a Chouji empezando a comer casi todo, Shikamaru muy perezosamente e Ino con una ensalada pero en cuantos ambas figuras femeninas cruzan miradas se siente un extraño ambiente. Logrando que el pelinegro con forma de piña, suspirara.

«Esto sería un gran camino que recorrer, que fastidio» pensó Shikamaru, aunque estaba contento de saber que la gritona de Ino, respetaba la presencia del sensei para no armar pleito.