Nota del autor: Y aquí tengo la impresión de que este fic está inconcluso. Hace dos meses que lo escribí y aún no he descubierto qué es lo que falta, así que he decidido dejar de tenerlo en el PC y publicarlo tal como está... En mitad del bosque, un claro permitía ver una roca gigantesca que tenía tres marcas bien diferenciadas de alguien que había estado entrenando con ella. Keldeo se acercó. Estaba solo y asustado; solo un momento antes había sido atacado y se había visto incapaz de defenderse. El cansancio de la huida se le notaba. Observó la roca y las tres marcas e intentó hacer una similar, pero fue completamente imposible. Keldeo vio entonces de reojo una figura que se le acercaba. Se giró para ver qué era. Se trataba de un ciervo de mirada fría como el acero, cuerpo azul y cuernos elevados en alto de forma majestuosa. – ¡Cobalion! –gritó y corrió hacia él. Cobalion le dirigió una sonrisa. – Hola, pequeñín. – ¿Dónde están los demás? – Aquí –dijeron otras dos voces al unísono. Keldeo giró levemente la cabeza y los vio. Terrakion, con su robusto cuerpo de toro, a la izquierda. Virizion, grácil como la gacela que era, a la derecha. Ambos le sonreían de manera amplia. – ¡Chicos! –Keldeo fue incapaz de contener sus lágrimas de alegría. – Ya, ya… –Cobalion acarició a Keldeo y se dio cuenta de que estaba herido–. Cielos, ¿quién te ha hecho eso? – No… no lo sé… Alguien me atacó… No pude hacer… nada… –se le quebró la voz. – Calma, chico –intervino Virizion–. Déjame esa herida –Keldeo se acercó a Virizion y su herida comenzó a cerrarse. – En cuanto veamos a quien te hizo eso, le daremos una lección, ¿vale? –dijo Terrakion, a lo que Keldeo asintió. – Pero tú también tienes que ser más fuerte –repuso Cobalion–. ¿Ves esa roca? –señaló con su cabeza a la que tenía las tres marcas– . Vas a hacer tu propia marca como ya hicimos nosotros. Keldeo se ilusionó, pero rápidamente volvió a la realidad. – Pero… ¿cómo? Lo he intentado antes y no he podido… – Concentra toda tu energía en intentar destrozar esa roca. Tu cuerno responderá. Keldeo se dirigió de nuevo hacia la roca. Se paró delante, se concentró y la golpeó con su cuerno con todas sus fuerzas, pero no ocurrió nada. – ¡Piensa que esa piedra es quien te atacó antes! –gritó Terrakion. – Y usa también la fuerza que tienes dentro –añadió Virizion. – Puedes hacerlo, pequeñín –terminó Cobalion. “¿Puedo hacerlo? ¡Claro que puedo”, pensó Keldeo y se llenó de moral. El Pokémon luchador se concentró de nuevo. Su cuerno comenzó a brillar de energía y, en ese momento, dirigió su ataque hacia la roca, que esta vez cedió. Algunas piedras se desprendieron donde Keldeo había golpeado, dejando una profunda marca, similar a las tres que ya había. Los otros tres Pokémon se acercaron a él y sonrieron ampliamente. – Lo has hecho, pequeñín –le felicitó Cobalion. – ¡Ha sido impresionante, chico! –Virizion estaba visiblemente sorprendido. – Vas a ser muy poderoso. Quizás más que nosotros –las palabras de Terrakion fueron sinceras. – Muchas gracias, chicos… de verdad… Keldeo era en aquel momento la felicidad hecha Pokémon…
Bueno, la verdad, está bastante cerrado. Yo tampoco puedo verle bien si le falta algo, la verdad. Si fuera por mí, extendería toda la historia hasta que Keldeo se convierte en ¿caballero?, o sea, en su forma valor. Pero yo soy un maniático que ama contar historias largas. Tal vez le faltaría un poco más de, no sé, ¿sustancia? Porque más que parecer una historia corta con su inicio y su fin, parece un prólogo, o el inicio de una historia más larga. No sé, es mi opinión. Ah, eso. Hubo un pequeño error, de tipeo, aquí: en el dirigión, pero es un error mínimo. Bueno, como siempre, es entretenido leer tus historias. Saludos y buenos días
La felicidad hecha pokes, qué más puedo pedir. Yo diría que esto es más la introducción de la película 15 porque se basa un tanto los personajes que formaron parte de ella y el hecho de como comenzó la aventura de Keldeo, aunque la película fue más emocionante de cierta forma, pero no por eso esta historia no se clasificaría como buena tomando en cuenta que es una historia donde solo hay pokes mejor que muchas otras por ahí. Me estaba preguntando si este fue el inicio de Keldeo para convertirse en espadachín místico que aunque el final lo logro y más con su ¿mega evolución? no estoy seguro pero apear de todo se reflejó la gran amistad que tenía con sus camaradas que lo ayudaron desde el principio a volverse fuerte, después de todo eran más una familia que amigos.
Realmente no lo siento trunco, el final con Keldeo esperanzado de que pudo lograrlo es un buen cierre, uno sabiendo o no sobre el transfondo de los pokémon puede deducir es que quiere ser tan fuerte como sus ídolos... o quizá ese es el complemente que le faltó, como imprimirle más ese feel de que para el pony el trío legendario era algo especial.