Juliett y Romeo [cuento corto]

Tema en 'Historias Abandonadas Originales' iniciado por Zusura, 14 Enero 2011.

  1.  
    Zusura

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    Juliett y Romeo [cuento corto]
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    1
     
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    651
    ¡Hola! Sinceramente, la historia tiene muy poco que ver con la obra de Shakespeare, así que por lo mismo está modificado el título, para que no sea muy grande el plagio (Sí, no fue muy grande la diferencia de mi título, pero algo es algo ¿No?). En fin, los dejo con uno de mis pequeños cuentos.


    Juliett y Romeo

    Lo miraba una y otra vez a escondidas y evitaba a toda costa que por algún descuido se diera cuenta de su actividad. No había duda de lo que sentía, lo amaba. Cada partícula de su ser lo llamaba a gritos, con la esperanza de que algún día le otorgara alguna fugaz caricia. Y en eso se pasaba todo el tiempo la pobre. Se preguntaba qué era lo que tenía que hacer para que aquel perfecto ser fuera suyo y la amara. Después de todo, estaba segura que nadie más lo querría como ella lo hacía.

    En medio de la multitud, esperaba paciente. Miraba su traje rosado con encajes blancos que le llegaba a la rodilla, un vestido perfecto para la ocasión romántica, y su cabello tampoco estaba descuidado, cada una de sus finas hebras estaban peinadas a la perfección, dejándose caer suavemente encima de sus marcados hombros. Cualquier instante, podía ser el que anhelaba y por lo mismo, debía estar arreglada a la perfección. Pero, Romeo siempre miraba al frente y nunca le dedicaba una esquiva mirada, en realidad, su príncipe prohibido no le daba ni un pequeño respiro.


    Juliett, sentía que la distancia crecía al igual que su pena. Su fría mano parecía que jamás se congraciaría con el cuerpo de su amado. Algo triste, bajaba su mirada y se esforzaba por llorar, pero ni ese lujo podía darse la pobre, porque una chica como ella no tenía permitido llorar, porque a una chica como ella, Romeo no la debía mirar.


    Sus tormentos crecían, y las personas que la admiraban a su alrededor, también. Nadie quería escuchar alguno de sus lamentos, o mejor dicho, nadie podía escuchar a Juliett, porque eso sí que era raro y hasta inconcebible. Podían venerarla como si fuera una figura de la Virgen María, y no podían detenerse a entender sus ruegos. Así pasaba sus días la dulce chica, cada día trisándose más.
    El día final de su veneración acabó y la llevaron a la oscuridad de una habitación tan lúgubre como desagradable, ya no vería nunca más a Romeo, y él nunca sabría que su Juliett siempre lo había esperado con ahínco.

    De nada sirvió ser la chica más bonita, su vestido, y su cabello peinado con rigurosidad no eran más que un recuerdo de un pasado con matices esplendorosos. Sí, para ella todo significaba un fastidio y el deseo por acabar de romperse y morir, sólo crecía. Entre sus pensamientos suicidas y mártires, un dependiente de la tienda trajo un maniquí y con una brutalidad imperdonable lo lanzó sobre ella. Ya sin ganas de nada, levantó su mirada para estudiar a su nuevo compañero. Y, ante cualquier pronóstico, estaba sobre ella Romeo. Ahora sí podía ser dichosa la maniquí. Romeo la miraba alegre y no necesitaba de palabras para observar y agradecer que su amor tortuoso siempre había sido correspondido. Sus cuerpos juntos, apegados y fríos, los acompañarían hasta el fin, hasta que sus maltrechas figuras se despedazarán, y aunque eso era horrible, para ella, el que sus trozos se mezclaran con los de su amado, era una bendición.
     
  2.  
    Satya

    Satya Entusiasta

    Géminis
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    Wow...nose que decir, de verdad me he quedado sin palabras, me tocó el escrito, nose como poner en palabras todo lo que me paso al leerlo, me encantó, sobretodo por que llegó a erizarme la piel! buenisimo! felicitaciones ^^!
     

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