Jessica y su comienzo

Jessica y su comienzo

Ok, espero les guste mi primer original.
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PROLOGO

La verdad, es que nunca se sabe lo que haces en este mundo, nunca se sabe porque estamos aquí, y, aunque sea difícil de creer, siempre debe haber alguien que ya haya planeado nuestro futuro, no todo, pero tal vez la mayoría; Bueno, pues eso es lo que le paso a Jessica Flores, una chica que no es popular, y eso es por no ser buena en los deportes ni en ninguna cosa académica y por no ser tan bonita como Samanta Arroyo o su mejor amiga Teresa Gómez o cualquier chica de su colegio. Pero todo eso cambia cuando un día ella es atacada por un perro gigante, que en realidad es alguien cercano, luego se entera que ese ya era su destino, un destino ya previsto años antes de su nacimiento.

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Capitulo 1

Era una mañana bonita y tranquila de Septiembre 22, día del comienzo de clases, se esperaba que los chicos y chicas no se levantaran pero si lo hicieron, pero no para clase, solo para los amigos.



Pero la historia de Jessica Flores comienza en un pequeño país, en un pequeño estado, en una pequeña delegación, en una pequeña calle, en un pequeño barrio, en una pequeña casa, donde habitaba una pequeña familia de tan solo 4 integrantes; En esa casa vivía un señor de unos 45 años, tal vez más, de nombre Julián Flores alto, delgado, cabello negro y ojos color avellana; Él vivía con sus tres hijos, el mayor de nombre Bruno Flores, de unos 15 años, jugador de futbol, alto, moreno, cabello largo y ojos color chocolate; la de en medio Jessica Flores, de unos 14 años, alta, morena, cabello corto y ojos color avellana; y por último la pequeña Vanessa Flores, de unos 13 años, bajita, morena, cabello largo y ojos color chocolate; era una familia pequeña, pero feliz.


Ya era hora de clase, los tres hermanos se dirigieron al colegio de México A.C.; en todo el camino ninguno dijo nada, hasta que llegaron a la entrada del colegio, ahí fue cuando el padre les deseo suerte, pero fueron todas las palabras.
Jessica se encamino al salón de español junto a su hermano Bruno, en el salón Jessica tomo uno de los primeros pupitres, que este año serian de dos y no de una persona.

– ¿Nos sentaremos enfrente? –Le pregunto una voz conocida –Ya sabes que odio que los profesores me miren…

– ¡Teresa! ¿Cómo te fue? –le contesto a la voz mientras se paraba y abrazaba a su amiga –Escuche que saliste de la ciudad, ¿A dónde fuiste?

–Pues fui a Michoacán, a la boda de mi tía Petula –Le contestó su amiga, alta, ojos color verde, cabello largo y rubio y una voz hermosa como de cantante y su nombre corresponde a Teresa Gómez, la chica ruda del lugar, o eso es lo que se decía de ella.

–Que bueno, yo solo fui a mis clases de guitarra –Le susurra –Y rompí las cuerdas
Luego ambas amigas empezaron a reír.



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Mientras tanto cinco chicos entraron en el salón y se sentaron detrás, al lado y enfrente de Bruno, uno de los chicos de nombre Renato Sánchez, alto, rubio, ojos azules y sonrisa de ángel le susurro a Bruno y a los otros chicos una gran noticia, o eso se supone que era.

– ¡Chicos! A que no saben lo que les voy a decir…

–No, hací que dilo –Le contesto bruscamente un chico alto, cabello y ojos negros y a leguas se notaba que era muy serio, pero guapo con ganas y su nombre corresponde a Franco Masías.

–Ok, inscribí al equipo a un torneo en las ligas mayores.

– ¡Que, no te creo! –le contesto exaltado un chico alto, cabello rubio y largo que amarraba en una coleta y ojos azul, de nombre Daniel Peralta.
Mientras los chicos festejaban la suerte de tener un compañero, tonto, pero con buenos contactos, tres chicas entraron al salón; una de ellas de nombre Samanta Arroyo, alta, cabello pelirrojo, ojos color jade, contoneando las caderas y chupando sus cachetes por adentro, se acerco a Jessica y le dijo:

–Tuviste que venir y arruinar mi año –Era obvio que Samanta no soportaba a Jessica y no lo hacía porque Renato y Franco estaban enamorados de ella, aunque Franco fuera su novio en el fondo Samanta sabia que él sentía algo por Jessica –Pero podre sobrevivir, entonces te deseo un año feliz… este… ¿Georgina… ó Jennifer? –Luego ella y las otras dos chicas empezaron a reír.

–Déjenla en paz, mejor ya váyanse o si no… –Amenazo Teresa

– ¿Si no que, Gómez? –La reto una chica igualita Daniel, igualita por ser su gemela, solo que su nombre corresponde a Ingrid Peralta.
Ambas cruzaron sus miradas y, al parecer, se comían con ellas.

–Ok, ¿Y si paramos esto y nos vamos? –dijo una chica de cabello café y ojos del mismo color, alta, delgada y prima de Renato, su nombre corresponde a Tatiana Sánchez.

Las cuatro chicas miraron a Tatiana, Samanta e Ingrid suspiraron y se marcharon a los pupitres más léganos posibles a los de Jessica y Teresa.

Pasaron cinco minutos y ambas chicas pegaron un grito al oír una voz que decía:

–Chicas, que tal, ¿Cómo les fue? –Dijo una chica de cabello largo, chino y rojo, llenita y alta, su nombre corresponde a Cinthia Cortez.

– ¡Cinty! ¿Cómo estás? –Le pregunto Jessica a su amiga.

–Pues… ¡Auch! –Dijo mientras se sobaba su brazo – ¿Por qué hiciste eso?

–Por espantarme… –Le contestó Teresa.

–Bueno, no palien, entonces… ¿Cómo te fue? –Intervino Jessica.

–Bien, me fui a la playa y me queme… pero bien, fue una semana divertida –Miro la puerta con entusiasmo – ¿Creen que venga?

–Tiene que venir, es su trabajo… – de seguro piensan, ``su trabajo venir a la escuela´´, pues si, ese es el trabajo de un profesor, y también se han de preguntar ```Y ella, ¿Por que pregunta por un profesor?´´, fácil de contestar, Cinthia desde que entró a la escuela no deja de suspirar por el profesor de español, un hombre alto, moreno, ojos grises y una hermosa voz –Per es lo de menos, siempre llega tarde –Luego las tres empezaron a reír.

Pasó el tiempo y al momento que el profesor de español, de nombre Juan Carlos Robles, entró al salón llegaron sus dos sobrinas, dos gemelas rubias y con luces rojas en el cabello, altas y de ojos color gris.

–Chicas, hola –dijo Jessica abrazándolas

–Hola –dijeron a dueto las gemelas

Un buen rato hubo un buen de silencio, solo se escuchaba el ruido de la tiza mientras chocaba con la pizarra, luego se empezó a escuchar ruidos de alguien mascando un chicle, al final de que el profesor Juan Carlos termino de escribir tomo su revista y se sentó en su silla, eso significaba… ¡a charlar!
Todos comenzaron a platicar, claro a excepción de Jessica, quien empezó a escribir lo que estaba en el pizarrón.

–Oye, no todo es el estudio, Jess –Le dijo su amiga Cinthia; luego todas empezaron a reír, era imposible hacer que Jessica no copiara lo del pizarrón.


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–Esto me empieza a aburrir… –Dijo Renato dando un bostezo –Ya quiero que sean las tres, y nuestro primer entrenamiento…

–Puro fut para ustedes ¿Verdad? –Les dijo una chica de ojos azules y cabello negro con azul de nombre Melina –Tómense un respiro, y lean un libro… –les avienta uno de gramática, luego los chicos hacen cara de fuchi y empiezan a reír.

–Mel, ¿no tienes algo de futbol? –Se burló Daniel.
Melina gruñó y luego bruscamente le aventó un libro de matemáticas a Daniel.

– ¿Qué le pasa? –Les pregunto a sus amigos sobándose su cabeza – ¿Fui grosero?

–Más que eso –Le dijo Bruno –Pero de todos modos, ella es muy dramática.

–Ok, chicos –Dijo el profesor Juan Carlos, mientras serraba su libro y se paraba a agarrar el borrador –Ojala lo hayan copiado, lo borraré.

– ¡Nooooo! –Gritaron en coro toda la clase, luego sonó el timbre que decía que el final de la primera clase se acababa, todos agarraron sus cosas y salieron del salón.

–Adiós, profesor –Le dijo Cinthia con dulzura –.Mañana me califica mi apunte, chao.

–Adiós, Cortés –Luego entro el otro grupo.

 

Cap. 2

Para no hacerles largó y aburrido el cuento, me pasaré a narrar arles lo que pasó dos meses después; Jessica se despertó; pero no quería levantarse, ni ir a la escuela, no después de lo que le dijo Samanta en la salida, lo recuerda como si hubiera sido ayer… bueno, fue ayer.

``Flash back de Jessica´´

–Flores, alto –Escuché que me gritaban –Tengo que hablar con tigo.

– ¿Qué pasa? –Pregunté volteando la cabeza.

–Solo quiero avisarte que te alejes de Franco –Me grito Samanta.

– ¿Que? –Dije extrañada, yo nada que ver con él.

Tanto me puse a pensar, que no me di cuenta del tremendo puñetazo que me azoto en la cara, fue tan rápido que no lo vi venir, luego se puso a reír como loca y me grito:

–El siguiente viene más duro –Me miro a los ojos–, ya sabes, aléjate de mi novio.

No sentía mi cachete, lo mejor, para que papá ni Bruno se dieran cuenta, era pedirle a la reina del maquillaje que me ayudará, hací que fui con Vanessa.

–Fue un golpe duro –Me dijo –Será un poco difícil ocultarlo, en la mañana ponte esta crema y este polvo, te ayudará.

Es bueno tener hermanas vanidosas, me dije.

``Fin del Flash Back´´

–Jessica, Bruno, Vanessa –Se escuchó un grito de abajo, en la cocina –Bajen, ya están los huevos y el tocino.

Bruno fue el primero en bajar, ya estaba arreglado, parecía muy apurado, la segunda fue Vanessa; como siempre estaba con su bufanda y sus botas, cosa que, al parecer el reglamento, no se aceptaba, pero ya nadie lo respetaba y la ultima fue Jessica, quien olvido ponerse la crema y el polvo.

–Jess, ¿Qué te paso? –Le preguntó exaltado su padre.

–Pues… –Dijo Jessica con una voz débil.

–Te paliaste con alguien y… perdiste –Se burlo su hermano –ja, eres débil.

–Esto es grave, no te burles –Su padre era muy especificó con la salud de sus hijas, desde que su esposa ``murió´´ el no era el mismo, las protegía de todo, hasta lo más mínimo, pues el destino de su familia ya estaba marcado, en especial con sus hijas.

–Estoy bien papá, me pego un balón en gimnasia, eso es todo. –Ella lo quería evitar, ya bastante duró fue el año pasado con todos sus sermones.

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–Fuiste dura con Jennifer –Le dijo Tatiana a Samanta.

–Solo lo dices porque es hermana de Bruno… –Le reclamó Samanta.

–Pero… –Le rezongo Tatiana.

– ¿Pero? –Le grito Samanta –Creo que olvidaste quien es la jefa, espero te quede grabado en la cabeza que soy yo.

Después de eso nadie dijo nada, hubo un gran silencio, hasta que Ingrid soltó un gran suspiro, pero a partir del suspiro no hubo otro ruido. Pasaron los minutos y nadie dijo nada hasta que Tatiana se desespero y empezó a gritar:

– ¡Estoy harta de que me manipules, Sam –Dijo con furia Tatiana –, ya no más!

–Pues te puedes ir –Acto seguido Samanta e Ingrid se fueron, a Samanta no le importo pues ya había pasado otras dos veces el año pasado, Tatiana siempre regresaba.

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– ¿Qué fue lo que en verdad te paso?–La interrogo su hermano.


–Pues… –Miró derecha y luego izquierda –, Samanta me dio un puñetazo.

–Me lo temía… –Gruño Bruno; luego de eso nadie dijo nada.

Llegaron al colegio y sin decir palabra tomaron su respectivo lugar en la clase de ciencias Bruno frustrado le susurro algo a su amigo Daniel, el cual, al escuchar lo que Bruno le susurro, le regalo una sonrisa y asintió.

Jessica los miraba desde adelante, no se explicaba porque la veían tanto y se susurraban cosas, así que decidió acercarse y preguntarle, y lo hubiera logrado de no ser porque sus amigas y unas que otras chismosas se le acercaron y le preguntaron del golpe que tenía en la cara, ella solo dijo la verdad y eso la condeno, pues las chismosas luego, luego le empezaron a decir de cosas a Samanta.

Jessica sabía que eso haría enojar más a Samanta y eso hizo que Jessica se preocupara aún más de lo que ya estaba, tanta fue su preocupación de que Samanta le pegará peor de lo del otro día que se echo a correr, y al llegar a un bosque cerca de la escuela ella se desvaneció y cayó en un profundo sueño.

En su sueño ella se veía en el lugar de Samanta, la hermosa y atlética Jessica Flores, pero no todo era color de rosa, al ser como Samanta, también tomo sus actitudes, le contestaba a sus amigas, humillaba a la gente y la maltrataba.

Un día, en su sueño, ella estaba sentada al lado de Teresa y Cinthia, se sentía la reina del lugar, la chica que nunca sería… pero por alguna razón ahora lo era.

En su sueño ella era la novia de Renato, su mejor amigo, y él era la única persona que no la creía superficial ni frívola, pero él era el único, al parecer hasta sus dos amigas empezaban a creer lo mismo, y Jessica se pudo sentir igual que, como pensaba Jessica, se sentía Samanta.

Después Jessica se vio perseguida por una persona vestida de negro, llamada destino, el destino al atraparla le dijo que su destino estaba sellado con un futuro de lo peor, un futuro marcado desde antes que naciera; Jessica no entendió todo lo que el destino le decía, lo único que entendió fu que le pasaría algo malo, muy malo…

Jessica al poco tiempo despertó, al despertar se vio sentada en el pasto, verde y suave; se paró de un salto se limpio las hojas húmedas que tenía en su pants y se dispuso a regresar a la escuela, pero antes de seguir su camino vio que al lado de un abeto había un perro enorme, negro, negro, a excepción de sus ojos color azul; Jessica sintió un miedo horrible, su corazón palpitaba al mil por hora y las lagrimas le salían de los ojos, nunca había visto un perro igual.

–Lindo… perrito… –Le dijo tartamudeando –… yo… se… que… no… me… harás… daño… ¿verdad?

El perrote no le contestó, a cambio se puso dispuesto a atacarla, y lo hubiera logrado de no ser que el tremendo gritó de Jessica atrajo a Renato, quien vino al rescate por su amiga.

– ¿Estás bien, te paso algo? –Le pregunto con dulzura el rubio.

–Si… eso creo –Le contesto Jessica, acto seguido lo abrazo dulcemente y le dijo–.Que bueno que viniste.

Renato le regalo una sonrisa, le ayudo a levantarse y se dirigieron juntos de regreso al colegio, donde Jessica fue recibida con un regaño de la directora, una mujer alta, rubia, delgada, enojona, gruñona y anciana, aunque su aspecto era de una señora de veinte tantos su edad real era como de unos cincuenta y tantos, su nombre corresponde a Tania Salinas.

–Señorita Flores, ¿si sabe que no está bien que salga del colegio cuando no es hora? –Le gritó con el ceño fruncido.

–S… si, maestra directora y… –Hubo una larga pausa–… lo lamento mucho pero… –Jessica no quería que nadie supiera lo que le pasaba, y no era por ella, era por Samanta.

–Ok, como eres de mis mejores estudiantes no te castigare –Se hablando un poco su tono de voz –, y como es tu primer llamado de atención te lo pasare… pero –Su tono de voz subió–, que sea la última.

–Gracias, maestra directora –Acto seguido, Jessica salió de la dirección y se dispuso a ir al hospital acompañado de su padre, que escucho toda la conversación.

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– ¿Te pasó algo? –Le pregunto con dulzura su padre, no sonaba molesto, aunque lo estaba un poco.

–No.

– ¿El… esa cosa, te alcanzo a tocar?, ¿Qué era?

–No y no sé.

Jessica ya no quería tomar eses tema que le disgustaba, y en especial no quería que le preguntará…

– ¿Por qué lo hiciste? –El señor Flores se me adelanto a la pregunta que Jessica quería evitar.

 

Cap. 3
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–A… pues… bueno… –Jessica intentó inventarse una excusa que la sacará de esto –… la verdad es que… ¡Medio-un-ataque-que-ya-no-pude-detener! –Lo dijo tan rápido que ni ella misma se entendió.

– ¿Qué, un ataque de qué? –Pero al parecer su padre si le entendió.

–De… locura –Jessica pensó un rato, y antes de que su padre dijera algo ella dijo –.De locura porque comí demasiado pastel, me desmaye y… vi un perro enorme, tan grande como un… que será bueno… un lobo.

Hubo un fuerte frenon de parte del carro de su padre, luego voltio a ver a su hija le tomo sus brazos y los examino.

–No te preocupes, no me pudo tocar, Renato llegó antes… –Fue interrumpida por su padre.

–Que bueno que no te hizo nada, ya no es necesario ir al doctor, vamos a casa–Regreso el auto a su hogar.

Jessica no entendió porque ya no era necesario ir al hospital, pero no le dio importancia.

Al llegar a su hogar Jessica subió a su habitación y puso a Porta a todo volumen, no quería escuchar más cosas de eses tema de parte de su padre, a los pocos minutos, ya cuando iba en la pista 5 (mi rosa negra) su hermano Bruno entró en su habitación, Jessica no se dio cuenta pues peinaba su corta melena, Bruno la miró y un escalofrió invadió su cuerpo…

*De verdad tendré que… –pensó para sí –… no, yo no puedo* Cerro la puerta de un golpe y Jessica volteo la mirada, ella salió de la habitación y se dirigió a la de su hermano, el estaba, como siempre a esta hora (19:00) viendo “Los simuladores“y esperando a que acabaran para ver “Dr. House” y embobarse toda la noche viendo su programa; Jessica tocó suavemente la puerta y Bruno le gritó que se largará y Jessica obedeció, como siempre lo hacía.

*¿Qué le pasa?* pensó Jessica con tristeza él nunca fue así con su hermana.

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–Papi, ¿Puedo ir al parque? –Le preguntó con dulzura Vanessa a su padre.

–No, es tarde y… –Fue interrumpido por Vanessa.

–Ándale, y que Bruno y Jessica me acompañen… ¡Siiiiiiiii! –Le hizo cara de ángel tipo anime.

–Bueno… pero si quieren –Acto seguido tomo su periódico y se dispuso a leer la sección de deporte.

– ¡Gracias, papi, te amo! –Lo abrazo y beso con dulzura.

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– ¡Que fastidio! –Dijo Bruno jugando con una pelota –, iba a ser capitulo de estreno…

–Cállate, no tardará en llegar y… –Hizo una pausa Vanessa miro hacia enfrente –Ahí está, ya regreso…– y se dirigió hacia su amigo castaño de nombre Ramiro.

Bruno miró a Jessica le regalo una sonrisa y se dirigió a la banca azul fuerte al lado de un abeto y delante de un manzano.

Jessica miró un buen rato a su hermano y luego a su hermana, después de unos minutos Jessica se aburrió y empezó a caminar, al poco rato notó que ya no estaba en el parque, estaba en un lugar que nunca había visto, pero ella al haberse mudado hace tres años y no salir mucho no conocía la mitad del barrio; el miedo la invadió, miró por todos lados y nada… no estaba ni Bruno, ni Vanessa ni Ramiro.

*¿Dónde estoy?* Pensó para sí.

De repente sintió una respiración en su cuello miro para atrás y vio a otro, o tal vez, al mismo perrote de la vez pasada, no alto, era otro, el otro tenía ojos azules, este tenía ojos violetas, como el maestro George, pensó en ese momento Jessica, pero no le dio mucha gracia, pues el perrote se le abalanzo, si no hubiera sido que Renato volvió a llegar a su ayuda, y eso porque la vio venir para ese lugar muy distraída y pensaba asustarla.

El perrote comenzó a perseguir a Jessica, Jessica corrió, y corrió, hasta que no pudo más y fue ahí donde entró Renato, y le ayudo en lo que pudo.

– ¿Estás bien? De nuevo je –Le dijo Renato.

Jessica no dijo nada, solo lo miro, la pobre chica estaba tan nerviosa, no sabía bien lo que sentía en ese momento, ella sentía miedo, tristeza vergüenza y alivio.

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– ¿Qué paso? –Le dijo un hombre encapuchado al perrote.

–No lo sé –Le respondió el perrote al hombre mientras se transformaba en un hombre –, esto no debía ser así, es hora de mi aprendiz… si me lo permite su alteza.

–Bueno, pero… –Le dijo el encapuchado –… ¿Esta listo? –Toma un libro en el cual estaba escrito con letras grandes “LOBOS ¿VERDADEROS O FALSOS?“

–Mas que listo… –Le contesto el antes perrote –… es el mejor de los míos… y tiene la ventaja…

Después el hombre encapuchado tomo la foto de Jessica Flores y se dijo a si mismo…
*Ya es tu hora, por fin, la profecía se cumplirá, llego nuestra salvación…*

Continuara...
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Ojala les aya gustado este capitulo, espero les guste y sus comentarios.

 

CAP. 4

–Alumnos –Dijo la directora –, me honra decirles, que mañana nos vamos de excursión, no se preocupen, es gratis, nos iremos de 7: oo am. A 20:00 Hrs., que tengan un día hermoso.

– ¿Está segura de esto? –Le pregunto Silvia a la directora.

–Si–La mira –, después de todo, su profecía no se debe cumplir. Ya sabes lo que debes de hacer.

Luego Silvia salió de ese lugar y se dirigió al salón de la profesora de ciencias para ver cómo iba todo y decirle que la directora la tenía que ver.

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– ¿Me quería ver, maestra directora? –Le pregunto la profesora de ciencias.

–Si –acerco su cara a la de ella –.Mira mis ojos –Los puso rojos, rojos, rojos –. Ahora presta atención…

–Prestare atención –Dijo la profesora de ciencias con una voz de hipnotizada.
–Cuando veas pasar a la señorita Ingrid Peralta, la arrollaras con tu auto, pero ojo, debe parecer accidente.

–Lo haré

Luego la profesora se marcho y se dirigió a su salón de clases, al entrar ahí todo parecía estar normal, la profesora no recordó lo que la directora le había dicho, ósea que para la profesora no paso nada.

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Ya era hora de ir a casa, todos salían corriendo, algunos felices por la excursión otros con cara de fastidio y otros con cara de *ni me importa*.

– ¿Van a ir? –Pregunto Jessica a sus amigas Cinthia y Teresa –. ¿Creen que sea para puntos de trabajo?

–Si –Le dijo Teresa –. Siempre es para eso.

Las tres chicas salieron de la escuela y pensaban dirigirse a sus hogares a pedir permiso para la excursión; Pasaron el primer semáforo, y seguiditas de ella estaba el carro de la profesora de ciencias que, al pasar Ingrid, Daniel y Tobi, les hecho el carro y lastimo a Ingrid, pero claramente todo pareció como accidente, al parecer Ingrid no se dio cuenta de que todavía no era tiempo de pasar, pero en realidad fue obligada a hacer eso.
– ¡Ingrid! –Gritaron sus hermanos Daniel y Tobi.
Los hermanos cargaron a su hermana hasta el auto de la profesora de ciencias, quien amablemente se ofreció a llevarla al hospital.
Al llegar al hospital la directora y la profesora Silvia fueron a ver cómo iba Ingrid, al estar adentro de la habitación Silvia se acercó a Ingrid y mordió su cuello.
–Ahora si es una de las nuestras –Dijo la directora –Ahora solo hay que esperar, a mañana en la excursión, para que la profecía no se cumpla.

– ¿En serio cree que estuvo bien…? –Le pregunto con nerviosismo Silvia, al mismo tiempo se limpiaba la sangre de Ingrid.

–Si –Le dijo la directora –. Es lo mejor.

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–Papá, ¿me dejas ir a una excursión? –Le pregunto Jessica a su padre –. Es gratis.

–Pero…

–Pa, estará con migo –Le dijo Bruno.


Ambos hermanos miraron a su padre, Jessica quería ir, su primera excursión y Bruno deseaba que su hermana fuera, pues tenía que ir.

–Ok, te dejaré ir –Agarro su periódico y se fue a la sección de deporte –. Pero la tienes que cuidar, ¿entendido?

–Si –Dijo Bruno, miro su reloj y dijo –, ya son las ocho, es hora de ir a ver Dr. House, buenas noches.

–Buenas noches –Dijo Jessica –. Gracias papi ¡Te amo!

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Ya era la hora de la excursión, la directora y Silvia estaban esperando a los niños para subirse al bus y seguir su plan, lo importante no era hacer que Ingrid entendiera sino que Jessica no ayudara a cumplir la profecía.

–Ok, chicos –Miro a todos lados, hasta que vio a Jessica–, hora de irnos.

Las horas del viaje fueron aburridas, pero al llegar al museo esto cambio, Jessica se sentía feliz, Bruno nada más la miraba, es más ni siquiera disfruto el museo, mientras las maestras Tania y Silvia observaban a Jessica.

–Ya son la ocho de la noche –Le susurro Tania a Silvia.
Silvia asintió y se acerco a Ingrid y le dijo algo al oído, a lo que Ingrid asintió y se alejo del grupo.

–Señorita Flores, acompáñeme –Le dijo Tania a Jessica.

–Pero, yo voy con ella –Le dijo Bruno, a lo que la directora gruño.

Los tres salieron del museo y al instante de que Bruno iba a revelar su secreto llego su amigo Franco y le pidió que entrara tantito, a lo que Bruno asintió y fue con Franco.

–Ok, ya es hora –Dijo la directora.

– ¿Hora de que? –Pregunto Jessica.

–Ya lo veras.

De repente llego un vampiro de atrás de Jessica, con intensiones de atacarla pero al momento de acercarse un perro enorme llegó y se abalanzo hacía la vampiro, Jessica pudo ver que ese perro era el mismo perro que la quiso morder, si, era el mismo perro de ojos azules, luego detrás llego otro perro quien ataco a Jessica y le lastimo el brazo.

– ¡Nooooo! –Gritó la directora y se transformo en vampiro y atacó al perro.

Jessica no entendía lo que pasaba, pero el dolor la invadió y se desmayo.

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¿Qué creen que le pase a Jessica?

 

CAP. 5

Jessica despertó en el hospital, al parecer ese perro la había lastimado, no mucho, pero si muy grave; lo primero que ella vio fue a su padre que la miraba muy preocupado, como si Jessica se hubiera caído de un edificio de 10 pisos.

– ¿Qué me paso? –Preguntó Jessica sin nada de fuerza en su voz.

–Nada grave, descansa –su padre la beso en la frente y salió con su hermano.

Ambos se dirigieron al carro y platicaron por largas horas en su conversación Julián se la pasó regañando a Bruno de lo mal que estuvo al… ¡rasguñar a su hermana y convertirla en loba!

–No te entiendo –Le regaña –, prometes cuidarla, y tu eres el que la lástima.

–La protegí… –Le gritó sacando los dientes de lobo –… la protegí de ser un vampiro… debo hacer que cumpla la profecía…

–Eso es lo de menos –Lo mira más tranquilizado – ¿Qué te importa más tu raza que tu hermana?


–No –Se sonroja –, pero debe de preocuparme…

–No, es más importante la familia que tu raza, piensa en eso.

Julián se alejo del carro y se dirigió a donde su hija; Bruno estaba muerto de rabia, amaba demasiado a su hermana pero…, según, era lo correcto para todos.

Jessica no sentía dolor alguno, y según el doctor, esa misma noche podía regresar a casa, cosa que alegro mucho Jessica.

–Papá, ¿por qué hablabas de razas con mi hermano?

– ¡Escuchaste! –Gritó exaltado, no era posible que un humano escuchara una conversación de tan larga distancia… ya era obvio, Jessica ya no era humana… era loba.

–Mira, son cosas de los dos.

–Ok, entiendo muy bien.

Julián al llegar se puso triste, el no quería este futuro para su hija, un futuro de él que él pudo escapar, pero nadie más ha podido y era de poco esperar a que su hija también pudiera escapar de ese futuro triste en el que vez a tus seres queridos morir y no poder morir con ellos.

Al día siguiente Jessica se levantó y al verse en el espejo vio que su cabello había crecido dos centímetros, ella pensó que era normal, pero lo que no le pareció normal fue que en educación física fue la más rápida y lo peor llego después de días que su apetito cambio, ahora para desayunar ella le pedía a su padre tocino y también su cuerpo cambio… era un tipo *noventa, sesenta, noventa* y no hablemos del cabello… le creció hasta la cintura.

– ¡ahhhhh! –Gritó con miedo.

– ¿Qué pasa? –Preguntó su padre.

– ¡Mi cabello!

–Eso suele pasar cuando… –Dijo Bruno y luego susurro –… ya saben.

–Cállate… mira cariño –se dirigió a Jessica –Te cortaré el cabello…

En el rato en que Julián le cortaba su cabello, para que no pareciera que su hija era una especie de monstruo o algo así, Bruno hablaba por teléfono con su maestro George.

– ¿Ya esta lista?

–Sí, pero no creo que papá me deje que le enseñe a ser como nosotros

–Entonces… ¿Qué hacemos?

–Llamé a los refuerzos…

–Pero… ¿No es muy pronto?

–No, ahora que la profecía esta casi lista, Tania nos declararía la guerra a cualquier hora, y Jessica debe estar lista.

–Los llamaré, pero no creo que sea buena idea.

–Bueno, ahora ruegue por que digan que sí.

–No hay problema, me deben un favor… me voy, nos vemos en clases.
Bruno cerró el celular y se dirigió a su cuarto, se arreglo y al estar listo salió de la escuela, pues tenía que hablar con Daniel de lo ocurrido y avisarle a Karina para que vigilara a su hermana.

–Entonces… ¿vas hablar con ellos? –Le pregunto Daniel a Bruno.

–No lo sé, de pende de George.

–Pero…

–Chicos, Bruno, ven con migo –Dijo George.

Bruno asintió y lo siguió hasta la habitación de las escobas. Ahí se encontraban dos chicos de la misma edad de Bruno, no se veía bien su físico, pero al parecer uno era hombre y otra mujer.

– ¿Para que nos buscan? –Preguntó la mujer, su voz era suave y dura a la vez y no hacía notar de que forma se sentía en ese momento.

–Disculpe, pero… –Dijo George –… la profecía ya casi se cumple y nada más necesitamos que entrenen a la chica…

–Eso es fácil… ¿Seria todo? –La voz del hombre era dura y fría, igual que la de la chica, no se hacía notar de que humor estaba.

–Si, todo.

 

CAP. 6

Jessica abrió su casillero y sacó sus tenis morados, ya casi era hora de clase de gimnasia, ella se preparaba para la vergüenza, pues era la peor deportista del universo.

Pero esa vez fue diferente, sin explicación ella seguía mejorando cada día más en todo, se hizo popular entre las porristas y sobre todo entre los jugadores de fut, ya que su cuerpo ahora era de 90-60-90, todos la volteaban a ver y no le quitaban el ojo.

Aprovechando esto, Franco por fin se atrevió a hablarle de algo más cerio que un tema de la tarea, no, ahora la invito a salir, cosa que puso celosísimo a Renato, pues Jessica acepto.

– ¿Por qué aceptaste? –Le pregunto Renato con un tono celoso.

–Es un sueño, él me gusta desde sexto año… –Mintió, ella no quería que Renato supiera que ella lo amaba desde que lo conoció en tercer año de primaria.

–Bueno… entonces creo que me voy… –Le contesto Renato –. ¿En tu casa a las siete?

–Claro, avísales a Teresa y Cristian.

Renato asintió con la cabeza y le sonrío; Jessica se quedó mirando las hermosas nubes, sintió la brisa en su cara y de repente, al mirar su reloj, ya eran las cinco de la tarde. Al parecer se la pasó mirando las nubes y pensando en todo lo que le había pasado en estas semanas, durante… tres horas.

Se paró de la banca verde en la que estaba sentada y se apresuró a llegar a su casa antes de las siete.

Por fin llego, su padre la esperaba un poco angustiado pero no solo su padre, también su hermano junto a dos encapuchados, los cuales Jessica nunca había visto en su vida.

–Hola, buenas tardes –Dijo Jessica con cortesía mientras ponía su mochila en el suelo –. Bruno, ¿Quiénes son?

–Déjeme presentarnos –Dijo la chica mientras se quitaba la capucha y dejaba a la vista su ropa al estilo ``los ángeles de Charlie´´ pero de color negro, y su hermoso cabello negro con luces blancas –. Yo soy Taylor, la princesa de la oscuridad, y tu nueva maestra. Él es Tyler, el príncipe de la luz, y será tu orientador.

–Ok, esto no lo comprendo…

–Te enseñaran a ser una loba, y luego nos salvaras…
– ¿De qué? –Preguntó preocupada.
–De los vampiros, pequeña –Le respondió Tyler.
Jessica cada vez se preocupaba más, no sabía que responder, pero la campana la salvo, en la puerta se encontraban Teresa, Cristian y Renato.
–Wow, ¿Quiénes son ellos? –Preguntó Renato sorprendido a la belleza de Taylor.
–Mi maestra y orientador.
– ¿De qué? –Pregunto Teresa.

–De cosas que no importan mucho… –Dijo Jessica pero fue interrumpida por Taylor.

–Claro que es importante –Se acerca a Teresa –. Ella entrena para salvar nuestra raza.

–Wow, creo que eso da miedo… –Dijo mirando extrañada a Jessica –… ¿De qué raza habla?

–Bueno… yo… –Miró a Bruno quien le asintió con la cabeza, espero un momento hasta que su hermano mayor tomó la palabra.

–Somos lobos–Miró a su hermana, quien le sonrió de modo agradecida –, y ella está entrenando para cumplir la profecía…

– ¡Alto!... eso… ¿Cómo?, yo no sabía nada…

–Es lo de menos –Dijo Bruno, acto seguido miró a Teresa, Cristian y Renato –. Se los conté, pero esto no debe salir de esa casa… ¿Entendido?

Los tres chicos asintieron con la cabeza, luego miraron a Jessica y ella comprendió que, con ver sus ojos, le preguntaban de la tarea que el profesor de Arte les había dejado.

–Bueno, creo que nos vamos… –Jessica subió lo más rápido las escaleras pero no fue suficiente.

–Alto, tienes que entrenar –Le dijo Taylor daño un brinco y llegando a la parte superior de Jessica.

–Pero… ¿Y la tarea?...

–La haremos por ti, es mejor que bayas –Le dijo Renato.

Jessica miró con ganas de golpearlo y luego le regalo una mirada la cual parecía decirle, *Gracias, amigo, ya sé que cuento con tigo* y al parecer Renato lo entendió pues le respondió:

–De nada, tu igual eres mi amiga.
Taylor y Tyler se llevaron a Jessica al patio trasero, donde le explicaron que para poder ganarle a los vampiros y cumplir la profecía ella debía aprender a convertirse y desconvertirse cuando se le pegara la gana.
Pero había algo que Jessica todavía no entendía… ¿De qué hablaba la profecía?; hací que cuando Taylor y Tyler dejaron de hablar ella se atrevió a preguntar.
–Sí pero… ¿Qué dice la profecía? –Se sentó en el césped y los miró con una carita que hace que digas que sí.
Taylor miró a Tyler y telepáticamente se dijeron: *Yo ya hable mucho, te toca*, *Si, pero yo solo oriento…*; *Y yo enseño, por orientador tienes que decirle*; *ok.* Luego los dos miraron a Jessica y Tyler empezó a hablar.
–Bueno… la vida, de cada integrante de la asociación de lobos, ya está marcada desde que nacen, eso significa que, uno se convierte solo si esta predicho, eso se sabe ya que está escrito en *El gran libro lobo*; tú madre nos salvó y hací marcó tú vida y la de tus hermanos.


¨La profecía dice que la hija media de la diosa Miriam, tú madre, debe hacer lo mismo que tú madre hizo, y eso fue… pelear contra la diosa del mal… pero… tú deberás ganar, ya que tu madre… perdió y hací fue que murió.¨

¨Por esa razón Tania, la diosa del mal, te quería como vampira, para que la profecía no se cumpliera en un largo tiempo o nunca se cumpliera¨



–Pero… –Jessica tenía ganas de llorar *A sí que papá mintió, mamá no murió de cáncer…*

Pero algo interrumpió sus pensamientos, algo le pasaba, le empezó a crecer pelo por toda parte, los dientes se le hacían colmillos y ella se hinchaba hasta… crear a la loba de su interior.

 

CAP 7.

–Pero… ¿Qué? –Dijo Tyler atónito de tan grande escenario.

–No es muy pronto para… –Se acerca Taylor a Tyler y posa su mano en su hombro.
De repente Taylor escuchó un ruido que provenía de una carnicería de la esquina. Tyler y Taylor se apresuraron a llegar a ese lugar que, según Tyler, olía bien rico.
Taylor camino unos pasos hacía el estante, miro a su alrededor y cuando vio a Jessica se acercó a ella y la tomo del cuello suavemente, le rasco la pancita, como a todo perro le gusta, y trató de jalarla hacia afuera, pero Jessica estaba muy pesada para la pobrecita de Taylor así que tuvo que ayudarle Tyler.

–Esto no sale como se planeo –Dijo Taylor mientras sacaba su celular –. Tendré que llamar a Bruno, para que venga a ayudar.

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Bruno contesto el celular y al escuchar la voz alterada de Taylor no dudo en salir de la casa, salió sigilosamente tratando de que ninguna de las personas de la casa se diera cuenta de que estaba saliendo.

No tardó mucho en llegar al parque, ya que lo hizo en forma de lobo. Al llegar al parque, cerca de un árbol vio dos siluetas que le parecían conocidas, agudizo su sentido de la vista y observo por segundos los rostros de las siluetas: la profesora Silvia era una de ellas y otra era Ingrid, la hermana de Daniel.

Bruno se quedo un rato observándolas, agudizo su sentido del oído y escucho lo que decían por un buen rato y esto era lo que decían:

– ¿Estas lista? –Dijo Silvia con voz seria.

–Sí, eso creo… –Dijo Ingrid con tono apenado.

–Entonces ya sabes lo que debes de hacer –Le respondió Silvia a Ingrid.
Ingrid asintió con la cabeza, Bruno las miro por segundos hasta que Taylor le grito por lo lejos:

– ¡Bruno, aquí estoy! –Le grito una silueta que movía la mano de un lado a otro en forma de saludo.

Bruno hizo una mueca y se acerco a Taylor lo más rápido posible la miro fijamente a los ojos sin decir nada, luego miro a su hermana, ahora cachorro, y la jalo bruscamente hacía afuera de la carnicería.

Al salir de la carnicería Bruno se apresuró a contarles a Taylor y Tyler las siluetas que vio y todo lo que escucho decir de ellos.

–Entonces creo que debemos irnos de aquí pronto sin que nos vean –Dijo Tyler metiendo las manos en los bolsillos de su pantalón y miro a Jessica, la cual estaba mordiendo un pedazo de carne cruda que robo de la carnicería.

–Es seria el plan pero… –Dijo Bruno mirando a Taylor, la cual estaba rascando a Jessica en la cabeza como a un cachorrito –… Taylor gritó y les aviso de nuestra posición.

–Entonces corramos –Dijo Taylor mientras agarraba a Jessica y se echaba a correr.
Bruno y Tyler la siguieron, se les hacía ridículo correr si las vampiras no las perseguían. Bruno miro detrás de él y no vio nada pero al mirar hacía enfrente vio las dos mismas siluetas paradas.

–Hola, chicos –Dijo Silvia mientras se acercaba a Jessica e intentaba tocarla con su enorme uña color morado pero un lápiz hizo que alejara su dedo. Bruno, Tyler, Taylor, Silvia e Ingrid voltearon las miradas hacía la persona que lanzo el lápiz –. No puede ser… tú.

–Sí, yo, junto con ellos –Dijo una chica rubia de ojos verdes, exacto, Teresa y no estaba sola,
se encontraba con Renato, Cristián y Daniel –. Me devuelve mi lápiz, profesora –Dijo Teresa alzando la mano y con tono burlón.

Silvia gruño y pego un fuerte gritó, corrió lo más rápido que pudo hacía Teresa e intento atacarla, pero esta esquivo su ataque lo más rápido que pudo.

– ¿Pero qué…? –Dijo Bruno sorprendido mirando a Daniel.

– ¿Te acuerdas de la princesa del cielo? –Le preguntó Daniel a Bruno –. Su madre, es la princesa del cielo, les conté del problema que tenemos con Jessica y aceptó ayudarnos.

–Ahora comprendo… ya sabía que usted, señorita Gómez, no era una chica normal –Dijo Silvia burlándose de Teresa.

Teresa gruño y miró a Daniel, el cual asintió con la cabeza junto a todos los chicos con empujones y al estar juntos Teresa hizo un triangulo con sus manos y dijo:

Be´ñu tsa bähi ya ajuä.
Yü theni.

Y al acabar de decir eso, todos, excepto los vampiros desaparecieron.

–Ahora, deben explicar muchas cosas –Dijo Bruno cruzando los brazos.

–Bueno, pero primero –Dijo Taylor sacando una jeringa, con un liquido verdoso, de su bolsa de la chamarra. Miro a Jessica y la inyecto, esta cayó en un sueño mientras se transformaba en humana de nuevo.

–Ahora si les platicare, cuando te fuiste, Bruno, empecé a seguirte pero antes Teresa me pregunto a donde iba y le conté lo de Jessica luego ella pidió ayudar y yo acepte su ayuda al saber que ella es la hija de la princesa del Cielo –Confesó Daniel.

–Y ¿por que trajiste a Renato y Cristián…? –Pregunto Bruno mientras señalaba a ambos chicos.

–A eso voy, Cristián es caballero del castillo de la Luna y le pedí ayuda; Renato no quería quedarse solo con tu papá.
Eso explicaba todo, o al menos, casi todo.
Pero ahora había otro problema, mucho más grande de los problemas anteriores… ¿Dónde los había transportado Teresa?