Iris (Sasuke ~ Sakura)

Vemos qué pasa...

Título: Iris.
Resumen: «I just want you to know who I am»
Pareja principal: Sasuke ~ Sakura.
Tipo: One-shot.
Advertencias: Muerte de un personaje y OoC.
Género: Angst y Drama.
Clasificación: T.
Cantidad de palabras: 832.
Otras publicaciones: Mi hogar. Algunos sabrán dónde.

Iris​

When everything's made to be broken ​

I just want you to know who I am​

Tus ojos se encandilaron por el resplandor de aquella habitación. Era blanca, pura, como el cuerpo que reposaba sobre la cama; lívido, pero en envidiable paz.
Una inocente sonrisa adornaba su rostro, era como si supiese que estabas ahí. Casi podías sentir esa frescura con la que te miraba cada día que sus ojos verdes se cruzaban con los tuyos. Su mirada, llena de vida y alegría siempre opacaba la amargura de tus orbes renegridas.

Te acercaste en silencio, como temiendo que fuera a abrir los ojos y te viera. ¿Por qué tenías miedo?

Entonces te detuviste a su lado. Su largo cabello ahora estaba mucho más corto que el tuyo; su piel era palidísima, fuera de lo normal; se veía tremendamente delgada…
No era la misma.

Apretaste el puño. Aunque querías, no podías ayudarla. Sabías que esa maldita enfermedad la estaba matando, si no, el tratamiento terminaría por hacerlo.
Soltaste aire molesto. No te habías dignado a irla a visitar, esa era la primera vez que la veías en meses. Sabías de antemano que ella susurraba tu nombre todas las noches antes de dormir, antes de entrar a la sala de quimioterapia… ella siempre clamaba tu presencia. Itachi te lo había contado.

¿Es que eres tan cobarde? Por no querer sufrir la haces sufrir también a ella. Sabes que ya no queda demasiado tiempo, todo está por irse, ya todo se está rompiendo.
Te duele no poder ayudarla, te duele no poder rescatarla de ese mal que le marcó desde su nacimiento. No era que no quisieras verla, ¿verdad?

El flequillo negro tapa tus ojos vidriosos. Bajas la cabeza con fuerza, tu puño se aprieta tanto que estás a punto de sangrar, clavando las uñas sobre la palma de tu mano.
De ti proviene un sollozo. Es la primera vez que dejas aflorar ese tipo de sentimientos.

Porque no querías que nadie más te viera, que nadie fuera presente de esa sinceridad. Porque el duro y fuerte Sasuke Uchiha no existía, sólo había un mentiroso bajo aquella faceta de acidez y frialdad…

Y sabías que sólo ella podía comprenderte.

Por eso ibas a verla. Era como una redención para tu ya cargada alma, llena de tristeza y pesares.
Nunca habías sido sincero con ella por más que te lo pidiera, ese maldito orgullo fortalecía tu coraza de egoísmo y torpeza. Ahora lo único que querías hacer era conciliarte contigo y con ella en su casi lecho de muerte, pidiendo perdón en silencio por haber sido un idiota, por nunca mostrar lo que de verdad sentías por ella.

Una lágrima rodó por tu mejilla. A ésta le siguieron dos, tres, diez más.
Te dabas por vencido. Ya no te importaba que ella te viera de esa forma, era a la única persona que de verdad querías demostrarle algo, aunque ya era tarde para hacerlo.

—¿Sasuke?

Escuchaste su voz, fina y cansada, casi como un murmullo. Alzaste la mirada, no sin antes limpiarte las lágrimas que resbalaban por tu rostro. La viste.
Sus ojos verdes apenas se abrían, percibiste su cabeza girar hacia ti, y sus labios se curvaron en una muy leve sonrisa que, de haber estado sana, hubiese llenado la habitación de radiante alegría. Aproximó su mano a la tuya, lento, sin fuerza alguna, cuando te hubo tocado la apretó muy poco; su leve sonrisa se ensanchó tantito más.

Y ahí te quebraste.

Aún cuando a eso ibas, te apenaba que te viera llorar. Sin embargo, ella parecía comprenderte, pues su débil mano se aferró mucho más a la tuya. Cerró los ojos con lentitud, tú apenas la viste cuando, tomando fuerza y valor, te atreviste a pronunciar un “lo siento”.
Ella negó un par de veces, abriendo los ojos.

—Te extrañaba, Sasuke.

El murmullo fue tan bajo que apenas pudiste escucharla. Te aferraste a su mano mientras ella cerraba los ojos de nueva cuenta.

—No te vayas de nuevo, ¿está bien?

No, no te irías otra vez. Estarías a su lado hasta el último de sus días porque eso querías realmente.
Sin más fuerzas, suspiró y ladeó su cabeza en la almohada, retornando a su prolongado sueño. Su mano continuaba aferrada a la tuya, no tenías intenciones de soltarla nunca más…

Tan sólo querías que supiera quién eras en realidad, pero lo que no tenías en cuenta era que ella ya lo sabía; siempre lo había sabido. Sólo faltaba que tú te dieras cuenta y que fueses sincero contigo mismo. No había más.

Empuñaste tu mano libre cuando la de ella resbalaba hacia la cama, helada, casi sin vida. El tiempo se detuvo cuando ella giró su angelical vista hacia ti y una última sonrisa se formó en sus labios.

Su última sonrisa para ti.

El sonido de una máquina te ensordeció. Médicos y enfermeras llegaron a la habitación casi corriendo, rempujándote para acceder a ella… pero ya era demasiado tarde. Tu cielo se había cerrado y no podías hacer más.

Ya todo estaba roto y nada iba a cambiar.

~​

Basado en la canción de Iris de Goo Goo Dolls.

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