Inocente Pecado

Tema en 'Historias Abandonadas Originales' iniciado por sessxrin, 2 Marzo 2010.

  1.  
    sessxrin

    sessxrin Fanático

    Virgo
    Miembro desde:
    17 Enero 2009
    Mensajes:
    1,048
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Inocente Pecado
    Total de capítulos:
    2
     
    Palabras:
    157
    Inocente Pecado

    Un long-fic en Drabbles, corta.


    Prólogo.

    Las cosas pasan, intencionadas o no, pero pasan.

    Cosa rara como el amor son intencionadas, otro más raro, nace de la situación…y el no tener nada más.

    Y aunque para unos esta clase amor es hermoso, cuando pasa sus límites, es repugnante y maldito; sigue siendo bello, un bello tabú, un esperanzador rayito de luz en un hueco oscuro, desolado e infernal.

    Y los golpes siguen cayendo uno a uno, el látigo sigue marcando su piel y vida, atravesando carne y esperanza, tatuando dolor y desprecio.

    Como las gotas que una a una caen, insistentes todos los días, nunca cambiando su ritmo.

    No pasa nada ¿cierto?...porque el dolor pasa, y aunque las cicatrices quedaran, sabe que las hojas al final caerán y las flores azules nacerán…

    En medio de la tempestad, pero lo harán.
     
  2.  
    sessxrin

    sessxrin Fanático

    Virgo
    Miembro desde:
    17 Enero 2009
    Mensajes:
    1,048
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Inocente Pecado
    Total de capítulos:
    2
     
    Palabras:
    356
    Re: Inocente Pecado

    Drabble I.

    Su cuerpo frágil se tensa cada vez que siente el trapo mojado en su espalda, el líquido quema demasiado.

    Apretó su mandíbula, y cerró sus ojos.
    No va a llorar, ya lo ha hecho mucho. Va a aguantar.

    —Lucía, quédate quieta –pidió y regaño su hermano, que intenta dificultosamente, curar las heridas abiertas de la espalda de la susodicha.
    —Lo siento Ed –susurró mientras apretaba con fuerza la desgastada y vieja cama.

    Él no respondió, solo siguió con lo suyo.

    La cama vieja rechinaba cada vez que era maltratada por el cuerpo y manos de la joven niña, que trataba de distraerse con las frías gotas que salían del techo, cayendo en el balde desgastado de plástico; alcanzando a salpicarle.

    —¿Por qué me golpea, Ed? –susurró preguntando, esperando alguna respuesta convincente.
    Apretó de nuevo su mandíbula, su hermano había aumentado la presión del delgado trapo.
    —Porque es un imbécil –respondió con ferocidad, recordando los gritos desgarradores que salían de su hermana, cada vez que la golpeaban.
    —Hay muchos imbéciles afuera, y ninguno me pega –dijo recordando todos los niños de su escuela, que la trataban mal, pero no le pegaban.

    Las gotas frías y rítmicas siguieron cayendo, como única respuesta, acompañada del silencio de aquel frío lugar.

    Miró por la ventana y observó el cielo gris, tratando de poder imaginar la agradable sensación de estar recostada en aquellas esponjosas y suaves nubes, en aquel libre y hermoso cielo.

    —Es un demonio –dijo al fin su hermano, con la frialdad en cada palabra. Recordó la sonrisa sádica de su progenitor al golpearla, y supo que era verdad. ¡Por fin había encontrado la excusa al comportamiento de su progenitor! Era agradable, pero doloroso.
    —Nunca me dejaras, ¿cierto Ed? – preguntó esperanzada, mirando hacía el suelo, con sus profundos ojos negros.
    —Nunca –prometió con fuerza; siguiendo con su trabajo.


    Y volvió a tensarse, pero ahora una media sonrisa surco su rostro, no iba a estar sola.

    Nunca.
     

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso