Marvel Inmortal complex [agentes de shield]

Esperando que alguien más sea fan de esto, no pierdo las esperanzas, aún mejor si los vuelvo yo jeje.



La voz de Sky en el auricular se debatía con las que en su cabeza le cuestionaban un sinfín de cosas, sobre todo por que seguía allí.

—Señor, el objetivo lo localizamos en el segundo piso esta justo por debajo de usted—le indicaba.

—Entiendo, Sky, chicos confió en que su neutralizador funcione, no quiero encontrarme con lo que se haya abajo totalmente desalmado—dijo Coulson pensando que ojala hubiera sido lo único que hubiera dicho sin perder la atención.

—Pero por supuesto, el inyector provocaba un poco de retraso en el disparo pero, ya esta corregido—dijo Leo Flitz uno de los dos genios del equipo de manera acelerada como lo acostumbra hacer.

—Solo recuerdé ponerlo en la frecuencia correcta, ¿agente Grant sabes cómo calibrarlo? —agregó Jemma Simmons inmediatamente como siempre ocurría.

—Agradezco su preocupación agentes pero en el campo también nos enseñan un par cosas respecto a eso—respondió un tanto pedante.

—Es hacia la derecha el seguro—señaló Flitz.

Se escuchó un clic y una tos incomoda por el auricular.

—Gracias…—respondió el agente de campo un tanto apenado.

Esto no hizo que Sky diera una pequeña risita. La mirada de la gente Mey saliendo de cabina dejó en silencio al equipo de asistencia. Coulson hubiera preferido que esto siguiera, estar en silencio lo remontaba de nuevo a sus pensamientos.

Había muerto, tenía recuerdos de ello, esa lanza mística perforando su pecho, su corazón dejando de latir, tenía recuerdos de que había sido breve, de dos a quince minutos y una placida estancia en Tahití, quisiera volver a haya, sin embargo, cuando estuvo con esa mujer de Ciempiés recordó algo más, recordó haber muerto, recordó que estuvo así por días, que suplicaba por que fuera así, pero no lo había dejado morir.

Un ciclón de pensamientos en un tornado golpeando los bordes de su mente detonando pensamientos duales entre un espíritu imbatible que lo caracterizaba o el abismo que recordaba que lo había consumido.

—Tal vez no fue buena idea venir a campo luego de esa experiencia—se dijo a sí mismo a modo de susurro para que nadie lo escuchara.

Era una misión que para su infortunio se había vuelto habitual, Ciempiés tenía un nuevo sujeto de pruebas, otro más fuera de control, lo habían dejado a su suerte como quien desechaba una hoja de papel con un boceto que no le gusta, como un desecho.

Grant se batía en ese momento en batalla contra algunos soldados de esta organización, Coulson iba enfrentar a la amenaza.

Dio un respiro intentando aclarar su mente antes de entrar, cargo el cartucho del neutralizador, constaba con unas balas especiales fabricadas con energía que se desvanecían a contacto con la piel sin hacer más daño más que paralizar con un pulso electromagnético la sinapsis del cerebro lo suficiente para neutralizarlo. Para esto, el tiro debía de ser en la cabeza.

—Estoy por entrar—fue lo último que dijo antes de perderse en la habitación.

Apuntó el arma dispuesto a jalar el gatillo, sin embargo, nada lo preparó lo que había del otro lado.

No era un monstruo, ni siquiera era un hombre.

Un pequeño de unos ocho años como máximo lo miraba con una cara llena de dolor, lagrimas rodaban por sus mejillas temblando presionando los puños con uno de esos infernales aparatos en forma de gusano de donde les venía el nombre a esos tiranos, retorciéndose mientras emanaba una intensa energía eléctrica de él, destellando de sus ojos la misma.

—¡Ayudame! —exclamó suplicando.

Coulson sabía solo esencial sobre calibres sin embargo la lógica ya le llevaba a pensar algo terrible.

— Jemma, Fitz…¿qué pasa, si el sujeto no mide lo necesario para el proyectil?... —cuestionó Coulson aún paralizado.

—Sería totalmente ineficaz, cada uno lleva la dosis exacta para sujetos con unas determinadas medias aunadas a una edad promedio—dijo la chica científica dándose cuenta después del peso de sus palabras, pero continuó—…el sujeto moriría…

—Me lo tenía…

—¿Qué ocurre señor? —escuchó la voz de Sky.

—Hay un niño aquí…—esto lo dijo en forma de susurro y se mordió el labio.

Lo miró a los ojos y presionó sus dientes, aunque tenía miedo se obligó a seguir, algo de pronto cambio en él y en ese momento no podía explicarlo.

—¡Me duele!, ¡me duele! —gritaba el niños moviéndose mientras lloraba.

Coulson bajó su arma, en ese instante los pensamientos referentes a su muerte volvieron a impactarle, sin embargo había algo, más una forma distinta de mirarlo.

— Sé que te duele pero no me iré de aquí, te sacaré de esto, lo prometo. —indicó tomándolo del hombro aunque la energía que transmitía lo lastimaba.

El niño se dio cuenta de este gesto y aunque aún le dolía hizo que de alguna manera pudiera resistir más.

Por medio de auricular se llevaba a cabo un debate, cada una de las personas de su equipo argumentaba algo distinto.

—Tal vez podamos llegar allí y buscar desactivar el dispositivo—decía Jemma.

—Tienes que salir de allí Coulson—indicaba Mey.

—El niño tiene que salvarlo…—suplicaba Sky.

—Señor, puedo llegar a donde se encuentra en el momento y brindarle apoyo.

—¡Silencio! —ordenó Coulson—agente Grant evacue a todos los que pueda si esto sale mal, el resto no se muevan de donde están…

Observó al niño de nuevo, aunque sintió que su brazo se desgarraba acaricio su cabello en un gesto casi paternal.

—Tranquilo amiguito—le sonrió y para luego pegar más el auricular en el oído—¿qué ocurría si le disparó a esa cosa con el arma?...

—R-realmente nunca hemos tenido uno de esos dispositivos en funcionamiento, no sabemos que podría ocurrir, señor realmente no lo remiendo—indicó Flitz—podría morir…

Por segundos se vio de nuevo en esa sala de operaciones, quiso pensar que lo mantuvo, que le hizo reaccionar a todos esos procedimientos que habían aplicado para resucitarlo, aunque había suplicado que lo dejaran algo dentro de él, tal vez lo había hecho volver.

Entonces, se dio cuenta. Pensó en todas esas ocasiones en las que había estado justo en esta misma situación, el científico, el bombero, su amiga… él no se rendía.

—Ya he muerto antes y podido volver—exclamó Coulson disparando al dispositivo mientras miraba al chico a los ojos.

La energía parecía desvanecerse junto con ambos, pero al final sola fue ella la que desapareció.