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    Katy's Camui

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    Injusticia de Creer
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    Injusticia de Creer



    Los Personajes lamentablemente no me perteneces si no que son de la fantástica Rumiko Takahashi.
    Hago este Fanfics, solo con fines de diversión propia y de los lectores n__n.

    Resumen:
    “Ella es una joven muchacha forzada por sus creencias a huir con un grupo de amigos igual de fieles que ella, buscando sus destinos y un lugar donde al fin sean aceptados. Él es un soldado con alto rango del Gobierno, un asesino destacable y que se dice que no tiene corazón. Pero cuando dos personas con carácter, creencias y pensamientos distintos se cruzan ¿Qué pasará, y más aun cuando Él tiene la misión de matarla? Inu&Kag (Violencia&Lemon)

    “Aquellos ojos fijos en mi

    , encendieron un calor de vida”



    •Injusticia de Creer•
    -Prologo:

    Caminaba a paso lento por la humilde aldea, arrastrando los pies en el suelo, su cabello algo sucio y opaco, su piel trigueña tenía tierra, y el Kimono de color verde que usaba estaba en las mismas condiciones deplorables como se encontraba su dueña con una que otra mancha de sangre seca. De ojos oscuros que parecían sin vida, aun en ellos se podían apreciar restos de lágrimas. Una de sus manos estaba muy bien empuñada apretando algo

    Se detuvo de súbito al sentir galopes de caballos tras de sí, y llevo su mano empuñada hasta su pecho agachando su cabeza y rogando por pasar desapercibida. Afortunadamente sus ruegos fueron escuchados y el Soldado que montaba apresurado por la aldea pasó sin siquiera mirarla.

    No… esto no era lo que anhelaba, lo que ansiaba no era esto, ni tampoco para su gente, huir siempre… ¿ese era el destino de ellos por creer, por pensar distinto?
    Volvió a apretar fuertemente el objeto entre sus manos al escuchar al jinete volver, pero este igual que la primera vez pasó por su lado sin inmutarse en su presencia.

    Respiró hondo y decidió no sentirse tan perseguida, todavía debía reunirse con los demás cruzando aquella aldea que parecía hacerse interminable.

    “Señorita, gustaría leerse la suerte”- una anciana se acercó a su lado y la miro curiosamente-“OH disculpé”-dijo de pronto-“de lejos usted no se veía tan descuidada”.

    La anciana se alejo y ella solo suspiró, si, era normal, sus devastadoras condiciones físicas no ayudaban mucho, y sobre todo su vestimenta, hace cuanto que no tomaba un baño.

    Abrió un poco su puño y el rosario de color blanco se dejo ver.

    “Aldea Yume”

    ……..

    El castillo relucía con toda elegancia, y parecía a simple vista ser muy frágil, pero solo a simple vista, porque en verdad era el castillo más fuerte del Shogun, tenía una fortaleza increíble, cada paso que se daba por las escaleras o los corredores podría ser perfectamente lo que llevaría a la muerte.


    “Para que me llamó”-su voz sonó insolente, pero el viejo delante de él no le presto mucha atención y se dedico a sacar entre sus archivos algo parecido a un pergamino.

    El joven hombre en el ínter tanto se dedico a observar un poco el lugar, el piso de madera, dos estatuas de buda en cada esquina, sin duda estaban echa de un oro muy costoso, las paredes con cuadros y alguno que otro florero, las ventanas extremadamente grandes dejando a la vista un hermoso jardín muy bien cuidado. Era irónico como podría haber un lugar tan agradable haya fuera cuando adentró era donde se tramaban planes para asesinar…

    “cierra la puerta Taisho”-ordenó con voz cansada y un ceño severamente fruncido, él le hizo caso sin decir ningún comentario y deslizó la puerta corrediza.

    “¿Y…?”-se sentó confianzudamente en la silla frente al escritorio del viejo de alto rango. Este le lanzo el pergamino que había sacado anteriormente de sus papeles desde su lugar. Taisho lo abrió y luego frunció sus cejas al ver en el pergamino la pintura de una mujer-“No quiero mujeres”-volvió a enrollarlo.

    “Tonto… jamás te ofrecería una mujer como esa para ser tú pareja, lo que quiero que hagas es que la mates”-se levantó de su asiento mirando directo a los ojos de el muchacho.

    “¿Qué la mate?, y porque debo matarla, quiero saber las causas.”

    Respiro aceleradamente el viejo-“Quiero que mates a esa muchacha y a todos los que la siguen, ella es una rebelde, son sucios cristianos, perros pulgosos, desobedecen nuestros mandatos… hace poco la aldea Yume, una aldea echa por esos insignificantes fue destruida gracias a un muy buen plan del trabajo de nuestro querido Gobierno, logramos matar a la cabeza, pero su hija, Higurashi Kagome, logró escapar con unos cuantos seguidores, de seguro están comenzando a planear la forma de volver a fundar una nueva aldea secreta, ¡por eso debes matarla!”-finalizo golpeando con su puño la mesa y haciendo que la pluma saltara en su mismo lugar-“quizás están pensando crear una venganza”

    “con que son cristianos”-dijo irónico él cruzándose de brazos.

    “InuYasha, ya sabes bien lo que debes hacer, que mueran lenta y dolorosamente”-giró su rostro hacia el ventanal y se acercó al lugar con paso pausado, algo que exasperó a Taisho.

    “Si, si, lo que sea viejo”-se levantó de su lugar dispuesto a marcharse.-” ¿donde se supone que debo buscar Satoshi-sama?”-preguntó con una fría mirada, típica de un asesino.

    “Al oeste de Kyoto”-sonrió triunfal-“confió en ti Taisho InuYasha”-susurro prácticamente lo último. Observó como se marchaba.

    Cerro la puerta tras de si y suspiro algo cansado, nunca había matado a una mujer, pero para un asesino como lo era él, eso no debía ser problema. Al menos eso él suponía, creía.

    ____________________________________________________________________________________

    •Injusticia de Creer•
    “Encuentros”

    Después de tres días al fin mostró una sonrisa al divisar a unos pasos más un lago de aguas cristalinas, con las pocas energías que tenía corrió hasta el sumergiendo su rostro por completo. Esa sensación fresca la hizo sentirse totalmente renovada. Viva.

    Suspiró.

    Con cautela observo el lugar, al parecer era bastante solitario, decidida al fin comenzó a desarmar su obi para poder bañarse en el agua helada, se quito el kimono verde, dejando su cuerpo cubierto por otra tela que parecía más un camisón algo trasparente que debió haber sido blanco, pero por los días tenía sangre y estaba casi café, al sacárselo de su cuerpo, las vendas quedaron al descubierto, estaba herida en muchas partes por unos instantes creyó que nunca acabaría de quitarse tantas vendas . Pero ella aun vivía…

    La piel se le puso de gallina al introducir solo el pie en la fría agua del lago, naturalmente sus pezones se endurecieron, su cuerpo tembló levemente, con valor se sumergió completamente aguantando la respiración bajo el agua.

    Protégelos, escapa”


    Repentinamente salio a la superficie tomando aire a bocanadas, esas palabras se venían a su mente una y otra vez, era lo último que le había dicho su padre, ¿cómo habían llegado a eso?

    Había gente que confiaba en ella, pero ¿ella confiaba en ella misma? Aun no lo sabía bien.

    Un sonido de pisadas la alertó volteándose rápidamente hacia el lugar de donde provenían.

    Esa mirada, eran dos soles luminosos, con vergüenza se tapo sus pechos.

    “pervertido”-soltó mirando fijamente al imponente hombre que estaba frente a ella, que sin vergüenza, pensó dando leves pasos con casi todo su cuerpo dentro del agua, llegando a la orilla para estirar su mano y alcanzar su camisón.

    “te pareces mucho a la de el pergamino”-dijo él sin inmutarse en lo dicho por ella, siguió observando detenidamente el pergamino con la pintura en sus manos, en ese tiempo la muchacha salió del agua con apuro rápidamente poniéndose el kimono y atando su obi de forma desastrosa.

    “¿pergamino?”-susurró abrazándose a si misma, ahora se daba cuenta, ese hombre estaba vestido de una forma muy parecida a los militares del gobierno, trató de serenarse, había amigos esperándola.

    “Tú eres Kagome, ha sido muy fácil encontrarte”-sonrió de forma arrogante, los ojos le brillaron de una manera tenebrosa.

    “¿Qué te hace pensar eso?, OH, ¿eres un asesino? O mejor dicho, un perro del gobierno”-sabía que no estaba bien retarlo, pero esa era su naturaleza, si se negaba a aceptar que ella era Kagome, él ¿Qué iba a hacer? Seguro, matarla.

    “Muy osado decirme perro, y más aun sabiendo que… tienes segundos contados de vida, Soy Taisho InuYasha, solo digo mi nombre para que sepas quien te asesinará”-otras vez esa sonrisa malévola, los ojos dorados chispearon con mayor intensidad.

    Kagome retrocedió un paso, apretando el rosario en su mano. Estaba segura, él no era humano, sus ojos eran característicos de un youkai, además de ese cabello plateado, pero había algo en su aura que lo hacía diferente.

    ¡No era momento de pensar en eso!

    “Señor Taisho, se equivoca de persona”-repitió tratando de ganar tiempo, mirando a todos lados desesperada mientras escuchaba el sonido de la espada deslizándose de su funda.

    “Qué acaso ¿los cristianos no tienen prohibido mentir?-dijo de forma cínica sin dejar de observarla de arriba abajo, Kagome se sintió completamente desnuda y quizás casi lo estaba con su ropa mojada pegándose a su piel además de su obi mal atado entre abriendo la tela en su pecho. Hizo un ademán de cubrirse y el río de forma escalofriante.

    De pronto todo pasó rápido un ruido entre la copa de un árbol, luego una gran roca cayó sobre el cráneo de el hombre que ni siquiera logró advertir otra presencia, los segundos se le hicieron eternidad, sentía su cabeza a punto de explotar, si hubiese sido un humano ordinario ya hubiera estado muerto, pero él era un semi-demonio camuflado en un cuerpo humano, de orejas normales, pero se distinguía por sus ojos dorados y cabello de plata

    Cuando al fin logró incorporarse la muchacha ya no estaba.

    “mierda, la próxima vez no escaparas”- se prometió perturbado, no debió haber bajado la guardia así, aquella mujer tenía un algo

    Silbó y como si de un perro se tratase llego un hermoso caballo negro de pelaje brillante galopando. Él se subió enzima con las cejas fruncidas. Nunca en su vida una victima se le había escapado de las manos, y menos una que era demasiado fácil de acabar.


    ……..

    “Gracias Shippou”- dijo jadeante ya lo suficientemente lejos de el lago-“de verdad…gracias”- volvió a repetir con los ojos brillosos… un segundo más, y su vida…

    “De nada Kagome-Chan”-El chico tenía alrededor de unos doce años, Kagome acaricio la cabellera de color zanahoria.

    Él sonreía.

    La muchacha sintió una punzada en el corazón, si sonreía era porque el pequeño tenía esperanza, ella los guiaría. Pero ese hombre, esos ojos, pudo ver la muerte en ellos.

    “¡Kagome!”-Una mujer montando en un gato gigante venía volando desde el cielo, con un firme salto llego hasta la pelinegra. Cuando está la observó de cerca no puso una muy buena cara-“mira como estas, ¿Qué sucedió? Estábamos preocupados”

    “Un militar la encontró, logré llegar justo a tiempo”-dijo triunfante el niño al momento que se ponía al lado de la gata que de un solo golpe se transformaba en un amoroso gatito de tres colas.

    “Kagome”-exclamo la mujer de cabello castaño.

    “Lo siento, yo…. Solo quería darme un baño, él apareció de repente, ¿y Miroku?”-preguntó tratando de sonar casual, en verdad no quería seguir hablando del tema.

    “Salió a buscarte, llegamos los tres aquí casi al mismo tiempo…”

    “quizás se quedó cortejando a alguna hermosa mujer, ya saben como es”-habló relajadamente Shippo.

    “¡QUE!”-gritó apretando sus puños

    “¡Shippo!”-regañó la azabache-“Tranquila Sango, estamos huyendo, Miroku puede ser travieso en ocasiones, pero es maduro también”-sonrió fingidamente.

    Unos arbustos se mecieron bruscamente, Sango sin piedad preparo inmediatamente su gran boomerang para quien fuera que apareciera, pero se detuvo unos instantes de lanzarlos cuando Kagome alzo su mano en gesto de que se detuviera. Un hombre de coleta y ojos azules oscuros se dejo ver.

    “Unos segundos más y Sango te lanzaba su Hiraikotsu”- nuevamente esa sonrisa falsa-“la violencia no es buena Sango, no resuelve nada, ya lo vimos”

    “Lo siento… pero”

    “Todo lo de la aldea Yume fue un horror”-continuó ella-“La gente quería pelear, luchar por su ideal, no le hicieron caso a mis padres y ahora solo los tres sobrevivimos”

    “Kagome”-murmuro Miroku apretando entre sus manos un rosario idéntico al de ella, solo que de color celeste, estaba puesto de la misma forma, en su muñeca enrollado bajo su ropa para que luego las pelotitas, descendieran hasta iniciar su palma y la cruz marcara el fin.

    “a travesando este bosque hay un escondite cristiano, debemos llegar antes del anochecer”-sentenció

    “Um, Kagome-sama”-Miroku se adelantó poniéndose frente a ella-“no le gustaría antes arreglarse su Kimono, soy un hombre ante todo”-Una sonora cachetada se plasmó en la mejilla de él-“pero si yo…”

    “No mires a Kagome, eres un pervertido”-Sango empujó a Miroku a una distancia prudente, para luego ayudar a Kagome a ordenar su ropa.

    “Qué clase de cristianos somos”-susurro Shippo algo divertido. En la viña del señor hay de todo.



    Comenzaron a caminar con esa incertidumbre de no saber si iban a volver a aparecer más militares, pero por su parte ELLA tenía más miedo de volver a encontrarse con ese hombre de mirada penetrante, él debía matarla, pero había una dedición tomada ante nada. No era la típica muchacha que supuestamente debe ser pura, de pensamientos buenos y mucha santidad, creía en alguien MUY superior, al que apodaban Dios, y también creía en sus enseñanzas, pero su personalidad no era la de la clase de mujer que parecía no matar ninguna mosca, su temperamento era fuerte. Si ÉL volvía a aparecer, con pesar… alejando el temor, tendrían quizás una grata conversación, claro si es que antes la sangre no escurría por esa espada al momento que la atravesaba.

    Continuará…

    Despues de pensarlo, finalmente decidí también publicar la historia aquí aparte de Fanfiction.net.

    Es una historia muy distinta a las que he hecho anteriormente, ademas hace tiempo que no escribía una de la época Antigua en Japón, esta tiene quizás una temática distinta. *-*



    Ay se ven =D!
     
  2.  
    Pami

    Pami Guest

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    Re: •Injusticia de Creer•

    Me agrada tu historia, bastante interesante y entretenida.
    Es buena la idea debido a que los introduces en un AU no muy alejado de la realidad en la historia real.
    Por ahí encontré un error con "haya" cuando es "allá" y errores de dedo, cuidado con eso ;).
     
  3.  
    Dehianira

    Dehianira Entusiasta

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    Re: •Injusticia de Creer•

    la historia me parece muy interesante y tiene un poco de todo me gusto mucho espero k pongas conty cuanto antes
    xao
     
  4.  
    Katy's Camui

    Katy's Camui Iniciado

    Virgo
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    Re: •Injusticia de Creer•

    Lo tendré en mente la proxima vez que escriba "allá" ya no se me olvida más y gracias por decirmelo... mis dedos se mueven rápido u.ú malos dedos.

    Matta ne.
     
  5.  
    chidori03

    chidori03 Fanático

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    Re: •Injusticia de Creer•

    wa!! que conti estuvo muy linda e interesante
    y toa la razon es muy distinta a los demas que has escrito
    y eso me emocionaa!! cuentas con mi apoyo!!
    wenu voy a copuchear en fanfiction dle xD haber si te posteo aia tbn chau!!!!
    atte.chidori03
     
  6.  
    Jenny

    Jenny Usuario popular

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    Re: •Injusticia de Creer•

    konnichiwa!
    me encanto!
    es interesante ver como tratas el tema d los cristianos en japon, y sobre todo q no lo alejas d la realidad
    siguelo pronto
    sayonara
     
  7.  
    kizuwa

    kizuwa Entusiasta

    Capricornio
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    Re: •Injusticia de Creer•

    Hello!!!
    Oye ata-chan porq no e avisate q ya lo habias publicado!!!
    Una cosita e podrias pasar la dirección de tu fic en facfiction esq a lo mejor por alli va mas adelantado...:P
    O lo publicas por igual??
    Bueno si e haces ese favor muchas gracias!!!
    ^^
    Chao
     
  8.  
    Katy's Camui

    Katy's Camui Iniciado

    Virgo
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    Injusticia de Creer
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    Re: •Injusticia de Creer•

    “Paz en sus ojos, pecados perdonas,
    Miseria en este mundo también salvación y amor”


    •Injusticia de creer•
    “Refugio”

    EL cielo estaba pintado por un azul temiblemente oscuro, se sentía un viento helado pero no demasiado como para congelar los huesos y hacer temblar el cuerpo, las sombras discretamente se movían, casi volando, un extraño ruido se hizo presente en el silencio más absoluto que alerto a todos.

    “lo siento”-murmuro avergonzando -“no he comido nada desde ayer…”

    “Shippo-chan”-trató de regañar divertida Sango, que entre la oscuridad podía ver al menor del grupo sobandoce el estomago de mala forma.

    “ten”-Kagome de su saquito que llevaba siempre atado a su obi saco una fruta parecida a una naranja-“no es lo suficiente…pero…”

    “Kagome…”-el muchachito tomo la fruta con un rostro inimaginablemente feliz, ella solo le devolvió esa sonrisa, una que no era en lo absoluto forzada, si no que sincera.

    “¿falta demasiado para llegar señorita Kagome?”-susurró Miroku, que venía desde atrás vigilando las espaldas de los demás con mucha atención, además que desde hay el trasero de dos señoritas se veían muy bien.

    “No…ya llegamos”

    “¿ya llegamos?”-exclamó incrédula Sango que miraba la oscuridad en su alrededor moviendo su cabeza sin entender bien, solo había árboles rodeando el sector y al frente de ellos arbustos.

    Kagome les hizo un gesto de guardar silencio, luego con su dedo índice les indicó que la siguieran, ella se adentró en aquellos arbustos con sumo cuidado de no hacer demasiado ruido, tras asegurarse que todos estaban juntos en ese lugar, se puso frente a una pared de tierra y roca que había tras los arbustos, entonces retiró entre una de las capas de su kimono maltratado una extraña y minúscula flauta, al tocarla Shippo se espantó temiendo que los encontraran. En seguida se abrió una roca, como si fuera una puerta corrediza, sin perder el tiempo Kagome tomó de la mano a Sango para que de esa forma todos entendieran que tenía que entrar. Al ya encontrarse adentro, la “roca-puerta” inmediatamente se deslizó quedando cerrada.

    “¿Kagome?”- entre la oscuridad más absoluta se escuchó una juvenil voz hacer eco.

    “Soy yo… eres tú ¿Kouga?”

    De forma fugaz el lugar había quedado iluminado por una antorcha que llevaba un hombre de estatura alta, su piel era aceitunada y su cuerpo estaba en muy buen estado físico. Los ojos de celeste color se enfocaron ante la muchacha de largos y ondulados cabellos oscuros, solo al verla dio una sonrisa que tranquilizó a todos.

    “¿Kagome, este es el refugio?”-preguntó una tímida Sango que aun no se fiaba bien del lugar, pero de una u otra forma su consiente se encontraba más tranquilo que afuera, en el bosque, pensando que en cual quier momento podría aparecer algún monstruo o asesino mandando por el Shogun para desaserce de ellos.

    “Sip, es el refugió ‘sei-junsui’"

    “¿Sei-junsui?”-Shippo puso un rostro de no entender, el moreno que hasta ese momento no había dicho nada más habló.

    “Sei-junsui significa…Sagrado y puro…”-explicó brevemente-“bienvenida Kagome…”-Se acercó a ella dejando cuidadosamente la antorcha que estaba en su mano a una distancia prudente con su brazo, de esa forma la mano libre la poso sobre la mejilla de Kagome- “pensamos que habías muerto… nuestros espías nos dijeron que no había sobrevivido nadie a la masacre, pero la esperanza surgió cuando uno de los nuestros se disfrazo de un militar para ver si encontraba tu cuerpo, pero como no lo hallaron…. Me sentí con la esperanza de que vendrías pidiendo ayuda, claro no estábamos seguros, porque mucho tiempo ha pasado desde la última vez que nos vimos y tu cuerpo….ha cambiado”-sonrió

    “Gracias a Dios estamos bien…quizás no en las mejores condiciones…”

    “No es bueno que sigamos aquí”-la interrumpió-“aun que la tierra y la roca nos separan del exterior si los siguieron…Los llevaré donde están los demás”

    “¿los demás?”-Miroku comenzó a caminar cuando Kouga se desplazó por el lugar hacia el interior del refugio.

    “Más cristianos que llegan aquí por un tiempo, cuando los persiguen”-respondió Kagome con calma, Miroku sonrió de manera tonta, después de un mes y unas semanas huyendo sin parar, era agradable ver el rostro de ella sereno.

    …………………


    “EL informe”- exigió uno desde el suelo, su voz sonó con un respeto exagerado.

    “No me molesten”-espetó sin prestarles mayor atención

    “Pero Taisho-sama…”-trato de conciliar el otro hombre encubierto que lo miraba hacia arriba.

    Ambos tipos se encontraban arrodillados frente al joven semi-demonio, que ni siquiera se digno a mirarlos.

    “Una exclamación más y los corto con mi espada…o prefieren las garras”- sonrió malévolamente al sentir el olor de miedo en ellos-“díganle a Satoshi que no me moleste, se que hacer… ¡ahora váyanse!"-intencionadamente hizo un ademán de atacarlos, lo que provoco pavor en los hombres desapareciendo rápidamente -“Imbeciles”

    Su sangre estaba hirviendo de rabia, aun no entendía como se le había escapado aquella frágil y débil mujer, aun no podía quitarse de su mente esos ojos insolentemente dulces y vivases que lo observaron por instantes, ella se le había enfrentado pero eso no lo engaño de el olor a desesperación que desprendía, aun así había sido capaz de tratar de aparentar otra cosa. Y luego esa piedra… ¡NO!.. Furioso dejo que sus garras se alargaran más y de un solo movimiento rompió por la mitad el tronco del árbol que se encontraba delante de él, cayendo este pesadamente hacia un costado.

    Respiró pesadamente, haciendo subir y bajar su fornido pecho una y otra ves hasta lograr controlarse.


    “InuYasha”

    Él hombre de extraños ojos ámbares no se inmuto ante el llamado, se sentó en una piedra del lugar esperando que apareciera la presencia. El ambiente se volvió más frío de lo que ya era, y fue cuando se dejo ver.

    “Que quieres”-lo miró directo a los ojos.

    “parece ser que no has cumplido tu misión”

    “Cállate Sesshomaru”

    El tipo solo mostró una sonrisa vacía. Era alto, de pelo plateado, ojos dorados, piel blanca y orejas puntiagudas. Inmediatamente por su sola presencia cual quier persona se daría cuenta que él no era humano, si no un Youkai… un monstruo.

    “me das lastima”-siguió su paso, pasando por al lado de el joven semi-demonio ignorándolo por completo, y por arte de magia desapareció entre la oscuridad de el bosque.

    “solo vino a burlarse…idiota ¿qué no tiene vida?”

    “Amo InuYasha no se sulfure”

    “¿Mioga?, ¿hace cuanto rato estas aquí?”

    Un viejo enano salto de la copa de un árbol llegando al lado del ambarino.

    “traigo información de lo que me pidió”-dijo con cautela mirando atentamente a su alrededor.

    “habla…”

    “siguiendo este sendero, al finalizar el bosque hay unos arbustos… se dice que por hay existe un refugio…

    “¿re…fugio?”-repitió, acomodó mejor su trasero en la dura piedra-“explícate”

    “Se dice que en esa zona hay un refugio de cristiano o algo así”-InuYasha le dedicó una mirada deplorable-“no quiero decir algo así de no saber… quiero decir amo que se cuenta por la zona que terminando el bosque en ese lugar los cristianos van para ser acogidos por más como ellos, les dan refugio por días y cuando ya se a calmado la persecución de ellos…entonces se van del lugar para volver a empezar todo de nuevo”

    “entiendo, por eso Satoshi cree que están preparando una guerra contra el Shogun”

    “eso es bastante razonable”

    “¿no que los cristianos tienen prohibido matar por las leyes de su Dios?”-frunció las cejas cruzándose de brazos, el caballo a su lado se estiró en el suelo.

    “bueno si… pero en la destrucción de la aldea Yume ellos se enfrentaron contra nuestras fuerzas, naturalmente nosotros ganamos porque murieron todos… o casi todos”

    “¿crees que en verdad como dices nosotros, o mejor dicho ustedes ganaron?”

    “pero si murieron prácticamente todos”

    “en ese prácticamente esta la diferencia”

    “no entiendo amo InuYasha”

    “ni tampoco quiero que lo entiendas, ve por algún lado a ver si me puedes traer más información”

    “amo InuYasha”-llamó nuevamente el viejo enano.

    “que quieres, te dije que te fueras”

    “usted nunca a matado a una mujer, lo sé, porque siempre estoy cerca de usted cuando va a asesinar a alguien… ya sabe… controlando que su sangre de bestia no lo domine….y creo”

    “Soy un asesino, o es que lo olvidas, matar una mujer o un hombre es lo mismo”-trató que su voz sonara fría, pero sus ojos nerviosos lo delataron.

    “amo, usted no es una mala persona”

    “vete Mioga, estoy perdiendo la paciencia”

    “Se me olvidaba, según la información que recopile, el grupo que sobrevivió no esta compuesto por mas de cuatro personas…de las cuales dos son hermosas mujeres…”

    “Dos personas querrás decir”

    “No… DOS mujeres”

    ………………


    Ven lléname, lléname, llena mi vida….llena mi alma…llena mi FÉ-cantó Shippo mientras seguían caminando hacia el interior de la cueva.

    ¿Cuánto tiempo había pasado ya desde que entraron?, No lo tenía para nada claro, solo que habían caminado y caminado por pasadizos y distintas direcciones, si alguien que no conocía el lugar entraba, difícilmente sabría por donde ir, el destino simplemente por ser intruso era la muerte.

    “Kagome, ¿puedo preguntarte algo?”-el moreno la miró de reojo apretando con mayor fuerza la antorcha en su mano.

    “Claro”-sonrió

    “¿Qué sucedió con el cuerpo del señor Higurashi, y de la señora Higurashi”

    Kagome quedó en silencio unos momentos y sus ojos viajaron al suelo, algunos momentos fugaces de lo sucedido pasó por su cabeza, NO, no era momento de recordar esa tragedia, tenía que ser fuerte, tenía que demostrarlo respondiendo con naturalidad, aun que su corazón se oprimiera. Con valor levantó la cabeza y lo miró a los ojos tratando de curvar su boca hacia arriba.

    “Realmente no lo se… todo fue confuso, espadas, sangre por todas partes, y mucho fuego… solo se que entre la confusión y todos huyendo o paliando, vi el cuerpo de mi padre cayendo con una espada incrustada… después no se…más”-pauso, ya daba igual, la sonrisa falsa había desaparecido-“de mi madre prefiero omitir que le hicieron…no deseo recordarlo… tampoco sé que pasó con su cuerpo”

    Kouga respiró hondo y prudentemente pasó el brazo sobre los hombros de ella, pegándola sutilmente a él. Miró de reojo hacia atrás, los tres jóvenes estaban con la cabeza gacha sumida en sus pensamientos, solo la pequeña gatita hacía unos pequeños sonidos.

    “Tú padre me dijo que…”-Kouga se quedó en silencio de súbito.

    “¿Qué dijo?”-preguntó con los ojos expectantes.

    “Mejor después, no es momento de decirlo ahora…toca la flauta”

    Se encontraban frente a otra muralla de tierra y roca dentro de la cueva, el aire parecía que faltaba, el ambiente se había echo bastante sofocante y caluroso. Kagome volvió a sacar de entre su ropa maltratada el diminuto instrumento, llevándolo a sus labios el sonido salió inmediatamente. Con ello, al igual que la vez anterior una roca se deslizó, y del lugar que se comenzaba a mostrar ante ellos se desprendió luz.

    Tímidamente entraron encontrándose con antorchas por toda las paredes de tierra que hacían ver más iluminado el lugar, habían unas pinturas sagradas, y cruces de madera también en ellas, flores en algunas esquinas, pero por sobre todo había muchas más personas de las que pensaron que encontrarían, algunas orando, otras simplemente conversando. Pero al momento que Kouga llamó la atención saludándolos, todos los observaron agudamente por unos instantes, para luego otorgarles unas amables sonrisas.

    “Ellos son de quienes les hablé cuando me entere de la masacre Yume”-tomó a Kagome de un brazo haciéndole dar unos pasos más hacia delante-“ella es Higurashi Kagome, hija de el GRAN Higurashi”

    Una mujer de edad, de cabello casi blanco, media regordete se acercó a paso lento hasta Kagome para luego inclinarse frente a ella. Kagome se sintió algo nerviosa, pero la mujer la miro con tal cariño que esporádicamente se tranquilizó.

    “Sea bienvenida Señorita Kagome, usted es NUESTRA ESPERANZA


    Continuará…

    Nuevo Capitulo, y saben que cual quier comentario, crítica siempre que sea contructiva la acepto de muy buena gana n__n, Gracias por los anteriores Post.

    Cuidense ^^





    Claro es http://www.fanfiction.net/~katachanrlz

    Pero no voy adelantada, voy a la par que este. ^^
     
  9.  
    Jenny

    Jenny Usuario popular

    Capricornio
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    Re: •Injusticia de Creer•

    konnichiwa!
    me encanto!!!
    pobre kagome lo q sufrio :(
    q habra dicho su papá?
    en cuanto a inu sera mejor q se controle jejeje
    siguelo pronto
    sayonara
     
  10.  
    Tara

    Tara Entusiasta

    Géminis
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    Re: •Injusticia de Creer•

    Me gustó la historia, está bastante bien escrita y con pocas faltas de ortografía.

    Al principio pensaba que iban a ser más los del grupo de Kagome, aunque también creía que Sessh sería el “malo” (ojalá XD)

    Pues como ya debiste notar no lei la ultima conti, me voy ahora a ello y una pregunta: ¿Miroku sigue teniendo la maldición en su mano?
     
  11.  
    kaon

    kaon Usuario común

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    Re: •Injusticia de Creer•

    valla
    espero ver que es lo q pasa mucha suerte con tu fics se vwe bien lindo
     
  12.  
    Pami

    Pami Guest

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    Re: •Injusticia de Creer•

    Ahora encontré más errores que la última ves, revisa bien el documento en Word, es importante.
    Algunas palabras con mala ortografía, la primera es la forma correcta, la segunda como lo colocaste.

    Sobándose sobandoce
    Deshacerse desaserce
    Imbéciles imbeciles
    Vivaces vivases
    Vez ves
    Cualquier cual quier[FONT=&quot][/FONT]


    En la de vez depende del significado que le quieras dar, pero ahí es vez.
    Además te faltaron mayúsculas al comienzo de los diálogos u oraciones, esas siempre van.


    Por otro lado, la historia va bien.
     
  13.  
    Marioly

    Marioly Usuario común

    Géminis
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    Re: •Injusticia de Creer•

    .










    Hola jefa!

    Recién leí el post donde decías que ya habías publicado el fic, perdón x). Fui a fanfiction y aquí también lo busque y lo leí y ¡está muy bueno!, me agrada la trama y el papel de cada personaje *-*.

    Y...también hay además otra falta, en una parte colocaste: "aun que" y es "aunque", pero aún así se comprendió.

    Bueno, nos vemos, espero con ansias la próxima conti.
     
  14.  
    kizuwa

    kizuwa Entusiasta

    Capricornio
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    Re: •Injusticia de Creer•

    Kata uchas gracias por ese favor!!!
    Bueno si vas a la par pos me queo acá porq allí no puedo postear.....
    Y pos q decirte, q me encantó,esta muy bien escrita,yo creo q cada dia escribes ejor,y esq cada dia se aprenden cosas nuevas no??
    Nuestro querido inu va a tener difucultades para matar a las uchachas y bueno todas sabes q el no es malo....si es un angelito aunq no lo parezca..:D:D
    Asín q Kagome es la nueva esperanza, q es como si fuese Jesús??
    Oye no e estoy burlando..eee pa q lo sepas nomás e opinado...
    Pero no se quejará la gente q la esperanza para ese pueblo es una mujer?,porq en aquellos tiempos la mujer no era muy considerada......
    Bueno Kata-chan espero q pongas la siguiente conti pronto!!!!!
    Muchos animos!!!!
    Kisses.
     
  15.  
    Josefita

    Josefita Entusiasta

    Aries
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    Re: Injusticia de Creer

    Ola !!
    soy nueva en tu fic y sabes k ??....
    ME ENCANTO
    kagome es la esperanza del pueblo *-*
    k bn plz continualo no lo puedes dejar hasta ahi =( ...
    jeje ya te has demorado esk de verdad kiero verk sigue =)

    xauuu!!
     
  16.  
    Tara

    Tara Entusiasta

    Géminis
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    Pluma de
    Escritora
    Re: Injusticia de Creer

    Bueno, ya sí que lo leí enteretito y sí que te puedo decir lo que me pareció.

    ¡Qué bien que Inu si que tiene sentimientos! Menos mal que no es capaz de matar a Kag...

    Y encontraron un refugio “mágico” jeje ¡Qué poco tacto que tiene Kôga! Mira que preguntarle por los padres... lobo idiota ¬¬

    Me apuesto lo que quieras a que lo que “supuestamente” le dijo el padre de Kag a Kôga es que se case con él (digo supuestamente porque no me extrañaría nada que se lo hubiera inventado XD)


    Pd: Cuidado con la ortografía.
     
  17.  
    kaome2010

    kaome2010 Guest

    Re: Injusticia de Creer

    holis soy nueva en tu fic me gusta mucho me ley las 2 contis estuvieron muy entretenidas me encanta como escribes que bueno que mal inulindo es malo que e hecho para mereser esto noooooooooooo bueno jeje hay que dejar el dramatismo y koga que se las trae e espero que kagome termine con inulindo como siempre e y miroku que nunca se le acaban las mañas ba a terminar peor que un mueble que le a caido agua inchado bueno espero que le sigas y no te tardes me chau cuidate besos
     
  18.  
    rina_imbers

    rina_imbers Iniciado

    Cáncer
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    Re: Injusticia de Creer

    wOoOoOoOoO kata chan *0*
    me encantO tu fic mui interesante ademas de inrtigante!!!
    ya kiero ver k es lO k pasara!!! espero k lO cOntinues mui prOntO
    esta mui buenO =D!!!
    felicidades pOr el fic!!!
    y NO te Olvides de cOntinuarlOoOoOoO plisss *0*
     
  19.  
    chidori03

    chidori03 Fanático

    Leo
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    Escritora
    Re: Injusticia de Creer

    te puse post o.o wooo me parece que nooo xDD
    me encato la conti mucho muchooo
    espero que vaya inu y la vea pero porbre po las otras personas
    que tiene kag que lso puede salvar??
    espero que la continues pronto chau
    atte.chidori03
     
  20.  
    Katy's Camui

    Katy's Camui Iniciado

    Virgo
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    Injusticia de Creer
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    Re: Injusticia de Creer

    “ÉL es eterno y más fuerte
    Que el Diablo del infierno”

    •Injusticia de Creer•
    “Río Seibo”

    Parpadeo algo sorprendida, las manos arrugadas de la mujer apretaron más las suyas, sintiendo la aspereza y callosidad de estas.

    “¿Su esperanza?”-repitió algo temblorosa al ver esa mirada tan deseosa.

    “Kagome”-Kouga apagó la antorcha que traía encendida para luego acercarse a ella y a la anciana mujer-“ella es Kaede-baba, una ex sacerdotisa….”

    “Mucho gusto señora Kaede”-sonrió Kagome aun escuchando su voz temblar….

    Esperanza

    Esperanza

    Esperanza

    Esa palabra significa y era mucho para ella.

    “Espe…ranza”-dijo sin darse cuenta, sus caobas ojos se movieron inquietos por el lugar, su nervio aumentó aun más cuando notó que todas las miradas de la gente se dirigían a ella.

    “Si…su padre nos dijo que si le pasaba algo a él, quien asumiría el cargo importante de mantenernos conectados a todos los cristianos del Japón y comenzar a buscar un nuevo rumbo para vivir en paz sería su hijo…”-pausó un momento la anciana mujer-“o hija…”-sonrió tratando de tranquilizar a la jovencita que parecía tener leves convulsiones involuntarias de solo ese sentimiento de sentirse de pronto sin saber bien que hacer.

    “Yo…”-Kagome trató de decir algo que nunca salía de su boca, hasta que tomando aire para inflar sus pulmones, soltó la mano de la señora para avanzar unos pasos y mirar a todos a su alrededor-“Si mi padre dijo eso, yo… prometo dar mi mayor esfuerzo”-suspiró-“Sólo espero que ustedes me den su apoyo y… que no les de problema a algunos el hecho de que yo… sea mujer”

    Prometer…. Esa si que era una palabra de GRAN connotación, y lo asumiría, pero su condición sexual también era algo que de seguro a los varones más ancianos podría aproblemar, cerro sus ojos y apretó sus puños hasta hacerlos palidecer al no escuchar ninguna clase de respuesta, pensó que la idea de salir corriendo como una maniática no era tan mala, hasta que levemente alguien comenzó a aplaudir y los demás le siguieron empezando a corear una canción cristiana, Kagome abrió los ojos lentamente para dar paso a una amplia sonrisa al ver el apoyo de los demás.

    Kouga prudentemente le tomo la mano para llamar su atención, susurrándole en el oído.

    “Estamos todos juntos, en esto”

    De alguna u otra forma eso hizo sentir aun mejor a Kagome al saber que eran todos o ninguno.

    Las personas después de unos momentos interrogándoles como habían logrado llegar volvieron a sus actividades.

    “Les mostraré donde se ubicarán”

    Kouga retomó su papel de guía y los llevó más haya de el lugar central donde estaban reunidos todos llamado “comedor”, atravesaron nuevos túneles. Kagome se adelantó un poco más.

    “¡Ya recuerdo!”-dijo de pronto emocionada-“aquí solíamos jugar a veces Kouga, lentamente mi memoria se esta refrescando por este lugar”-Kouga le sonrió amablemente, Miroku puso una mirada cómplice a Sango pero ella aparentó ignorarlo.

    Se encontraban al frente de dos puertas de madera maltratada y vieja, Kouga con calma abrió cada una, adentró se dejo ver un lugar considerablemente espacioso.

    “Aquí dormirás Kagome, junto con tu amiga”-explicó el moreno.

    “Me llamo Sango”

    “Lo siento, creo que solo les ordene que camináramos y no nos presentamos como se correspondía”-se excuso rápidamente Kouga de una forma algo fingida. Sango frunció un poco sus cejas, ese chico parecía exagerar en lo amable.

    “Él es Miroku, un ex monje budista”-Miroku hizo un gesto con la cabeza y sonrió-“ella es la mejor caza Youkai que existe, Sango”-la aludida hizo lo mismo que Miroku con una fina curva hacia arriba en sus labios-“él es el pequeño Shippo… y esta pequeña gatita monstruo es Kirara”-dijo al tomar entre sus brazos al pequeño ser dado por finalizado las presentaciones formales.

    “Bueno, ya sabes Kagome cualquier, cosa que necesites solo debes decírmela, más adelante me gustaría hablar contigo en… privado, y… creo que debemos hablar sobre el plan que de seguro debes tener para tu gente y la que se encuentra refugiada ahora… Que amanezcan bien”- Kouga tomo el mismo rumbo por donde había llegado, lentamente desapareció, la luz de su antorcha se perdió en la oscuridad de el pasillo.

    El ambiente de pronto se volvió más sofocante de lo que ya era, más espeso, un calor la rodeo de una forma más poderosa que por un momento creyó que se desvanecería.

    “¿Kagome?”- llamó Sango al ver que la muchacha de largos cabellos azabaches de pronto blanqueaba sus ojos-“¿Kagome-chan!?”

    “Estoy bien… es que…”

    “No tiene ningún plan Señorita Kagome….”-Miroku la observó minuciosamente, ella solo bajó la mirada-“No se preocupe, entre todos elaboraremos algo”

    “Hablas en serio”-Kagome se le acercó con ojos emocionados.

    “Claro”-sonrió

    “Vamos Kagome, hay que descansar”-Sango la jaló del brazo llevándola hacia la habitación que les correspondía.

    “Que amanezcan bien, Kagome, Sango”-dijo Shippo antes de que la puerta de las dos muchachas se cerrara.

    …………………….


    Una fresca brisa rodeaba el ambiente, que a veces, cuando se volvía más intensa amenazaba con casi llegar a extinguir la improvisada fogata que daba más luz al oscuro bosque en donde solo se podían escuchar el sonido de una que otra luciérnaga cerca del río, como también monstruos que estuvieran cazando. De todas formas esos seres eran inferiores a él, y por lo mismo ni siquiera se acercaban donde él se encontraba, aun que no sería malo que alguno se atreviera a hacerlo, para tener algo de entretención por un rato y de esa forma usar su espada, la que el mismo se había mandado a hacer, no la otra, un recuerdo de su padre, que estaba en tan mal estado que aun no entendía porque no se deshacía de ella… quizás lazos de familia, lo que llamaban los humanos “recuerdos materializados”, aun que no tenía recuerdos de él, del gran Inu-No-Taisho.

    “¿Por qué me la dejó a mi?”-susurró a la noche al momento que desenfundaba la maltratada y malgastada espada, estaba oxidada, no tenía filo, además de verse más vieja de lo que correspondía, ¿qué demonios tenía de genial?-“es absurdo”

    Volvió a mirar el cielo que ya no era tan oscuro, pronto amanecería, tenía que retomar la marcha de acuerdo a los informes entregados, solo atacaría, ya se estaba cansando que lo presionara el viejo.

    “¡Amo InuYasha!”-Él joven se sobresalto al escuchar la chillona voz de su anciano sirviente.

    “¿Qué sucede viejo?”

    “¡Los cuervos de tres ojos!”-exclamó emocionado

    “¿Qué pasa con esos cuervos de la muerte?”-apoyó su espalda en el grueso tronco con los ojos cerrados.

    “Me han contado que vieron a un grupo conformado por no más de unos cuantos jóvenes entrar al final de este bosque en unos arbustos y desaparecer en ellos de forma misteriosa”-Mioga esperó pacientemente la reacción de su joven amo.

    InuYasha abrió los ojos lentamente.

    “Si sigo por el río será más fácil llegar ¿no?”

    “Asi es… además por algunos contactos me enteré que el río podría estar conectado con algún escondite que tienen por esas zonas, ¡que le parece amo!, he traído excelentes noticias ¿no lo cree así?”

    “Supongo”-Se levantó de su lugar, volviendo a poner en su cintura la espada heredara por su padre, mientras que la que usaba para luchar la dejó atada a su espalda como la acostumbraba llevar-“apaga la fogata Mioga”-el viejo sin decir nada obedeció aquella orden.

    “¿partirá enseguida?”

    “tú ¿qué crees?”-InuYasha tomó las riendas de su hermoso caballo-“Vamos Jigoku”-le dijo al caballo dándole pequeñas palmaditas en el lomo.

    “Como le pone el nombre de infierno a un caballo”-Mioga murmuró por lo bajo.

    “¡Te escuché anciano!, le pongo el nombre que quiera a mi caballo”-se subió enzima y volteó a mirar fijamente a el sirviente que lo observaba desde abajo-“si consigues más información ya sabes que debes decírmela inmediatamente”

    “Claro amo InuYasha, suerte”

    “No la necesito”-pegó suavemente con los tobillos al caballo y este comenzó a andar tranquilamente-“al río Seibo


    ……………………


    Se escabulló por los corredizos que ya había recordado muy bien tras las horas, necesitaba estar completamente sola, deseaba compartir unos momentos con su sola presencia, con su frágil alma.

    Había pasado prácticamente toda la noche despierta, tratando de que su mente creara algún plan, pero por más que intentaba hacerla funcionar no resultaba, y eso la desesperaba. Había analizado y pensado muchas posibilidades pero ninguna llegaba a algo concreto y realmente practico de hacer, quizás ellos simplemente estaban condenados y no existía la otra opción. Todo podría llegar a ser una simple utopía.

    Meció su cabeza tratando de borrar esos pensamientos que no llegaban a nada, para cuando logró desaparecerlos completamente ya había llegado al lugar donde le había dado un impulso por ir.

    Se encontraba frente a una de las salidas secretas del refugio que daban hacia la parte más calmada del río, donde casi no había una corriente y el agua era más calida que en los otros sectores del mismo.

    Una sonrisa agradable apareció en su rostro, dio unos pasitos rápidos hasta llegar a una roca que estaba a orillas del agua, y ahí se sentó, se fijó que el cielo estaba mucho más claro y que el sol parecía querer salir ya.

    Unas aves salieron volando rápidamente de unos árboles, pero ella no le prestó mayor atención, estaba fijando sus ojos en el reflejo de el agua, en lo que le mostraba este, se veía a ella, su rostro pálido, demacrado, sus ojos no tan vivos como antes, pero no lo suficientemente muertos como aquel trágico día que la aldea Yume como su propio nombre fue solo un sueño fugaz. Al menos sus ropas habían cambiado, una jovencita del refugio amablemente le dio un kimono de fondo blanco con estampados de cerezos, naturalmente no estaba en las mejores condiciones, pero estaba más cuidado que el suyo propio.

    Otras aves empezaron a volar de la copa de los árboles donde se encontraban, sin embargo Kagome siguió ignorando aquello sumida en sus propios pensamientos, no entendía porque no podían vivir en paz, como la demás gente, era algo frustrante.

    Los gritos de aquella temible noche volvieron a su mente, la sangre derramándose en cada cuerpo, dejando charcos por todo los lugares de la aldea, pequeños niños corriendo despavoridos, tratando de salvarse pero siendo brutalmente asesinados por otros soldados que les cortaban la cabeza al pasar por sus lados sobre los caballos, trozos de cuerpos desparramados, apreciar con sus hasta ese momento inocentes ojos esa maldad, la imagen del bebe de una de sus amigas siendo tomado por los pies mientras lloraba desesperado el pequeño inocente y su chillido más fuerte al ser atravesado por esa gigante espada que doblegaba el tamaño del pequeño cuerpo infantil.

    Kagome se agarró con ambas manos la cabeza, su cuerpo se convulsiono al momento que las lágrimas salían de sus ojos como dos tormentosos ríos, hasta ese momento no había recordado tan bien cada cosa que había visto en esa masacre, pero ahora que había empezado a desbloquear su mente se volvió a sentir sin alma, como si le hubiesen arrancado todo aquel día.

    Vete y hazlos feliz, se feliz

    “mamá….”

    Se abrazó a si misma más fuerte sin darse cuenta que sus sollozos habían subido de tono casi formando gemidos desconsoladores al recordar más escenas, más rostros mirándolas con miedo y buscando alguna luz.

    “No fue nada difícil encontrarte”

    Fría.

    Cortante.

    Sombría.


    Kagome apretó más fuerte sus ojos al tener una idea de quién provenía aquella voz. Escuchó los pasos acercase más y sin abrir sus parpados se abrazó a si misma tratando de protegerse.

    “Como si de esa forma no te pudiese atravesar con mi espada”-le dijo irónico en el oído, sintió el sol a sus espaldas quemarle levemente.

    “Co…como logro llegar… hasta aquí”- Kagome alzó la cabeza mirándolo a los ojos, él estaba demasiado cerca de ella, con esos ojos terriblemente amenazadores, enigmáticos y misteriosos.

    “Esas cosas no se pregunta niña”- observó cada detalle de ella, había algo que por más que tratase de evitarlo no podía, esa fragilidad que demostraba en ese momento aquella muchacha lo hacía recordar tanto a….

    “me vas a matar…”

    “¿Qué crees?”

    “no… pregunté…yo…afirmé”-Kagome se pasó los dedos por las mejillas tratando de borrar las lágrimas de ellas, pero aun que ya su cuerpo no temblaba involuntariamente, aun seguían cayendo más de gotas salinas. Si moría en ese momento, estaría en el otro mundo con su familia…

    ¡NO!

    No podía ponerse a pensar en eso, adentró había gente que estaba confiando en ella, tenía que salir de ahí, tenía que hacerlo de alguna forma… pero... ¿cómo?

    “El río Seibo…”-InuYasha examinó el lugar muy tranquilo, con esa típica actitud de un asesino que parece tomarse todo el tiempo del mundo.

    “virgen…”-susurró en algo casi inaudible.

    “No me interesa si eres virgen”-se cruzó de brazos, cuando una sonrisa malévolamente seductora se formó en su rostro-“aun que eso se puede cambiar antes que mueras…”

    Kagome se puso de pie de forma defensiva obligando involuntariamente a que él tuviese que retroceder un poco, sus ojos brillosos de enojo lo miraron sin apartar la vista, puso sus brazos a los costados de su cuerpo empuñando sus manos.

    “No me refiero a mi, me refiero a este lugar… se llama Seibo que significa virgen, es un lugar sagrado… y tú…tú con tus pensamientos sucios…”

    “No creo en los lugares santos”-declaró firme acercándose nuevamente como un felino a ella-“pero… te daré el gusto de morir en un lugar sagrado para ti”

    Kagome retrocedió hasta que su espalda choco con la piedra donde había estado sentada segundos antes, su cuerpo fue aplastado por el de él, que era mucho más fornido, grande y musculoso, sus emociones fueron cambiando drásticamente, de asco a desesperación, ira, miedo y por último sorpresa cuando en vez de creer recibir esa espada en su corazón o alguna otra zona de su cuerpo, lo que obtuvo fue algo así como un fiero beso.


    Continuará…
     
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