Ingratos

Ingrato​

Ingratos, son todos unos ingratos, buscan el cariño de alguien, igualmente ingrato como ellos. Sus padres. Tener un hijo es un milagro que se agradece, y abandonarlo es ser un ingrato con quien permite que estos milagros se den.

Pero ellos también son unos ingratos, bien pudiendo haber sido asesinados o sepa quien que otra cosa lamentable pudo haberles sucedido, vinieron a parar con la mujer más amorosa del mundo. La señorita Darcy, es una señora ya de edad. Dueña del orfanato Lonely, no es un nombre que de gran chance de que uno se la pasará bien allí, pero así es. Ella me ha cuidado desde que tengo memoria, y a todos los demás niños de este, mi querido orfanato.

Pero todos y cada uno de ellos son unos ingratos, exceptuando a Sofía, ella es una niña que nació con muchos problemas y que posee una alarmante cantidad de enfermedades, pero a pesar de que la vida a sido cruel tratandola de este modo y apuntandola con esta mala suerte, ella no es ingrata y agradece que todavía, puede estar para vivir las pequeñas cosas de la vida por las que uno se quiere quedar en este mundo.

Sofía y yo, somos los únicos que salvan de la ingratitud y mediocridad del resto, todos se quejan de que sus padres no los aman, o de que la vida es injusta y los lleva a partes desoladas, como un ejemplo simple, este, un orfanato.

Algunas veces quisiera ir a decirles lo muy mediocres e hipócritas que son con esos pensamientos egoístas. Ir a mencionarles lo mucho peor que podrían estar en este mismo momento. Pero lo que ellos necesitan es otra cosa y no quedar como estúpidos.

Salve a eso no deja de molestarme terriblemente lo ingratos que son, como pueden menospreciar la valiosa ayuda que les dio la señorita Darcy, cuidándolos desde su tierna infancia, sacándolos de las calles, de las drogas, y de otras vagabundancias que prefiero no mencionar. Ella ha sido su ángel desde que yo la conozco y a esos malagradecidos, ingratos y mayores cosas.

Lo únicos que oigo salir de sus bocas son cosas como, quiero a mi madre, quiero que mi papá me encuentre. Y yo creo que sus padres saben perfectamente donde están sus hijos en este momento. Pero de tal palo, tal astilla y sus padres no son otra cosa que unos mediocres e ingratos, malos ejemplos, malos padres y malas personas.

Yo, en cambio, agradezco estar donde estoy, la vida no ha sido del todo justa conmigo, he nacido con cierto retraso que hace que el mundo me vea con un desprecio indigno, he nacido con cierta falta de cosas escenciales, he nacido antes de tiempo, y, lo peor de todo, he nacido sin un padre y he matado a mi madre con el sólo hecho de haber llegado al mundo. Pero agradezco que, en este presiso momento, cuento entre muchas cosas que seguro olvidaré mencionar, con más de una persona que me quiere y valora por quien soy, con un lugar que por muy criticado y demás que sea, le puedo llamar con orgullo hogar, cuento también con un corazón que late y puede sentir amor, amor por este lugar, amor por quien me dio la vida, amor quien me cuida y amor por mí mismo, porque yo soy alguien que merece ser amado hasta por sí mismo.

No soy ingrato, y no deseo serlo, deseo profundamente ser siempre así como soy.