Tras terminar la saga Iota, habéis desbloqueado un nuevo elemento importante en la historia de Galeia. El enigmático personaje de Tau dejó escritos varios documentos que parecen apuntar a algo demasiado complejo como para ser entendido sólo con la lectura de unos cuantos. A lo largo de la aventura, puede que encontréis más de estos informes. Aquí aparecerán recogidos todos en el orden en el que fueron originalmente escritos. Conforme más avancéis, más encontraréis... y más luz será arrojada a la verdad. Recordad que las notas en rojo son anotaciones de Iota, mientras que el grueso de los informes son del puño y letra de Tau. -------------------------------- Informe número 1 Mi nombre es Tau. Soy hija de dos de los fundadores del Comité de Investigación y Restauración de la Vida, y dirigí en el trecho final de este las investigaciones. Investigaciones que no sabía que derivarían en algo tan grande como terminó derivando. Desde que Phi, mi hermano, se marchó, abandonándome a mí y a la ciencia, mi única preocupación consistió en intentar no ya reconstruir la vida, sino reconstruir el mundo. Logré hacerme con Celebi, el pokémon viajetiempo, para poder explorar el pasado, el presente y el futuro: trascendiendo al tiempo, quizá podría entender cómo cambiarlo. Pero todo era en vano. Mi noble intención de cambiar el pasado, evitar la gran catástrofe que provocó el Arma Omega de la mano de los pioneros, fueron en balde: intentos e intentos hice, desesperada, hasta que tuve que desistir. Descubrí así, a fuerza de fallar, que el tiempo no puede cambiarse. Que el tiempo es inamovible. Necesitaba otra solución. Una solución para poder arreglarlo todo de una sentada. No estaba dispuesta a seguir sentada en mi silla, investigando cada granito de vida que pudiese crear, para terminar reconstruyendo una ínfima parte de todo lo que una vez había vivido. No. Quería recuperarlo todo. Necesitaba recuperarlo. Por eso, encontrar el camino al núcleo del mundo, de donde manaba toda la energía vital, fue la clave. Di instrucciones precisas de jamás acercarse a aquella fuente latente de energía, aquella masa de luz maltratada que parecía a punto de desfallecer. Privé del acceso al núcleo a cualquiera de los hombres y mujeres que trabajaba conmigo en el CIRV. Ellos no podían tocarlo. Tenían que permanecer al margen, porque era algo que solo yo podía hacer. Solo yo debía tomar esa responsabilidad. Estaba dispuesta, incluso, a morir si era necesario: si moría para salvar al mundo, mi muerte me haría eterna. Para mi sorpresa, no morí, sino que, al acercarme al núcleo, sentí cómo la energía me envolvía. Sentí como si mi alma se saliese de mi cuerpo, como si todo mi ser estuviese fluyendo junto al resto de energía. Notaba como parte de mí se fusionaba con aquel extraño artefacto, aquel "corazón", que latía con fuerza. Y mis deseos de recuperar el mundo, mis ansias de lograr crearnos a todos un futuro, salvar a todos de la destrucción, obraron por sí solas. No entendí bien qué es lo que sucedió, pero... cuando pude salir de allí, mis sensores de energía vital detectaron algo extraño. Había una señal de una enorme cantidad de energía, de energía nueva, joven. Pero estaba lejos. En un lugar indeterminado. ¿Había creado algo yo misma? ¿Mi unión temporal con el núcleo había servido para... crear vida? En ese momento, no lo entendí bien. Informe número 2 Descubrí al fin qué es lo que había pasado. De algún modo, había abierto la puerta hacia aquel otro mundo: hacia aquel fascinante mundo. Al principio no lo entendía. Creía que era una especie de mundo paralelo, distinto al mío... pero en él, todo parecía ser tan maravilloso... todo estaba bien, todo estaba en orden. Todo era tal y como debía de ser. ¿Se trata del mundo espejismo? Ilusionada, todo parecía solucionado a mis ojos. Pero, cuando comprendí que lo que había sucedido era algo muy distinto a lo que yo pensaba en un principio... entonces me preocupé. Porque, si eso era cierto, yo, simplemente... había visto un pasado muy lejano. Sí. Aquel mundo no era un mundo distinto al mío. Era exactamente el mismo, pero... años atrás. No había logrado abrir las puertas a un mundo nuevo. Había duplicado el mío. El mundo espejismo es una especie de dimensión paralela que representa a nuestro propio mundo muchísimos años en el pasado. ¿O quizá es más complejo que eso? Informe número 3 Me llevaría bastante tiempo asimilar todo lo sucedido. En mis incesantes intentos de librarme de mi horrible realidad, había, de algún modo, logrado crear un mundo paralelo. Estoy casi segura de que Tau creó el mundo espejismo. Ese debe ser el mundo que ella creó. No hay duda. Pensé que todo había acabado y que, por fin, había encontrado la solución. Pero... cuando vi a aquellos hombres construyendo la máquina, en la ciudad a la que llamaban "Pionera", comprendí que estaba muy equivocada. Aquella realidad era exactamente igual a la mía, pero en un tiempo diferente. En un pasado lejano. ¿Es posible que el mundo espejismo y nuestro mundo tengan una temporalidad diferente? ¿Es posible que ambos, realmente, sean un mismo mundo, una misma realidad, pero en distintos periodos temporales? Por tanto, si la realidad era equivalente, sucedería lo mismo. Todo acabaría igual que en mi realidad. No podría permitir eso, claro. Pero, ¿cómo hacerlo? ¿Cómo cambiar un futuro que, tras tantos intentos infructuosos por cambiarlo, parece imposible de alterar? El tiempo no puede alterarse, el tiempo no puede cambiarse; los hechos son los que son, y había entendido eso tras mucho tiempo de estudios y análisis. Por eso creé otra realidad. Una que había resultado ser un duplicado. Pero... ¿funcionarían las leyes espaciotemporales igual en esta realidad y en la mía? Quizá esa era la solución. Nadie puede alterar la realidad, el tiempo, el futuro o el pasado. Pero esta realidad puede ser diferente. Yo he creado este otro mundo: en cierto sentido, yo soy su diosa. Quizá nadie pueda cambiar nada... nadie salvo yo. Porque los dioses no son personas. "Diosa". Tau se creía la diosa de ese mundo. ¿Qué has hecho, Tau? ¿Cómo has logrado todo esto? Y tenía las herramientas necesarias para moverme por el tiempo e intentar alterar la historia en esta nueva. Tenía a Celebi. Infore número 4 Sí... descubrí que el tiempo en mi mundo paralelo sí que podía ser alterado. Tau pretendía "alterar" el mundo espejismo, probablemente para evitar la gran catástrofe. El punto es... esa catástrofe de la que habla en su primer informe, ¿cuándo sucedió? ¿De qué época proviene Tau? Porque aquel otro mundo no era más que una copia del original que yo misma había creado. Y, en tanto que era un mundo artificial, las reglas espaciotemporales parecían ser lo suficientemente moldeables como para lograr mis propósitos. Mi prioridad era lograr que el futuro de ese nuevo mundo fuese distinto al final apocalíptico en el que terminó sumido el mío. ¿Final apocalíptico? ¿Cuándo sucedió algo así en nuestro mundo? ¿Tal vez en el futuro...? No comprendo del todo este punto. No obstante, alterar el pasado no fue fácil. Pero lo iba a lograr. Descubrí que la única forma de alterar la línea de sucesos del mundo paralelo que había creado era añadiendo en él un elemento de mi mundo. Si, por ejemplo, yo misma alteraba algo, al proceder yo de una línea temporal paralela, igual pero de un mundo diferente, ese cambio podría afectar al transcurso del paso del tiempo en la otra línea, en el otro mundo. Porque yo no pertenecía a mi propia creación, al mundo artificial, sino el original... y, entonces, las reglas espaciotemporales no tenían en cuenta la posibilidad de la presencia de alguien ajeno a su propio tiempo. El pasado no puede alterarse, todo lo sucedido en el pasado permanece invariable, y no pueden aparecer elementos externos... pero, según Tau, esas reglas sólo aplican para el mundo en sí. Si el elemento externo procede de un mundo diverso, esa regla temporal no tiene funcionalidad, y, por ende, sí se podría cambiar el pasado. ¿Eso quiere decir que nosotros podríamos alterar el destino del mundo espejismo? Pero yo no podía quedarme allí. No debía involucrarme con aquella gente, porque los conocía bien, y nada podría hacer. En cambio... quizá Vakuum sí que podría. Mi Pancham era la clave, claro que sí. Vakuum, un Pancham. Debe ser ese que aparecía entre sus dibujos... el Pancham gris. A buen seguro, si lo abandonaba en el otro mundo, en la Ciudad Pionera, los humanos comenzarían a estudiarlo, dadas sus especiales cualidades y su procedencia; porque Vakuum era de otro mundo distinto al suyo. Y, si todo salía bien, independientemente del destino que sufriese mi Pancham, él sería capaz de cambiarlo todo. No perdía nada por intentarlo... bueno, únicamente perdería a un "amigo", pero... hace tiempo que el concepto de la amistad dejó de tener trascendencia para mí. Informe número 5 Él era la clave. Era un sacrificio necesario, después de todo. Todo se solucionó a costa de su sufrimiento. Debo investigar acerca de "él". No es como si me sintiese culpable por ello. El fin justifica los medios, y yo lo he logrado; he logrado salvar al mundo. ¿De qué catástrofe hablaba Tau? El próximo paso era abandonarlo todo. Había desafiado a las leyes de la física a cambio de la salvación. Ahora, lo había conseguido; me había erguido como la propia diosa de este lugar, de algún modo u otro. Por lo tanto, lo único que me quedaba era salvarme a mí misma. Me merecía aquella salvación. Pero mi sed de conocimiento no estaba saciada. Informe número 6 Mi plan se desarrolló sin problemas: me lancé al vórtice del mundo artificial. Por fin podría tener una vida digna, vivir en un mundo en paz. No en vano había creado aquel mundo en el que, gracias al sacrificio de él Él. Otra vez él. ¿Quién es "él"?, pude cambiar el destino. Una réplica de mi mundo cuyo futuro, ahora, era distinto a mi futuro. Un futuro en el que tal vez todo podría estar bien. Así que me arrojé allí, sin darme cuenta de que en el proceso, alguna especie de fallo me haría perder el control. Perdí parte de mis recuerdos, y fui encontrada por aquel amable científico y su hija, una tal Sylvia, y pronto fui acogida y adoptada como una hija más. Tau... así que esa es la verdad que mi padre nunca me contó. No fuiste "adoptada" como tal. Fuiste encontrada cuando "cambiaste de mundo". Pero, ¿de qué mundo viene Tau? Llevé una vida feliz, sí. Pero aquellos recuerdos duraron poco. Celebi seguía en mi poder, y tan pronto como recuperé parte de mi memoria, me di cuenta de que aún no era del todo seguro que aquel mundo fuese totalmente estable. Y yo, como su diosa, debería verificar que nada saldría mal... Pero claro, la desgracia me pasaría. Logré evitar la catástrofe, pero... un necio volvería a causar otra. Una catástrofe distinta, que volvería a romper el equilibrio que había creado. No podía permitirlo. Nunca jamás permitiría que los planes de una diosa se viesen estropeados por un infeliz. Es por eso que decidí añadir un nuevo elemento a este juego de mundos. "Un nuevo elemento". ¿Tendrá algo que ver con las "creaciones" que menciona posteriormente? Informe número 7 Sí, todo por lo que luché sería volatilizado por un estúpido que ni siquiera debería existir. Quedé completamente impresionada cuando descubrí que ese tipo era, en realidad... alguien que no debería estar en ese mundo. Y no solo él. Todo lo que le rodeaba era ficticio. Nada debió existir. Vuelve a hablar de "él", pero esta vez, creo que es un "él" distinto. Creo que este "él" es el mismo "necio" del que hablaba antes. En un principio, me dirigí presta a mi mundo de origen y contacté con el núcleo del mundo para diseñar a mis creaciones. El núcleo del mundo... inconmensurable fuente de energía vital. ¿Con él es como Tau lograba jugar a ser diosa? Con ellas, debería de ser capaz de manipular el transcurso de los hechos. Porque yo, creadora de ese mundo, creadora de un mundo distinto al mío, no era capaz de alterar la línea temporal. Y no lo entendía... porque él, de algún modo, pudo. Así que lo investigué. A él, y a aquella persona que estaba junto a él. A ambos. Y descubrí una atroz verdad, descubrí, como ya he escrito, que no debieron existir. Que fueron... fruto de un error. Desconocía esos datos, desconocía que funcionaba así. Desconocía que, dado que el mundo réplica había sido creado por mí, el mundo réplica necesitaba de mi existencia en todo momento para poder sostenerse. Me necesitaba... y por eso creaba réplicas de mí constantemente. A lo largo de la historia de aquel mundo, pude averiguar que siempre, en la fecha en la que me encontrase, existía una contraparte de mí... incluso tras el cambio que supuso evitar la catástrofe, más contrapartes de mí seguían existiendo, siempre una al mismo tiempo, y siempre acompañada de él. ¿Contrapartes de Tau? ¿De qué habla? Aquí ya comenzó a perder la cabeza, sin duda. Sin embargo, ahora yo estaba en el mundo réplica. Ahora, solo debería haber una Tau. Quizá por eso sucedió lo que sucedió... sucedió aquello de forma inevitable. Quizá por eso mi contraparte terminó desvaneciéndose. Insiste en hablar de su contraparte, pero... solo hay una Tau, siempre ha habido solo una Tau, ¿no? Y quizá por eso aquel imbécil lo arruinó todo. ¡Iluso! Él no sabía que yo, que una parte de mí, debía existir siempre, ¡que si desaparecía definitivamente, aquel mundo no podría seguir! Esa era la ley no escrita que acababa de descubrir... y ni siquiera yo fui consciente de ello. Ya era tarde. La segunda catástrofe sucedería, y ya se podían notar las consecuencias... mi equilibrio, mi mundo. Todo destrozado por culpa de aquel inepto. Sus actos fueron absurdos, pero... pero quizá, solo quizá, todo se estropeó por mi culpa. Quizá yo nunca debí entrar en la copia de mi mundo. Poco importaba ya. La culpa era suya, y... yo no podía sino intentar solucionar sus lamentables errores. Y así fue como nacieron... las "creaciones", probablemente. Informe número 8 Ni siquiera mis maravillosas creaciones lograron solucionar el problema. Creaciones. Esas creaciones son la clave de todo. Necesito encontrarlas, puede que ellas me lleven hasta Tau. Jugar a ser diosa no parecía agradar al "equilibrio" del mundo. Pero no, no lo iba a permitir, no podría permitirlo. No estaba dispuesta a sufrir mil veces; no había llegado tan lejos para que mi maravilloso paraíso se viese alterado por una estupidez. El sufrimiento de una podría evitar el sufrimiento de millones; y el equilibrio del mundo. Ya provoqué que mi amigo sufriese; ¿por qué no iba a sufrir también yo misma? Era imposible evitar la muerte; un nuevo cambio provocaría un daño irreversible, y ya no podría controlarlo más. Mi paraíso debe mantenerse intacto. Debe ser único e inamovible. Así pues, ¿qué me quedaba por hacer? No podía seguir jugando a ser diosa... así que... Debería dejar de jugar... y hacerlo realidad. En este punto, puedo decir con rotundidad que Tau enloqueció. Nada de lo que explica en sus escritos parece coherente. Informe número 9 Mis creaciones habían entrado, pues, en un bucle infinito. Un bucle con pequeñas variaciones, propiciado e instigado por dos viajeros temporales que parecían empeñados en afectar el transcurso del tiempo... y, en cierto modo, tenían capacidad de alterar en otras lineas temporales paralelas, líneas que surgieron después de que aquel necio provocara esa otra catástrofe, esa segunda catástrofe. Yo observaba, irritada, cada uno de los fallos de mis creaciones. Ni siquiera el hecho de que esos dos viajeros pudiesen cambiar parte del destino, la revelación de que puedes tener una influencia parcial sobre una linea paralela (no es de extrañar, claro, pues los universos paralelos son un error en sí mismos, ¿acaso no traería dicho error más y más irregularidades?), parecía servir para que mis creaciones hiciesen su trabajo. Eran patéticos, creyendo ser humanos comunes, "holders" que vivían la aventura en Galeia, creyendo ser libres, creyendo ser plenos. No, no lo eran. Su propósito, el motivo por el que fueron creados, era evitar la segunda catástrofe... y siempre se acercaban pero nunca lo lograban. Mis diez creaciones, a las que hice desde cero e introduje en el mundo copia, eran seres sin pasado, que solo existieron desde que comenzó su viaje por la región, un viaje exclusivamente para lograr dicho destino... y fallaban. Un fracaso. Eso es lo que eran. Nunca debí haber confiado en ellas. Fueron un error... que nunca debí cometer. Sí, si quería hacer algo, debería hacerlo yo misma. Me convertiré en el nuevo núcleo del mundo copia, controlaré los dos mundos, y... les daré una última oportunidad. Si fallan esta vez, como llevan haciendo tantas, será el final. Estaba decidido: mi próximo objetivo era el núcleo del mundo copia. Una vez llegase a él... sería la diosa omnipotente que siempre debí ser. Informe número 10 Una vez que de el paso, no habrá vuelta atrás. Seré la diosa de este mundo. Seré la diosa de todos los mundos. Y, con mi mano divina, podré arreglarlo todo. Pero, ¿y si ni siquiera eso basta? ¿Habrá sido todo en vano? No, no, nunca permitiré que mis esfuerzos sean inútiles. Si no puedo hacer que todo sea perfecto incluso después de convertirme en el núcleo de todo, en la creadora, simplemente lo destruiré todo. Antes que ver mi paraíso en desequilibrio, prefiero verlo desaparecer. ¡Y podré volverlo a hacer desde cero! ¡Y será perfecto! ¡Perfecto como debió ser éste! ¡Perfecto y maravilloso! ¡Inamovible! Tau... ¿qué te pasó? ¿Por qué hiciste todo esto? Después de leer los informes, solo hay algo que pueda sacar en claro: ya sé dónde debo buscarla. Todo apunta al mismo lugar... El mundo espejismo. No puedo permitir que alguien robe estas notas. Así que las arrancaré y me aseguraré de que no acaban en malas manos. Si una mínima parte del delirio de Tau es cierto... no quiero ni pensar hasta qué punto trasciende esto. Tau, hermana. Voy a encontrarte.
