A que leve manto azul que cubre la piel blanquecina, hecha de tejidos flexibles. Cubre, que cubre la pinche hinchazón. La mano apenas se mueve, el pulgar, parece sufrir. —¿Acaso desea otro suplente? Al parecer sí, por que se nota que su humano es exigente. La muñeca se remueve, se resiente, esta sostenida por ese manto azul, l cuida, y contiene. Se la nota hinchada. —¿Acaso ha de desear un masaje? Unas manos se ven surgir, las empieza a dar suaves toques y con él, surgen ruidos, como una descompensación de la muñeca. Bajando el recorrido, al observarlo tan solo se nota el antebrazo hinchado y adolorido, pero aunque se queje, no ocasiona que el humano lo deje. ¡Pobre extremidad! La mirada va recayendo o subiendo en dirección al humano, encontrándolo pensativo. Entramos en su subconsciente. Encontrándonos con... "Duele..." "Ayer... No pude dormir del dolor..." "Apenas la muevo... Esto ya está siendo el colmo..." "Mañana hay exposición, no puedo faltar..." "Si dejo que éste dolor siga, se agravará..." "¿Voy o no al médico?.." "¿Cuándo puedo ir? ¿El viernes o el sábado?..." "Si falto, pierdo puntos... Y estos equivaldrían a un desvelo, ¿Qué he de hacer?..." Te mareas con tanta indecisión. ¿Qué es lo mejor que se puede recetar?