One-shot de Naruto - Incorrectamente placentero

Autor: Pire
Palabras: 897
Género: Romance, drama
Personajes: Ino Yamanaka y Shikamaru Nara.
N/A: Para Insane y su faceta de este mes. esperando que se apiade y escriba otro Nejiten.

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Él abrió sus oscuros ojos al percibir aquel singular caminar acercandose a su ubicación donde tiempo antes observaba el transito tranquilo de sus infladas nubes y la tranquilidad lo abrumó causando un sueño recuperador.

Ella simplemente se quedó de pie, a unos metros de su posición, mirando aquel tejado al cual estaba ya familiarizada, pero que en ese instante parecia el lugar más interesante del mundo. Algo había sucedido, aunque por aquella incomoda mujer no podría determinarlo. Cerró nuevamente los orbes, ella se lo diria, sino no hubiera ido a ese sitio, que era de él.

La fémina comenzó a hablar de temas banales, hasta que aquello que la perturbaba brotó atropelladamente de sus rosáceos labios. Un silencio aconteció en el cual el Nara, en algún punto, dejó de respirar, algo que logró pasar desapercibido. Abrió pesadamento los ojos con abundante haraganería, lo cual proporcionó a la rubia la idea que su confesión había sido ignorada.

—¿Me escuchaste Shikamaru idiota?—esperó unos segundos la respuesta que no llegó.—Estoy saliendo con Sai.

El maestro de las sombras se incorporó con suma calma, una vez de pie perforó con aquellos ojos oscuros los celestes de la Yamanaka, haciendola dudar por un segundo. Ella solía dominando siempre, su actitud maleable y que cedia por un poco de paz, pero en ciertas ocasiones, como aquella, Ino se quedaba sin palabras.

—¿Estas jodiendome no?—Ella no apartó la mirada.—¿Desde hace cuanto Ino?

Ella dejó salir dos palabras. Algunas semanas. Así que salia a la luz la razón por la cual la rubia lo evitaba hace algun tiempo y más aun el tiempo que antes disfrutaban al estar solos. En algun punto aquella relación implicita, carnal y placentera surgió espontaneamente, sin pedirlo por ninguna parte, simplemente los labios se rosaron causando un frenesí insaciable de ambos. Ahora, con aquella confesión, la Yamanaka dejaba en claro que eso acababa en ese momento.

Un sentimiento caliente nació en el centro del cuerpo de Shikamaru, dandole fuertemente en el orgullo masculino, había sido cambiado, era un perdedor ante el dibujante de la aldea; perdió una batalla que jamás supo que enfrentaba y que de ser asi, por ser el mejor estratega de Konoha, hubiera salido victorioso.

Mirandola de pie ante el, la determinación brillando en esos diamantes reconoció que ambos sabían que ese juego caliente llegaría a su fin en algun punto, por que era un entretenimiento o esa definición le otorgó el Nara. Sin embargo ¿eso era lo que verdaderamente quería el masculino, acabarla con Ino? Una punzada perforó su estomago, posiblemente no ahora, aquello tenía fecha indefinida.

Ese mismo pensamiento lo abrumó cuando, meses atras, formalizó con Temari y la idea de cortar a Ino se volvió primordial, pero lo dejó pasar y aún mas cuando Temari no quiso hacer pública su relación, concediendole una excusa de aferrarse a su compañera de equipo. Si, tal vez era un desgraciado, pero él era adicto a ella.

Shikamaru realizó un movimiento de manos lo cual confundió a la fémina quedando complemente inmovil, su sombra había sido apresada, él camino siendo imitada por la rubia que mordía fuertemente su labio inferior, lamentando internamente haber ido a verlo, cuando simplemente pudo evitarlo aún más tiempo, dandole a entender que aquello no le interesabas más, pero en su interior compredió que eso la convertiría en una cobarde. El Nara se detuvo a unos escasos centimetros, acortando monumentalmente la gran distancia, que parecia aún mayor de lo que era, que los alejaba. El jutsu cayó liberandola de esa carcel, sin esperar Shikamaru la tomó de la muñeca atrayendola hacía él aún más.

Negro con celeste se cruzaron con una intensidad aplastante, sentimientos reprimidos gritaban por salir y manifestarse, Ino apartó la mirada, en consecuencia y con la mano libre Shikamaru la obligó a mirarlo a los ojos, los reclamos y sentimientos la atravesaban haciendola dudar de sus propios pensamientos. Un escalofrios la recorrió al sentir la palma masculina en su mejilla. Él se acercó aún más.

—¿Esto lo que jodidamente quieres Ino?— su aliento acarició sus labios haciendola temblar.

—Sabiamos que esto no duraría Shikamaru, asi que es mejor dejarnos de juegos.—Ella intentó hablar con frialdad, restandole importancia a la situación.

El estratega alejó la mano de la tersa mejilla femenina tomando la otra muñeca, se acercó a su rostro y aún más hasta alcanzar a rosar su oreja con los labios.

—Ino, no puedes escapar de esto.

En un movimiento rapido y certero poseyó aquellos labios entre los suyos sintiendo su esencia, aquella suavidad hechizante y un sin fin de sensaciones naciendo de su interior. Él demandó más de ella, profundizando con su lengua, intentando alcanzar su centro. Ino dejó escapar un leve gemido, solamente él era capaz de dominar su alma implacable, en un intento debil de resistirse de los deseos de él y de sus propios anhelos, jaló de sus manos para liberarse del agarre. El Nara la miró con una leve sonrisa y se acercó lentamente a su cuello, besando aquel punto clave para convertirla en un cubo de hilo expuesto a 40 grados de temperatura.

Ino perdió las fuerzas y ganas de moverse, su cuerpo gritaba ruidosamente mantenerse quieta al sentir el fuerte agarre en sus muñecas y los explendidos movimientos de lengua de su compañero. Ella no podía luchar más, no contra él y mucho menos contra sus propios deseos.

Estaba jodidamente perdida.