One-shot In(deseable)

Tema en 'Mesa de Fanfics' iniciado por Hygge, 28 Octubre 2018.

  1.  
    Hygge

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    Título:
    In(deseable)
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    Para adolescentes. 13 años y mayores
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    Drama
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    1539
    Mimi recargó su espalda en la pared de aquella cocina, con notoria impaciencia en la mirada. Estaba molesta, cansada, y la música de la fiesta que se estaba llevando a cabo en la sala contigua no dejaba de retumbar sin descanso en su cabeza. Frunció el ceño, siguiendo con la mirada la figura de una joven un poco mayor que ella, quien se encontraba hablando por teléfono en aquel mismo instante. Mimi solo quería que colgase de una vez y decidieran marcharse de aquel lugar, pero obviamente el estúpido de su novio Hubert al otro lado del teléfono era mil veces más importante que su salud física y mental.

    No entendía por qué diablos había aceptado venir a aquella fiesta en primer lugar. Mimi no era de esa clase de personas a las que le gustaban las congregaciones de personas, apelotonadas unas contra otras con la música a todo volumen retumbando en sus oídos. Pero por alguna razón su voluntad decayó cuando su amiga Effy Joy le propuso ser su acompañante para la fiesta. Al fin a ella sola, y a nadie más.

    Lo cierto es que su relación era... peculiar. Tan pronto podían estar enzarzadas en una de sus fuertes discusiones como podían estar pasando el tiempo juntas, como dos amigas normales y corrientes. Pero últimamente, desde que Effy había iniciado su relación con Hubert, Mimi se había sentido ciertamente desplazada y ofendida. Y esa era la razón principal de las discusiones más recientes, la mayoría de las veces iniciada por la joven Honda. No podía evitar que su humor decayese con cada referencia que su amiga hacía sobre Hubert, y a pesar de verse en la necesidad de sentirse feliz por su amiga, era incapaz de hacerlo.

    Y eso le frustraba, le frustraba mucho. ¿No podía comportarse como una amiga normal? ¿Por qué aparecía esa punzada en su pecho cada vez que escuchaba ese maldito nombre salir de sus labios?

    No podían ser celos... ¿verdad?

    —Lo siento, pero me es imposible ahora mismo Hubert —comentó la rubia, dirigiéndose hacia el frigorífico con el teléfono en mano—. No, no voy a poder coger el coche ahora, Mimi me llevará a casa.

    Mimi rodó los ojos. Claro, como ella no había bebido y la otra se había puesto hasta arriba en la fiesta, ahora sí que la necesitaba, ¿no?

    —No, hasta pasado mañana no podría, mañana tengo trabajo —continuó hablando, colocando el móvil entre su hombro y su mejilla mientras se servía un poco de refresco en el primer vaso que encontró en la encimera. La joven Honda abrió los ojos al ver que ese era su vaso, y que aún no había terminado su contenido. Sus mejillas se colorearon irremediablemente cuando se llevó el vaso a los labios, y frunció el ceño con aparente disgusto—. Está bien, como quieras. Hasta luego.

    Effy colgó, llevando el teléfono hasta el bolsillo del pantalón. Mimi chasqueó la lengua mientras la observaba en silencio. Effy siempre había sido deseada por muchos, pero pero en muchas ocasiones se le presentaba indeseable para ella al menos, en el exterior. Su actitud rebelde, a veces prepotente y orgullosa la sacaba de quicio. La mayor volvió a beber otro poco del interior del vaso mientras su mirada se enfocaba en Mimi, quien al parecer no le había quitado la mirada ceñuda ni un segundo de encima.

    —Las fotos duran más, ¿sabes? —sonrió, ladeando la cabeza con cierto brillo divertido en los ojos. Mimi desvió la mirada, apremiante, sintiendo el calor en sus mejillas volverse más fuerte. Odiaba sentirse traspasada por esa mirada felina, le hacía sentir expuesta y eso era lo que menos quería. No quería que supiese de las inseguridades que la aquejaban en el fondo en torno a su persona.

    —¿Has acabado ya? Es hora de irnos, ya no aguanto ni un segundo más aquí —comentó Mimi, notándose el tono irritado en su voz mientras desviaba la mirada hacia la puerta que daba al exterior.

    Effy simplemente suspiró, jugueteando con el contenido de su vaso mientras parecía ignorar sus palabras. El efecto del alcohol se hacía visible en la lentitud en su habla y en cada paso que daba.

    —Sí, sí, como mandes. Espera que me termine esto y nos vamos —respondió la mayor, haciendo un ademán de acabarse el contenido de su vaso con toda la tranquilidad del mundo.

    Pero Mimi ya no lo aguantaba más. Apretó los puños y dejó de pensar, su cuerpo ahora controlaba sus acciones. Así, acabó dirigiéndose a paso rápido hacia ella para quitarle de un movimiento brusco el vaso de su mano. Sus orbes azules chocaron en el instante en el que se encontraron frente a frente, y la joven Honda no tardó en desviarla para dirigirse hacia el fregadero con el vaso entre sus manos. Effy no pudo evitar seguirle con la mirada sin comprender nada de lo que estaba pasando.

    —Ese era vaso, ¿sabes? —gruñó, tomando una esponja cercana para limpiar los bordes donde ambos labios se había posado. Solo de pensarlo hacía que apretase sus dientes, frustrada. ¿Por qué le incomodaba tanto una acción tan normal como esa? ¿No era algo normal en las amigas?

    —Bueno, "perdona" por coger un vaso que ni siquiera te pertenece —dijo con cierta ironía en su voz, encogiéndose de hombros, despreocupada.

    —¿Crees que un lo siento va a arreglar esto? Qué desagradable —murmuró, sin pensar en lo que estaba diciendo. Era tal la molestia que sentía en aquel instante, tal el cansancio que la envolvía, que ya era incapaz de controlar el filtro de sus palabras. Comenzó a canalizar toda la frustración que había guardado con el tema de Hubert, y comenzó a descargarla en un tema tan absurdo como lo era ese. Ni siquiera sentía de verdad lo que estaba diciendo.

    —¿Qué dijiste? —inquirió Effy, creyendo haber escuchado mal sus palabras.

    —Quién sabe lo que hiciste con esa boca, ugh.

    —Espera, ¿crees que mi boca es desagradable?

    —¡Sí, asquerosa! —exclamó, comenzando a perder los nervios, mientras sus manos comenzaban a temblar bajo el agua del grifo. Comenzó a frotar más y más fuerte el contenido del vaso, aunque este estaba más que limpio, con tanta fuerza que casi parecía que llegaría a romperlo—. Estoy segura de que colocaste esa boca en miles de cosas desagradables, no quiero que mis labios hayan tocado ninguna cosa tuya. Qué asco.

    Effy no daba crédito a sus ojos. Se giró hacia ella, tornando su semblante más serio de lo que Mimi se esperaba. El ambiente comenzó a tensarse más y más, llegando a un punto sin retorno. Ambos corazones se aceleraron de repente, cargados de un remolino de emociones que acabaron dominando el control sobre sus cuerpos.

    —Oh, ¿en serio?

    De un momento a otro, fue Effy la que cambió el curso de la situación. No sabía si fue producto del alcohol, o si aún era consciente de sus actos, pero se acercó con decisión hacia el cuerpo de Mimi, y la obligó a girar su rostro hacia ella pasando sus manos por sus mejillas. Mimi le devolvió la mirada, atónita, pero no llegó a reaccionar a tiempo. Effy había oprimido las palabras de su rival con sus labios, en un acto rebelde por sobreponerse a sus quejas. Sin embargo, a pesar de que aquel gesto era para molestarla simple y llanamente, la unión duró más de lo que Effy había esperado.

    Mimi logró reaccionar tras largos segundos de trance, y su razón le devolvió a la realidad instantes antes de hacer algo impensable para ella. Su orgullo fue mayor, y separó a la mayor con un empujón en los hombros, mirando con fiereza y confusión a aquella que se había interpuesto en su espacio personal. La respiración de ambas se volvió irregular, y permanecieron así escasos segundos, antes de que Effy recuperara la palabra.

    —Asegúrate de examinar tu boca, a ver si se pudre después de esto.

    Y con aquellas palabras, Effy abandonó la estancia con un sonoro portazo. Mimi no pudo evitar gritarle una serie de improperios mientras se marchaba sin ser siquiera escuchados, fuera de sí por haber dejado que se saliese con la suya, y se llevó la mano a los labios sintiéndolos aún humedecidos por el contacto.

    La odiaba, la odiaba con toda su alma. Esa perra había... Había...

    —¡Agh! ¡Maldita sea, estúpida Effy! ¡Será...! —gritó, dejándose caer lentamente hasta acabar de cuclillas, sintiendo todo su cuerpo temblar irrefrenablemente. El corazón casi parecía querer salírsele del pecho, ya no por la rabía, si no ante la incomodidad que le producía una pregunta que rondaba por su mente, y que no la dejaría descansar tranquila.

    ¿De verdad... había estado a punto de devolverle el gesto?

    Effy se apoyó en la puerta al otro lado de la sala, intentando controlar su respiración mientras sentía la sangre subirle a las mejillas. Se llevó su mano a los labios, sintiendo por primera vez que había algo más oculto en el fondo de sus acciones. Que esta no había sido otra de las peleas en las que hacía algo para molestar aún más a Mimi.

    Sentía que esta vez era diferente. Que había algo más.

    Aquel beso... les había gustado más de lo que llegarían a admitirlo.
     
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  2.  
    Amane

    Amane Equipo administrativo Comentarista destacado fifteen k. gakkouer

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    ¿No es curioso que las dos hayamos escrito a un Effy de fiesta borracha robándoles besos a sus amigas? Vaya imagen tenemos de la chiquilla (?)

    But anyways, creo que no hay tantos Tsuntsun en la mesa y es una pena porque en realidad es una dinámica que puede dar mucho juego y escritos muy interesantes. Como este one-shot que he amado.

    Sinceramente, no me resulta nada raro imaginarlas en esta situación. Ya todos sabemos que Mimi es super celosa aunque no quiera admitirlo, sea con quien sea, así que la veo perfectamente molesta cada vez que Effy dice algo de Hubert, es que es tan ella. Por otro lado, Effy, mi querida Effy, rebelde y locuela como ella sola, me encanta, tan impulsiva. Es que vamos, es super ella reaccionar así al ver que Mimi se enfada por una tontería como lo es compartir un vaso (i mean, que yo debo haber compartido vaso con todos mis amigos a lo largo de mi vida y aquí estoy (?).

    Y en fin, la escena del beso es genial porque es super fugaz pero ahí se nota que las dos querían que la cosa siguiese a más bc lesbiaaaaans. Sería interesante leer una continuación de como se comportarían al volver a verse después del beso y ambas dándose cuenta que quieren estar juntas, awns.

    Anyways, un gran escrito, como siempre <3
     
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