Impulsiva

Tema en 'Relatos' iniciado por Circe, 15 Mayo 2012.

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    Circe

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    Título:
    Impulsiva
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Horror
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    670
    Este fic esta basado en un caso en el que la madre mató a su hijo de seis años hace un tiempo en Argentina. Lo hice para el concurso "Hechos Reales" pero decidí no subirlo. Espero que les guste :3​
    Impulsividad extrema


    Adriana Cruz estaba realmente perturbada pero nadie había logrado detenerla; por eso sus hijos y su ex marido habían tenido que sufrir, algo que fue llevado a su máximo grado cuando Martín, el hijo más pequeño de la pareja, fue asesinado cruelmente por su propia madre.

    Adriana estaba enferma, tenía una personalidad impulsiva, no era capaz de controlarse y no medía las consecuencias de sus actos. Padecía un trastorno llamado “Desorden de personalidad Bordeline” o trastorno de personalidad fronteriza, una disfunción psiconeurológica que causa graves y abruptos cambios de carácter y comportamientos irracionales y peligrosos. Sus principales síntomas son disforia (la combinación de depresión, cólera, ansiedad y desesperación), psicosis (distorsiones perceptivas, cambios de animo y sensaciones físicas) y una personalidad dividida (es decir que ve todo blanco o negro, una característica de una persona extremista), entre otros. Adriana lo padecía y el hecho de que no fuera tratada causó la muerte de su pequeño hijo de seis años el 20 de marzo. Adriana probablemente drogó a su hijo, lo llevó al baño donde lo ahogó en el jacuzzi, el niño murió a causa de asfixia por inversión lo que le produjo un edema pulmonar que derivó en un paro cardiorespiratorio que lo condujo a la muerte. Martín no tenía forma de defenderse contra la locura de su madre.

    Solo por venganza y despecho esta mujer fue capaz de asesinar a su propio hijo y nadie pudo detenerla. Adriana amaba con locura a su ex marido y estaba obsesionada con él; cuando se separaron, iniciaron los trámites de divorcio y lo vio con otra mujer, Adriana no fue capaz de lidiar con el dolor que sentía y en la desesperación decidió vengarse de su ex marido a toda costa.

    Adriana sabía muy bien lo que hacía ya que fue capaz de comprender y dirigir su crimen. Con absoluta frialdad estudió las debilidades de su ex esposo y encontró su punto débil para producirle un daño moral irreversible. No era una neurótica ni una psicótica pero estaba enferma, sino ¿cómo pudo haber asesinado a su propio hijo, con sus propias manos? Para no inhibirse, tener miedo o compasión a la hora de actuar, en Adriana operó el mecanismo de cosificación según el cual para Adriana su hijo había dejado de ser una persona, se había convertido en una cosa, aquello que su ex marido amaba y ella debía destruir.

    Su extrema impulsivilidad y odio la convirtió en asesina de su propia sangre, igual que la cruel Medea, todo por vengarse de su marido, el cual la había dejado por otra. Adriana era incapaz de sobrellevar ese dolor y anhelaba venganza, no importaban las consecuencias.

    Sin embargo, esa misma impulsivilidad también le causó la muerte a ella misma. En una desesperada situación sin salida (estaba apresada y a punto de ser enjuiciada), abrumada por la culpa, decidió suicidarse. Aunque la intervención del personal del servicio penitenciario la condujo rápidamente al hospital, evitando su muerte momentáneamente, ella terminó falleciendo ya que la maniobra de asfixia que se había realizado ahorcándose con una media en el baño de la cárcel le causó un daño cerebral irreversible que la condujo a la muerte.

    A pesar de que la causa llegó a su fin con la muerte de la homicida, nada podrá traer de vuelta a la vida al pequeño Martín, quien nunca podrá crecer, graduarse, viajar, enamorarse, casarse o tener hijos. Su familia fue sacudida por continuas tragedias, nada podrá tranquilizarlos pues, aunque murió la asesina de Martín, también murió su madre y ex esposa. Martín fue victima de su madre, una mujer vengativa y enferma que logró su cometido: herir a su ex marido en lo que más le dolía, ante los ojos del mundo entero.
     
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