One-shot de Inuyasha - Imprudente [InuYasha&Miroku]

Título: Imprudente
Fandom: InuYasha
Tipo: Drabble
Personajes principales: Miroku e InuYasha.
Personajes secundarios: Sango, Kagome, Shippo, Kirara.
Resumen: El que había pecado de bocón había sido él...
Notas: lol, esto es un intento de comedia, ya depende de ustedes si les da o no risa... Regalo para mis nuevas amigas, Josefina, Luli-chan y kohome <3
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Imprudente​

Era un día tranquilo en el sengoku; hoy no había habido indicios de Naraku, y tampoco habían llegado aldeanos en apuros a dar alguna señal de algún fragmento, por lo que nuestros seis amigos podían sentarse en la pradera más verde, relajarse y tal vez fingir que no tenían problemas de los cuales preocuparse… Claro que así sería si el houshi no hubiese comenzado a manosear a la exterminadora.

El sonido de una fuerte cachetada rompió la paz.

—¡Monje pervertido, mano larga, hentai falta de respeto! —Pronto se escucharon los gritos de una sonrojada Sango, con su mano alzada y a la guardia de cierta manito maldita que ahora descansaba en la mejilla adolorida de su dueño.

—Sanguito, no te pongas así. —El de ojos azules mantenía plasmada en su rostro una expresión de lamento y burda satisfacción.

—¡Idiota, ¿Cómo quiere que no me ponga así?! —Contestó fuera de sus cabales y muy avergonzada, lanzando miradas asesinas al monje—. ¡Usted es el que debería de quedarse quietecito, y guardarse sus malas mañas!

—Monje Miroku, Sango tiene razón, debería de ser más educado y no hacer eso. —Kagome intervino en la conversación, regañando al peli negro por su insolencia. ¿Qué no sabía que a una dama no podía tocársele el trasero así como así?

Shippo asintió de acuerdo con su querida Kagome.

—Pero Kagome, no veo nada de malo en que Miroku exprese su amor de la forma en que quiera. —Espetó ahora InuYasha en tono altanero, recostado y con sus brazos bajo la nuca. Sango simplemente parecía un tomate, y Miroku seguía sobando su mejilla con una sonrisa ante lo dicho por el Hanyou.

—Pero InuYasha, ¿qué cosas dices? —La azabache alzó la voz, indignada—. Tú nunca te enteras de nada ¿verdad?, a una chica no puedes tocarla así. —Bramó, ahora prácticamente sobre el oji ámbar.

—¿Y qué tiene de malo?, yo abrazo y toco a Kikyo sin que ella me lo pida y a ella parece no molestarle. —Dijo éste de lo más fresco, obviando por completo el rostro de enfado de la Higurashi—. Aquí no es como en tu época Kag… ¿Kagome?—. Las palabras murieron en su garganta al ser víctima del aura amenazante de la chica.

—InuYasha… —La voz sombría de la colegiala atemorizó hasta a la pequeña Kirara.

—¡N-No, espera Kagome, p-puedo explicártelo! —El chico se levantó tan rápido como un rayo, suplicando a la joven con voz cortada.

—¡Osuwari!

El Hanyou no tardó nada en impactar el suelo.

—¡Osuwari ¡Osuwari, Osuwari!

Parecía que un meteorito había impactado en la tierra, formando un enorme y profundo cráter. Sango, Miroku, Shippo y Kirara observaban horrorizados la escena.

—¡Eso te pasa por bocón! —Gritó el kitsune al aparente cadáver bajo la tierra—. ¡Para que seas hombrecito!

—Kagome, ¿no habrás exagerado? —logró articular la exterminadora impactada. Esta negó furiosa.

—Claro que no. Se lo merecía. —Dijo muy segura de sus palabras, marchándose lejos del sitio.

El Monje guardó silencio, sabiendo que aquel mal rato lo había iniciado él con sus malas acciones. Y aunque InuYasha había pagado el precio, él seguiría con sus mañas de siempre, porque Sanguito lo tentaba.

Igualmente, el imprudente había sido su amigo y no él, ¿verdad?