Ikai: Memorias Perdidas

Tema en 'Historias Abandonadas Originales' iniciado por anikka rand, 6 Diciembre 2015.

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¿con cual personaje quedaría mejor como pareja Anik?

  1. Ikey

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  2. Damian

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    anikka rand

    anikka rand Iniciado

    Aries
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    24 Junio 2015
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    Escritora
    Título:
    Ikai: Memorias Perdidas
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    2
     
    Palabras:
    1514
    Capitulo 1:


    Seguiría mi camino

    Hasta lo más profundo de la oscuridad



    Llega un momento en la vida en el cual cada uno de nosotros decide entre la huir o seguir adelante, entre la valentía y la cobardía, entre la vida y la muerte.

    Desearía decir que ese fue mi momento, que aquella vez tuve las agallas de seguir, de salvar a alguien, pero lo cierto es que no podía ni salvarme a mi misma, pude haber muerto, acabado con mi vida en aquel momento, pero tú apareciste y me salvaste, de la muerte, la desesperación, el dolor y la tristeza.

    Poco entiendo tus razones, a penas me conocías, solo me veías desde lejos, pero aun así ahí estuviste para mi cuando debías escapar de esa pesadilla.

    Creí que te odiaba por haberme sacado de mi camino, por que ahora sin la muerte frente a mis ojos, yo estaba perdida, sin embargo no fue así solo me diste un nuevo propósito para seguir con vida.


    Nunca fui normal, es algo que debo admitir, aunque en realidad ¿qué es normal?, solo una palabra que define a las personas comunes que desean ser aceptados por el resto. No, no quiero ser eso, desee por largos años el ser querida por personas “normales”, pero al final eso era imposible, yo soy, mas que un fenómeno en esta ciudad, un peligro para los que me rodean.

    Supongo que debería empezar por presentarme, mi nombre es Anik Silinea Raid, lo se un nombre de lo mas rebuscado, pero me gusta bastante, no solo por que me hace destacar de entre todos los nombres simples si no por su significado, para aquellos que no lo sepan (a menos que sean grandes fanáticos de la lectura) Anik es un nombre Maya que significa en palabras simples una persona que dirige con mano de hierro en guante de seda, algo que por supuesto no soy, Silinea simplemente significa princesa del bosque, un nombre que no me gusta usar ya que me lo puso mi madre.

    Además de tener un nombre peculiar mi apellido es de lo más conocido, mi familia ha reunido millones a lo largo de la historia y logrado grandes cosas, pero por un par de generaciones pasadas se volvieron unos tacaños; mi padre y abuelo se encargaron de resolver esto al convertirse en los dueños de la mayor corporación de tecnología glass, por ello tenemos mas dinero del que necesitamos.

    No es que me moleste estar en una familia con tantos beneficios, es solo que me siento algo fuera de lugar, puesto que no encajo en ninguna parte, ni siquiera aquí, en mi hogar.

    Después de mi padre mi familia esta conformada por cinco miembros mas, mis cuatro hermanos adoptivos, mi institutriz Erica y mi Tío Alexander, estoy conciente de que tengo también un primo llamado Thom, el dueño de otra de las mas grandes empresas del país y trabaja con mi padre, pero rara vez tenemos la oportunidad de reunirnos en familia para asuntos que no sean negocios y mi padrino, uno de los mejores amigos de mi papá esta completamente desaparecido por…razones de salud y mamá, bueno ella decidió que yo estaría mejor si era criada por mi padre y me abandono el día de mi nacimiento.

    No piensen que la odio, de hecho no puedes odiar a laguien de quien no sabes absolutamente nada, jamás hablamos del tema y si lo saco a flote todos intentan cambiarlo por mi propio bien, por que mi papá no tenía edad para criarme cuando le fui entregada y no sabe como explicarme cuanto intento encontrar a mi madre o por lo menos alguien que hiciera su papel.

    Otra cosa de mi es que se que soy un gran estorbo y una carga para mi familia. Nací con una rara condición médica que me hace recaer en una enfermedad cada cierto tiempo, no puedo moverme de donde estoy y pierdo por completo el apetito y el sueño, eso era todo al principio, pero después supimos que no era una enfermedad en si, yo soy un mutante.

    Mi madre también lo era y me heredo sus poderes, estos están sellados debido a mi sangre humana que los retiene, y cuando intentan salir termino en ese estado, ya he sufrido varios ataques y eso me permitió ver de lo que era capaz, puedo hacer magia como la llaman popularmente, principalmente fuego, la única cosa a la que mas le temo y es la mas frecuente en mis ataques. Llegue a quemarme e incendiar algunas cosas, pero jamás a lastimar a alguien y estoy agradecida por ello.

    Hoy es día diferente a todos los demás, un día en el que pensé podría llegar a ser como el resto, hacer las cosas a las que ellos dedican su tiempo, poder ir a la escuela, tener amigos, inscribirme a algún club, hacer las tareas, pero en estos momentos lo único que pienso es en como evitar que las personas que me rodean sepan mi nombre, sepan que yo he ocasionado este incendio.

    Supongo que era inevitable, después de todo yo decidí aceptar el trato, decidí convertirme en Ikai (o hechicera) por que tal vez así, si conocía todo sobre mis poderes, lo sobre natural que hay en este mundo llegaría a controlarlo.

    Que equivocada estaba.


    -¿No vas a negar que ahora si necesitas mi ayuda?


    Llevaba una hora sentada a mitad del oscuro callejón, cubriendo mi rostro entre mis brazos y rodillas, al borde de las lágrimas, cuando escuche esa conocida voz masculina, levante la vista para encontrarme con un joven de 18 años, su cabello lacio normalmente rubio lo llevaba color azabache y me miraba fijamente con ese par de ojos zafiro.


    - vete, ya te dije que no te necesito- le respondí esperando se fuera de una vez por todas y me dejara solucionar mis problemas, no entendía porque le tenía ese rencor, era irracional, el me había salvado a fin de cuentas

    - ¿entonces planeas quedarte aquí toda la noche hasta que alguien te encuentre?- su voz, normalmente arrogante y burlona, sonaba preocupada. ¿yo le preocupaba?

    - No te entrometas más en lo que no te concierne- le volví a rechazar secamente, pero en lugar de retirarse como hubiera hecho cualquier persona se acerco a mi y me tomó del brazo y me obligo a levantarme.

    Solté un grito ahogado al sentir el contacto de su piel con la mía, me acerco un poco a la luz del lugar para inspeccionarme y darse cuenta de que tenía varias quemaduras de segundo y primer grado tanto en los brazos como rostro y piernas, la única forma en que las podía cubrir era en la oscuridad pues mi vestimenta veraniega (unos pantalones cortos, una camiseta y tenis) permitían ver a la perfección casi todas las heridas.

    Sus ojos se tornaron en mi, aparte la vista para evitar la reprimenda que mostraban, era obvio que sabía lo que me había pasado, aún así lo pregunto:


    -¿Qué fue lo que te ocurrió? –


    -Yo…- ¿Qué debía decir?, era algo a lo que ya me había acostumbrado, pero el, no solo un desconocido, también alguien que quería ayudarme.


    - si quieres hacerlo de la forma difícil, adelante, solo te diré que en ,medio de un viaje escolar vigilan demasiado a los estudiantes, sobre todo cuando son familiares de grandes celebridades, entonces si no llegas para el amanecer todos te estarán buscando

    - pero… ¿que pasará con mis quemaduras?

    - Ya lo has solucionado anteriormente

    - Si, pero la persona que me ayudaba a sanar esta al otro lado del país- le recordé, ya que parecía estar tan seguro de lo que me pasaba

    - Lo se bien, pero aun tienes esto- saco un libro color rojo con letras plateadas de la bolsa mas grande de mi cinturón- tiene alguna clase de remedio para esto.

    - Si, lo tiene- respondí algo insegura pues la única forma de sanar era llegando hasta las grutas de la ciudad y ya estaba bastante lejos como para arriesgarme a salir en ese estado

    - Bien- se quito su chamarra y me la puso alrededor de los hombros, me entrego su gorra para que me cubriera la cara mientras caminaba, mire mis piernas que aun se notaba por completo- tranquila, estas con migo- me tranquilizo tomándome de la mano y acercando me a su cuerpo para cubrirme de las luces de la ciudad nocturna.

    Lo seguí, pese a la desconfianza, a sabiendas de que un montón de fanáticos religiosos me perseguían, unas criaturas que yo desconocía por completo hasta hacía solo unos días y que todos creían mitología pura y que yo acababa de encontrar a mas Ikais como yo.

    Debía escapar, regresar al amanecer y encontrar respuestas.


    Espero que les haya gustado el primer capitulo que lo deje lleno de preguntas sin responder, pronto subiré el segundo para que se enteren de todo lo que esta pasando al rededor de este personaje y para los que quieran saber sobre la encuesta tendrán que esperar al siguiente capitulo.
    Gracias por leer.
     
  2.  
    anikka rand

    anikka rand Iniciado

    Aries
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    24 Junio 2015
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    Escritora
    Título:
    Ikai: Memorias Perdidas
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
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    Fantasía
    Total de capítulos:
    2
     
    Palabras:
    1598
    Capitulo 2:


    Incluso antes de saberlo

    Incluso antes de que lo dijeras

    Ya sabía la razón de mi existencia en este desolado lugar

    Se porque estoy aquí y se lo que soy

    Lo que no se, es por que no tengo el valor de enfrentar mi destino.


    Me paseaba por las mesas de la cafetería de la posada en donde nos habíamos hospedado, con dos enormes charolas de comida bien cargadas con la cena, en busca de mi compañera de cuarto y amiga Anik, pero por mas vueltas que daba, no llegue a encontrarla.

    Me rendí después de un rato, pensando que tal vez habría ido a dar uno de sus paseos por los jardines de este nuevo y desconocido lugar, o se estaría preparando para dormir, intentando tranquilizarme por su repentina desaparición fui directo a la mesa junto a la ventana con el resto de mis amigos .

    Me senté al lado de Nelly, una joven un año mayor que yo, de cabellos rizados color castaño claro y ojos grisáceos, ella miraba con desprecio una figura que había dibujado en su puré de papas y lo destrozaba con su cuchara para luego rearmarlo.


    - ¿alguno de ustedes vio a Anik?- les pregunte intrigada comenzando a comer

    - No desde hace un buen rato- me respondió Aarón echando hacía atrás un mechón de su cabello azabache

    - No desde que la dejaste con la…-

    - ¡Ejem!- la corto Damián mirándola con perspicacia

    - Con la chica del otro grupo- continuo, reprimiendo su enojo y odio por aquella chica

    - Es verdad- pensé en voz alta cuando caí en cuenta de que no la veía desde que nos separamos en grupos y la deje con Kally, Lia y Ric (era más que obvio que su nombre era Ricardo pero todos lo llamaban así)- debería ir a preguntarles donde esta

    - No te metas en territorio prohibido Emma- le aconsejo Nelly volteando a ver al grupo de amigos que reían exageradamente para que las personas a su alrededor les prestaran atención, eso, aparentemente los hacía sentir importantes. Ya me sentía arrepentida por haber dejado a mi amiga con ese montón de tontos.

    - Relájate, no pasará nada- le dije mientras me encaminaba a ellos, se que no debería tenerles tanta fe, pero siempre e sido muy optimista.

    Cuando estuve frente a su mesa, espere a que terminaran su platica y se apagaran sus carcajadas, entonces se percataron de mi presencia, Kally y Lia me miraron con desden y Ric solo me dio la espalda. ¿Qué demonios les pasaba?, por la mañana me hablaron como si fuéramos amigos desde siempre y ahora me ignoraban.


    -¿que quieres?- pregunto a su pesar Kally al ver que no me marchaba


    -bueno, no he visto a Anik desde hace buen rato, la ultima vez estaba con ustedes en la excursión de esta mañana y quería saber donde esta

    -Anik, Anik, Anik…- repitió Lia, pensativa- ese nombre no me suena

    -no te hagas la graciosa Lia, ¿Dónde esta?- intervino repentinamente Damián, había llegado con el resto sin que me diera cuenta

    -¿será que tengo mala memoria o ustedes están locos?, porque no recuerdo ninguna Anik

    - bueno, que tal si te la recuerdo a golpes- le sugirió, irritada Nelly

    - señoritas, no hay porque ponerse así- intervino Ricardo poniéndose entre su novia y Nelly- Damián, amigo, mejor váyanse, no querrás hacer enojar a mi novia, ¿o si?

    - eso depende de la situación, “amigo”- le dijo indignado agregando sarcasmo a la ultima palabra

    - realmente has cambiado mucho- le dijo decepcionado- bueno, acabemos con esto

    - encontramos esto cerca de la farmacia por la vía- prosiguió Kally lanzando el collar plateado en forma de corazón de Anik- supongo que olvidamos esperarla

    - de verdad que das asco- concluyo Aarón, dando por terminada la charla, los cuatro ignoramos sus gritos de ira y nos marchamos, no sin antes recoger el collar.

    Sentí el frío metal en mi mano derecha, al mirar su collar mi preocupación creció, ¿Cómo fui capaz de dejarla con personas como esas?, solo lo había hecho por que es muy antisocial y creía que se llevaría bien con ellos, pero debí de haber escuchado a Nelly cuando dijo que Kally era de lo peor. Tenía razón.


    -deberíamos decirle a alguien

    -seguro que los profesores se hacen cargo- sugirió Aarón

    -esta bien, ellos sabrán que hacer, saben sobre su enfermedad- les asegure, pues ella ya nos lo había contado todo

    -¿no te ha llamado?- me pregunto Damián

    -no lo se- revise mi celular, no había llamadas perdidas

    - deberias esperar a que te llame, creo que no tardara demasiado en hacerlo- se veía muy seguro de sus palabras y justo cuando iba a cuestionarle mi celular comenzó a sonar, Damián me señalo el aparato, incitándome a que respondiera y pese a que era un número desconocido respondí.


    - ¿Emma?, habla Anik

    - Maldito psíquico- le dije Damián que sonrío con superioridad y alivio a la vez

    - ¿Qué?- pregunto desconcertada Anik

    - Nada, ¿Dónde estas? Me apresure a interrogar al escuchar la desesperación en sus palabras

    - Bueno, es algo….- comenzó insegura

    - Al grano Raid, ¿Dónde estas? Y especifica- le reñí, para apresurar las cosas

    - En el centro por el jardín de artesanías

    - Iré a recogerte-

    - ¡no!, espera, tengo que pedirte un favor, pero prométeme que lo cumplirás y no cuestionaras nada aún- me pidió casi en suplica

    - ¿de que se trata?-

    - Tienes que decirle a todos que ya regrese y que estoy en mi habitación, finge que estas todo el tiempo con migo, yo regreso al amanecer

    - Estas loca, ¿te lo han dicho ya?

    - Si… me lo dices todo el tiempo

    - Si crees que voy a dejarte sola en esta ciudad sin nadie…

    - No estoy sola- me aseguro

    - ¿Quién es, es de confianza? Y quiero hablar con el o ella y si es verdad te haré este favor-

    - De acuerdo- cedió muy a su pesar- quiere hablar con tigo…si ya se… solo responde de una vez

    - Hola- escuche una voz masculina y antes de que pudiera seguir lo corte

    - ¿Quién eres, de donde conoces a mi amiga, que relación tienes con ella, cual es tu nombre y tu edad, en donde están y adonde se dirigen?-

    - Wow, tranquila. Me llamo Ikei, tengo 19 años, es mi… hermana- esa palabra le sonó muy insegura, casi incomoda- estamos en el centro como ya te dijo ella y vamos a las grutas. Te juro que estará bien yo cuidare de ella, pero ahora debemos hacer algo muy importante, entonces gracias por entender, adiós

    - Oye, no, espera- revise el teléfono y vi que ya había finalizado la llamada- me colgó- les informe mientras guardaba mi celular- ahora vamos a ir a buscarla

    - ¿disculpa?- pregunto Aarón mientras me seguían a los dormitorios

    - Solo uno de ustedes puede ir con migo, los demás se quedaran a cubrirnos


    Entre a mi habitación y saque una mochila en la que introduje varios objetos que se suponían eran para la excusión a las grutas del día siguiente, pero ahora debía adelantarlas, pues no sonaba a que Anik estuviera bien, ella no se comportaba así, además de que la forma en que actuaba con esa persona.

    Definitivamente estaba mintiendo, yo reconocía sus mentiras mejor que nadie.


    - escuchen se los explicare todo, pero ahora tengo que alcanzarla, Damián, ven con migo

    - es sobre los ikai, ¿cierto?

    - Si, creo que ya sabe todo sobre los caballeros blancos

    - ¿y ustedes dos de que rayos hablan?- intervino Nelly

    - Recuerdas que te dije que tenía un importante secreto, es hora de que lo sepan, pero prometan se quedaran aquí hasta mañana, di que yo y Anik estamos enfermas y nos fuimos a dormir antes

    - Pero…

    - Confíen en nosotros- les pidió Damián- se que parece que lo mas prudente sería llamar a alguien mas pero debemos asegurarnos de que Anik no este en una situación comprometedora

    - Estoy lista- anuncie subiendo al margen de la ventana

    - Bien- Damián me siguió- se los explicaremos todo, solo háganme este favor


    Ambos salimos corriendo, más preocupados que nunca.

    Ya estábamos enterados de que Anik, como nosotros era una Ikai, que podía hacer magia, pero creíamos que estaba completamente sellada, debí suponer que un ataque mas de su dichosa enfermedad en un lugar sagrado como esta ciudad y habiendo conseguido el diario de memorias, un libro mágico que contenía cada historia de cada mundo diferente que existía y por supuesto sus hechizos y bestiarios solo supondría la liberación de sus poderes.

    Se notaba a grandes rasgos que ella no quería usarlos, que acababa de hacer el trato hacia poco tiempo y no se había enfrentado a esto antes.

    En cuanto me di cuenta de que las criaturas nocturnas rondaban otra vez como en la antigüedad y que podían ser liberadas las leyendas y espantos de el segundo diario me apunte para venir a este viaje, no estaba segura si debía traer a Anik, por eso pensé que dejarla en otro grupo la sacaría del problema en el que me había metido mi madre y solo lo había empeorado todo.

    Era hora de que ella, una Ikai mestiza supiera todo sobre su pasado, de nosotros, personas que sabíamos lo que en realidad significaba el nombre de Silinea en nuestra cultura y no de los caballeros blancos que buscaban acabar con la sangre mágica.
     

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