Identidad

Tema en 'Relatos' iniciado por Mary Shirou, 23 Julio 2013.

  1.  
    Mary Shirou

    Mary Shirou Star Witch

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    Escritora
    Título:
    Identidad
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    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Fantasía
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    1
     
    Palabras:
    1966
    Ok... Para la actividad "Lo que decida el azar", una historia que puede ser para calificarla de Fantasía, pero sólo pueden juzgar ustedes calicando de 1 a 5 mi escrito, con total honestidad. Disfruten

    Identidad

    … Y aquí estoy yo, soñando otra vez.

    No importa mi realidad, mucho menos el repetir una y otra vez mi trabajo, las batallas diarias, el sacrificio del día a día. Todo aquello que he creído, todo lo que parece ser mi realidad se hace nada cuando cierro los ojos y me pierdo en el infinito de mis sueños.

    … Mis sueños…

    Ahí sé que soy diferente, que aunque pareciera que hago lo mismo, lo vivo de una manera distinta. No es lo mismo pilotar una nave y perderme en el infinito del espacio a vivir en el tiempo de elfos y criaturas que sólo conocí en libros y en las clases de historia y mitología en la Academia, tomar una espada y saber que no soy uno más del montón, sino que soy importante y especial.

    Al despertar cada mañana, deseo nuevamente vivir en ese mundo de sueños que me es tan preciado, pero el peso de la realidad hace que pronto me olvide; no del todo, ciertamente, pues siempre que puedo detenerme puedo recordar el aroma de los bosques y la calidez de mi hogar en aquel mundo.

    Así había sido durante mucho tiempo. Una especie de mezcla entre sueños y realidad que me había hecho creer que llegaría el punto en que no sabría cuál era el sueño y cuál era la realidad.

    … Eso, hasta ese día.

    En lugar de llegar a mi amado bosque, a la hora que mi cuerpo descansara, desperté en un lugar totalmente diferente. En vez de tener mis amados bosques, estaba encerrado en una galería de un gran coliseo, listo para partir a otro tipo de batalla, uno en el cual no sabría si quedaría vivo o no. Pues, como me recordaron cuando quedé con la cara embobada mirando alrededor, era un gladiador, y como tal, debía combatir para ir ganando poco a poco mi libertad. Claramente acepté combatir, esta vez con un mazo y una rodela, pensando que lo que estaba viviendo en ese sueño era mi anhelo de libertad y de no estar amarrado a mi rutina de pilotear, entrenar, combatir y luego volver a casa con un vacío pese a las aparentes victorias que había alcanzado.

    Con confusión, al soñar nuevamente volví a ese lugar, nuevamente anhelando mi mundo élfico, lleno de naturaleza y de vida, tan diferente a este sueño y a mi realidad. Mas, seguí combatiendo, como si esperara que los dioses tuvieran piedad de mí y que la confusión de lugares terminara para volver a aquel lugar donde realmente quería pertenecer.

    Así pasé otro tiempo, entre batallas en mi corporalidad y sacrificios a mi hora de soñar, ya que cada victoria era a precio del sacrificio de mi oponente, a menos que el pueblo tuviese piedad y pudiera dar un tiempo más de vida al derrotado. Muchas veces llegué a llorar, ya fuera piloteando o combatiendo, pues ya no aguantaba esta ironía de la vida en la cual tenía que dedicar mi existencia a la lucha, no por mi voluntad, sino por lo que parecía era mi destino.

    Finalmente, cuando ya parecía que debía resignarme a este destino, mi corazón me llevó a otro lugar. No era mi tan anhelado mundo, el cual realmente era mi hogar, mas tampoco era aquel mundo cruel que era tan semejante al mío.
    Era raro, en verdad, que en lugar de despertar en lo que aparentemente era mi cuerpo, lo hiciera en otro y que, más encima, me viera a mi mismo parado enfrente mío.

    No era yo, al menos no el piloto que se miraba al espejo cada vez antes de combatir. Mucho menos era el príncipe élfico que salvaría el mundo cuando finalmente pudiera regresar ahí… Y qué decir del gladiador que ponía en riesgo su vida en cada combate y que luchaba simplemente porque no quería morir. Me miraba con cierta condescendencia, como si él supiera mucho más que yo.

    — Aún no aprendes, ¿verdad? — me preguntó mi otro yo

    Yo lo miré confundido… ¿A qué se refería?

    — Si viste esas realidades no era para que tú te quedaras en alguno de ellos. Al fin y al cabo siempre has sido tú — continuó el otro, exasperado al ver mi lentitud de cerebro.
    — ¿Qué siempre he sido yo? — le pregunté: — ¿Cómo lo sabes?

    El otro sonrió divertido y me invitó a que juntos miráramos el espejo. Ciertamente éramos iguales, pese a q nuestras edades parecían ser las mismas… Y que nuestra sabiduría en verdad era totalmente diferente.

    — El príncipe Frey logró la victoria, por si quieres saber — me habló, sin responder en sí mi pregunta: — No sin sacrificios de sus guerreros, pero el pueblo estaba agradecido de que les hubieses guiado. Sin embargo, su conocimiento de guerra no era tan grande hasta que tú viviste su realidad e inconscientemente le transmitiste el conocimiento necesario para que pudiera guiar a su ejército a la batalla.

    Parpadeé, dejando que la confusión nublara mi mente… Tantas preguntas y podía sentir en mi corazón que tenía muy poco tiempo para poder recibir mis respuestas.

    — Frey, el Gladiador, llegó finalmente a ser libre, aunque por las habilidades que ganó estando tú en su conciencia le dieron la posibilidad de estar un tiempo más y de subir su categoría de guerrero a un nivel superior. No obstante, renunció a esa oportunidad y en lugar aceptó entrenar a nuevos guerreros, cosa que él, pese a su carácter pacífico, pueda seguir incentivando el espíritu de batalla que alimenta a ese mundo.

    Nuevas preguntas comenzaron a formarse, pero algo me dijo que Frey el Sabio me daría esas respuestas. Preferí darle ese nombre, pues parecía que él sabía todo.

    Como si leyera mis pensamientos, él soltó una carcajada: una risa muy diferente a la mía, pues parecía que realmente era libre, si alguien es capaz de distinguir el real sentido de la libertad.

    — Tu cara me hace creer que piensas que lo sé todo. No, no lo sé todo… Sólo sé cómo nuestras conciencias están conectadas y que logramos unirnos en sueños… Un don que no todos pueden decir que poseen. — y me invitó a mirar otra vez el espejo: — Mira, ¿qué ves?
    — Te veo a ti… Y me veo yo — respondí —, pero, si los dos somos uno, ¿cómo es que podemos mirarnos mutuamente?

    Su sonrisa fue muy brillante en ese momento, como si creyera que comenzaba a creer todo.

    — Los sueños son algo fascinante, ¿no? Se convierten en la única forma en que nuestro yo interior puede cumplir realmente lo que desea en su vida, como si la realidad que vivimos se convirtiera en algo patético y sin sentido — comenzó, en un murmullo que sólo yo pude entender. — Sin embargo, esa posibilidad es ínfima cuando podemos comprender que si estoy en la mente del otro no es por mera casualidad, sino que es porque nos podemos conectar unos con otros.

    Yo asentí, comenzando a enlazar todo lo que él me había dicho anteriormente y pude comprender que tal vez esa fuera la razón por la cual me sentí tan cómodo estando en esas realidades. Si esos Frey eran yo mismo, era natural que supiera cómo vivir en aquellos lugares. Sin embargo, ¿Por qué me sentí tan cómodo en el mundo del Príncipe Frey?

    Viendo mi duda, Frey, el Sabio, continuó con su discurso.

    — Una de las cosas que tienen los seres humanos es que nunca están satisfechos con su propia realidad, a menos que los dioses sean tan bondadosos con él que le permitirían vivir a su modo sin mayores preocupaciones. Te aseguro que el príncipe también quiso quedarse en tu realidad ya que pudiste desenvolver tan bien en el mundo al cual pertenecía. Mas, al igual que a ti, tuve que advertirle las consecuencias de tal decisión

    Cerró los ojos y pareció concentrarse en algo, como si eso le causara mucha preocupación.

    — Sin embargo, el precio de un cambio de vida no sólo afecta a los dos, sino que a todo el entorno e incluso a los otros yo que no entran en ese deseo. Pues un deseo que no pague algo equivalente al valor de eso lo pagan todos a su alrededor. Mas, tú no eres el único que ha caído en esa tentación. Muchos lo han hecho, y cada uno de ellos ya ha comenzado a pagar caro su determinación.

    Lo miré, si era posible, con mayor confusión. No obstante, preferí no preguntar, pues ese Frey parecía conocer mucho más sobre lo que estoy viviendo y, supongo, no creo que pueda explicar todo lo que él ha visto y lo que él sabe.

    — En fin — interrumpió mis pensamientos: — Si te llamé aquí y te aparté de lo que sería mi propia esencia fue para darte esa advertencia y para decir que, pese a que no quieras, tendrás que aprender a vivir tu propia historia…
    — Y así no correrá riesgo mi existencia ni las de ustedes — concluí, muy a mi pesar… ¿Eso quería decir que no vería más esos paisajes de mis deseos?
    — Así es. Ninguno de nosotros puede seguir arriesgándose viendo la vida desde la mirada de los demás. Sin embargo, no te preocupes. A veces el corazón es demasiado terco para nuestro propio bien y de todas maneras, de vez en cuando, en nuestros sueños, podremos ver lo que tanto anhela nuestro ser — y con una sonrisa intentó transmitirme confianza, mas yo seguía con tantas preguntas y con tanto desazón al no poder ver el mundo que amaba…

    Sin embargo, mi cuerpo comenzaba a transparentarse. Al parecer, ya era hora de que despertara. Aun así, me quedé más confundido que en todos mis sueños juntos, ya que, si soy Frey, el Gladiador, el Príncipe o el Sabio… ¿Por qué mi existencia en mi mundo tenía que ser piloto de aviones?

    El Sabio me miró con algo de piedad, como si notara mi molestia al saber que iba a despertar.

    — No te preocupes. El conocimiento que tú adquieres en el que parece ser tu vida normal llega a nuestros corazones también, a la vez que todo lo que te podamos transmitir llega al tuyo. Recuerda todo lo que has visto hoy, pues no sé si tendremos la oportunidad de vernos otra vez cara a cara. Todos somos uno, y a la vez somos distintos, pero sé que llegará el día en que volvamos a esa unidad, para el bien de todos nosotros.

    Yo asentí, con la esperanza de que, si fuese así, podría volver a mirar aquellos parajes que me daban tanta libertad.

    — ¿Pero por qué me llamaste ahora? — pregunté, sabiendo que me quedaba poco tiempo.
    — Por lo que tu corazón dice… Falta poco tiempo

    Y, con esas palabras, volví a despertar.

    Cuando me saqué la flojera del cuerpo, comencé a meditar sobre las palabras de Frey el Sabio. Él me dijo tantas cosas que realmente me daba para pensar por muchos días. Mas, si quería volver a verlos, también tendría que aprender a vivir en mi mundo de mejor manera, manteniendo esa esperanza de que algún día volvería a ser Frey el Gladiador o el Príncipe, que disfrutaría de una batalla o que simplemente me sentaría en el bar a tomar hidromiel y cantar cánticos a la luna y las estrellas de una manera que mi corazón ansiaba.


    Y, mientras piloteaba mi avión con rumbo a la luna, mi corazón me llevó a cantar aquella canción que aprendí como Príncipe y mi ser se llenó de fuerza que obtuve como Gladiador. Sólo ahí entendí que todos éramos uno… Y que, al menos por ese vuelo, realmente lo fuimos.
     
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  2.  
    Zireael

    Zireael Equipo administrativo Comentarista empedernido

    Leo
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    Escritora
    Por alguna razón me costó mucho terminar de leer, se me hizo algo tedioso durate el desarrollo del relato.
    Me pareció interesante, pero en algunas partes me distraía con la misma lectura y no terminaba de entender, leía algunos diálogos hasta tres veces. Aún así, al final se podría decir que entendí y me agradó un poco la idea que manejabas.
    Sólo tengo algo que decir no separes el diálogo del primer guión largo.


    Fuera de eso no noté más o al menos no nada grave. No encontré mucho la fantasía en realidad, pero supongo que es cosa mía. Queda ver que dicen los otros jueces, que espero me hagan el favor de comentar hoy para poder continuar.
    @Cygnus @Pire Bennet


    Mi calificación, 6/10.

    Saludos.
     
    Última edición: 5 Agosto 2013
  3.  
    Marina

    Marina Usuario VIP Comentarista Top

    Tauro
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    Escritora
    Una cosa entendí, qué se trata de mundos alternos donde los protagonistas pueden enlazar sus vidas mediante sueños, eso desde mi perspectiva, aunque las ideas del relato me confundieron un poco, así que tuve que releer algunos párrafos para formarme una impresión positiva.

    La ortografía es buena, aunque utilizaste mucho los puntos suspensivos.

    Te doy un 3

    Saludos.
     
  4.  
    Pire

    Pire Usuario VIP Comentarista Top

    Escorpión
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    Escritor
    Paso a comentar.
    La historia en si fue algo tan confuso. Coincido con Mel, fue algo tedioso en algunas partes y en otras no explicaste del modo correcto como deberia haber sido dejando a algunos confusos. Tuve que leer un par de veces alguna parte para comprender del todo que era a lo que se estaba refiriendo.
    Fue interesante, ver como su verdadero yo le decia que no podia vivir en sus sueños y que era cosa suya que su verdadera vida tuviera color y diversión en ella, que deberia salir y dar todo de el mismo.

    En cuando a la ortografia, no pude detectar alguna en si eso es bueno en si pero creo que no aprovechaste la tematica como deberia haber sido, algo ha de faltarle que no termina de convencerme. En fin.

    Calificación: 6 puntos.

    Pire<3
     
  5.  
    Cygnus

    Cygnus Maestre Usuario VIP Comentarista destacado

    Libra
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    Escritor
    Evaluación del juez Cygnus: 4/10

    Esto era un choro digno para una novela.
    Si estamos tratando de escribir un cuento, lo principal es que nos centremos en el relato o la idea que se quiere transmitir. Que tenga una trama concisa. Al terminar de leer esto, me sentí absolutamente preparado para entender alguna aventura que le pudiera ocurrir al personaje principal, y sólo me atiborré de datos que al final fueron completamente innecesarios. El tedio del que hablan mis dos compañeras para mí se traduce en frustración por haber acumulado tanta información al respecto de los sueños y los cruces de esencias entre el personaje y todo lo que vivía, y no ponerlo en práctica en alguna aventura.
    Hay errorcitos que son más que nada de tipeo, como un "qu" y varias otras cosas; no resto puntos por eso en sí, sino porque la "trama" me pareció de flojera, me costó leer todo porque fue demasiado intrincado para un cuento tan simple, y porque la idea rescatable está demasiado básica.
     

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