One-shot I Have No Name. {Ichigo&Orihime}

I Have No Name.
{Ichigo x Orihime}

El albino pestañea varias veces. Una, dos, tres. ¿Está soñando? Porque lo que sus ojos de hollow contemplan parece sacado de un cuento de hadas. Porque, más allá del cliché, lo que está contemplando es imposible. Y el lo sabe.

Nadie más que el aburrido de Zangetsu, el idiota del rey y el gay de Muramasa han entrado en el mundo interior de la porquería de Ichigo. Entonces… Qué. Hace. Esa. Tipa. Ahí.

La contempla desde uno de los altos rascacielos, con mirada confusa. Puede reconocerla vagamente como la chica a la que el rey siempre está salvando. Por la que siempre llueve en su mundo. La princesa.

"¡Sálvame, Kurosaki-kun!" "Por favor, no tienes que ganar, no tienes que salvarme, pero, por favor, no te hagas más daño."

Sacude la cabeza, eliminando aquellos desastrosos recuerdos. Ahora debe concentrarse en la princesa. Mirándolo bien ella es linda, de buenas curvas. El rey siempre sueña cosas feas sobre ella.

Una sonrisa maquiavélica se forma en sus labios. Con su sonrisa típica de la de un maníaco, él salta. En menos de un segundo está frente a ella, sobresaltándola. La princesa cae de culo, con lagrimitas en los ojos.

Le cuesta un momento darse cuenta de que no está sola. Alza la vista y ambas orbes se encuentran. Orihime tiembla. Recuerda esos írises dorados, la esclerótica negra. La parte oscura del amor de su vida está frente a ella.

Y es exactamente igual a él. Inoue no puede reprimir un sonrojo al ver lo bien que le queda a Kurosaki-kun una mirada malvada y una sonrisa seductora. ¡Dios, que es guapo!

Ella comienza a tartamudear no sabiendo lo que decir. No puede concentrarse sintiendo una mirada tan penetrante sobre ella. Y una tan sexy. Es, en cierta manera, excitante.

─Err... Em... Yo... Este... ─Hollow Ichigo alza una ceja. ¿Ella siempre fue así de tonta? Aunque esa indecisión no dura mucho. Observa asombrado como la expresión en su rotro cambia radicalmente de una tímida y miedosa a un determinada y segura y, de cierto modo, graciosa.─ ¡Hollow-san! Soy Inoue Orihime y Urahara-san me mandó aquí. Aunque no estoy muy segura de porqué ─entonces esa determinación es sustituída por una mueca de confusión en inocencia.─ Seguro que los duendecillos azules junto con los hombrecillos verdes se colaron en el alma de Kurosaki-kun y yo deba exterminarlos. O tal vez Kurosaki-kun no alimente debidamente a Hollow-san y yo tenga que cocinarle un poco de mi Red Bean Paste con curry y arroz frito...

Y así siguió divagando ella sobre cualquier cosa. Cada vez espaciándose más. Hollow Ichigo no tenía ni idea de lo que estaba hablando, pero por la cara que ponía, era visible que ni muerto iba a comerse esa... comida.

Viendo como ella no se detenía, pensó en hacer algo. Porque, a decir verdad, ya lo estaba molestando. Y no quería matarla, porque si lo hacía, el rey lo castraba y luego lo torturaba, para después asesinarlo lenta y dolorosamente.

─Princesa.─Llamó, lentamente. ─ Princesa. ─Orihime seguía sin hacerle caso. ─ ¡Joder, princesa, escúchame! ─Por fin pudo lograr su atención. ─Me importa una reverenda mierda toda esa comida. ¿Qué haces aquí? ¿Dónde cojones está el rey? ─Hichigo ya comenzaba a hartarse.

Esto en definitiva consiguió asustarla, porque rápidamente ella guardó silencio. Confundida, aún sin entender a qué se refería con 'rey' Orihime pensó que tal vez sería bueno preguntarle el nombre a aquella criatura.

─Hollow-san. ─No hizo falta que lo llamara una segunda vez para que él dejara de despotricar y le hiciera caso. ─ ¿Cuál es tu nombre, Hollow-san?

Aquello lo preguntó inocentemente, a lo que el Hollow no pudo hacer más sino apartar la vista y sonreír arrogantemente.

─Yo no tengo nombre. ─Respondió el con simpleza. Orihime puso una expresión horrorizada en su rostro. ¿Alguien como él... no tenía nombre? ¡Todo ser vivo, sea shinigami, humano u hollow tiene derecho a un nombre!

─¿Cómo puede ser eso?─Ella puso una expresión indignada en el rostro. ─ ¿Cómo es que Kurosaki-kun no te ha dado un nombre?

─El idiota del rey no se preocupa por esas tonterías. Siempre que se dirige a mí me llama Hollow de mierda, o caballo estúpido, a veces. ─ Hablaba él como quien no quiere la cosa. Aquello pareció enfurecer a la chica, puesto que con una expresión entre cómica e indiganda exclamó:

─¡Entonces yo te daré un nombre! Así Kurosaki-kun no podrá decirte esas cosas feas nunca más. ─Orihime ya se encargaría después de regañarlo; ahora tenía que pensar un nombre adecuado para su nuevo amigo. ─ ¿Qué te parece... Hichigo? Hichigo Shirosaki. ─ Inquirió ella haciendo alusión a su aspecto de Ichigo pero de color blanco.

El hollow no pudo hacer más que esbozar una sonrisa. Eso estaba bien. Ahora el rey podría llamarlo por su verdadero nombre. Se dirigiría a él con el respeto que se merece, aunque sea el caballo. Cuando tomara el control, lo primero que haría sería ir a agradecerle a aquella ryoka extraña. Aunque mirándolo por otro lado... el mugroso de Ichigo no estaba cerca, así que podía hacer con la linda princesita lo que le diera la gana.

─Me encanta. ─ dijo él abruptamente, mirándola con las pupilas delatadas y una sonrisa demente sobre su rostro. Había hablado con un deje de lascivia en la voz y Inoue no pudo evitar pensar que hablaban de cosas distintas. ─ ¿Por qué no... lo celebramos, eh, princesa?