One-shot de Pokémon - Huerfana

—Vamos Jessie, despierta—
—Mmm...¿Qué?—dijo la niña
—Vamos, tienes que ir a la escuela—
Entonces la pequeña abrió los ojos
—Buenos días Sor Raimunda—
—Cariño te he dicho que no me llames Raimunda—dijo la monja
—Lo siento Rai—
—Bueno, levántate y baja a desayunar—
—Sí—musitó Jessie
Entonces la mujer salió del cuarto, la pequeña de 8 años bajó de la cama y se puso el uniforme de la escuela, se metió al baño para lavarse los dientes. Cuando salió se dio cuenta de que no había hecho la tarea
—"Rayos la tareea"—pensó
Entonces checó el reloj
—"6:40, tengo tiempo"—
La pequeña se sentó a hacer su tarea, abrió su libreta, tomó el lápiz y comenzó, la prueba 35 multiplicaciones antes de las 7:15, para ser una niña de poca edad logró terminar en 7 minutos.
—Pff,terminé—musitó Jess

La pequeña bajó y abrió las puertas del comedor en par
—Buenos dias, ya llegó la única niña de este convento—
Las monjas solo se dedicaron a reir.
La organización en aquella cocina era impresionante, unas monjas cocinaban, otras limpiaban, a través de las ventanas se veían unas cuantas cortando leña y lavaban ropa y un Vigoroth hacía malabares con la hermana Sonia que estaba limpiando el techo
—Hola Jessie—dijo Sonia

Las monjas se sentaron en la mesa para comer, Jessie estaba tarareando la nueva canción que era un éxito en la radio, esta era de un grupo de cinco chicas, la canción se llamaba Wannabe e iba más o menos así...
—¡¡Jessie te estoy hablando!!—habló la madre Sota
Entonces la niña regresó a la realidad
—Hija, di tus palabras para agradecerle a Arceus—ordenó la madre Hada
—Ok...gracias por darnos de comer y....por crear a la superfantásticahipermegarecontra genial Je...—
La monja le tapo la boca y todos comenzaron a comer
Cuando terminó Jessie Sonia se levantó y agarró una bolsa de la barra
—Ten te preparé un emparedado con mucho amor—
—Muchas gracias Sonia—
—No es nada—

Jessie acompañada de dos monjas salió del convento
—Corre Jessie vas a llegar tarde—dijo Sonia
—Si si , que les vaya bien—respondió la niña
Jess se fue corriendo por la calle
—Mírala hermana no se deja caer ante nada—
—Lo se Sonia pero, ¿Siempre será así?—preguntó la madre Hada


En el salón de clases la maestra les daba matemáticas a los niños, aquella maestra lograba tener la atención de muchos niños por eso era la titular de la clase, las otras no lograron soportar a esa horda de mocosos
—Jessie pasa a resolver a la pizarra esta división—
—Si Miss—
La pelirosa se levantó de su butaca y comenzó a caminar, al llegar al final de la fila un niño le puso el pie para que Jess se cayera, el niño logró su objetivo
—Auhh—se quejó la niña que estaba tirada
—¡¡¿Por qué hiciste eso?!!—regaño la maestra
—Fue un accidente—
—Bueno, pues ese accidente te costó irte a la banca de castigados—
—¿Por culpa de esta?—gritó el niño
—No solo por tu culpa—aclaró la Señorita White
El niño se levantó y se acercó a Jess
—Esto te va a pesar—
Entonces el niño se sentó en esa butaca

La niña resolvió la división perfectamente y tomó asiento, sintió un pequeño movimiento en su espalda, para ella nada fuera de lo normal
—¿Me pasas mí lápiz?—dijo la niña que estaba detrás de ella
Jessie miró al piso y noto que ahí sí había un lápiz tirado
—Sí—respondió la niña
La pequeña se estiró para alcanzarlo y escuchó como casi todos estallaron de risa, la niña puso una mano sobre su espalda y alcanzó un papel, lo arrancó y leyó lo que decía: -Huérfana-. La niña se volteó enojada
—¿Quién lo hizo?—
Todos los niños de aquel salón comenzaron a hacer un coro cantando Huérfana Huérfana, muchas veces
—¡¡Ya basta!!—gritó la maestra—Todos ustedes se llevan doble tarea y el que no la haga les juro que los repruebo—
Entonces sonó la campana, los mocosos hicieron una estampida gritando Recreo,entonces el salón se quedó vació

Jessie se sentó y destapó el emparedado que le habían preparado las monjas, con los primeros mordiscos se dio cuenta de que era uno de los mejores preparados hasta la fecha, Jess disfrutaba su desayuno hasta que una mano hizo que el emparedado se cayera al suelo, Jessie trató de detenerlo en el aire pero fue inútil, una niña había saltado en él
—Esto te pasa por dejarnos doble tarea—
—Pero ese era mi..—
—¿De qué te preocupas?, que tu mami te prepare otro—dijo la niña con una gran sonrisa en el rostro
Jessie se retiró echando humos, la niña entro al sanitario para así lavarse las manos para entrar de nuevo a clases, entonces la puerta se cerró de un golpe y se escuchó como el seguro se atrancó
—Para que no nos metas en más problemas tonta—se escuchó una voz
La niña trató de abrir la puerta de distintos modos, con el extintor, pateando la puerta, jalando la perilla como si no hubiera un mañana pero todo falló. Jessie cansada de intentar se sentó en el suelo y comenzó a gritar, entonces la puerta se abrió, Jess se levantó y salió; al otro lado de la puerta se encontraba un niño de cabello gris
—¿Tú eras la que estaba gritando?—preguntó aquel niño
Jess asintió con la cabeza, y se dio cuenta de que eran los únicos en el pasillo
—¿Quién eres?—preguntó la niña
—Me llamo Steven, me sacaron de la clase , ¿y tú?—
—Soy Jessie, yo no entré en ella—
—¿Quieres jugar?—preguntó el niño
—Sí—
Los niños se tomaron de la mano y salieron corriendo
—Solo una cosa, las rocas me hablan—aclaró Steven
—No importa—respondió Jess

Las horas pasaron y las puertas de la escuela se volvieron a abrir, Jessie salió y se fue disparada para el convento aquel que llamaba su hogar, dobló la esquina y entonces sintió como la empujaron , Jess cayó en el suelo; detrás de ella cinco niñas le quitaron sus zapatos y calcetas y se dieron a la fuga.
—Esperen, yo no les he hecho nada—gritó la niña de las trenzas rosas
—Que te compren unos tus padres, ah si que no tienes—gritó uno y doblaron la esquina
La niña corrió tras ellos pero en el transcurso se tropezó, sus rodillas se desgastaron en la banqueta y la sangre comenzó a fluir, el sentimiento mezclado con el dolor hizo que las lágrimas de la niña comenzaron a fluir, poco a poco para luego transformarse en ríos, bueno hasta que él apareció.
—¿Por qué lloras?—
La niña se dio cuenta de que un joven estaba parado detrás de ella
—No me permiten hablar con extraños—dijo Jess limpiándose las lagrimas
—Yo me llamo Giovanni , ¿Y vos?—
—Jessie—respondió la niña
—Bueno, ya no somos extraños, ahora cuéntame—
La pequeña le contó todo lo que le había pasado desde que despertó en ese día
—Malditos bastardos, ¿Y por qué te dicen huérfana?—
—Porque no tengo padres lógicamente—
—¿Y cómo se llamaban tus padres?—preguntó el joven
—Miyamoto según me dicen—completó Jess
El chico miró los pies llenos de ampollas de la niña y se calló, Giovanni se quitó los zapatos y se fue
—Quédatelos, y Jess, ellos lo pagaran—
La niña se puso los zapatos y llegó al convento
—¿Qué te pasó?—preguntó exaltada la monja
—Hice un intercambio con un vago—dijo la niña que se encerró en su cuarto

La rutina se volvió a repetir, duerme, despierta, se baña, lava sus dientes, hace su tarea, desayuna, se va a la escuela, llega, abre su cuaderno, llegan los fastidios , la molestan, los ignora, le hacen cosas horribles , las trata de ignorar, el patrón de su patética vida pero un día pasó algo distinto
—Te hablan Jessie—dijo la maestra entrando al salón
—Ja, por fin la huérfana se va—
Jessie dejó de lado ese comentario, la niña salió del salón y caminó por el pasillo principal de aquella escuela, al final del pasillo había una gran ventana dentro de ella el salón de Steven, Jessie se asomó y se dio cuenta de que este había faltado ese día.En fin la niña salió de la escuela y en la calle ahí estaba Giovanni
—¿Qué haces aquí?—preguntó la niña
Un gran estruendo se escuchó detrás de ellos, la escuela había explotado en mil pedazos, Jessie asustada comenzó a jalonear a Gio
—¡¡Hay que ayudarlos!!—gritó la niña
Los gritos de dolor de los niños que estaban siendo consumidos por las llamas, entonces comenzó a llover
—¡¡¡No ellos te han hecho sufrir, se merecen perecer en las llamas!!!—gritó Gio
—Esa no es la solución—sollozó Jessie
—Haz lo que quieras—dijo el chico que extendió su paraguas y se fue
Lo gritos se seguían escuchando, Jessie estaba callada viendo como la escuela caía poco a poco por las llamas, entonces reaccionó, la niña corrió tras Giovanni y lo tomo de la mano, los dos se perdieron entre el paisaje lleno de lluvia y desaparecieron

En aquel accidente todos murieron niños, niñas, maestros, conserjes, directivos, todos menos Steven y Jess. Hasta el día de hoy Jessie está muerta para las monjas pues no la volvieron a ver, ahora solo era un recuerdo agridulce tal como era esa niña....Jessie....esa la que alguna vez la llamaron...Huerfana