Historias de Madera

Tema en 'Prince of Tennis' iniciado por Soft Colour, 21 Junio 2010.

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  1.  
    Soft Colour

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    Historias de Madera

    .: Prefacio :.
    Todos hablan de ellos por una sola razón: su casa. No se sabía la verdadera historia de la casa de los Ryusaki, pero muchos decían que estaba embrujada hace mucho tiempo por un viejo carpintero que no tenia familia. Otros, sin embargo, comentaban que en las noches la casa se levantaba y pasaba por el vecindario asustando a todos. Realmente, nadie sabe que esa casa de cuatro pisos tiene una historia en cada piso, y la historia cambia cada día.

    Los Ryusaki han tenido muchos problemas por esa casa, pero aun así han luchado para que su vida siga normal. Han tratado de escapar, mudarse o destruir la casa, pero nada ha resultado ya que al siguiente día de su huida despiertan en su hogar. Hay algo que los vuelve a atraer, hay algo que los mantiene pegados a esa casa y no saben lo que es. Pero como todos dicen siempre se encuentra un punto débil. Y esa es la razón por la cual los especialistas de Seigaku están en el caso de la familia Ryusaki.

    Muchos expertos han estudiado la casa, sin embargo ninguno ha encontrado su punto débil. Todos terminan locos o muertos por la ansiedad y el miedo. Y por eso, los Ryusaki han sido calificados como malditos. Esta “legenda” los ha llevado a tener mala fama que, sin duda, ellos no han creado. Pero todo pasa por una razón, y esa razón tiene una historia que conduce al amor. Por ello, la casa ha sido creada y la única forma de eliminarla o mandarla a su lugar destinado es por medio del amor.
     
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    Ladykagura

    Ladykagura Entusiasta

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    Re: Historias de Madera

    Esta muy interesante tu historia, me muero por saber cual es la leyenda de ese amor, por el cual esta maldita, espero y puedas continuarla pronto, por q me dejo intrigada, bueno...hasta la proxima. bye...

    ¡Saludos!
     
  3.  
    Eri

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    Re: Historias de Madera

    Sinceramente, ¡Me encantó! No digo mentiras, está hermoso, muy hermoso a decir verdad: Me encantó el tema y también me encantó la forma en qué narrastes ;)

    Muy hermoso, y original ;)

    Noté sólo unas fallas de acentos; antes de publicar tú historia releela para ver los errores ;)
     
  4.  
    sakumai

    sakumai Iniciado

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    Re: Historias de Madera

    Waaaa! ¡Que interesante! Sakumai quiere saber más *¬* xDDD
    Me pregunto que tipo de amor le pondras a Ryuzaki " No digo nombres por que luego me equivoco xD
    ¿Es un Ryosaku? ¿Un sakux¿? ? ¿con que? xDDD Ryoma, Fuji *-*, Eiji... me rindo u.u
    ¡Leyenda! Me gustó !me encantó! Ya me callo ._.
    Espero leer el capitulo *-*

    Bye :)
     
  5.  
    Soft Colour

    Soft Colour Entusiasta

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    Historias de Madera
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    Re: Historias de Madera

    Muchas gracias por los comentarios, me motivan. TuT. Bueno, sin mas que decir aqui esta el primer capítulo, espero no desepcionarlas.

    Capítulo Uno.
    .Investigando.

    La fresca brisa pegaba en mi cara. Había salido al balcón, o más bien a la plancha. Este piso, donde mi cuarto estaba, era la historia de piratas. Estaba extrañamente vestida de pirata con una falda negra desgarrada y una ombliguera blanca. Tenía encima un saco rojo como el que usaba Garfio en Peter Pan, un parche rojo en mi ojo derecho y mi pelo castaño recogido en una coleta alta.

    Salí de mi recamara, si a eso se le podía llamar mi habitación. Las paredes eran azules, el piso de madera, mi cama era un barco pequeño y tenía agua alrededor de mi cuarto. En el pasillo me encontré con mi perrita Diva. Esta tenía puesto un parche negro en el ojo izquierdo y un sombrerito rojo. Se veía adorable pero la fastidiaba.

    Baje las supuestas escaleras de mi casa y el escenario cambio. Ahora era la historia de Toy Story y yo era Buzz Ligthyear. Mi abuela Sumire era el puerquito o el malvado doctor tocino. Me senté en el suelo y suspire, la mesa estaba demasiado alta para mí. Me volví a parar y brinque hasta subir al televisor, después volví a brincar hacia la mesa y por último al refrigerador. Subí hacia la alacena y tire la caja de galletas, me puse a comer las galletas desesperadamente.

    No me gustaba que mi casa fuera de este modo, es decir, de vez en cuando era interesante despertar en una jungla o en un campamento, pero casi siempre me molestaba tener que luchar por mi vida cuando las cosas se ponían feas. Así que por esa razón estamos esperando que los especialistas de Seigaku lleguen. Estoy ansiosa por que den las seis, a esa hora acordamos que llegarían.

    —Hija, vamos al cuarto piso —habló mi abuela que estaba subiendo las escaleras.
    —Ya voy —respondí yo bajándome de la alacena.

    Al llegar yo era Gastón de La Bella y La Bestia y mi abuela el candelabro. La cargue y nos sentamos en la cama del cuarto de Bella. Me dijo que debíamos prepararnos para cuando los muchachos llegaran y teníamos que salir al patio para cambiarnos a la ropa de humanos. Yo asentí y abrí la ventana. La tiré por ella y luego salté yo. Cuando caímos en el césped estábamos desnudas y teníamos frío. Corrimos hacia la casita de madera que teníamos en el patio y nos pusimos la ropa rápidamente. Al terminar de vestirnos el timbre sonó.

    —Yo atiendo —le dije a mi abuela saliendo del patio.

    Pase por un pasillo que conducía de la calle hacia nuestro patio y encontré a un grupo de hombres bien vestidos con gafas cada uno. Atrás estaba una camioneta negra que decía Seigaku en letras grandes y doradas. Sonreí felizmente porque nuestro problema acabaría aquí y camine hacia la entrada de nuestra casa. Los salude a todos y después les di paso hacia el patio donde los esperaba mi abuela.

    —Un gusto chicos, yo soy Sumire Ryusaki —les dijo mi abuela al grupo de cinco chicos.
    —Nosotros somos Tezuka, Syusuke, Ryoma, Eiji y Momoshiro —menciono un chico alto de cabellos castaños.
    —Sa-Sakuno Ry-Ryusaki, un pl-placer —tartamudee mientras me sonrojaba.
    —Les daré el paseo, el primero piso es Toy Story —comenzó mi abuela mientras caminaba entraba a la casa transformándose.
    —El segundo Mulan, el tercero Piratas del Caribe y el cuarto La Bella y La Bestia —termino diciendo sentándose en el sillón del cuarto.

    Yo me senté en la cama y me fije como los cinco muchachos anotaban en sus libretas y tomaban fotografías de ellos mismo y de su alrededor. Me sonroje al ver como el chico de cabellos rojos saltaba animadamente sobre la cama, sobre sus amigos y sobre las cosas. Estaba tan divertido que ni cuenta se dio cuando brincó sobre mí tirándome. Primero se rió y luego se disculpo conmigo. Yo, muy sonrojada, acepte sus disculpas.

    —Disculpe Sumire, ¿podrían salir usted y su nieta un momento? —pregunto cortésmente el líder del grupo Tezuka.
    —Seguro —respondió mi abuela sacándome al pasillo.

    Esperamos afuera por veinte minutos y después nos dijeron que podíamos volver a entrar. Los especialistas nos hicieron unas preguntas y después comenzaron a pensar en posibles conclusiones. Decían que la casa, al enseñar historias, tenía una historia que contar. El punto era encontrar la forma de sacarle la historia a la casa. Tenían que buscar un punto donde la casa les diera la información, algo importante, algo que nunca cambiaba, algo como… ¡El patio!

    —Bien, salgamos —declaró Syusuke abriendo los ojos.
    —Mm… al salir cambian a su forma humana, el problema es que no tienen ropa —declaro mi abuela con una sonrisa penosa.
    —¡Perfecto! —dijo Momo con sarcasmo.

    Después de pensar un buen rato a Tezuka se le ocurrió una buena idea. Alguien saltaría hacia el patio y se pondría nuestra ropa para después ir a la camioneta y tomar los trajes de los muchachos, por último los cuatro restantes saltarían de uno por uno y se pondrían los trajes. Los presentes aceptaron y optaron porque Ryoma saltara y fuera por los trajes. Él lo hizo a regañadientes.

    Después de que todos tuvieran puestos sus trajes, nos esperaron en la puerta principal de la casa hasta que nosotras no termináramos de cambiar para después hablar con nosotras. Cuando terminamos de cambiarnos nos dirigimos a la entrada y todos nos sentamos en el pórtico para hablar más cómodamente. Yo estaba sentada alado del chico de cabello rojo, me gustaba mucho ese carácter suyo tan activo. Quisiera ser como él.

    —Bueno, mañana volveremos a las siete de la mañana para seguir con la investigación. Buenas noches —se despidió el líder caminando hacia la camioneta.
    —Fue un placer —dijo Syusuke con una sonrisa.
    —Hasta luego —Momo agitaba su mano alegremente.
    —Adiós —se despidió Ryoma seriamente y con aburrimiento.
    —Nos vemos señora Sumire. Saku-chan —no puedo creer que Eiji ya sea mi amigo.

    Creo que tenía una cara tonta porque mi abuela se empezó a reír de mí. Yo me sonroje y rápidamente cambie mi expresión. ¡Qué pena! No lo sé, pero creo que fue amor a primera vista lo mío con Eiji. No digo que el también sienta lo mismo, pero pienso que también le guste. Es decir, mucho tiempo aislada de todos y todo creo que me afecto. Hace tiempo que no veo a un hombre. Mucho tiempo.







     
  6.  
    Eri

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    Re: Historias de Madera

    Debo admitir: Eres buena e__é

    Está muy pulido y me encantó el tema... Lo adoro, a decir verdad ;)

    Es muy original, nunca había leído algo por el estilo, definitivamente. No tienes errores de personalidad, ¡sorprendente! Juraba qué, almenos habría un cambio. Pero todo perfecto

    O casi. Sólo noté ciertas fallas de acentos...

    Todo verbo que sea presente lleva acento: "Bajé" "Toqué" "Corrí" Etc...
    Y otro, qué está por ahí xD


    Sigue, me encantó, espero continuación *-*
     
  7.  
    Soft Colour

    Soft Colour Entusiasta

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    Re: Historias de Madera

    Listo, ya traigo el segundo capítulo, espero les guste y muchas gracias por el comentario erika chica. ¡Disfrútenlo!

    Capítulo Dos.
    .La Leyenda.

    Abrí los ojos y me fije detenidamente en todo. Bien, por este horrible olor, las moscas que rondan aquí y los arbustos y plantas deduzco que es la historia de Shrek. No tengo un espejo en donde me pueda ver, pero al tocarme y verme el cuerpo se puede decir que soy galletita. Adoro a ese personaje, es tan tierno y lo que me gusta de él es que es decidido.

    Salí de mi olorosa habitación y bajé las escaleras para desayunar. Oía varias voces y me sonrojé al ver que Seigaku estaba sentado en la mesa comiendo… ¿Qué era eso? Me acerque a ellos y vi que era una especie de caldo con ojitos de venado alrededor. Cuatro enanitos y Blanca Nieves estaban sentados en la mesa hablando felizmente, otro enanito estaba sirviendo la sopa y yo como un conejo bajando las escaleras.

    —Qué bueno que ya despertaste Sakuno, ¡Achu! —me saludo la abuela después de un estornudo. Esa era ella, Estornudo.

    Los presentes voltearon a verme y sonrieron. Seguido, todos me saludaron. Tezuka me di cuenta que era Doc, le quedaba muy bien para su personalidad. Ryoma era Dormilón y tenía toda la sopa en embarrada en la cara por haberse dormido en la sopa. Eiji era Tímido, quien no paraba de sonreír, hablar y sonrojarse. Momo era Feliz, y creo que se le habían entumecido las mejillas de tanto sonreír. El ultimo y el más gracioso era Syusuke, quien tenía un muy lindo cabello negro y un vestido amarillo. Se veía muy guapo como Blanca Nieve y los demás no paraban de reír al verlo.

    —¿Les parece investigar ya? —preguntó Blanca Nieves abriendo sus ojos cafés.
    —Sí, ya es tiempo —accedió Tezuka bajándose de la silla.

    Todos subimos hasta el cuarto piso donde yo era el chimpancé de El Rey León. Eiji no paraba de perseguir su cola de león siendo él Simba de pequeño, Momo era Timón, Ryoma Pumba, mi abuela Scarf, Syusuke Mufasa, y Tezuka Nala de pequeña. Todos nos dirigimos a la ventana y saltamos después de que el anterior a nosotros nos gritara que nos podíamos lanzar.

    Una vez todos vestidos nos pusimos a raspar el césped con las manos. Pasaron diez minutos y ya estábamos todos cansados, así que Momo opto por traer las palas que guardaban en la camioneta. Mi abuela se enojo, había gastado su manos en vez de traer las palas desde un principio. Momo se sonrojo y pidió disculpas. Todos tomamos las seis palas y comenzamos a escavar sobre la tierra.

    Después de media hora, Ryoma encontró un dato muy interesante. Era una pequeña caja de color plateada que tenía un símbolo raro en el centro. Se me hizo extraño porque había visto ese símbolo anteriormente, el caso era que no me acordaba en donde lo había visto. La abuela se sentó a lado de la pequeña casita y se me vino el recuerdo a la mente. Era el mismo símbolo que estaba en la pared del centro, justo en el extremo superior derecho de esta.

    —Perfecto, debe de ser una especie de combinación —exclamó inteligentemente Syusuke.
    —¡Bien hecho Saku-chan! —Eiji me abrazó efusivamente, yo me sonroje.

    Caminamos hacia la casita y nos metimos todos en ella. Momo, Ryoma y Eiji se salieron al ver que no todos entrabamos, los demás nos quedamos dentro. Tezuka tomo la cajita y la pasó enfrente del otro símbolo, nada pasó. Mi abuela le quito la caja y la puso a un lado del símbolo, fue el mismo resultado. Syusuke fue el siguiente en intentar y la pegó en el símbolo, sentí un temblor y después la casita pequeña se agrando y comenzó a brillar. Seguido, unas letras de color oro se formaron sobre las paredes, eran mejor dicho símbolos que representaban un significado el cual nadie pudo traducir.

    —¡¿Qué está pasando?! —gritaron Momo, Ryoma y Eiji al mismo tiempo entrando a la casita.
    —Esos símbolos —murmuró Ryoma al tiempo que sus ojos dorados se abrían y caía en el suelo.
    —¡Ryoma! —gritó Momo muy preocupado sentándose a su lado.

    Una vez dejo de brillar la casa sentí un fuerte dolor de cabeza. Me sostuve la cabeza y deje escapar un gemido, no tenía idea de que pasó pero los símbolos comenzaron a transformarse en palabras entendibles para mí. Me paré del suelo y roce las yemas de mis dedos sobre las letras. Era la historia de la que había hablado Tezuka, pero no era precisamente una historia, era más bien una carta.


    Marzo 27, 1654
    Zoila,
    Mi amor:

    Querida mía, quisiera deciros cuanto os amo y extraño. No he podido dejar de pensar en ti desde que me marche de mi antiguo hogar. Todavía siento las manos de vuestro padre sobre mi cuello y me aterra saber que os haya hecho algo. Por eso me he marchado, para mantener nuestro amor eterno y protegido. Sé que ha sido dolorosa mi partida, puesto que no nos volveremos a ver en un largo tiempo, pero no os preocupéis por que pronto estaremos juntos de nuevo.

    Te Ama,
    Yanelio

    Cerré los ojos y después los volví a abrir, había una carta nueva. O bueno, esta si era la historia que me podría decir quiénes eran Zoila, Yanelio y su romance prohibido.

    “Adornado las bellas margaritas estaba Zoila Agrid. Las flores emanaban un olor agradable que llenaba los pequeños hoyos de su nariz. Dibujo una sonrisa mientras tomaba la margarita y la olfateaba con delicadeza. Unos grandes brazos la rodearon al dejar la margarita en la mesa de su lado, sonrío con alegría y se volteo para besar los labios de su adorado Yanelio.

    El hombre en frente suyo le correspondió con mucha ternura y amor. Musito contra sus labios diciéndole lo mucho que la amaba, Zoila sonrío tímidamente mientras sus mejillas se tornaban rosas. Volvió a tomar los labios de Yanelio con más pasión y rodeo su cuello con sus manos. Pero algo le llamaba la atención, los pájaros cerca de ellos dejaron de entonar su bella melodía y no había mariposas volando a su lado. Eso podía significar solo una cosa: la llegada de su padre.

    En cuanto soltó a Yanelio lo empujo hacia los arbustos haciéndolo caer y de ese modo no ser visto. El padre de Zoila venía cabalgando hacia ella cuando la vio en los jardines de su gran casa. Sospecho de inmediato la presencia del muchacho, pero no dijo nada hasta tener seguras sus sospechas. Saludó a su hija como costumbre y olio en ella el aroma de Yanelio, la jaló por la manga de su vestido y le obligo a decirle el paradero del joven.

    Zoila indico con su dedo al arbusto donde había arrojado a Yanelio. Su padre se dirigió a él con brusquedad y pateo fuertemente el arbusto donde un grito se dejo oír. El hombre de pelo castaño tomo al muchacho por el cuello y le hizo prometer no volver a ver a su pequeña hija. El muchacho, muy adolorido, prometió no volver a regresar a la casa de los Agrid. Las lágrimas de tristeza se le escaparon, y una vez el señor Agrid lo soltó corrió lejos de esa casa.

    La muchacha no hizo mueca alguna, ni una lágrima rodó por su mejilla y simplemente dejó el jardín sin decir palabra alguna. Su padre la siguió muy callado y con la mirada fija en su cabello negro. Al llegar ella a su habitación, se sentó educadamente sobre la cama y cerró los ojos esperando a que el martirio llegara. Quería terminar con él de una vez por todas.

    Suspiro pesadamente y la puerta se abrió de golpe dejando entrar al hombre de cabello castaño. Se lanzó hacia ella y la besó con lujuria, pasión, enojo y desesperación. Las lágrimas poco a poco bajaron de sus ojos hasta tocar su cuerpo desnudo. No podía seguir con aquella farsa que le dejaba el alma destrozada al igual que al corazón. Y aun cuando quería huir, los hombres que trabajaban para su padre la encontraban y le iba peor.

    Trato de zafarse pero los brazos de ese hombre la atrapaban con fuerza, no pudo hacer más así que dejo de respirar para morir. Ya nada tenía sentido alguno, su preciado Yanelio la había dejado para siempre por su cobardía, su madre había muerto y su padre la violaba. El hombre se dio cuenta hasta que la pequeña Zoila cayó en la cama con los ojos blancos y los labios morados.

    Se enfureció tanto y culpo a Yanelio por la muerte de Zoila. Se vistió como un rayo y camino hacia la salida con pasos enojados y bruscos. Montó nuevamente su caballo y partió en busca del muchacho de ojos cafés. Tardó once meses en hallarlo. El joven vivía en Japón en una pequeña casita de madera alrededor de una obra en construcción donde lo acompañaba una mujer de rasgos parecidos. Sacó a la mujer y mató a Yanelio con las herramientas de construcción.

    El cadáver de Yanelio permaneció en el fondo y la lluvia lo arrastró hasta quedar debajo de su casita compartida. La mujer, quien había presenciado la muerte de Yanelio, comenzó a garabatear en las paredes símbolos extraños en una lengua muerta. Con uno de los huesos de Yanelio armó una pequeña caja con el símbolo que había colocado en la pared del centro hasta el extremo superior derecho.

    Esa mujer de rasgos parecidos se llamaba Azuri, Azuri Ryusaki. La mujer había construido la casa en construcción y, al tener el espíritu vivo de Yanelio, esta contaba historias en cada piso mostrando ejemplos de lo que podía haber sido la amistad de Yanelio con Azuri y el amor que el joven había construido con Zoila. Extrañamente, el cadáver de Yanelio hacia que la casita fuera inmune al espíritu del mismo y no transformara las cosas en historias. Y así permanece La Leyenda De Las Historias de Madera.”
     
  8.  
    ilkane

    ilkane Entusiasta

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    Pluma de
    Escritora
    Re: Historias de Madera

    WOW!!!:eek: tu historia me dejó helada!!!

    Aunque me hizo reir mucho la parte don de se convierten en criaturas de cuentos de hadas, como donde son Blancanieves y los siete enanos, me los imaginaba a todos en especial a Fuji como Blancanieves eso fue muy gracioso.:D

    Pero el la parte de la historia de la carta que apareció en la pared y lo del espiritu de Yanelio eso si me puso la piel de gallina...:(

    Esta muy interesante la historia Lucyhha, espero que la continues muy pronto, porque ya me quedé picada con la continuación.

    Saludos...
     
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  1. Acero
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