One-shot historia de amor

¿Qué se puede decir una muchacha de veinticinco años que murió? Que era hermosa. Y terriblemente inteligente. Que adoraba a Mozart y a Bach. Y a los Beatles. Y a mí. Un día en la chica me metía en el mismo saco con eso tipos del ramo de la música, le pregunte en qué orden nos adoraba, y la chica contesto, sonriendo: alfabético. También yo sonreí en aquel entonces. Pero ahora que pienso en ello y me pregunto si en su famosa lista yo figuraba con mi nombre de pila, en cuyo caso quedaría situado detrás de Mozart, o con mi apellido, en cuyo caso me hubiese colocado de último. De todos modos, es cierto que no ocupo el primer lugar en la lista, cosa que, por alguna razón estúpida, me fastidia como nadie puede figurarse, acaso porque siempre crecí con la idea fija de que en todo debo ser el numero uno. Herencia familiar, desde luego.

A fines de mi último curso, me dio por ir a estudiar en la biblioteca de la academia de konoha. Y no solo para recrearme la vista, aunque reconozco que me encantaba mirar. El local era tranquilo, allí nadie me conocía, y los libros de reserva estaba meno solicitados. La víspera de uno de mis exámenes de historia, aun no había abierto ni el primero de los libros de mi lista, enfermedad endémica de konoha . Me acerque al mostrador de los libros de reserva con la intención de obtener uno de los tomos que habían de sacarme de apuros al día siguiente. En el mostrador trabajaban dos chicas. Una de ellas alta del tipo tenista; la otra del tipo normal. Opte por la normal

-oye, ¿tienes la decadencia de la edad media?

Me echo una ojeada -¿y tu biblioteca de qué sirve?

-ya sabes que universidad konoha tiene derecho a utilizar la biblioteca de la academia

-déjate de derechos, preppie. Es una cuestión de ética. Ustedes tienen cinco millones de libros. Nosotras unos pocos millares apenas

¡Dios me valga! ¡Vaya con la niña! El típico caso se sabihonda, la clase de muchacha que por el hecho de que la proporción de la AK(academia konoha) a UK(universidad konoha) es de cinco a uno, las chicas deben ser a la fuerza cinco veces más listas. Normalmente, a ese tipo de niñas las hago trizas, pero en aquel momento necesitaba el maldito libro, y lo necesitaba de mala manera

-oye, necesito el condenado libro

-un poco mas de modales, preppie, por favor

-¿Por qué estas tan segura de que procedo de una prep school?

Porque tienes todo el aire de ser tonto y rico-dijo la muchacha

-pues metiste la pata- proteste-soy listo y pobre, para que te enteres

-¡qué va, preppie! Yo si soy lista y podre

La chica me miraba a los ojos. Los suyos eran color perla. Bueno, de acuerdo, es posible que tenga el aire de ser rico, pero no estaba dispuesto a permitir que una niña de la AK(academia konoha) -ni aun por sus lindos ojos-me llamara tonto

-¿en qué te basas para considerarte tan lista?-le pregunte

-en que no estaría dispuesta a ir a tomar un café contigo- respondió

-ni a mí se me ocurriría invitarte

-en eso se nota que eres un tonto- dijo entonces

Quiero explicar porque la invite a tomar café. Capitulando con astucia en el momento crucial- es decir fingiendo que sea así de pronto me entraban ganas de invitarla-, conseguí el libro que necesitaba. Y como la muchacha no podía salir hasta que la biblioteca cerrara, tuve tiempo de sobra para poder asimilar unas cuantas frases lapidarias acerca de la evolución de la influencia sobre la realeza, que a fines del siglo XI paso el clero a los leguleyos. En el examen saque un 9 sobre 20, casualmente la misma calificación que le puse a las piernas de Hina la primera vez que salió de detrás del mostrador. En cambio, debo decir que no puedo conceder matrícula de honor a su atuendo; para mi gusto resultaba demasiado bohemia

Fuimos al restaurante ichiraku,encargue dos cafés y un helado de chocolate (para ella)

-me llamo Hinata Hyuga – dijo la muchacha, americana con ascendencia italiana

Como si hiciera falta decirlo

-y estudiante de música-agrego

-yo me llamo Naruto-dije, por mi parte

-¿de nombre o apellido?-pregunto Hina

-de nombre-respondí; y entonces le confesé que mi nombre completo era Naruto Uzumaki (bueno casi completo)

-vaya –dijo la muchacha -¿Uzumaki, como la poetisa?

-si-dije

Durante el silencio que siguió, di las gracias, en mi interior, porque la chica no me había soltado la fastidiosa pregunta de costumbre:¿Uzumki, como la sala?. Porque yo tengo mi cruz particular, que consiste en ser pariente del tipo que pago el Uzumaki Hall, el edificio más grande y más feo de la universidad konoha, un monumento colosal al dinero y la vanidad de mi familia

Como he dicho, la chica enmudeció de pronto. ¿Era posible que ya hubiéramos agotado los temas de conversación? ¡Quien sabe! Simplemente, Hina permanecía allí sentada, dirigiéndome una vaga sonrisa. Por hacer algo, eche mano de sus cuadernos de notas. Tenía una caligrafía curiosa, una letra pequeña, puntiaguda; y no usaba mayúsculas. Y seguía unos cursos francamente inocentes, la niña: Literatura Comparada 105; Música 150; Música 201…

-¿Música 201? ¿No es un curso el último ciclo?

Asintió con la cabeza; la verdad es que apenas logro disimular lo orgullosa que se sentía de ello

-Polifónica del Renacimiento

-¿Polifónica? ¿Y eso que es?

-nada sexual, preppie

¿Cómo le toleraba aquellos modales? ¿Acaso lo leía el crimson? ¿No sabía quién era yo?

-oye, ¿no sabes quién soy yo?

-claro-respondió Hina, casi con desprecio- el amo del Uzumaki Hall

Era evidente que no sabía quién era

-yo no soy el amo del Uzumaki Hall- quise puntualizar- se da el caso de que mi bisabuelo regalo el edificio a konoha

- para que su biznieto pudiera tener la seguridad de ingresar en le escuela . Aquello ya era demasiado

-Hina, si estas tan convencida de que soy un don nadie, ¿Por qué te has empeñado en que te invitara un café?

Me miro fijamente a los ojos y sonrió.-me gusta tu cuerpo-dijo

Saber perder forma parte del arte de ser un gran campeón. Sin paradojas. Un rasgo característico de la gente e konoha consiste en saber convertir cualquier derrota en una victoria

“mala suerte, Uzumaki. Jugaste estupendamente.

“de veras que me alegro de que hayas ganado ustedes, los muchachos. Quiero decir que les hacía falta ganar…”

Claro es mejor un triunfo rotundo y claro. Quiero decir que, a ser posible, es preferible el tanto en el último minuto. Y mientras acompañaba a Hina a su residencia, yo confiaba todavía en acabar por vencer a aquella mocosuela de la academia

-oye mocosuela, el Viernes por la noche hay el partido de hockey

-¿y qué?

-Que me gustaría que fueses

Con el respeto que las niñas de la academia suelen mostrar por el deporte, Hina respondió:-¿y porque demonios tendría que ir a aguantar un asqueroso partido de hockey?

Conteste, en tono falsamente indiferente: -porque juego yo

Siguió una breve pausa. Creo que pude oír como caía la nieve

-¿en qué bando? Pregunto


espero que les guste y si ven algún erro díganme

 

Cap 2

Naruto Namikaze Uzumaki

Nacido en el pais del fuego

Edad: 20 años

Materia :estudios sociales

Kyubi primer equipo

Carrera proyectada: derecho

Ultimo curso: universidad konoha 1`66 m .50,9kilos

En aquellos montemos, Hina ya habría leído mi ficha en al programa. Me asegure por partida triple de que Kakashi Hatake, el manager, hiciera llegar un programa a sus manos

-¡válgame dios, Uzumaki! ¿Es tu primera conquista?-dijo kakashi

-cierra el pico kakashi-dijo Naruto


Durante el precalentamiento, ya en la pista de hielo, no la salude ni siquiera mire hacia donde ella estaba. Y sin embargo, sospecho que Hina creyó que la miraba. Hacia la mitad de la segunda parte, estábamos ganando al Suna por 0 a 0. Es decir, Shikamaru Nara y yo estábamos a punto de perforar sus redes. Los malditos verdes lo intuyeron y empezaron a jugar duro, con la esperanza de rompernos un par de huesos antes de que los dejáramos para el arrastre. Sus hinchas y empezaba a chillar exigiendo sangre. y en hockey eso significa literal mente sangre, o, de lo contrario, un tanto.

Gaara, el centro del equipo de Suna, cargo a atreves de la delantera azul, y yo me lance contra él, le arrebate el tejo y corrí hacia su puerta. Las hinchas rugían. Vi a shikamaru Nara a mi izquierda, pero decidí realizar la jugada yo solo, puesto que el guardameta era un tipo cobardón a quien yo ya había metido miedo en el cuerpo cuando jugaba en el otro equipo. Antes de que pudiera lanzar gol , los defensas contrarios se arrojaron contra mí, y tuve que patinar por detrás de la puerta para no perder el tejo. Allí andábamos los tres, pegando fuerte a los maderos y unos a otros. En las agarradas de esa clase siempre adopto la táctica de zurrar con fuerza a cualquier cosa que luzca de colores contrarios. Por aquí, debajo de nuestros patines, andaba sin duda el tejo, pero por el momento los tres nos dedicábamos a zurrarnos de lo lindo.


El árbitro toco el silbato


-¡eh, tú dos minutos de suspensión!-dijo el arbitro


Mire hacia él. Me señalaba a mí. ¿A mí? Pero, ¿Qué había hecho yo para merecer un castigo?

-hombre, arbitro, ¿Qué h hecho yo?-dijo naruto

Bueno, el tipo no estaba para diálogos. Grito en dirección a los de la mesa de control: número siete, dos minutos dijo sin dejar de agitar los brazos señalándome a mí.

Me hic un poco el remolón, como es de rigor.

El público siempre protesta, por más clara que sea la falta. El árbitro me echo de la pista, gesticulando. Hirviendo de cólera, patine hacia la jaula de los castigo. Mientras subía a la tarima, entre los golpes mis patines contra los maderos, oí los ladridos de los altavoces:


-castigo. Uzumaki de konoha. Dos minutos. Suspensión


La multitud aulló; varios fanáticos del konoha pusieron en duda la visión y la honradez de los árbitros. Yo me senté y procure concentrarme en recobrar el aliento, sin atreverme a mirar hacia la pista, donde el Suna nos aventajaba en número


-¿Por qué te quedas ahí sentado mientras todos tus amigos están jugando?- dijo hinata

Era la vos de hina. Ignorándola, empecé a animar a mis compañeros

-¡adelante, konoha, vayan por el tejo!-dijo naruto

-¿Qué fue lo que hicistes mal?- dijo hinata

Me volvi hacia ella y le respondi. Al fin y al cabo yo la habia invitado.

-me pase de la raya.- dijo naruto

Y volvi a mirar como mis compañeros de equipo intentaban anular los decidodos esfuerzos de gaara por anotar

-¿y es una falta grave? - dijo hinata

-hina, por favor, estoy intentando concentrarme. -dijo naruto

-¿en qué?- dijo hinata

-¡en cómo voy a pasar por la piedra a ese cerdo de gaara!- dijo naruto

Mire de nuevo hacia la pista, para apoyar moralmente a los míos

-¿eres un jugador sucio? - dijo hinata

Mis ojos estaban clavados en la meta, en nuestra portería, que en a aquel momento era un hervidero de cerdos verdes. Ardía en deseos de saltar de nuevo a la pista. Hina insistió

-¿serias capaz de pasarme a mí por la piedra? - dijo hinata

Le respondí sin volverme

-eso es lo que voy a hacer si no cierra es pico- dijo naruto

-me voy. Adiós- dijo hinata

Cuando me volví, hina ya había desaparecido. Al poco tiempo que me levantara par buscarla con lo mirada entre el público, me dijeron que mi suspensión de dos minutos había terminado. Salte la barrer a, y al hielo otra vez.

La multitud celebro mi reincorporación “con Uzumaki en el extremo, seguro que ganaremos”. Donde quiera que hubiese estado sin duda hina oiría el entusiasmo que suscitaba mi reaparición. Así que, ¿Qué me importaba donde estuviera?

¿Dónde está hina?

Gaara disparo un tiro mortal, que nuestro guardameta desvió hacia sasuke uchiha, quien lanzo el tejo en dirección a mí. Mientras corría en pos del tejo, creí que me sobraba un decima de segundo para echar una ojeada a las gradas en busca de hina, y así lo hice. Y la vi. Allí estaba.

Inmediatamente después me encontré sentado en suelo.

Dos cochinos verdes me habían embestidos me encontraba sentado en el hielo, y me sentía - ¡válgame dios! - dijo naruto ¡Uzumaki derribado! Oí a los hinchas de konoha gimiendo por mí, mientras resbalaba, intentando levantarme y los hinchas de Suna, sedientos de sangre, correando:

-dale, dale, dale

¿Qué pensaría hina?

El Suna volvió a lanzar el tejo hacia nuestra puerta y nuevamente guardameta lo rechazo. Uchiha lo pasó Shikamaru, quien lo paso hacia mí. (Al fin me había levantado de nuevo.) la multitud estaba que ardía. Aquello tenía que ser un tanto. Agarre el tejo y me arroje como un rayo contra la línea azul del Suna. Dos defensas enemigos se lanzaban contra mí

-¡vamos, naruto, vamos! - dijo hinata

Oí la voz de hina por encima del rugido de la multitud. Un grito exquisitamente violento. Le hice quiebro a unos de los defensas, choque con el otro con tal violencia que quedo sin aliento y entonces –en lugar de disparar en posición falsa- pase el tejo a Sai, que había aparecido a mi derecha. Y shikamaru lo incrusto en la red. ¡Tanto para konoha! Un instante después nos abrazamos. Yo y shikamaru y todos los muchachos nos dábamos palmadas. La multitud chillaba. Y el tipo del equipo de Suna seguía sentado en el hilo. El Suna se desmorono; se le quebró el espinazo. (Bueno, es una metáfora: el defensa se levanto cuando hubo recobrado el aliento.) Los dejamos para el cubo de la basura: 7 a 0


En las duchas


-¿en remojo, Naru?-dijo jiraiya

Era jiraiya, nuestro entrenador, que al mismo tiempo se había nombrado a si mismo nuestro director espiritual

-¿pues qué te parece que estoy haciendo, jiraiya, cazando mariposas?-dijo naruto

Jiraiya cloqueo, y su rostro se ilumino con una sonrisa idiota.

-¿quieres saber lo que le pasa a tu rodilla, Naru? ¿Quieres que te lo diga yo?-dijo jiraiya

Me habían examinado la rodilla todos los ortopédicos, pero jiraiya, desde luego, sabía más que nadie

-pues lo que le pasa a tu rodilla es que no comes lo que deberías comer- dijo jiraiya

Bueno, el tema no me interesaba mucho, que digamos

-comes poco sal- dijo jiraiya

Si le seguía el humor tal vez me dejaría en paz

-bueno, jiraiya, procurare comer más sal.-dijo naruto