Un sinsajo. Un hibrido. Una hermosa ave mezcla de sinsote, mezcla de charlajo. Una mitad, al igual que yo, una parte de nada y una parte de todo. Yo era al igual que esa ave, el resultado colateral de un experimento fallido, de un intento de arma que se volvió en su contra, al cual ahora deseaban eliminar porque se les iba de las manos. Me mandaron a morir, quisieron que muriese, pero no les salió como lo planearon, muté, al igual que el sinsajo, cambie, y fue gracias a ellos, fue gracias a mis compañeros, fue gracias a Peeta, fue gracias a todos. Ahora soy una voz fuerte, una voz potente, el eco de muchas, alguien que grita lo que otras voces solo susurran, alguien que imita, lo que otros hacen, alguien quien responde de manera rebelde y hace que todos los que no quieran oír escuchen, porque mi voz es canto, mi voz es guerra, mi voz, es rebelión, una rebelión que se propagará como el eco, como el canto del sinsajo, como las llamas de fuego que irán quemando todo hasta convertir en cenias el capitolio.