Microrrelato Hasta que se acabe la canción

Vino a buscarme con su característica manta negra y una hoz alzada en la mano derecha. No quería irme aún, así que caminé hacia el jardín para ver el sol entremezclarse con el cielo y desaparecer en la noche por ultima vez. Llevaba conmigo el móvil y un par de auriculares... al menos me iría escuchando mi canción favorita.

Él estaba detrás mio, esperando a que me entregase por libre y espontanea voluntad.

Que amable.

— ¿Quieres escucharla también? — ofrezco uno de mis auriculares y él los acepta sin gran esfuerzo.— ¿Es buena verdad? — Digo mientras se escucha el estribillo.

Y aunque me empezaba a costar, miro al cielo una ultima vez hasta que mis ojos empiezan a parpadearse.

Entonces....se acaba la canción.