The Hunger Games Hanging Tree

Tema en 'Fanfics sobre Libros' iniciado por Arleet, 24 Febrero 2018.

  1.  
    Arleet

    Arleet Fanático

    Aries
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    9 Julio 2010
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    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Hanging Tree
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Drama
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    738
    Hace tanto que no escribo algo para aquí, god espero que les guste.
    Use la letra de la versión latinoamericana, por si tienen alguna duda. Me habría encantando usar la letra en inglés, pero no sentí que quedara tan bien con el resto del shot en español.



    Hanging Tree



    Abrió la puerta con lentitud, envolviendo con un poco más de fuerza la gruesa manta que tenía sobre sus hombros. Caminó hacia los asientos de madera que sus hijos habían colocado allí hace unos años para Peeta y ella, grandes asientos tallados a mano y acolchonados por todos lados. Rodó los ojos al volver a recordar el día en que se los llevaron, habían dicho que sus padres necesitaban estar cómodos. Dios, si parecía que todo el mundo quería que caminase entre plumas los últimos años.

    Bufó, sentándose en el mueble de la izquierda. El de la derecha era de él, siempre había sido así. Él se sentaba a su derecha en la mesa, se acostaba en el lado derecho de la cama, caminaba a su lado mientras agarraba su mano derecha, y se sentaba en el asiento de la derecha desde que estos habían llegado a su casa.

    Observó el jardín en silencio, las flores que había plantado en el pasado en memoria de su hermana seguían floreciendo año tras año en el mismo lugar, el árbol que había puesto junto a sus hijos en un rincón había crecido majestuosamente y ahora proveía de una gran sombra. Sus ramas casi tocaban el techo de su hogar, y todo el suelo a su alrededor se llenaba de sus hojas en cuanto el viento golpeaba contra ellas.

    Debía admitir que era duro; había soportado cincuenta inviernos, incontables tormentas y hasta el ataque de sus nietos cuantos estos venían de visita y lo escalaban a toda hora.

    Respiró hondo, escuchando los suaves ruidos que Peeta hacía en el interior de la casa al hornear mientras la brisa movía sus cabellos. Hacía mucho que había dejado atrás los recuerdos del pasado. No los había olvidado, oh claro que no, pero había podido dejarlos a un costado de su mente para poder vivir en paz junto a su familia.


    ¿Será, será que al árbol vendrás? —susurró, cantando aquella melodía que su padre le había enseñado hace tantos años, aquella que cantaban juntos mientras su hermana hacía collares de sogas en el jardín de su viejo hogar. Aquella que escapaba de sus labios hasta que su madre les prohibió volver a cantarla.


    Aun recordaba cómo, escondidas bajo las delgadas sábanas de su cama, susurraba la canción a su hermana por las noches. Al comienzo era lo único que parecía poder darle unas cuantas horas de sueño, y ella se la cantaría un millón de veces si eso significaba ayudar a su hermana.

    Cerró los ojos, cantando en voz baja. Había repetido tanto la letra que las palabras parecían escapar de sus labios como gotas de agua sin ningún problema. A veces la cantaba para Peeta, con sus manos acariciando su cabello y sus labios murmurando contra su oído; otras simplemente eran para despejar su mente mientras cazaba en el bosque. Su melodía siempre había podido calmar su corazón.


    Vámonos los dos, a su amor dijo al morir —colocó su mano sobre la pequeña mesa de madera que había en medio de los dos asientos.


    Inundó una vez más de aire sus pulmones, colocando su otra mano en su pecho con la manta aun atrapada entre sus dedos. El otoño había comenzado hacia unas semanas y el aire parecía estar calando más hondo en su cuerpo que los otros años.

    La puerta de su hogar sonó por un momento al ser abierta y, mientras giraba su rostro, logró ver como Peeta se sentaba al lado suyo y agarraba su mano. Una sonrisa en sus labios, el brillo en sus ojos y un apretón en su mano; sólo eso necesitaba ver para comprobar que nada había cambiado luego de tantos años.


    ¿Será, será que árbol vendrás? Con tu collar de amor estarás junto a mi —siguió susurrando. Podía sentir como unos rallos de luz que se colaban entre las hojas del árbol daban contra su rostro.


    Apretó la mano de Peeta en forma de consuelo, terminando la canción al tiempo en que cerraba sus ojos y un último suspiro escapaba de sus labios.
     
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  2.  
    Pire

    Pire Usuario VIP Comentarista Top

    Escorpión
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    Escritor
    Hola!
    Me ha encantado la historia. Tu forma de narrar ha sido tan fluida, encantadora y exquisita. Pude apreciar completamente todas las acciones de Katnis y que llegará a ser una mujer madura en las condiciones que llegó a vivir es como un reto.

    Tu forma de transmitir las cosas ha calado mi cuerpo, pude sentir como propios las acciones puestas. Fue una escena tranquila pero que transmitió tanta paz ademas de amor al mencionar lo de las flores de prim.
    De igual forma cuando observó a Peeta salir de la casa y con esos panecillos, esa suave luz en sus ojos, algo dentro de mi se revolvió. El amor puro sigue vigente y es tan encantador.

    El final aunque tiene muchas formas de entenderlo me quedó con que la chica que salvó a todo Panem murió plácidamente en su hogar con la persona que más amo en su vida.

    Fue dulce, adorable además de no haber encontraso ninguna falta de ortografía.

    Me encantó tenerte por aqui y espero verte mas a menudo (:
     
    Última edición: 6 Marzo 2018

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