Habitación de dimensiones suficientes como para albergar a todos los estudiantes necesarios. Pueden ser de dos, tres y cuatro camas, ubicadas en literas blancas al igual que la pared de la habitación. En la pared de enfrente se encuentran los armarios correspondientes para cada jugador, y sus maletas se encuentran frente a la puerta correspondiente. Esta habitación pertenece a Alice , Ephraim y a Drake
Ephraim Von Reiss Al despertarme recuerdo todo lo sucedido ayer... Pese a que no llegue a combatir contra nadie había estado adaptandome al avatar del mundo vitual... Azure Heir, ¿Se suponía que ese era mi reflejo psicológico de mi mismo? Parece que después de todo aún me sigo poniendo como el siguiente en la línea y no soy capaz de tomar el control de mi vida por completo, que decepcionante. Por si fuera poco no llegué a librarme a duelo con nadie culpa del "ataque"... Que más que un ataque parecía ser algo del propio juego, ¿Haber aceptado la invitación a este internado había sido la decisión correcta? Estaba claro que ser pionero en esta tipo de innovación en los neuro linkers iba a ser muy beneficioso para mi imagen, ¿Pero a qué riesgo? Mientras divago sumergido en mis pensamientos noto que estoy empezando a temblar, uso mi mano izquierda para coger a la derecha, respiro profundamente y me calmo. No es tiempo para dudar, simplemente tendré que sobreponerme a las adversidades y ya, fin de la historia. Miro la hora: Ya casio son las 8:30, he dormido de más, espero que no se vuelva a repetir, aunque es entendible por ser el primer día. Me levanto y bajo de un salto de la cama tratando de hacer el menor ruido posible, aunque mis esfuerzos en hacer poco ruido se ven completamente tapados por el estruendo que suena en los pasillos Parecia que aquí iba a haber un molesto tipo de jerarquía por orden de llegada, espero que al menos los que tengan mayor antigüedad sean buenos oponentes y no solo sean palabreria. En medio de todo el estruendo me cambio rápidamente. Una vez listo salgo hacia los pasillos. Contenido oculto PD: Por si es de interes, yo estaba en la cama de arriba a la derecha, la azulcita ewe
Drake Griezman. —¡¿Qué demonios?! —rezongó arropándose aún más para taparse por completo. Realmente moría de sueño, le había costado quedarse dormido con todo lo que había pasado el día anterior. Nada más de recordarlo le ponía la piel de gallina, todo aquel asunto le disparaba el instinto de supervivencia, allí había gato encerrado. Si fuese un chico listo habría agarrado su maleta el día anterior, y estaría cruzando la puerta de su casa hoy, pero no lo era, era un chico orgulloso, que jamás se retractaba de su palabra. Y estaba aquí para jugar, y eso haría. Suspiró mientras los gritos en el pasillo aún le rondaban en la cabeza, y como señal del cielo para él, su estómago gruñó. Suspiró nuevamente, haciendo las sábanas a un lado. Escuchó como la puerta se cerraba y la cama de uno de sus compañeros estaba ahora vacía. Se quitó el cabello desordenado que le caía en la cara y se dirigió a su armario. Agarró una camisa y un cepillo de dientes para salir al pasillo sin verguenza alguna.
Alice Loxar Suspiró entre dientes mientras abría los ojos de forma perezosa, quitándose con suavidad las sábanas que la cubrían hasta la cabeza. Aún le dolía levemente la nuca, quizá por el estrés de martirizarse por compartir la habitación con dos completos desconocidos... pensaba que quizá al ser su padre tan adinerado le darían una habitación para ella sola, pero vaya engaño que se había metido así misma. Se levantó y miró las camas con desaprobación, tendiendo la suya con un deje de duda. Ella solía tener el sueño un poco pesado, y quizá por eso no escuchó el escándalo de fuera. Se colocó su gancho en el cabello y salió en busca de un delicioso desayuno.