Una de las cabañas individuales del Hotel Mirai. Por la imágen pixelada que se encuentra en la puerta, esta pertenece a Rein Hacia la izquierda de la entrada, había una cama de dos plazas con sábanas blancas. Había dos ventanas pequeñas con cortinas color gris, y junto a la cama había una pequeña mesita de luz con una lámpara sobre ella. Hacia la derecha había una pequeña biblioteca integrada por todo tipo de libros sobre medicina. Junto a ésta había un armario donde se encontraba toda su ropa. También había una puerta más a la derecha que llevaba a su baño personal. El mismo contaba con todo lo básico de un baño; lavabo, retrete, bidet, y una ducha con cortinas negras. Había allí shampoo, jabón y acondicionador listos para ser usados. Por último, pegado a la pared y sobre la ventana, se hallaba uno de los monitores de la isla. Contenido oculto MonoMonedas: 0 Fragmentos de Esperanza: 0 Inventario: -Bufanda de Otoño. -Bufanda de Verano. -Robo-Revista. -Cartas de Póker. -Estetoscopio (regalo de Celia Ackerman). -Kit de primeros auxilios (regalo de Karen Foster).
Hugo Weiss Usé la llave que tenía para poder entrar a mi supuesta habitación. Estando ya adentro, me puse a analizar toda la habitación, era la primera vez que ponía un pie allí. Luego de un rato, caminé lentamente hacia mi armario, me dio una pequeña paranoia de que alguien ya haya entrado a mi habitación y... Me asesine. Tragué saliva y seguí; por fortuna, no pasó nada y luego me relajé. Abrí el armario y saqué una pijama azul elegante, de ésas que solía usar antes de esta mierda. Me cambié, colgué mi bata entre las otras que tenía también colgadas y luego me acerqué al pequeño librero para agarrar algún tomo de alguna serie de libros. Eran diferentes a los que yo había estudiado en casa. Seguro había algo nuevo por aprender. Lo llevé conmigo; al pasar enfrente de la puerta, me aseguré de cerrarla perfectamente. Me preparé para dormir y luego me senté en la cama,recargándome en la pared, abriendo el libro en el índice para encontrar algún tema del que ya no recordara mucho, aunque algunos pensamientos me asecharon, distrayéndome. ¿Y si todo lo del vídeo era verdad? ¿Qué le pasaría a mi futuro hospital? ¿Quedaría en manos de la basura de mi tío? No podía pasar eso... ¡Él lo llevaría a la ruina! ¡A la quiebra! ¡Nuestro prestigio se iría todo al caño! Eso me aterraba pensar. Y era peor porque yo lo podría evitar saliendo de esta isla... Pero no. Ese maldito oso no se saldría con la suya. Primero tengo que descuartizarlo... al igual que pensar en algo que rompa el juego en cierta forma... ¿Qué sería? ¿Qué tal un suicidio? Lo podría pensar para salvar estas vidas... ¿O qué tal un suicidio doble? Tal vez si eso pasaba, podrían culpar a los dos suicidas y así liberar a los otros, el único problema sería convencer a alguien más. ¿Y si nos inyectábamos alguna sustancia que nos hiciera parecer muertos...? ¿O tal ves si...? Y durante media hora me mantuve formulándome preguntas sobre como salvar a todos, hasta que caí en la cuenta de que mis ojos se cerraban poco a poco. Dejé en la mesita el libro y luego me acosté a descansar. A ver qué ocurría el día de mañana... Contenido oculto Prometo mañana revisar que esté bien narrado y la ortografía, me estoy muriendo de sueño, ggg
Hugo Weiss Luego de haber recibido el kit de primeros auxilios, tomé mis artículos y me dirigí a mi habitación. Me encerré allí en lo que quedaba del día, no quería saber más de nadie ni de nada... Quería ponerme a pensar para quiénes serían los artículos que obtuve. Con la ayuda del Manual, pude descubrirlo. Esa era una de las desventajas que tenía al ser alguien que no socializa, pues no tenía idea alguna de a quiénes podrían pertenecerles. La revista era para el chico que apenas pronunciaba palabra alguna, el súper técnico: Joseph. Dudo que sea para el que murió, él también tenía características similares, ¿pero de qué serviría darme un artículo que fuese para él? Luego tenía una baraja de cartas, estaba seguro que era para Suzugamori, el súper probabilista. Tantas combinaciones podrían salir en una mano de 5 cartas... Cosas de él, pensé. Por último tenía dos bufandas, una de otoño y otra de verano. Por lo que recordaba, la fotógrafa que me entregó el kit, tenía una de invierno... ¿Y si era para el patinador? Tenía sentido, pero me parecía mejor para la chica. La de verano, sería para Vilchis, ella también tenía una bufanda... y de verano. En fin. Esas serían mis personas "objetivo". Llegó la noche, me puse mi pijama y luego me acosté a dormir. A las 7 am en punto, el oso ya estaba molestando en los monitores. Me levanté para darme una ducha rápida. Me vestí lo más rápido que pude y tomé los objetos para llevarlos a sus dueños. Me dirigía a la puerta cuando escuché el monitor encenderse de nuevo. Paré en seco y me di la vuelta... Lo único que me pasaba por la cabeza era que había otro... Asesinato. Suspiré profundamente, tuve razón. Era momento de ir a la biblioteca. De paso, allí entregaría todo; todos estaríamos en un mismo lugar. ¿Quién habrá sido la víctima esta vez? Contenido oculto No ando en mis mejores momentos, siento rolear tan feo :(
