H de Herreros [Inglaterra]

Tema en 'Otros Fanfiction' iniciado por Fénix Kazeblade, 22 Julio 2015.

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    Fénix Kazeblade

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    Escritor
    Título:
    H de Herreros [Inglaterra]
    Clasificación:
    Para niños. 9 años y mayores
    Género:
    Aventura
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    2106
    Este escrito participa en la actividad días de abecedario, si tiene alguna inexactitud histórica en algún punto es por que transcurre en un mundo paralelo donde ocurrió así.

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    Ella se llamaba Lindsey y algo que siempre le había entusiasmado era volar, ahora que lo había logrado no se sentía precisamente emocionada, ella era una de las primeras pioneras lucharon para obtener un trato igual a los combatientes de los Aliados, después de todo también eran sus hijos los que perdían la vida, sus tierras las que eran invadidas y la misma tiranía del Eje la que las opresaba, ese desgraciado fascista nazi no veía diferencia entre las ejecuciones tratándose de género, por lo que correspondía a ambos a hacer justicia no como hombres y mujeres si no como una sola humanidad.

    Así es como terminó entrando a la fuerza aérea enviada primero como asistencia médica por los conocimientos de su madre y por un golpe de suerte y el saber reparar una válvula de uno de las aeronaves por conocimientos que le dio su padre había cambiado de puesto apenas a un año de llegar, pero fue su propia iniciativa, decisión y valentía la que la transformó en piloto aunque ella misma estaría molesta si no nombrara al Terry ese chico ingenuo y encantador que cedió su aeronave para que ella aprendiera a volar a pesar de que la primera ocasión que la puso en sus manos estuvo a 15 metros del suelo entre ataque de histeria y gritos que a él lo dejaron medio sordo y a ella media afónica. Y para ser justo también al capitán Rogers que decidió pasar por alto sus clases clandestinas y hasta la recomendó como una de sus mejores unidades.

    Parecía pan comido en un principio, pero sintió que la sangre se le bajaba a la cabeza cuando observó que esa aeronave era mucho más grande que la que hasta ahora había piloteado, realmente ese aspecto fue su culpa pues decidió mentir agregando algunas cuantas capacidades extras para hacer más impresionante su curriculum, según este ella prácticamente había diseñado el sistema el avión que la habían puesto a cargo. ¿Cuál era el problema?, pues unos treinta botones más esparcidos alrededor de todo el panel de control.

    Intento que no se notara que se estaba hiperventilando cosa que era muy difícil con su piel blanca y su cabello rubio, pues comenzaba ponérsele las mejillas rojas cuando se cuadro ante los soldados que transportaría hacia la batalla. Alemania estaba atacando Francia tropas saltarían para hacerle frente, mientras ellas continuaba hasta Varsobia para evacuar a un grupo de espías cuya información revelaría las próximas estrategias del Eje así como varios planos de las armas que estaban diseñando los nazis.

    — ¿Nervios de novato? —preguntó una voz cuando entró a la cabina que la hizo sobresaltarse — mira espero que ese cambio de color de tu rostro sea porque eres tímida y te cause una buena impresión y no por que estés por que quieras mostrarme tu desayuno a medio procesar. —agregó el muchacho moreno mirando debajo de sus gafas.

    Ella sin saber por qué comenzó a sonreír y aunque no le había parecido tan gracioso comenzó a reír.

    — No sé si es algo bueno que rías o te estas burlando por decir que te he causado una buena impresión —dijo muchacho suspirando — en fin, me llamó Charles, seré tu copiloto.

    —Yo, yo soy Lindsey, la verdad es que me haz ayudado a tranquilizarme, estaba bastante alterada. —dijo la chica estrechando su mano y luego se sentó en su lugar.

    Observó el tablero entero y eligió oprimir el botón que le parecía más familia.

    —¡Eppa!, espera —exclamó el chico y le sostuvo las manos —sin eso no vivimos, déjame adivinar en realidad no sabes manejar este avión.

    Su rostro de volvió a teñir de rojo de nuevo al punto que parecía arderle, esta vez si era por vergüenza.

    —Te juro que si se volar un avión, solo que no este avión, yo practique con uno más pequeño.

    El chico le dio una palmada y le indicó que se le levantara.

    —¿Qué tal si cambiamos de lugar?, se ve que aprendes rápido, antes de que lleguemos al destino te abre explicado para que funciona cada botón, a ti no te despiden y no nos estrellamos ¡todos ganamos!.

    Ella afirmó con la cabeza y desde el primer momento que comenzaron a ascender Charles se encargó de explicar a Lindsey todo lo que necesitaba saber.

    —Ahora que me has explicado no parece tan complicado como lo creía, ¿dime llevas mucho tiempo volando? —preguntó la chica siendo amigable.

    —Pues debo de tener la misma edad que tú, pero lo he hecho desde el primer día, mi padre fue piloto en la primera guerra haya en Inglaterra, siempre ha sido mi héroe y aprendí por él todo lo que sé.

    —Así que eres inglés, debí de saberlo por tu acento, entonces avanzaste rápido en los puestos por tu padre ¿no?.

    El muchacho pareció ofenderse y Lindsey se arrepintió al instante de hacer esa afirmación.

    —No —contestó serio — él ya no está conmigo y para cuando ingresé pocos parecían recordar su nombre, estoy aquí porque me lo he ganado.

    —Lo siento yo…

    El momento se tornó tenso e incómodo tanto que solo se escuchaban las risas de los soldados en la parte de atrás, aspecto que por alguna razón hacia todo más complicado.

    —Ojala tengamos suerte de encontrar un gremlin—dijo el chico renovando ese gesto alegre que lo caracterizaba.

    —¿Qué es un gremlin? —preguntó la chica curiosa.

    —¡Vaya que ser aviadora y no saber que es un gremlin!, si no puedes tener mejor amigo en el aire novata —indicó el muchacho — existe una razón por las cuales las fuerzas aéreas alemanas no pueden superar ni de chiste a las de Gran Bretaña y esos son ellos.

    —¿No estás tomando el pelo verdad?.

    —Pufff, no claro que no, por eso no ayudan a los pilotos americanos o lo que es más pudieron perjudicarlos, deben ofenderse mucho por preguntas así.

    —Ok, ok, son reales, pero ¿cómo son?, ¿dices su nombre tres veces y te conceden deseos?

    —Mira si te vas a burlar no diré nada más, no vaya ser que haya uno dentro y terminé causando un EG.

    —Pues cuenta ¿va?, no diré nada más — espetó la chica.

    — Pues cuentan que fue en un modelo b-17 que el piloto dio con una de estas criaturas, su motor derecho comenzó a fallar y apenas logrando descender en tierra se encontró con una de ellos, tenía la cabeza grande y un traje similar al de él, tenía la mano herida y sangrante pues no había sido muy listo al querer desarmar la turbina comenzando por donde estaban las aspas de esta, no perdió ni un dedo, pero realmente estaba herido, el piloto lo ayudó y sin decirle nada la criatura comenzó a arreglar el desperfecto que había provocado a una velocidad impresionante. Una semana después una piloto ingles se encontraba cayendo en picada por disparó y lo vio de nuevo había uno de ellos reparando con sus manos como incandescentes la turbina averiada, los pilotos ingleses tenemos esa ventaja, pocos de nuestros aviones terminan desplomándose porque siempre están los gremlins, herreros aéreos para ayudarnos.

    A Lindsey le pareció un relato entretenido pero siendo sincero ella no creyó ni una palabra, aunque decidió no decir nada al respecto no quería otro momento extraño. Además de que no le quedó tiempo pues habían entrado ya al espacio aéreo francés.

    En el ocaso se dibujaba la silueta lejana de la torre Eiffel opacada un tanto por las fumarolas que se alzaban en esta ciudad asediada al mismo tiempo que aviones alemanes, británicos y soviéticos se enfrentaban en el aire. Charles y Lindsey apenas tuvieron tiempo de esquivar una explosión de un avioneta que detonaba en pleno vuelo, el radio comenzó a sonar, estaban por llegar a la zona pactada para desplegar sus tropas un segundo más tarde sería la diferencia entre que vivieran o murieran pues este sitio podría dejar de ser seguro y enviarlos a una muerte segura.

    —¡Ahora! —le indicó Charles y ella activo la compuerta, unos segundos más tarde veían desentender a sus tropas haciéndole frente a los nazis que habrían paso en la ciudad.

    Ambos sintieron alivio por unos momentos, la primera parte de su misión estaba ella, estaban dejando la zona de guerra unos minutos más tarde y aunque no eran inmunes a un ataque en este mundo si era menos probable que ocurriera.

    Claro que ninguna suerte está echada y el exceso de confianza terminó afectándolos de una forma muy grave. Ya había oscurecido y el cielo apenas era visible a causa de las nubes bajas, en este sitio no fue extraño el que una aeronave enemiga furtiva y huyendo, le surgió de frente sin oportunidad de esquivarlo, disparó una ronda de calibre 50 hacia el panel de control y a los dos pilotos, Linsey al instante se lanzó al piso. En cuanto pudo ponerse de pie contratacó dando un tiro certero al rival que se desplomada al instante. Sin embargo, el daño estaba hecho, la nave comenzó a moverse erráticamente pues varios de los controles estaban perforados y por si fuera poco una mancha de sangre se extasía en la camisa de Charles que comenzaba a perder el conocimiento.

    —No….no…¡Charles! no puedes hacerme esto…—decía Lindsey mientras intentaba no caer en shock.

    Las luces de la nave se bajaban de pronto y parecía como si se apagara por segundos.

    —Vamos a caer, no tengo con reparar esto…¡Charles!...

    —Tranquila…novata…todo va estar bien…—decía el chico entre sus brazos—toma esto…nos ayudaran…

    La chica recibía una pequeña calcomanía metálica con el rostro pintoresco de un ser de ojos grandes que intuyó a instante se trataba de un gremlin.

    —Charles…

    —Hazlo, por favor…confía en mi….—y al decir esto entre jadeos el muchacho caía inconsciente.

    Con las manos temblorosas y llenas de sangre la chica tomaba el adherible en sus manos y trastabillando lo pegaba en el cristal del avión. Apenas unos segundos más tarde todo se apagaba y el avión caía hacia el vacío de la noche que parecía engullirlo antes de su fin.

    Lindsey vio el piso cada vez más próximo a ella mientras y se cubrió los ojos con las manos esperando el fin.

    —Oh mira, ¿onta bebe?… —preguntaba una voz aguda frente a ella, luego algo la tomaba de las manos y se las quitaba del rostro— ¡Aquí ta!, es mi turno ahora—agregaba una criaturita no más grande de un chihuahua en dos patas y con los ojos igual de grande mientras se cubría las manos.

    Lindsey sorprendida veía como varias de esas criaturitas estaban expandidas alrededor de la nave, las puntas de sus dedos eran como puntas incandescentes de soldadura y moldeaban el metal a su antojo con una rapidez impresionante.

    —¿Bueno vas a hacerlo o sigo trabajando? —preguntó el pequeñin aun con el rostro cubierto.

    —Ah…claro….¿donde esta el gremlin? —dijo la chica aún sin dar crédito a lo que veía— ¡aquí esta! —le despegó sus manos del rostro.

    El gremlin la miró con los ojos aún más abiertos y luego reventó a carcajadas.

    —¡Aaaaah! Ajajaja pero si es divertidísimo, pero creo que debo hacer algo más ahora mismo— indicó mientras se volteaba hacia el teclado y comenzaba a forjar nuevos mecanismos con hebras de metal que salían de sus brazos. —tenemos que ser rápidos si queremos que él se salve.

    La chica atendía a Charles mientras que los pequeños herreros trabajaban reconstruyendo y creando mecanismos en la aeronave.

    —Ahora sí, debes presionar este botón—indicó uno de ellos mientras señalaba uno grande y brillante que habían forjado. —es un mmm ¡impulso! Si eso es…

    Lindsey pensó que no tenía tiempo para dudar y más habiendo visto que le habían salvado justo antes de caer. Por lo que lo presionó, lo siguiente que ocurrió, es algo que apenas se puede estar logrando por la ciencia humana en nuestros días, por lo que es más apenas ser una teoría, pues la reforzada aeronave viajo hasta su destino a la velocidad de la luz.

    La joven piloto pudo ver tierra árida pero pasiva de aquel país señales de aliados que se refugiaban y la esperaban, Charles se salvaría y todo sería gracias a ellos.

    Los gremlins fueron desvaneciéndose poco a poco conforme se acercaba a tierra, el último de ellos se despidió amistosamente meciendo su mano, una mano con algunas cicatrices en los dedos.


    FIN
     
    Última edición: 23 Julio 2015
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  2.  
    Aimée Beilschmidt

    Aimée Beilschmidt Adicto

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    Escritor
    ¡Hola!
    Bueno, sólo quiero decir que...¡me encanto!
    Pese que mis conocimientos de la Segunda Guerra Mundial son buenos no tenia ni idea de que existía esta leyenda de los "gremlin", sabia que Gran Bretaña se caracteriza por sus leyendas y cuentos de fantasía, pero nunca había leído o escuchado sobre esta, cada vez se aprende algo nuevo, ¿no? ^^
    Esta historia aunque hubieron algunas ausencias de tildes y algunas palabras comidas me ha parecido bastante buena, aunque solo quiero corregir algo para futuras ocasiones, Varsobia es realmente Varsovia, aunque después de todo es un pequeño detalle, así que tomarlo como un comentario ^^
    Por cierto, te quiero felicitar de como escogiste narrar el fic porque me imagino que tuviste que investigar acerca de la Segunda Guerra Mundial para saber que las mujeres fueran aceptadas para la milicia en esta época (comenzando como enfermera), además de esta misión, una de las mas importantes para la victoria de los Aliados, no importa como lo vea, investigar es algunas ocasiones pesado.
    En fin, solo vuelvo a decir que me ha encantado el tema y no solo porque amo la Segunda Guerra Mundial, sino que realmente pienso que ha sido un buen escrito.
    ¡Nos estamos leyendo!
     
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