Guerra Y el día de la batalla final, ningún robot se presentó. Los humanos, con sus armas preparadas dispuestos a salvar su especie, se aburrieron de esperar a sus adversarios. Regresaron a sus casas cabizbajos, sin un rasguño. Algunos regresaron al día siguiente esperando con fervor al ejército enemigo, pero nunca llegó. Las máquinas desaparecieron ignorantes del esfuerzo de los hombres. Derrotados, decidieron construir nuevos enemigos. Atl
Oh, oh, oh. Ese final no me lo esperaba. Dios, qué realidad más grande. La humanidad no está contentos si no estamos peleando y con tal de satisfacer eso hasta crean enemigos donde no los hay. Me ha gustado mucho, sí señor.