Guerra: El comienzo

Tema en 'Fanfics Abandonados de Naruto' iniciado por yakumosnake, 14 Agosto 2011.

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    yakumosnake

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    Guerra: El comienzo
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    Para adolescentes. 13 años y mayores
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    Drama
    Total de capítulos:
    3
     
    Palabras:
    2519
    Hola ^^ Este es el primer fic que subo aquí, espero que os deje una buena impresión de como escribo.

    Aclaración: este fic lo subí en otro lugar con el mismo nombre de usuario.

    Os pido críticas constructivas, aunque ya tengo la historia acabada me podéis ayudar a mejorar con mis futuras historias. También quiero advertiros de que esta es la primera parte de la saga "Guerra".

    Capítulo 1: Misión

    Una Sakura ya adulta se encontraba sentada en un prado, enfrente suya había una niña de unos 10 años. La mujer de pelo rosa le sonrió a la niña.

    -Muy bien, te contaré toda la historia. Necesitas saber todo lo que pasó – hizo una pausa – Pero antes debo situarte un poco, ya te conté lo que va antes de esta historia. Lo que te voy a contar fue siete años después de que él me dejase en ese banco. Siete años después de ese maldito día que cambió mi vida y la suya. Yo siempre lo amé pero también lo odiaba, era algo raro pero esos eran mis sentimientos.
    >> Ese maldito día cambió su vida y junto a ella la mía. Pero nuestra historia no acabó aquí, tres años después nos volvimos a ver, yo intenté atacarle y él a mí. Desde ese día nos convertimos en enemigos aunque yo nunca dejé de amarle. Pero a la vez que le amaba le odiaba por haberse ido, por habernos atacado, por preocuparse más por su venganza que por mí…
    Pero un día todo esto cambió. Aquella persecución cambió nuestras vidas para siempre. Aún lo recuerdo perfectamente, perseguíamos a un grupo que no sabíamos si eran aliados o enemigos. Ellos seguían a Akatsuki pero al no ser de ninguna aldea teníamos que capturarlos y averiguar quienes eran y que querían.

    Y entonces comenzó a narrar la historia, todos los recuerdos de ese pasado doloroso volvieron a su mente.

    Naruto, Hinata, Kiba, Neji, Shino y yo corríamos por un bosque del país del Rayo. Estábamos persiguiendo a Taka y no pensábamos volver a Konoha hasta capturar a sus integrantes.

    -Se están separando – nos informó Kiba.

    -Tres van hacia el Norte y los otros tres hacia el Oeste – dijeron Hinata y Neji al mismo tiempo.

    -Nos dividiremos en dos equipos – ordenó el líder del grupo – Naruto ira con Neji y Sakura hacia el Norte, Hinata, Kiba y yo iremos hacia el Oeste – decidió el chico de los insectos. Estaba muy serio.

    Todos asentimos y sin decir nada más tomamos la dirección que nos había ordenado nuestro líder. Apreté los puños mientras saltaba de árbol en árbol junto con mis dos compañeros. Sentía que algo iba a pasar, se acercaba una batalla importante y la opresión que sentía en el pecho me decía que pasaría algo malo, algo que me haría mucho daño.

    -Se han detenido – nos informó Neji.

    -Seguramente nos estén esperando – deduje.

    -Mejor, así no tendremos que jugar más al gato y al ratón – dijo mi rubio amigo con una gran sonrisa.

    Naruto no había cambiado mucho en los últimos años. Era cierto que se había hecho mucho más fuerte, menos impulsivo, más responsable. Pero en el fondo seguía siendo el mismo niño de doce años. Tal vez en el fondo yo también fuera en ese momento la misma niña de doce años que se convirtió en genin.

    -Ya estamos muy cerca – habló el genio.

    Ya me estaba preparando para la batalla. Miré a mis compañeros: Naruto tenía una gran sonrisa en el rostro, estaba deseando pelear pero sabía que esa no era nuestra intención. Neji estaba muy serio.

    -Ese chacra – murmuró Neji, parecía sorprendido – Es Sasuke – dijo preocupado mientras nos miraba a ambos.

    La sonrisa de Naruto desapareció para ser remplazada por una mirada de tristeza y nostalgia. Yo me puse tensa, ese nombre provocaba una extraña reacción en mí. Primero mi corazón se encogía, después una descarga eléctrica recorría todo mi cuerpo y por último me invadía un malestar general.
    Apenas me dio tiempo a recuperarme porque el bosque comenzó a desaparecer a mi alrededor. Había caído en un genjutsu. Me apresuré a liberar la ilusión.
    Busqué a mis compañeros, ambos estaban inconscientes en el suelo.

    -Sakura – dijo una voz áspera y grave. Esa voz que conocía también. La maldita voz con la que soñaba todas las noches.

    Dirigí mi mirada al lugar del que provenía la voz. Unos profundos ojos negros me observaban. Yo conocía esos ojos muy bien. Esos oscuros ojos de los que un día me enamoré. Ese par de ojos que me estaba observando en ese momento. Esos ojos que aparecían en mis sueños. Pero pude notar algo diferente en esos ojos. No eran tan fríos como la última que los vi. Ni estaban tan llenos de oscuridad.

    -¿Qué les has hecho? – le grité molesta. Adopté una posición defensiva.

    -Tranquila, solamente los hemos dejado inconscientes ya que sería complicado tratar de hablar con los tres a la vez – me dijo una voz femenina detrás de mí.

    Me giré con brusquedad y contemplé a la mujer que tenía ante mí. Su pelo era morado, estaba sujetado en una coleta alta, sus ojos eran de un negro azabache, su piel era pálida. Una capa negra igual a la de Sasuke cubría su cuerpo.

    -No queremos haceros daño – susurró detrás de mí la voz de Sasuke, me estremecí porque recordé aquella noche – Nosotros queremos capturar a Akatsuki y vosotros también, en realidad somos aliados – su aliento chocaba contra mi nuca erizándome la piel.

    -Nosotros solo queríamos saber cuales eran vuestras intenciones – les expliqué – Pero lo que no entiendo es porque uno de vosotros se oculta – dije al tiempo que lanzaba un kunai hacia un árbol.

    Una sombra saltó y cayó de pie con elegancia. Mis ojos se abrieron de la impresión al verle la cara. Había visto su foto en los archivos que tenía la Hokage pero no podía creerme que fuera él.

    -Me estaba ocultando porque mi presencia te confundiría – me aclaró.

    -Déjame que te explique toda la verdad sobre mi clan y luego preguntas – dijo Sasuke.

    Sasuke comenzó a narrar toda la verdad relacionada con su clan. Me contó como Itachi se lo había explicado cuando a él apenas le quedaba chacra después de la dura pelea contra su hermano mayor. Me explicó que su hermano era inocente y que él simplemente había cumplido la misión que se le había encomendado.

    -Sasuke no me creyó pero cuando vio a Sayuri se dio cuenta de que no le estábamos mintiendo –me explicó el mayor de los Uchiha.

    -Después de eso nos unimos a Hebi y formamos Taka. En ese momento comenzamos a perseguir a Akatsuki – me aclaró Sayuri.

    -Entiendo – murmuré – Entonces somos aliados.

    -Sí. Pero dudamos que Konoha quiera una alianza con nosotros – dijo Sasuke.

    -Si demostráis que no estáis mintiendo podréis volver a Konoha – les dije muy seria.

    -Pero... – comenzó a decir el menor de los Uchiha pero yo le interrumpí.

    -Las cosas han cambiado mucho en los últimos años. Yo soy la aprendiz de la Hokage por lo que mi opinión vale mucho. Además estoy segura que el que ya ha sido elegido como sucesor de Tsunade no pondrá ninguna pega – una pequeña sonrisa se dibujó en mi rostro al decir lo último.

    -¿Quién es el sucesor de la gondaime? – preguntó Sayuri con curiosidad.

    -Primero tendréis que probar vuestra lealtad – le contesté.

    Itachi iba a decir algo pero entonces Neji comenzó a despertar, todos lo miramos y yo me acerqué a él.

    -¿Estás bien, Neji? – le pregunté mientras me agachaba.

    -Sí, no te preocupes, Sakura – me contestó.

    Comenzó a incorporarse lentamente. Se limpió un poco la ropa. Alzó la mirada. Se quedó estático al ver a las otras tres personas. Me miró con notable confusión en su rostro.
    Suspiré y comencé a explicarle todo lo que me había dicho Sasuke. Al igual que yo, Neji se sorprendió mucho. Nos miramos fijamente. Lo cierto era que no sabíamos que hacer. Todo esto nos estaba superando. Si lo que Sasuke había contado era cierto estábamos ante un asunto muy gordo. Teníamos que decidir si creerle o no. Además nos preocupaba como iba a reaccionar Naruto.

    -De momento no os atacaremos. No sabemos si nos estáis mintiendo – les expliqué.

    -Si hubiera alguna prueba – murmuró el Hyuga.

    -La hay – habló Itachi.

    Tanto Neji como yo lo miramos con notable sorpresa. Aunque no podíamos evitar preguntarnos que clase de prueba. Iba a decir algo cuando un ruido me distrajo. Era Naruto que estaba despertando.

    Fui corriendo hasta mi mejor amigo. Neji me siguió.

    -Naruto – lo llamé.

    -¿Qué ha pasado? – preguntó desconcertado.

    Iba a decirle que Sasuke estaba ahí. Estaba pensando como explicarle que su mejor amigo estaba en ese lugar. No sabía como decirle que en realidad el hermano de Sasuke no era un traidor. No podía decirle que todo había sido un complot de Konoha. Naruto confiaba en su aldea. Para él sería muy duro pensar que algo así hubiera ocurrido.

    -Cuanto tiempo, Naruto – dijo Sasuke.

    Mi amigo miró hacia el lugar en el que se encontraba el moreno. Se le notaba sorprendido. Había pasado mucho tiempo desde que vimos a Sasuke por última vez. Me quedé mirando como Naruto se levantaba por completo. Se acercó a su mejor amigo con un caminar muy lento. Pensaba que iba a abrazarlo. Pero para sorpresa mía y de Neji. Naruto le dio un puñetazo a Sasuke en la mejilla que lo tiró al suelo.

    Sasuke se limpió la sangre. No pude evitar sorprenderme cuando lo vi sonreír. Y lo que me confundió fue que Naruto le tendió la mano. Sasuke la cogió y con ayuda del rubio se levantó.

    -No has cambiado nada, dobe – dijo Sasuke. En su rostro había dibujada una sonrisa arrogante.

    No pude evitar alzar una ceja. Esos dos nunca iban a cambiar. Podían matarse o podían comportarse como dos hermanos. Suspiré. Miré fijamente a Sasuke. Ahora era un hombre. Ese niño guapo se había convertido en un hombre muy atractivo. Me recriminé mentalmente por mis pensamientos. Desvié la mirada hacia el suelo y apreté los puños.
    Volví a mirar al Uchiha menor. Él y Naruto estaban hablando con tranquilidad.
    El rubio se acercó a Neji y a mí. El moreno se acercó a su hermano y a la otra mujer.

    -Sasuke me ha explicado lo que ocurrió en realidad con su clan – nos dijo Naruto – Tenemos que acompañarlos hasta Konoha y convencer a la vieja – añadió.

    Hablaba con tranquilidad pero sus ojos demostraban que estaba emocionado. Sonreí levemente. Tal vez gracias a la vuelta de Sasuke Naruto volvería a recuperar toda su alegría. No me gustaba la mirada que ponía a veces.

    -De acuerdo – dije – Debemos avisar a los demás.

    Neji asintió y creó un clon para indicarles a los otros dónde nos encontrábamos.

    -¿Quiénes estáis en esta misión? – preguntó mi antiguo compañero de equipo.

    -Nosotros y el mejor equipo de rastreo de Konoha – respondí.

    Eso era cierto. Shino, Kiba y Hinata se habían convertido en un gran equipo. No solo sus habilidades se compenetraban bien sino que también sus personalidades. Los tres eran jounins de gran nivel y muy valorados por nosotros y mi maestra.
    Me quedé un rato pensando en los otros equipos de nuestra generación. El nuestro fue destruido por culpa de Sasuke. Al recordar eso le dirigí una mirada de odio. Él pareció percatarse y me miró. Pude apreciar que tenía una ceja alzada. Lo volví a mirar con rabia para luego dirigir mi vista a la mujer que estaba con ambos Uchiha. Me resultaba familiar. Estaba segura de haberla visto en algún lugar. Entonces algo y mente hizo “click”. Iba a hablar pero sentí el chacra de seis personas.

    Todos miramos en la dirección de esas personas. En cabeza iba Hinata que desactivó su técnica de línea sucesoria cuando ya podía vernos con sus ojos normales. Detrás de ella iban sus compañeros de equipo y algo más atrás tres personas que no conocía. Ellos tres se acercaron a Sasuke. Y nuestros amigos se reunieron con nosotros. Parecían sorprendidos de ver ahí al Uchiha acompañado de tantas personas desconocidas.

    -Ya que vamos a ser aliados haré las presentaciones – anunció el genio de mi generación.

    Sonreí para mis adentros. Al parecer el niño frío que yo conocía se había vuelto algo más hablador. Seguramente descubrir que su hermano no era un asesino despiadado le había ayudado. Escuché como él decía nuestros nombres. Presté atención cuando comenzó a decir los nombres de sus acompañantes. Eran gente extraña. Cuando dijo el de la chica de pelo morado volví a sonreír para mis adentros. Así que sí que era ella. Menuda sorpresa.

    -¿Y ahora que haremos? – preguntó Naruto.

    -Dos miembros de Akatsuki se han dirigido hacia una aldea cercana – dijo Itachi.

    -Nosotros debemos encontrarnos con los demás en una aldea que está en el norte – anunció nuestro líder.

    -¿En qué dirección está esa aldea? – pregunté.

    -Norte – respondió el Uchiha mayor - ¿Cómo se llama la aldea en la que tenéis que encontraros con ellos? – preguntó.

    -Hikari – respondió Neji – Nuestros compañeros fueron ahí porque últimamente Akatsuki está rondando por esa zona.

    -Es la misma aldea que ellos van a atacar – dijo la tal Sayuri.

    -¿Cómo lo sabéis? – preguntó el chico perro del grupo.

    -En esa aldea residía un clan ninja muy antiguo. Ellos abandonaron el lugar hace años. Pero se dice que en la biblioteca de la aldea aún quedan pergaminos de sus técnicas más secretas – los explicó Sasuke.

    -Será mejor que nos pongamos en marcha enseguida – habló nuestro líder.

    Nuestros nuevos aliados estuvieron de acuerdo. Todos juntos como si nos conociéramos de toda la vida recorrimos el bosque, las colinas y prados que lo siguieron. Pasamos de largo por al lado de una aldea. En unas cuantas horas llegamos a nuestro destino. Parecía una aldea grande. De más de treinta mil habitantes.
    Nuestro equipo fue al hostal en el que habíamos quedado con los demás. Los otros se fueron a investigar por la aldea.

    Por fin llegamos al hostal. Preguntamos al dueño y él nos indicó las dos habitaciones en las que se encontraban nuestros compañeros. Yo fui con Hinata a la habitación de las chicas. Los chicos fueron a la otra. Decidimos ponerlos al día por separado y luego reunirnos todos en la puerta del hostal.

    La persona que me abrió la puerta no fue otra que mi escandalosa amiga rubia. Una sonrisa adornaba su rostro. Me alegraba ver que mi amiga no perdía su sonrisa ni siquiera en las misiones. También sonreí al ver su pelo. Todavía no me acostumbraba a su nuevo peinado. Después de casi cinco años con un ojo medio tapado mi amiga se había cortado el flequillo y ahora se le veían sus dos ojos.
    Nos hizo pasar. En el interior estaba Tenten haciendo abdominales. Sonreí, ella siempre tenía que estar en movimiento sino se agobiaba.

    Nos saludamos. Hinata y yo nos sentamos en las camas. Tenten estaba en medio haciendo sus abdominales. Le pedimos que parara que teníamos que decirles algo importante. La morena obedeció y se sentó.
     
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    yakumosnake

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    Aquí traigo la continuación ^^

    Capítulo 2: ¡Ya no soy débil!

    Mis amigas se sorprendieron mucho al escuchar toda la información que había salido de mis labios. Después de que escucharan todos lo ocurrido fuimos abajo. Nuestros amigos todavía no bajaban. No pude evitar resoplar. De repente la mujer de pelo morado que estaba con Sasuke apareció. La miré fijamente.

    -No sabemos donde se encuentran – nos comunicó –Los demás nos están esperando, debo guiaros hasta el lugar en el que se encuentran. Tenemos que planear algo.

    -Entiendo – fue lo único que salió de mis labios.

    Los chicos llegaron enseguida. Sayuri nos guió hasta el lugar en el que se encontraban los otros. Estaba a las afueras de la aldea. Era un pequeño bosque.

    -Debemos organizarnos y prepararnos para el ataque – dijo Itachi.

    -¿Quién es el líder de vuestra misión? – preguntó el Uchiha menor.

    -Yo – respondió Shino.

    -Tú y yo hablaremos sobre que hará cada uno. Tú conoces las habilidades de tu equipo y yo las del mío – dijo el mayor.

    Shino asintió. Se apartaron para hablar. No querían que interviniéramos. Porque seguramente alguien hablaría y comentaría algo. Y esa personas serían Naruto o Lee. Suspiré. Miré a Sayuri. Necesitaba algunas respuestas. Me acerqué a ella.

    -¿Deseas algo, Haruno-san? – me preguntó.

    -Vi tu ficha en los archivos de la Hokage – susurré para que solo ella me oyera.

    Pareció sorprendida. Suspiró con resignación. Supuse que se imaginaba que yo necesitaba respuestas. Ya que no entendía nada, era todo muy confuso. En esa ficha ponía algo que era imposible.

    -Parece que la Hokage confía mucho en ti – dijo – No es el momento de hablar sobre eso. Las respuestas que buscas llegaran a su debido tiempo – fue su respuesta.

    -De acuerdo. Pero espero que no tarden mucho en llegar.

    -Haruno-san – me llamó - Sasuke-kun os aprecia mucha a ti y a Uzumaki-san.

    -Permíteme que lo dude.

    Decidí que sería mejor irme de allí. ¿Qué Sasuke nos apreciaba? Ja, si lo hubiera hecho alguna vez no se habría ido. Puede que a Naruto le tuviera aprecio. Después de todo entre ellos existía una fuerte conexión. Pero era imposible que a mí me tuviera alguna clase de cariño. Era cierto que una vez le salvé la vida pero esa no era razón para apreciar a alguien. Cuando estaba en su equipo yo solo era una molestia. Era débil y pesada. Nadie podía apreciar a alguien así y menos él.
    Shino e Itachi se acercaron a nosotros. Al parecer ya habían llegado a un acuerdo. No habían tardado mucho. Todos nos reunimos para escuchar lo que tenían que decirnos. Yo sabía que no había nada de qué preocuparse. Shino lo habría hecho bien y el otro había sido el genio de mi aldea.

    -Haremos cuatro equipos. Los equipos se dividirán por toda la aldea – nos informó Shino.

    -El primer equipo estará formado por: Karin, Juugo, Shino y Tenten. El segundo por: Neji, Lee, Sayuri y Chouji. El tercero por: Hinata, Sai, Sakura, Naruto y yo. Y el cuarto por: Suigetsu, Kiba, Ino, Shikamaru y Sasuke – nos comunicó Itachi.

    Algunos no estaban de acuerdo. Sinceramente yo estaba aliviada de que no me hubiera tocado con el otro Uchiha. Solo esperaba que nada les pasara a mis otros compañeros. Cada equipo fue a un punto cardinal de la aldea. Habíamos dividido la aldea en cuatro triángulos. Cada equipo tenía un triángulo.
    A nosotros nos tocó el norte. Fuimos hasta allí. Hinata se sentó en medio del triángulo y activó el byakugan. Sai hizo algunos ratones de tinta para que investigaran la zona. Él se quedó con Hinata. Los demás fuimos a dar vueltas por la zona.
    Habían pasado varias horas y los Akatsukis no daban señales. Entonces un ratón de tinta llegó hasta mí. Fui corriendo al lugar en el que se encontraban Sai e Hinata. Varios insectos estaban ahí. Algo había pasado y Shino nos estaba avisando. Teníamos que ir al Este.

    Fuimos todo lo rápido que pudimos. No debíamos perder el tiempo. Entonces empecé a sentirlo. Muchos chacras estaban cerca del lugar. Llegamos hasta el lugar en el que se encontraban Tenten y los demás. Pronto llegó el equipo de Ino y después el de Neji.

    -Son unos sesenta – informó la chica pelirroja.

    Vi como Itachi y Shino intercambiaban una mirada. Alcé una ceja. Tenían algo planeado para esa ocasión. Estaba segura.

    -Tenemos que dividirnos por nuestros equipo de siempre – nos dijo Shino – Ellos también se dividirán en dos equipos.

    Todos estuvimos de acuerdo. Los atacantes iban a centrarse por el Este y el Sur. Mi equipo, el de Tenten y el formado por los Uchihas fuimos al Sur. En primera línea estábamos Tenten y yo. Nosotras daríamos el primer golpe. Yo usaría mi fuerza bruta. La maestra de las armas usaría flechas de chacra y agujas que aniquilarían al enemigo o por lo menos les produciría parálisis o envenenamiento.
    Los ninjas que serían mercenarios llegaron. Tenten lanzó su ataque. Después yo le di un puñetazo a la tierra haciendo que se hundiera.

    Nos abalanzamos en contra del enemigo. Lee usó su excelente taijitsu. Neji hacía uso de las técnicas de su clan y algunas propias. Naruto creó clones y con el rasegan acababa con el enemigo. Tenten lanzaba kunais y luchaba con su vara. Sai usaba sus bestias de tinta para destrozar a todo aquel que se interponía en su camino. Los Uchiha usaban técnicas de fuego. Sasuke luchaba más con su katana. ¿Y yo? Hacía una mezcla entre mi fuerza bruta, técnicas médicas como el bisturí y genjutsus. Vi que Sai tenía problemas y fui a ayudarle. Por eso un ninja iba a atacarme por la espalda. Vi que Sasuke tenía intención de ayudarme. Pero le sorprendí cuando di un salto hacia atrás y de un solo golpe maté a ese ninja. Miré al Uchiha de forma retadora y sonreí de lado. Él solamente se quedó sin saber qué hacer.

    Me permití pensar un momento. Si querían unos pergaminos ¿por qué unos mercenarios atacaban la aldea? Mierda, eran una distracción. Mascullé algo y fui corriendo hasta la biblioteca. Escuché que una voz me llamaba. Me giré para ver a Sasuke acompañado de su hermano y Sayuri. Pronto estuvieron a mi lado.
    Itachi fue a hacer una pregunta pero yo no le dejé.

    -Era una maldita distracción – fue mi respuesta.

    Cuando llegamos en el lugar ya estaba Shikamaru acompañado de Kiba y Akamaru. Me alegré de que el chico más inteligente de Konoha también se hubiera dado cuenta de lo que ocurría.

    -Sabía que te darías cuenta, Sakura – fue lo que me dijo Shikamaru.

    Juntos entramos a la biblioteca. Kiba olió a dos personas más. Fuimos deprisa siguiéndole. Apreté los puños. Solo esperaba que mi amigo rubio no viniera aquí para ayudar. No quería que se encontrara con ellos. Podían hacerle daño. Llegamos a la última planta. Y ahí estaban dos Akatsukis. Eran nuevos miembros porque Itachi no los conocía. Eran dos. Un chico poco mayor que yo y una chica que parecía una adolescente.

    -Si son los Uchihas – dijo con burla la chica.

    Tenía voz de niña. Su aura asesina contrastaba con su voz y su cara de muñequita. Parecía no tener más de quince años. Pero no había que subestimarla por eso. Si estaba en Akatsuki era porque tenía mucho poder. Su pelo era rubio y sus ojos verdes. Esos ojos estaban rasgados.

    -Tiempo sin verte, Sayuri-sensei – volvió a hablar la niña.

    Todos miramos a Sayuri. Así que conocía a esa niña. Estábamos sorprendidos y al parecer ella también. ¿Le había llamado sensei? ¿Sayuri había sido su maestra? No entendía nada.

    -Misa-chan – susurró Sayuri – No puede ser. Tú moriste hace cinco años. Danzou te mató.

    -Pues ya ves que no fue así

    -¿Es Misato Neko? – preguntó Itachi. Parecía sorprendido.

    Un momento. ¿Neko? Ese era un clan extinto en Konoha. Según los informes la familia fue atacada cuando iba a Suna para intentar firmar un tratado. No hubo ningún superviviente. Ahora que me fijaba los ojos de la chica parecían los de un gato. Esa era la característica de ese clan. Nada tenía sentido. Sayuri había dicho que Danzou la mató pero en los archivos ponía que habían sido ninjas de Suna. Por eso no se hizo la alianza. Aunque no me extrañaría que ese viejo asqueroso estuviera detrás de todo el asunto. Esa rata rastrera que quería el puesto de mi maestra era capaz de hacer cualquier cosa.

    -Basta de charla – dijo el chico de Akatsuki – Acabemos con esto de una vez.

    Acto seguido hizo unos sellos y un golpe de viento nos dio a todos excepto a Sayuri que tuvo tiempo de esquivarlo. Ella hizo unos sellos. Unos misiles de fuego salieron de su boca, los misiles se dirigieron a ambos Akatsukis. La chica lo esquivó con un movimiento rápido. El otro Akatsuki usó un escudo de agua.

    -Sakura, tú y Kiba id con Sayuri. Nosotros nos ocuparemos de él – me dijo el mayor de los Uchiha.

    Le hice caso. Si esa chica usaba gatos Kiba y Akamaru eran muy apropiados. Parecía que Sayuri conocía las técnicas de ese clan. Y yo era fuerte y rápida además de que usaba genjuntsus de alto nivel.
    Estábamos algo cansados por la batalla anterior pero seguíamos teniendo ventaja al ser más. Dos gatos negros uno con los ojos rojos y otro con los ojos verdes hicieron su aparición. Kiba y Akamaru se ocuparon de ellos. Nosotras seguimos luchando contra la chica. Era muy rápida. No exageraría si dijera que estaba al nivel de Lee. Sayuri era muy fuerte por lo que había visto dominaba cuatro elementos. Yo la apoyaba con mi fuerza.

    -Sakura soy Sayuri – me sorprendí al oír su voz en mi cabeza – Esta técnica pertenece al clan Yamanaka. Otro día te contaré como es que sé utilizarla. Necesito que distraigas a Misato y te la lleves fuera de la biblioteca – fue lo último que oí.

    La miré y asentí. Le di un puñetazo a la niña que la mandó volando por la ventana. Salté y comenzamos una lucha basada en taijutsu. Usé una técnica médica que afectaba a los receptores de los impulsos eléctricos del cerebro. Entonces Misato cayó al suelo. Cuando le pedía al brazo que se moviera se le movía la rodilla. Estaba muy desconcertada. Empezaba a entender lo que sucedía cuando apareció Sayuri. Una gran cantidad de chacra se encontraba en sus manos. Posó ambas manos en el abdomen de la niña y ella cayó inconsciente.

    -Lo has hecho bien – me felicitó – Eres una digna alumna de Tsunade – añadió después.

    -Gracias. ¿Qué ha sido esa técnica? – pregunté curiosa.

    -Es una especie de sellado. Deja al portador del sello inconsciente durante unas horas y no puede utilizar el chacra hasta que se le quite el sello.

    -Es una técnica interesante.

    Entonces llegaron mis amigos. Al parecer habían acabado con los mercenarios. Tenían heridas. Ino ya se estaba ocupado de algunos de los más graves así que yo me ocupé de los otros. Pronto llegaron Kiba y los demás. Parecían muy cansados. Ino y yo nos alarmamos al ver a Kiba con el brazo lleno de sangre. Ino que ya había acabado de curar a Tenten fue corriendo y lo curó. Sayuri estaba curando a los hermanos Uchiha. Después curó a los demás miembros de Hebi.

    -¿Qué ha pasado con los dos Akatsukis? – preguntó mi amigo.

    -Esa es una de los Akatsukis – le indiqué a Misato.

    -El otro ha escapado – habló Shikamaru.

    -Los gatos de la niña están arriba. Ambos inconscientes – informó Kiba.

    Lee y Neji fueron a por los gatos porque Shino se lo ordenó. Todos nos sentamos en el suelo. Estábamos agotados y los habitantes de la aldea no se habían dado cuenta de nada. Tenían suerte de que los dos puntos de ataque estuvieran alejados de las casas. Sayuri se acercó a la niña y la ató. Cuando trajeron a ambos gatos inconscientes también los atamos. Nos fuimos de la aldea a un prado para descansar y hablar sobre qué íbamos a hacer en ese momento.

    Me tumbé en la hierba. Había gastado mucho chacra entre la batalla y las curaciones. Estaba alejada de los demás, en ese momento me apetecía estar sola. Entonces sentí un chacra muy familiar para mí. Abrí los ojos para encontrarme con un par de ojos negros que me miraban. Se sentó a mi lado.

    -Me has sorprendido.

    -¿Qué esperabas? ¿Qué me escondiera detrás de ti y me pusiera a llorar? – pregunté con aspereza.

    -No, pero simplemente me has sorprendido.

    -Mira, Uchiha no sé para qué vienes a hablar conmigo. Así que si quieres algo, dilo.

    -Que borde se ha vuelto – murmuró.

    Yo le oí y le miré con odio. Él me estaba sonriendo con arrogancia. Quería que le oyese. Me estaba poniendo nerviosa. O me dejaba tranquila o lo mandaba a volar. Murmuré: Uchiha, tan arrogante como siempre.

    -Solamente quería pedirte perdón por todo lo que pasó. Naruto ya me ha perdonado ahora solo faltas tú.

    -Mira, no te guardo rencor pero tampoco he olvidado por todo lo que nos hiciste pasar. No voy a lanzarme a tus brazos. Pero me guste o no ahora somos aliados y tengo que aguantarte. Eso si espero que no te me acerques muy a menudo.

    -Parece que ahora soy yo la molestia – dijo sonriendo.

    -Y también el débil. Porque yo ¡ya no soy débil! – exclamé.

    -Yo tampoco soy débil – respondió arrogante.

    -Tal vez estemos al mismo nivel.

    -Más quisieras, Sakura-chan – dijo con burla.

    -Cuando quieras lo averiguamos.

    Entonces los líderes nos pidieron a todos que fuésemos al centro del prado. Me levanté y fui hasta allí seguida del Uchiha. Notaba su penetrante mirada en mi nuca. Pero eso no provocó ningún efecto en mí. Maldito Uchiha arrogante. ¿Y quiere que le perdone? Muchas cosas tienen que pasar hasta que llegue el día en el que perdone a ese ser. Sería mejor centrar mi mente en Akatsuki y olvidarme del hombre al que tenía al lado.

    Muchas gracias por leer ^^.

    ¿Qué os parece la trama?
     
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    yakumosnake

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    Muchas gracias a todos los que leen la historia ^^

    Capítulo 3: Misato Neko

    -Tenemos que ser conscientes de que nos enfrentamos a una situación muy complicada. Lo mejor para todos sería dividirnos en cuatro grupos, separarnos e investigar sobre Akatsuki – era Itacho el que hablaba.

    -No estoy de acuerdo – habló Ino. Todos la miramos – Soy experta en espionaje y aunque un grupo como los que formamos antes está bien, para espiar a Akatsuki tenemos que ser menos. Si somos más de dos personas seguramente nos descubran. Ya he espiado antes a esa organización y es muy complicado.

    -Estoy de acuerdo contigo – habló Sayuri – Pero no nos queda otro remedio, es muy peligroso separarnos en grupos de dos, los Akatsukis son muy poderosos.

    -Yo creo que lo mejor ir a Konoha y hablar con la vieja – opinó mi mejor amigo.
    -Naruto, la aldea no está preparada para que nosotros vayamos – fueron las palabras que salieron de la boca de mi excompañero de equipo.

    -Podemos dividirnos en diferentes escuadrones – ahora todos mirábamos a el mejor estratega de Konoha – Ino y algún experto en persecución podrían ir por un lado. Pero por supuesto serían seguidos de cerca por un escuadrón de ataque que fuese rápido. Luego estaría un escuadrón médico, otro de ataque y otro de inteligencia – habló el genio.

    Todos meditamos sus palabras. Era una buena idea. Pero yo no estaba de acuerdo con el escuadrón médico, sin duda deberíamos reemplazarlo por uno de espionaje. Entonces decidí compartir mis pensamientos con los demás pero Ino se me adelantó.

    -Creo que sería mejor organizar otro grupo para espiar – dijo mi amiga rubia – Dos equipos de espionaje que actuasen por separado siendo seguidos por dos grupos de ataque sería muy eficaz.

    -Y esos equipos estarían siempre en contacto con el de inteligencia – habló Neji.

    Todos asentimos, sin duda era una buena idea. Fue entonces que oímos unos ruidos que provenían del lugar en el que se encontraba nuestra prisionera. Misato Neko se estaba despertando.
    Sayuri acudió al lugar en el que estaba la chica. La examinó para asegurarse de que estaba bien. Al parecer habló con la chica y para sorpresa de todos la desató. Las dos vinieron hacia donde estábamos todos. Misato se puso en el centro. Todos la mirábamos pero a la chica parecía no importarle.

    -Os presento a Misato Neko, la última sobreviviente del clan Neko – habló Sayuri – Misato, fue la única que no murió aquel fatídico día en el que el clan Neko fue masacrado por los Anbus de raíz. Por suerte ese día ella se encontraba en las tierras de los Uchiha. Nuestras madres era muy amigas y yo solía cuidar de Misato cuando su madre se iba de misión. Años después me fui de la aldea y me llevé a Misato. Vivíamos en el bosque, en una casa pequeña. Pero un día que yo estaba fuera nuestra cabaña fue atacada, yo pensé que había sido Danzou pero al parecer estaba equivocada – hizo una pausa y miró a la niña – Misato, diles lo que pasó por favor.

    La niña asintió, nos miró a todos con sus ojos de gato. Había algo en esos ojos que no encajaba con su apariencia. Tal vez era mayor de lo que aparentaba o también había vivido cosas que yo no podía ni imaginar.

    -Aquel día estaba entrenando mi técnica sucesoria cuando uno de mis gatos, que estaba vigilando el bosque para avisarme si pasaba algo, apareció y me dijo que en el bosque habían unos Anbus de Konoha. Sabía que me estaban buscando así que use una técnica para destruir la casa y huir del lugar. Al ser del clan Neko mi velocidad es mayor que la de los demás, eso sumado a que me conocía el bosque muy bien me ayudó a huir de los ninjas de mi aldea natal.

    >>Estuve semanas recorriendo las aldeas con la esperanza de encontrar a Sayuri pero no lo conseguí. Solo permanecía un día en una aldea o en un prado del bosque, no podía permitir que me atrapasen porque sabía que me matarían. Pasé desapercibida por todos los lugares en los que estaba. Meses después llegué a la conclusión de que no podía seguir así. Entonces se me ocurrió una idea, la única forma que tenía de escapar de los Anbus era formar parte de Akatsuki. Ya había pasado un año desde el día en le que huí cuando por fin di con ellos. Los seguí durante un par de meses, cuando me descubrieron intentaron asesinarme pero les dije que quería unirme a ellos, les dije que era la última de un clan muy poderoso de Konoha. Ellos me llevaron con su líder, Madara. Él permitió que me uniese a la organización, ya que, conocía las capacidades de mi clan y sabía que yo sería de utilidad.
    He pasado los últimos cuatro años de mi vida en esa organización y sé muchas cosas, cosas que os pueden ser útiles. Pero que solo os contaré si me permitís asesinar a Danzou.

    Entonces los ojos de Misato se volvieron oscuros. Eran los ojos de una asesina. En ese momento no dudé de que fuera capaz de hacerlo, pero si que dudé de que tuviese el poder suficiente como para hacerlo.

    -Misa-chan, lo siento mucho. Yo pensaba que estabas muerta – dijo Sayuri mientras abrazaba a la “niña”.

    -Tú entraste en Akatsuki en la época que yo me fui – fueron las palabras del Uchiha mayor.

    Eso me hizo caer en la cuenta de que esa niña no podía tener 15 años como yo había pensado. Por muy fuerte que fuese, Akatsuki no hubiese permitido que una niña de 11 años entrase en su organización.

    -Misato, no podemos dejarte que mates a Danzou – oí la voz de Sayuri.

    Todos la miramos. Creí entender lo que quería decir Sayuri, Misato no podía matar a Danzou o al menos no ella sola.

    -¿Por qué? - preguntó ella molesta.

    -Porque nosotros mataremos a Danzou – habló el Uchiha menor.

    Sasuke, se ganó la mirada de todos nosotros. Suspiré, ellos no podían matar a Danzou así como así, si lo hacían serían considerados como criminales. Lo más lógico era hacer un juicio.

    -No podéis matar a Danzou – expresé mi opinión.

    Me gané las miradas confusas de todos los presentes. Nadie me comprendió bien. Pero enseguida vi en los ojos de mis amigos que entendían lo que yo quería decir. Pero antes de que me pudiese explicar, alguien habló.

    -Sakura-chan tiene razón – dijo mi rubio amigo – Lo más lógico sería someter a Danzou a un juicio.

    -Pero Konoha no creerá a unos Uchihas – habló Sasuke.

    Juraría que sus palabras estaban cargadas de desprecio hacia mi aldea.

    -Alguna prueba habrá – dijo Kiba.

    -Sí que la hay – fueron las palabras que salieron de repente de la boca de Ino.

    Todos la miramos sin entender ¿cómo sabía ella que había una prueba?

    -Claro, bien pensado.

    -Ino, Shikamaru. Será mejor que nos expliquéis lo que está pasando por vuestras mentes – habló Naruto por todos los demás.

    -Bueno digamos que sus mentes son la mejor prueba que hay. Si ellos están dispuestos a que lean sus recuerdos – explicó Ino.

    No pude evitar sonreír, sin duda Ino sería una gran líder del clan Yamanaka. En los últimos años había avanzado mucho en las técnicas mentales. Se podría decir que estaba casi al mismo nivel que su padre. Sonreí orgullosa, mi amiga se había convertido en una gran kunoichi.

    -Que buena idea, Ino – la felicitó Tenten.

    -No es mala idea – dijo Sayuri - Pero podrían decir que hemos modificados nuestros recuerdos.

    Todos guardamos silencio, la mujer de ojos negros tenía razón. Mi amiga Ino se quedó pensativa. Shikamaru se puso en posición de pensar. Yo solo suspiré, tenía que haber alguna prueba, este tema se tenía que solucionar.

    -Hay una posibilidad – murmuró Sai. Habló lo suficientemente alto como para que todos lo oyésemos – Si consiguiésemos los papeles de Danzou.

    -Pero eso es muy complicado. Los archivos de Danzou están bajo una seguridad casi impenetrable – de ese tema sí que sabía.

    -Sakura, piénsalo. Tenemos a dos ninjas con el byakugan, tres con el sharingan, una Yamanaka, el mejor estratega de Konoha, a una experta en armas... Hay pocas cosas que no podamos hacer. Además yo soy parte de la Raíz.

    -Eso sería un suicidio. Creo que es mejor volver al tema de la mente, también podrían leer la mía, con mi sola existencia ya tenemos un punto a favor. Podríamos hacer que todo fueran un asunto secreto entre algunos miembros del servicio de inteligencia, la Hokage y nosotros. Y si se descubre algo en nuestras mentes, que se descubrirá, podremos entrar en el lugar en el que se encuentran los archivos de Danzou con el apoyo de la Hokage – dijo Misato.

    -Me parece bien – dijo Ino.

    -Yo también estoy de acuerdo, es un buen plan – habló Sai.
    Todos estuvimos de acuerdo. Pero aún quedaba pensar como nos comunicaríamos con la Hokage, sin duda algunos tendrían que ir a Konoha. Estuvimos discutiéndolo un rato. Al final los elegidos fueron: Kiba, Shikamaru e Ino.
    Kiba por su capacidad para encontrarnos, Shikamaru porque tendría que hablar con la Hokage sobre la estrategia que se usaría e Ino para hablar con su padre del tema de la mente.
    Ellos partirían al día siguiente. Ya hacía rato que era de noche. Serían las doce o así. Decidimos descansar. Como éramos muchos hicimos varias fogatas. Taka se colocó alrededor de una. Misato junto con sus gatos que ya habían despertado estaba tumbada cerca de la fogata de ellos. Los chicos se sentaron alrededor de una hoguera y yo y mis tres amigas en otra. Estábamos tumbadas, unas mirando el cielo y otras de lado. Pero al parecer mi amiga Ino no tenía ganas de dormir porque le preguntó a Hinata lo siguiente:

    -Oye, Hina ¿cuando te vas a declarar?

    La dulce Hyuga se sonrojó muchísimos, las demás solo sonreímos, nuestra querida Hina era demasiado tierna. Si el idiota de mi amigo se diese cuenta de lo que ella sentía todo sería más sencillo, yo dudaba mucho que ella fuese capaz de decirle lo que sentía.

    -Yo, esto, eh... no lo sé – tartamudeó la de pelo azul.

    -Hina, tienes que ser valiente – le aconsejó Tenten.

    -Pero, es que yo no sé como decírselo.

    -Hina, eres preciosa y muy tierna, no tienes porqué tener miedo – habló Ino.

    -Pero ¿y si se burla de mí?

    -No lo hará, Naruto puede ser muchas cosas pero no es malo, es la persona con el corazón más puro y bueno que conozco. No dudes, Hina, cuando tengas la oportunidad, lánzate y dile lo que sientes – fue mi consejo.

    -La frentuda tiene razón.

    -Hina, tú eres fuerte y sabemos que cuando tengas la oportunidad harás lo que te dicte el corazón – fueron las palabras de Tenten.

    -Gracias chicas, soy muy feliz de teneros como amigas.

    Todas sonreímos y abrazamos a la dulce Hinata. Yo deseaba que ella le confesará sus sentimientos a ese rubio hiperactivo. Naruto había tenido una infancia sin amor, y aunque ahora estaba rodeado de amigos necesitaba otro tipo de amor. Y yo sabía que la única persona capaz de curar las profundas heridas de su corazón y hacerlo feliz era Hinata Hyuga. Ella era dulce, tierna y buena persona, pero no era solo pro eso lo que hacía que yo pensase de ese modo, algo en mi interior me decía que eso era así y yo creía plenamente en esa intuición.

    -Dime Sakura ¿qué piensas de Sasuke? - me preguntó la rubia del grupo.

    -Nada, me es indiferente – fue mi respuesta.

    En el fondo de mi alma sabía que mentía, Sasuke podía provocar muchas cosas en mí pero ninguna de ellas era indiferencia. Pero en esa época yo no sabía que era lo que sentía por él, estaba confusa pero quería ocultarlo. No quería que nadie me vises confundida, porque para mí la confusión era igual a la debilidad, y ser débil era lo peor que me podía pasar.

    -No te creo – habló Ino.

    Sabía que a mis amigas no podía engañarlas, ellas me conocían y sabían que yo aún sentía cosas por Sasuke. Lo que no tenían claro era lo que sentía, en ese tema yo no era la única confundida.
    Tenten se acercó a mí y puso su mano sobre la mía. Me miró a los ojos, yo le devolví la mirada.

    -Sakura, sabemos que aún no sabes lo que sientes por él – habló en voz baja y de manera muy suave – Pero reconoce que su presencia te afecta, no nos niegues que sientes algo en tu corazón solo con saber que está cerca.

    Tragué con fuerza, mi amiga tenía razón. Había intentado hacer como si nada pero no podía engañarme a mí misma. Cuando lo vi sentí que mi mundo se hacia pedazos. Para mi desgracia su sola presencia seguía afectándome pero aún desconocía la forma en la que lo hacía. Un suspiro salió de entre mis labios.

    -Tienes razón, me afecta pero aún no sé en que sentido. No lo entiendo, él me confunde – las lágrimas estaban a punto de recorrer mi rostro.

    No lloraba de tristeza, las lágrimas que amenazaban con salir eran de rabia. No me gustaba nada estar confundida. No quería sentirme débil otra vez, la Sakura débil y llorona había muerto años atrás.

    -Sakura, no tengas prisa por averiguarlo, tómate tu tiempo – fueron las dulces palabras de mi querida Hinata.

    -Ella tiene razón, si te presionas para averiguarlo solo conseguirás empeorar las cosas – habló la rubia más loca de mi aldea.

    -Gracias – y las abracé a las tres.
     
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