[Galar] Nueva Puntera

Nueva Puntera

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Lugares de interés:
- Ayuntamiento de Puntera
- Laboratorio central
- Castillo Puntero
- Segundo Gran Reloj

Situada al suroeste de "Gérie del sur", la parte de Galar que está dentro de la isla de Gérie, se puede encontrar la moderna y abarrotada ciudad de Nueva Puntera. La ciudad es enorme, llena de tráfico y con un aire urbano que choca mucho con las imágenes de Gérie, más naturales, que uno puede ver cuando busca algo sobre la región. Tal vez fuese porque era una ciudad grande, o tal vez... el hecho de ser realmente parte de Galar se notaba en eso.

La ciudad tenía muchos lugares que visitar. Si se llamaba "Nueva Puntera" era por algo; no eran pocas las similitudes con la capital de Galar, y se notaba que la ciudad estaba construida para ser un reflejo de esta. El gran reloj destacaba mucho entre los demás edificios, similar, aunque más pequeño, que el de la Puntera original... pero sin duda lo más destacables eran su Castillo y su Ayuntamiento, de paredes blancas y cúpulas azules encima. Era una ciudad en la que se desprendía solemnidad, actividad, progreso.

La capital de aquella pequeña zona de Galar aislada del resto.
​

 

Al bajar del aeropuerto, Eileen estiró los brazos y las piernas y miró a su alrededor.

—¡Pues hemos llegado a Nueva Puntera, chicos! ¡Bienvenidos! Como decía, esto es Galar y tal, y se nota. No en vano esta ciudad parece a veces un calco de Ciudad Puntera, y no es que lo disimulen muy bien, desde luego. ¡Pero en fin, tiene cierto toque arquitectónico de Gérie, y eso es un plus! En fin, tened cuidado y no os perdáis mucho, ¿sí? Tengo un par de cosas que atender por aquí antes de nada, pero me reuniré con vosotros pronto, ¡no os preocupéis! El camino al laboratorio central es sencillo, solo tenéis que seguir aquella calle y lo encontraréis, ¡es un edificio grande y blanco con una especie de periscopio así gigante saliendo por arriba!

>> ¡Hasta pronto, chicos! ¡Id directos al lab, eh! ¡Que os tengo vigilados!

Y se fue correteando, seguida de Flygon, al cual no dudó en liberar tan pronto como pisaron el suelo. V-Vaya... menuda guía. En fin, habría que ir al laboratorio central, ¿no...?

Lucas Diamond
Yugen

 

Mimi Honda

El viaje no fue precisamente tranquilo. Nuestra nueva y exultante guía, Eileen, no dejó de mostrarnos vídeos, imágenes y canciones de su región natal. En un principio había prestado atención interesada por el entorno, por comprender un poco más el lugar al que íbamos.

Gérie parecía una región llena de exhuberante belleza natural y cierto aire tribal, pero de una formas diferente a la de Udan. Sus extensos prados verdes, cielos despejados, ríos y cataratas te transportaban a alguna época pasada, casi medieval. En lugar de selvas, tenía prados verdes donde pastaban unos extraños Pokémon esponjosos similares a los Mareep. La fauna de Gérie parecía muy singular. Y el acompañamiento de la gaita con las imágenes creaban un espectáculo que jamás había presenciado. Único.

Darren.

Pero terminé por desviar la vista por la ventanilla con la mejilla apoyada sobre la palma de mi mano a las cuatro horas de visualizar vídeos sin descanso. Ugh, Arceus. Me dolía la cabeza. No creía poder con el entusiasmo de Eileen—¿Se había pasado con el té o algo así?— aunque en cierta forma la entendía. Yo también sentía un gran amor por mi Sinnoh natal.

En cualquier caso, la idea de "región medieval" se disolvió como un azucarillo en el té nada más pisamos tierra. La ciudad donde aterrizamos, Nueva Puntera, era justamente eso. Un entorno tecnológico y urbanizado. ¿Dónde estaban los prados verdes, las gaitas, los bosques y montañas?

Aunque no me desagradaba precisamente. Era una chica de ciudad después de todo. Estaba hecha para las grandes urbes.

—Vamos Lucas.

Fue todo lo que dije y llevando mi maleta puse rumbo al laboratorio central. ¿Acaso... nos darían un Pokémon inicial como pasó en Udan?

 

Mimi Honda

El laboratorio... era todo lo que podría esperarse de un laboratorio. Similar y al mismo tiempo bastante diferente al del Profesor Abeto o al del Profesor Serbal en Sinnoh. Aséptico, de paredes blancas y de metal, el silencio solo era interrumpido por la voz de un muchacho tras el mesón de recepción.

No pude evitar enarcar una ceja cuando mis ojos se toparon con el que supuse era el profesor... ayudante de profesor realmente, como fuese. Me preguntaba si todo el mundo en Gérie era tan... ¿nervioso? ¿exaltado? ¿ambas?

Paul, como se presentó, no distaba gran cosa del carácter y la personalidad casi hiperactiva de Eileen. ¿Eran así de forma natural o solo la situación les crispaba los nervios?

Me quité las gafas de sol del rostro y agité con suavidad la cabeza para adecentar mi cabello rubio, que se agitó sobre mis hombros como una cascada de sol. Me sentía como toda una agente encubierta.

—Somos Lucas Diamond y Mimiko Honda, recién llegados del otro lado del mar y dispuestos a disfrutar de todo lo que Gérie tiene para ofrecernos—dije con cierta jovialidad y guiñé uno de mis ojos. Nueva región, nuevo comienzo. Aquello sería pan comido—. No somos unos novatos, por favor ni lo menciones.

¿Teníamos pinta de novatos acaso? Incluso Eileen nos había dicho que no parecíamos gran cosa. Pero confíaban en nosotros, Irvine sobre todo. Nos había puesto por las nubes y la verdad no esperaba otra cosa. Nos estábamos dejando la piel por él. ¡Ni siquiera era la primera vez que lo hacíamos!

En cualquier caso estaba en lo cierto al pensar que nos darían un inicial. Nuestros Pokémon de Galeia estaban vetados allí, al igual que en Udan. Era como si se empeñaran en hacernos empezar desde cero.

Paul tomó un maletín pero este se cayó y varias pokéball se dispersaron por el suelo liberando los pokémon en su interior.

Grookey. Scorbunny. Sobble.

Saltaban de aquí para allá, paseándose por el laboratorio a sus anchas. Sin embargo, uno entre todos ellos se acercó a mí con cierta curiosidad. Nos miramos un breve instante y entonces sonrió, haciendo la fuerza suficiente con sus patas traseras para saltarme encima.

—¡Ah!—chillé.

Era el... verde. Ese pequeño que llevaba una ramita en la mano. De alguna forma me recordaba a Chimchar. Tenían características similares aunque estaba segura de que este... ¿Grookey? era tipo planta.

Monomaru: Agua. Mukka: Fuego. Y aquel pequeño de tipo planta. Era perfecto tener tres iniciales de los tres tipos elementales, no podía pensar nada mejor para mi estrategia.

Se quedó en mi hombro y con un rápido movimiento me quitó las gafas de sol de la mano. Parecía sumamente curioso por eso. ¿No había gafas de sol en Gérie o qué?

—¡O-oye! ¿Qué se supone que haces?

Soltó un pequeño gritito de júbilo cuando terminó por ponérselas en el rostro. Arceus, ¿por qué todos los iniciales que escogía eran siempre tan... raros? No me libraría de él ni con agua caliente. La decisión estaba hecha entonces.

Suspiré con cierta condescendencia al mirar a Paul.

>>Me quedaré con este.

 

Lucas Diamond

Bueno, Mimi no parecía tan entusiasmada como yo por esta misión, pero supuse que se le pasaría. Por lo poco que había podido tratar con ella, sabía que solía ser así, decidida en su propósito, y algo cabezota a veces. ¡En cualquier caso, ya había llegado Eileen! Y con ella subimos al avión, rumbo a Gérie. O a Galar realmente, a "Gérie del sur".

Eileen parecía muy entusiasmada con la idea de enseñarnos su región, y por ese motivo durante el viaje nos puso vídeos sobre las zonas de la isla. ¡Pero en realidad era un videoclip! O algo así. El músico, según decía, era un amigo suyo. Darren. Parecía un chico muy calmado, y las palabras de Eileen me lo confirmaron, aunque su música... ¡Vaya despliegue de energía! Este... Sin duda, había sido una gran actuación.

Pronto pudimos aterrizar en aquella ciudad. El "tour" de bienvenida fue breve. Demasiado, de hecho, pues Eileen lo único que hizo fue señalarnos dónde estaba el laboratorio y pedirnos que acudiéramos cuanto antes. Dirigido por Mimi, me acerqué allí para conocer al profesor Paul. Algo estresado, hablaba por teléfono con una tal "jefa" a la que le costaba tutear. ¡Qué nombre más raro! Pero no era yo quién para cuestionarlo, si a los padres de Jefa les había gustado.

Las presentaciones corrieron a cargo de Mimi, como no podía ser de otro modo. Se presentó, y me presentó ante Paul. Sonreí a modo de saludo, sin saber bien como intervenir. Así pues, Paul comenzó a explicarnos que allí tenía unos Pokémon preparados para nosotros. ¡Eran unas crías! Por supuesto, allí no querían que usáramos nuestros Pokémon, cosa comprensible. Ya lo habíamos vivido en Udan, así que no era un problema.

Una vez más, Mimi dio el primer paso, escogiendo a Grookey, el Pokémon de planta.

—¡Vaya, no esperaba que fueras a hacer esa elección, Mimi! Pensé que optarías por Sobble, el Pokémon de agua.

>>Bueno, yo creo que elegiré a Grookey también. Mi debilidad siempre han sido los Pokémon de tipo planta, no lo puedo negar... ¡Así que está decidido!

 

Paul sonrió ampliamente.

—Excelente, ¡Grookey, eh! Es una buena elección. Mi hermano tuvo uno, de hecho, aunque ahora es todo un Rillaboom. Cuando yo empecé mi viaje, escogí a Scorbunny... —miró a su alrededor, observando el caos de todos aquellos pequeñines correteando por aquí y allí, y se limitó a sonreír. Probablemente pensó "ya lo recogeré luego, si eso"—. ¡Está bien! Con eso hecho, ¡estáis a solo un paso de ser parte de este genial y nuevo Campeonato de Gimnasios en Gérie! Aquí en Nueva Puntera hacemos los registros, en el Ayuntamiento. ¡Podréis escoger vuestro número de dorsal y firmar con un patrocinador!

>> Ah, hablando de eso. En Gérie, como en Galar, necesitaréis un patrocinador, ¿sabéis? Alguien que apueste por vosotros y que invierta en vuestra victoria. Sin uno que os avale para entrar en el desafío no podréis acceder al Campeonato. Normalmente es complicado, ¡pero tenéis tan buenas referencias de ese campeón vuestro que os han surgido muchos patrocinadores potenciales! Veamos...

Cogió una libreta, y empezó a leerla poco a poco, siguiendo las líneas con un bolígrafo.

—Aquí está. Todos estos patrocinadores se han ofrecido a patrocinar a uno de los entrenadores de Galeia, ¡así que pensad bien con quién firmáis, porque si otro de Galeia llega y firma en vuestro lugar, perderéis la oportunidad! Y las opciones son...

>> ¡Berto! Es un entrenador muy bueno de Galar, líder de gimnasio de Pueblo Plié allí en nuestra región, y especialista en tipo hada y tipo psíquico. Fue... un conocido mío, supongo. Algo así, ¿un rival, quizá? La verdad es que, cuando viajé por Galar, él y yo no tuvimos mucha afinidad, ¡pero es buen tipo... a su manera, supongo!

>> ¡Roxy! Wow, no os imagináis lo popular que fue esta chica en su momento, ¡con todo el Team Yell vitoreándola! Ahora es también líder de gimnasio en Galar, y le gustan mucho los pokémon de tipo siniestro. Parece una chica muy callada y misteriosa, pero en el fondo es una buenaza.

>> ¡Roy! ¡Ah, Roy mola muchísimo! ¿Sabéis que actualmente es el Campeón de Galar? Es... una larga historia. Es especialista en tipo dragón, y antes fue el líder de la ciudad más grande de Galar, por detrás de Puntera, claro. ¡Y es influencer, tiene miles de seguidores! No me extraña, porque ya quisiera yo molar tanto como él, la verdad...

>> ¡Lion! ¡Lion es mi hermano! Fue el Campeón de Galar durante muchos, muchos años seguidos sin ser derrotado. Actualmente se encarga de otras cosas, empresas y demás. ¡Pero es muy fuerte y mola mucho!

>> ¡Nerio! El hermano de Roxy, vaya. Es un tipo... peculiar, ¡pero muy buena gente! También usa pokémon de tipo siniestro, y el tío era el único que se negaba, y sigue negándose, a usar la Dinamaxización, ¡dice que no le hace falta para ganar! Ahora está retirado de los combates, pero sigue colaborando como patrocinador.

>> ¡Olivia! Uh, esa mujer me daba miedo. Trabajó en Macrocosmos, sí, y bueno, sigue dando miedo hoy en día. Pero oye, no solo es una gran entrenadora, sino que actualmente es empresaria independiente y ha ayudado mucho al desarrollo de este proyecto.

>> ¡Y por último... yo! Hehe... b-bueno, sí, también estoy patrocinando y tal. Ya no me dedico a los combates, así que suponía que ayudar todo lo posible en ellos era una buena forma de mantener algo viva esa llama, ¿sabes?

Tomó aire y cerró la libreta de un golpe.

—Podéis darle un par de vueltas, si queréis. En el ayuntamiento os espera la documentación, ¡cuando lleguéis allí, solo firmad con quien queráis, escoged el número de dorsal, y listo! Escojáis a quien escojáis, ¡estará bien! Cuando acabéis allí, podréis comenzar la aventura. Buscad luego en el Segundo Gran Reloj a Eileen, ¡ella os indicará por dónde seguir!

Así, Paul les dio las instrucciones al respecto de cómo llegar a esos lugares y, manos en los bolsillos de la bata, sonrió.

—¡Mucha suerte, chicos! ¡Sé que vais a triunfar, estoy seguro!

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Como ha dicho Paul, tenéis que escoger el patrocinador, y, al hacerlo, en vuestra ficha apareceréis como "Equipo (inserte nombre de patrocinador)". ¿Qué consecuencias tiene esto? Bueno, ninguna que podáis prever, ¡así que guiaros por el instinto! Pero básicamente, en ciertas subtramas y en un par de situaciones, tendréis acceso a determinadas misiones y las interacciones serán diferentes según vuestro Equipo. Como se ha explicado, una vez escogido uno ningún otro rolero podrá escogerlo. Y los candidatos son esos: Lion, Roy, Berto, Roxy, Paul, Nerio y Olivia.

Podéis rolear directamente que vais al ayuntamiento y firmáis con quien escojais.

 

Mimi Honda

Un patrocinador... realmente los entrenadores eran celebridades en Gérie ¿huh? Era como un mánager para un artista. Y yo aún quería ser actriz en el futuro.

—Bueno, él me escogió a mí ¿no crees?—le respondí a Lucas cuando mencionó que pensó que escogería a Sobble. Él también eligió a Grookey... y la elección fue suya esa vez. El Pokémon estaba sobre mi hombro, con mis gafas de sol, como un gran artista de rock ante las masas. Parecía pletórico por salir de allí.

¿A quien seleccionar? Tantas opciones, tantas personas que desconocía. Berto, Roxy, Roy, Nerio, Lion, Olivia y Paul. Me llevé la mano al mentón, pensativa. Era una elección de suma importancia, estaba segura de eso. Y debía ser rápida antes de que apareciese otro entrenador.

¿Qué me llamaba la atención de ellos? ¿Había alguno que sobresaliese entre el resto por alguna razón? Era como escoger un inicial pero sin tenerlo delante. ¿No sería mejor presentarnos antes de ponernos a hacer elecciones tan trascendentales?

De entre todos ellos, tras algunos segundos de meditación, solo uno sobresalió del resto. Desconocía el por qué, pero me causaba curiosidad. ¿Y qué perdía por seguir mi instinto? A diferencia de la maldita suerte me había fallado pocas veces. Esperaba que nuestra colaboración fuese fructífera para ambas.

Escribí su nombre sin titubear en el formulario.

Roxy.

***

Tras terminar el papeleo en el Ayuntamiento me dirigí al Segundo Gran Reloj para el encuentro con Eileen. Podía parecer calmada en el exterior pero el corazón me latía con fuerza en el pecho, como un tambor. Lucas tenía razón, una región nueva completamente diferente era un mundo nuevo por descubrir... ¡y era muy emocionante!

 

Lucas Diamond

¿El Pokémon había escogido a Mimi...? Uhm, no sabía si eso era realmente así. Ella no tuvo inconvenientes en aceptar su compañía y elegirlo como el inicial, ¿no? ¡Pero eso era lo de menos! Mimi tendría sus motivos para querer aceptar ese cariño del pequeño mono, y del mismo modo yo quería también.

—¡Hey, campeón! Vamos a llevarnos muy bien, ¿a que sí? —me dirigí hacia el Pokémon. Este solo saltó en el sitio, acto que interpreté como de felicidad, y le extendí mi brazo para que trepara por él si quería.

P-pero no lo hizo. B-bueno, no pasaba nada. Lo retiré algo abochornado y decidí escuchar a Paul, que había vuelto a dirigirse a nosotros. Al parecer para empezar la aventura necesitaríamos un patrocinador, ¿eh? Alguien que nos avalase, y que creyese en nosotros... Eso sería difícil de encontrar. ¡O eso pensaba! Porque en seguida Paul nos contó que había muchos patrocinadores esperando nuestra llegada, ¡entre ellos él mismo! Tras escuchar todo el repertorio, emprendí la marcha junto a Mimi hacia el ayuntamiento. Allí me inscribí y elegí a mi patrocinador.

¡Por supuesto, el profesor Paul! En el poco tiempo que había hablado con él me había resultado muy agradable, ¡y seguro que podía darme grandes consejos, con todo lo que debía saber! Asimismo, elegí mi número de dorsal. Sería el 202, pues... Bueno, simplemente era un número bonito. ¡Y capicúa! ¿Qué más se podía pedir de un número?

Con todos los papeles en orden, tras un rato laaaargo de burocracia, fuimos hacia el Segundo Gran Reloj.

 

Cuando llegaron al reloj, sin embargo, se tuvieron que detener al ver una gran concentración de personas allí. Alguien parecía estar dando una charla... y todos estaban a su alrededor comentándola. Cuando Mimi y Lucas se acercaron a la muchedumbre, alcanzaron a oír a quienes hablaban. Se trataban de varios tipos que llevaban un particular gorro verdoso junto a un peto y una chaqueta de botones abierta en el caso de los chicos, y un vestido con camisa blanca debajo, con tirantes y tonos verdes junto con cuadros blancos y rojos en el caso de las chicas. Parecían... casi como si fuesen cómicos o algo así. Un poco ridículos, ciertamente. Pero ellos estaban firmes, mirada al frente, decididos. Y, presidiéndoles, un hombre, que era el que hablaba, vestido de forma totalmente distinta a ellos. De hecho casi parecía vestir como un... ¿explorador? Algo así.

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—¡Hola, gente de Gérie! Sé que muchos de vosotros seréis de Gérie del sur, y, por tanto, de Galar... puede que muchos otros seáis entrenadores extranjeros, incluso, que conocen ahora nuestra región y están aquí con los preparativos para el primer "Campeonato de Gimnasios" de esta nuestra querida región.

Hablaba... con confianza, soltura y decisión, y con una gran sonrisa dibujada en su rostro. Era atrayente, de algún modo. Firme y seguro de sí mismo.

—Muchos me conoceréis, imagino; otros tantos no. Me presentaré, pues. Mi nombre es Finn, y por Gérie se me conoce como el mejor entrenador de la región. He pasado mi vida viajando por distintas regiones y desafiando a distintas ligas, gimnasios, ¡todo tipo de desafíos! Pero, al final, un Gériense siempre vuelve a su tierra. Y aquí me tenéis ahora. Por si alguien se lo pregunta, no. No estoy aquí para promocionar el "Campeonato de Gimnasios", sino todo lo contrario. Me desmarco totalmente de la organización de ese evento, y es sobre eso sobre lo que os quería hablar hoy.

Lucas notó entonces una mano en su hombro, y un chico de peculiar aspecto y algo bajito le sonrió, colocándose entre él y Mimi. Les habló en voz algo baja, pero lo suficientemente alta como para escucharla entre la multitud ruidosa. Junto a él flotaba un curioso pokémon pequeñito y con grandes ojos...

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—¡Hey! ¿Sois de fuera? Me he acercado porque he escuchado que este tío iba a dar una charla, no por otra cosa. Es un grande, ¿sabéis? Un tío genial, el mejor de la zona. Pero parece que está de parte de esos piraos independentistas, y no sé en qué está pensando, la verdad —se llevó las manos a la nuca, en gesto relajado—. A ver qué nos dice...

Y Finn siguió hablando.

—Galar nos tuvo dominados durante muchos años, y no fue sino con guerra, con sangre y con muertes como logramos nuestra independencia. Y no solo eso, sino que esta ciudad y toda la zona del suroeste de Gérie sigue en posesión de nuestros caciquistas vecinos. Ciertamente, las gentes que pueblan hoy en día Galar no son los explotadores de antaño, ni el vínculo entre regiones es el mismo... ahora, sobre el papel, hay cordialidad, sí, pero siempre hemos sido los invisibles. Gérie no existía para el mundo, solo Galar y sus espectaculares combates de gimnasio, y su energía Dinamax. Pero ahora, sin embargo, de pronto, ¡aquí los tienes! Llevando a cabo un torneo como los que ellos hacen, trayendo su energía maldita y llenándonos nuestra apacible región de gente. De pronto. Sin previo aviso. ¿No os preguntáis por qué?

>> Yo os diré por qué. Galar sabe bien, demasiado bien, que una crisis energética se les avecinará tarde o temprano. Sus tierras eran ricas en recursos, pero su turismo, industrias y explotaciones la han agotado. Sin embargo, Gérie es fértil, pura... y eso la convierte en un fantástico campo de minado para ellos. En una fuente de energía. Para eso nos quieren desde Galar, para, poco a poco, sutilmente, transformarnos en Galar de nuevo. Tal vez no sea una conquista a la antigua usanza, pero sus costumbres, sus empresas y sus gentes nos empiezan a llenar ahora, de pronto. Y, escuchadme bien... yo no quiero que a la larga terminen explotándonos. Yo no quiero terminar como ellos. ¡Yo quiero que Gérie siga siendo la que siempre fue y será, sin invasores!

El chico de pelos azules cruzó sus brazos y frunció el ceño. Desvergonzado como era, miró a Mimi y le dijo:

—Hmmm, ¿qué opinas tú de todo esto? Bueno, ya, no sois de aquí y tal, cierto. Yo sí soy de Gérie, y, la verdad, no me parece mal todo esto del Campeonato, ¡de hecho me encanta! Pero claro, ellos le ven maldad en todo, los de la Asociación Celthic. Llevan promulgando un tiempo rollos de independencia, de "liberar" Gérie del sur, y claro, ahora con esto del Campeonato, la excusa es fantástica. Lo que sigo sin entender es cómo Finn muerde el anzuelo. ¡En fin! Son solo unos piraos, nada importante.

Poco a poco, la gente se fue despejando, tras un rato más de líneas por parte de Finn en ese sentido, y, pacíficamente y sin escándalos, los de la tal "Asociación Celthic" terminaron marchándose, también. No parecían ser peligrosos, solo... pensaban de forma distinta, desde luego. Como fuese, el chico y su pokémon pronto saludaron a Mimi y Lucas con la mano.

—¡Bueno, tío y tía, nos vemos por ahí! Si sois competidores del Campeonato, Dreepy y yo estaremos encantados de pelear con vosotros en algún momento. ¡Hiya!

Y... así, sin más, se marchó. Pero, ¿quién era ese chaval?

***

Fuese como fuere, tuvieron que esperar un tiempo hasta que apareció, al fin, Eileen. Seguida de Flygon, les saludó ampliamente.

—¡Hombre, aquí estáis! Qué, ¿habéis conocido a Paul? ¡Es más majo! ¿Y tenéis ya un pokémon o no? ¡Es hora de partir, entonces! Mirad, de momento estáis en Gérie del sur, y todo el evento del Campeonato se celebra en lo que es Gérie en sí, ¡así que el primer paso es salir de aquí! Pero tranquilos, no tiene pérdida. Os acompañaré a la salida de la ciudad, y luego solo tendréis que avanzar por la ruta. Como antiguamente ambas regiones eran una sola, aún mantenemos eso de denominar a las rutas en el orden en el que Galar las denominaba, así que la primera de las nuestras, la 11, sigue la última de Galar, la 10. ¡Curioso, eh! ¡Nunca te acostarás sin saber algo nuevo!

>> Como sea, ¡cruzad esa ruta, la ruta 11, y llegaréis a Pueblo Frontera! Allí podréis cruzar y entrar, de verdad, en Gérie. ¡Vais a flipar! Una vez en Gérie, al sur debe estar vuestro primer destino, ¡Aldea Risco! Ya sabéis, la que salía ahí en el video de mi amigo Darren, ¿os acordáis?

Llegaron, al final, a la salida de la ciudad. Un pequeño túnel conectaba la ciudad con el exterior, casi como si fuesen a salir de un edificio. Ahí... comenzaría la aventura, ¿eh?

—Vuestros patrocinadores os llamarán cuando estéis en Gérie, seguramente. ¡Y en Pueblo Frontera os darán una Pokédex recién sacadita del horno! Os espera allí una buena amiga, ya la conoceréis. Tomad, estos mapas os vendrán bien. Y en fin, ¡eso es todo lo que puedo hacer como guía por vosotros de momento! Buena suerte en el desafío, chicos de Galeia. ¡Espero que los entrenadores de Gérie quedemos a vuestra altura!

Seguiremos en otro tema.

 

Liza White

Siempre era emocionante dar el primer paso dentro de una nueva región. Con el peso de la mochila sobre mis hombros y el sol apuntando en lo alto, la región de Galar me dio la bienvenida en todo su esplendor. Di una vuelta sobre mí misma, y usando mi mano como visera visualicé la abarrotada urbe. Qué diferencia con Udan, aquí apenas se notaba contraste alguno y eso, en parte, hacía las cosas algo más fácil de asimilar.

Algunos lugares llamaron mi atención por sobre el resto, como el enorme reloj o aquel edificio blanco, con algo sobresaliendo de su techo. No tenía idea de dónde estaba el laboratorio, pero por suerte la gente de Galar parecía bastante agradable y no tardaron en indicarme, con cierta sonrisa cansada en el rostro, la dirección indicada.

Quizás... sí que se notaba la llegada de todos los entrenadores de otras regiones, pobres. En cualquier caso, y tras agradecer con educación la ayuda ofrecida, me encaminé hacia el laboratorio de blancas paredes, animada.

 

Al entrar en el laboratorio, Liza encontró una escena... curiosa, cuanto menos. Una gran cantidad de pokémon, todos de tres especies, parecían estar sentados en filas horizontales, unos detrás de otros, calmados y quietos, escuchando la historia de una chica que se encontraba allí, que parecía haber logrado, sorprendentemente, captar la atención de todos. No es que entendiesen completamente su historia, eso no era lo importante; la chica había logrado calmar el caos de aquellos pokémon (que el profesor Paul definitivamente "olvidó" devolver a sus balls) porque no solo contaba historias, sino que lo hacía caminando de un lado a otro, saltando, gritando... ella era la historia, ella era la atracción. Sin duda, tenía un don para los pokémon, y sobre todo para los niños. Así que, ¡tanto más par alos pokémon que eran niños!

—¡Ah, llega otra Galeiana! ¿Galeita? ¿Galeriense? ¡Bueno, como se diga! Eres una de las chicas de Irvine, ¿no? E-Entiéndeme, eso ha sonado muy mal, pero ya sabes a lo que me refiero. En fin, el profesor Paul no está ahora mismo aquí, ha salido con su protegido del alma a acompañarle hasta la Colina del Héroe, y me ha dejado a cargo, cómo no. Mi nombre es Eileen, chica, ¡soy parte del comité de organización de este Campeonato de Gimnasios!

>> Bien, no me enrollaré más. Aquí tienes a estos tres pequeñines, chica: ¡Grookey, Sobble y Scorbunny! Puedes coger a uno de los pokémon, y...

Así, Eileen le comentó todos los detalles sobre el funcionamiento de aquel torneo, diciéndole que debía, luego, escoger patrocinador y que, tras escogerlo, estaría lista para la acción. Le habló brevemente sobre los patrocinadores, y... todo quedó, al fin, a su decisión. ¿Qué inicial escogería? Y... ¿quién sería su patrocinador?

 

Ian Lockhart

El viaje había resultado mejor de lo esperado, pues había logrado mi cometido de quedarme dormido en el avión. Aunque el gusto no me duró mucho, pues mis oídos comenzaron a dolerme por la altitud por la que nos encontrábamos. Tuve que comprarle una goma de mascar a la azafata por un precio desorbitado, y tras masticarla durante un buen rato, en algún punto volví a quedarme dormido de puro aburrimiento. Cuando desperté, estaba en Gérie.

Pregunté en el mismo aeropuerto dónde se encontraba el Laboratorio del lugar, y por suerte uno de los guardias supo indicármelo. El camino no era especialmente complicado, pero nunca fui especialmente ducho con las indicaciones, y tuve que preguntar en dos ocasiones si aún seguía por el camino correcto. No era algo que me hiciese especialmente gracia, pero al menos logré llegar al lugar ese mismo día.

—Buenas —saludé con desgano—, soy uno de los entrenadores de Galeia que viene a —mi mente duró unos segundos tratando de llevar a mi lengua la información sobre a qué se supone que venía—... el torneo, sí.

Mis ojos notaron entonces que Liza también estaba allí; bien, que fuese ella la que hablase.

—Tal y como mi compañera de aquí, que seguro le habrá dicho mejor que yo a qué venimos.

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Pues escojo después de Andy y así no lo hago todo de golpe xD

 

Liza White


Mis pies quedaron anclados sobre el suelo cuando, tras abrir ligeramente la puerta, el estruendo del interior llegó hasta mí. Parecía la... voz de una chica, que exclamaba algo que no alcanzaba a entender. Mi voz se perdió en mitad del espectáculo y con algo de duda me adentré en el interior. Quién iba a decirme que encontraría semejante escena ante mis ojos: una chica de expresión jovial parecía hacer las veces de entretenimiento para un... grupo de bebés pokémon. Todas y cada una de aquellas criaturas, de tres especies diferentes que nunca antes había visto, observaban con ojillos atentos su actuación.

Cuando quise darme cuenta me había quedado admirando la escena con una sonrisa, enternecida, hasta que la chica, que pronto descubriría que se llamaba Eileen, me informaría de todo lo que necesitaba saber para ponerme al día. La escuché con suma atención no sin antes presentarme, abrumada ante tanta información pero por sobre todo emocio ada por lo que se venía.

¡Ah, todo eran tan diferente en Gérie y Galeia! ¡Esto sería divertido!

—De acuerdo, si he entendido bien Lion sigue entre los disponibles, ¿cierto? —Ah, el ex campeón de Galeia, y el hermano del profesor. Todo en él gritaba experiencia, y deseaba aprender todo lo que fuera posible de su mano. Esa decisión no fue difícil, pero ahora tocaba...—. En cuanto a mi inicial, creo que... Uhm...

Me detuve frente a la fila de pequeñines, curiosa. Desde que su espectáculo había finalizado con mi llegada algunos se habían puesto a jugar entre ellos en el mismo sitio, otros parecían charlar y el resto, por su parte, no me quitaban los ojos de encima. Paseando mi mirada con atención, reparé en que había uno de ellos que desentonaba con el resto. Echo bolita en su sitio de vez en cuando alzaba la cabecita, con los ojos llorosos, y volvía a enterrarla cuando sus compañeros intentaban jugar con él. Parecía muy tímido, pobre...

Cuando quise darme cuenta me había acuclillado a su lado. No supe cómo ni por qué, pero sentí que el pequeñajo necesitaba de algún empujón para abrirse a sus amigos. El pequeño Sobble me miró, confuso, mientras que sus amigos parecieron contentos de que alguien más le hiciese entrar en razón. Creo que ninguno de los allí presentes imaginamos lo que pasaría a continuación.

Con un ágil saltó, la criatura se escondió detrás de mí. Sollozando, se aferró a mi pierna y asomó la cabeza para mirar disimuladamente al resto de pokémon. Confusa, intercambié miradas con el resto antes de volverme hacia el sobble.

—Todo está bien, ¿sí? Ellos son tus amigos, solo quieren jugar contigo, ¿verdad? —por un momento pensé que quizás se habían metido con él, pero parecía ser problema de su timidez más que de otra cosa. No sabía tratar con los demás. Intenté calmar las aguas, paciente, pero el pokémon no se despegaba de mi pierna. Quizás era una señal del destino, quise creerlo así cuando, suavizando mi voz, me volví hacia él una vez más—. Bueno, si no quieres jugar está bien, no te fuerces. ¿Te apetece, quizá... venir conmigo, en su lugar?

Creo que fue la aceptación más rara que tuve nunca. Al erguirme, el pokémon se aferró aún más fuerte a mi pierna, genuinamente seguro desde la protección de la misma. Me volví hacia Eireen, algo incrédula aún, y fue cuando descubrí la llegada de Ian.

—Parece que él ya escogió —sonreí, caminando hacia él. Sobble se movió cómicamente aferrado a su lugar seguro; sería un compañero de lo más curioso, sin lugar a dudas—. Te toca~.

 

Ian Lockhart

Por lo que pude entender, debíamos escoger un Pokémon inicial y un patrocinador. ¿Cómo se suponía que debía escoger patrocinador si ni siquiera lo conocía? Tsk, tendría que escoger basándome sólo en la descripción que me habían dado, ¿Uh?

Liza había escogido a Lion, el excampeón de Galar... Un momento, ¿Es que a caso todos los ex-campeones de cada región se llamaban Lion o algo así? Era un caso digno de estudio.

En fin, el caso es que la chica se había ido por el camino que, sin duda, le daría más visibilidad. Sí, que te patrocine el campeón es la manera más fácil de llevarte los reflectores. Y, si la chica lo manejaba bien, podría llegar a codearse con la gente de las altas esferas y conseguir información importante. Parecía un buen plan.

Pero no era algo que me pegase a mí, la verdad. Aunque entendía la importancia de destacar para conseguir datos, en mi caso prefería moverme por las sombras, mantener un bajo perfil y conseguir información que pululase por allí. Quizá al final terminaba pillando algo interesante y tirando de un hilo oculto.

Aunque la razón principal era y seguía siendo que ser el centro de atención me daba demasiada pereza. Sonaba a un verdadero fastidio. Así pues, la descripción que más me convencía era la del tal Nerio. Además, que se negase a utilizar la energía Dinamax era algo que me llamaba bastante la atención, y me hacía sentir cómodo con él.

—Escogeré al tal Nerio, suena a alguien de mi estilo —Un patrocinador que a penas y se preocupase por mí y, con suerte, me dejaría campar a mis anchas.

La siguiente elección era la del inicial de la región. Cuánto tiempo desde la primera y hasta entonces última vez. Ni siquiera recordaba porqué había escogido a Squirtle en ese momento, pero había resultado ser un buen compañero.

Y ahora que tenía frente a mí a un montón de pequeñines, no sabía a cuál escoger. No sabía nada de ninguno de los iniciales, salvó la obviedad de su tipo elemental, al tener el color de este tan marcado. Aunque no tuve mucho tiempo para pensar, pues sentí una pequeña patada en la pierna, y al bajar la cabeza a mirar, uno de aquellos pequeños Pokémon conejo se estaba riendo, divertido de lo que había hecho, antes de echarse a correr cuando notó que lo estaba observando.

Tsk. Desafiante intenté atraparlo, pero era mucho más rápido y ágil que yo, y me evitaba saltando de un lugar a otro. Ni siquiera cuando se colocó en hombro fui capaz de pillarle. Pero era un pequeño bromista, y sabía exactamente cómo eran los de su estilo. Dejé de prestarle atención y me dediqué a observar al resto de iniciales. Desconcertado, el pokémon volvió a intentar llamar mi atención, pero hiciese lo que hiciese me limitaba a ignorarlo, como si no estuviese allí, hasta que, molesto, se plantó en frente mío y pegó un gran salto que lo colocó al nivel de mi rostro, mientras agitaba sus bracitos y hacía ruidos con su pequeña vocecita.

Sonreí, ese era el momento. Lo pillé en el aire con las manos y no lo dejé ir, por más que intentaba zafarse. Le miré con una sonrisa de suficiencia, siendo ahora yo quien se burlaba de él.

—Creo que me llevaré a este, el pequeñín parece divertido —me reí. Aunque al pokémon no parecía hacerle mucha gracia, y seguía haciendo sus esfuerzos por escaparse, lo que me resultaba más gracioso aún, y de cierta manera adorable.

No iba a ser fácil criarlo, pero sería toda una experiencia.

—En cuanto a mi dorsal... —me lo pensé un breve instante— no se me ocurre nada, así eso mismo usaré, nada.

Y, poniendo todos los datos necesarios en la documentación, me registré con el número 000.

Al menos era fácil de recordar. No podía decir lo mismo del que había resultado ser el nombre de mi inicial. ¿S-Scorbunny? Tendría que pensar en algún mote para ponerle, aunque no fuese de mi estilo.

—Por cierto Liza —me dirigí a la chica, dibujando una media sonrisa en mi rostro— debo decir que este nuevo inicial tuyo me agrada mucho más que la nutria esa que tienes en Galeia.

 

Lucas Diamond

Accedí a Puntera finalmente, tras la batalla contra el Yamper. Era algo débil, pero el Pokémon tenía mucha energía. ¡Demasiada, quizás! Esperaba que pudiera calmarlo en algún momento.

Ya en la ciudad regresé al laboratorio de Paul, para que me diese más indicaciones. Aún ni siquiera sabía dónde estaba el castillo, y eso sin duda era un inconveniente para el recado...

 

—¡Lucas! —gritó Paul al verlo entrar, moviéndose torpemente entre la avalancha de Grookey, Sobble y Scorbunny que, claramente, era incapaz de controlar—. ¿V-Vienes por lo del Castillo, verdad? La cosa está mal por allí, la verdad. Está cerrado al público ahora mismo, pero si vas de mi parte seguramente te dejen pasar. No sé cómo te las podrías apañar para pillar al ladrón, pero... ¡allí en Galeia participasteis en investigaciones y eso! ¿No? Lo he leído en períodicos por internet, la "CSG" o algo así. ¡En fin! Te diré los datos al respecto para llegar al Castillo...

***

Así, Lucas recibió las indicaciones y se dirigió al Castillo. Una vez allí, logró entrar, pero... ¿qué podía hacer para pillar por sorpresa al ladrón? El lugar estaba vacío, con muchos guardias en la puerta... y, por supuesto, no encontraría al ladrón ahí dentro así de fácil. ¿Qué estrategia era la mejor?


>> Decirle a los guardias que se marchen y poner un cebo para el ladrón dentro, aguardando solo Lucas escondido.
>> Que todos los guardias se escondan dentro y poner un cebo para el ladrón, aguardando todos escondidos.
>> Esperar a la noche sin hacer nada especial.

 

Lucas Diamond

Pude hablar con Paul una vez más, para recibir más información de lo que ocurría. El castillo de nueva puntera había sido asaltado en varias ocasiones... ¡Y eso era todo un problema!

Me dirigió hacia el sitio, y me comentó que estaba ahora mismo cerrado al público. Sin embargo, si decía que iba de su parte, probablemente me dejasen entrar... ¿Y-y me iban a creer así, sin más? Bueno, no me quejaría después de todo. Efectivamente, al ir de su parte me dejaron entrar, lo cual me resultó algo extraño.

Los guardias, extrañados por mi "investigacion", me preguntaron acerca de mi plan de actuación.

—Hmm... ¿Qué tal si esperamos a la noche? Será la mejor forma de actuar, probablemente el ladrón escoja ese horario para infiltrarse. Estaremos pendientes...

 

Lucas, entonces, decidió esperar hasta la noche. Con guardias fuera, el ladrón no entraría, ¿no?

... pero conforme más tiempo pasaba estando Lucas dentro de aquel Castillo, más vueltas le daba a la idea. Un momento, pero los guardias estuvieron ahí por mucho tiempo, ¿no? Y, aun así, se seguían produciendo robos. Eso quería decir que... el ladrón entraba precisamente cuando veía a gente guardando el castillo por fuera. ¿Sería porque así podía controlar a la vigilancia? Claro, si veía a todos los guardias fuera, sabría que no había nadie vigilando desde dentro, porque los esfuerzos se concentraban en los alrededores. Pero... ¿cómo podía nadie entrar cuando había vigilancia sin ser visto?

El tiempo pasó, hasta que se empezó a hacer de noche. Y fue entonces cuando Lucas lo vio. Tan pronto como escuchó un ruido, pudo ver cómo, por un hueco que había tras una baldosa, pulcramente colocada para que no se notase, un pequeño pokémon cruzó. Luego, otro. Y luego... un tercero, más grande y diferente que el resto. ¡E-Eran pokémon, los ladrones eran pokémon!

El grande, entonces, se alejó, explorando el lugar, y dejó a los dos pequeños buscando por la zona. Fue entonces cuando repararon en Lucas, sobresaltándose, y no tardaron en encararlo. ¡R-Rápido, antes de que el jefe llegase, había que noquear a los ladronzuelos!


NICKIT: Siniestro
Lvl. 5
Salud: 80/80
AP: 100/100
Ataque: 28
Defensa: 28
Ataque especial: 50
Defensa especial: 55
Velocidad: 50 (<37)
Habilidades activas:
-Ataque rápido (30 Potencia, Normal, físico. Si se usa durante un ataque doble por mayor velocidad, su potencia se considera 50, aunque no puedes usar este ataque las dos veces. -10 AP)
-Afilagarras (sube su Ataque físico en un 50% por dos turnos, y reduce el consumo de AP del próximo movimiento ofensivo usado en 1/2. -40 AP)
-Látigo (baja la Defensa física del rival en 50% por dos turnos. -30 AP)
-Alarido (30 Potencia, Siniestro, especial, baja el ataque especial del rival en un 25% por un turno. -35 AP)
+80 exp.


NICKIT: Siniestro
Lvl. 5
Salud: 80/80
AP: 100/100
Ataque: 28
Defensa: 28
Ataque especial: 50
Defensa especial: 55
Velocidad: 50 (<37)
Habilidades activas:
-Ataque rápido (30 Potencia, Normal, físico. Si se usa durante un ataque doble por mayor velocidad, su potencia se considera 50, aunque no puedes usar este ataque las dos veces. -10 AP)
-Afilagarras (sube su Ataque físico en un 50% por dos turnos, y reduce el consumo de AP del próximo movimiento ofensivo usado en 1/2. -40 AP)
-Látigo (baja la Defensa física del rival en 50% por dos turnos. -30 AP)
-Alarido (30 Potencia, Siniestro, especial, baja el ataque especial del rival en un 25% por un turno. -35 AP)
+80 exp

 

Lucas Diamond

Aguardé dentro del castillo durante el día hasta que empezó a anochecer. Mientras, los guardias esperaban fuera, vigilando. Algo rondaba por mi mente... Si el ladrón, hasta con guardia fuera, conseguía salirse con la suya... Es porque tendría algún truco, ¿no? Algún pasadizo secreto para entrar. Y probablemente el hecho de que los guardias quedasen fuera era ideal, ya que así no le molestaban mientras desbaratijaba el castillo.

La noche fue llegando, y no parecía ocurrir nada. Bueno, tal vez no consiguiese pillarlo, pero al menos evitaríamos robos, ¿no es así?

Pero entonces una baldosa del suelo comenzó a moverse y se desplazó, dejando un pequeño agujero por el que tres Pokémon entraron. ¡Dos de ellos eran unos Nickit! Ya los había enfrentado antes y sabía lo duros que eran. El otro, sin embargo, era mucho mayor, parecía el líder. Este se marchó raudo, quizás tenía su objetivo ya pensado, mientras que los otros dos merodearon por la sala donde me encontraba. Hasta que repararon en mi presencia, y, hostiles, se prepararon para combatir.

—¡Mira, Grookey, eran unos Pokémon! Y no parecen amigables... ¿Combatimos? ¡Venga, dale con tu punzada rama al primero de ellos!


GROOKEY: Planta
Lvl: 8 (50)
Salud: 110/110
AP: 100/100
Ataque: 72
Defensa: 54
Ataque especial: 43
Defensa especial: 46
Velocidad: 66 (<49)
Habilidades pasivas:
- Espesura: potencia de habilidades tipo planta x2 cuando sus PS bajan de 1/3.
Habilidades activas:
- Arañazo (20 Potencia, Normal, físico, -5 AP)
- Punzada rama (20 Potencia, Planta, físico. -5 AP)
- Malicioso (baja en un 50% la defensa física del rival durante dos turnos. -30 AP)
- Mofa (impide al rival usar movimientos no ofensivos por 2 turnos. -20 AP)