Fantasía G de Ganar

Vamos con Ana una vez más... esta vez con un misterioso personaje, los audaces, que hayan leído mis otras historias, se darán cuenta de quien se puede tratar.
Espero les guste, y no se me confundan.
Por eso aclaro que después de los ☼

G de Ganar

Costará lo que me costará, debía ganar, no importaba el precio. Pero no me podía mover, nunca antes había estado bajo un hechizo tan potente en mi vida. A mi alrededor se extendida un circulo verde, con un extraño patrón dentro, flotaba a unos cinco centímetros de la tierra.

A pesar de que estaba totalmente en llamas, e intentara ponerme en pie con todas mis fuerzas, no podía hacerlo. Solo podía mirar a James, y como el me apuntaba con la que era la varita de Lena, mientras sonreía socarrón.

Pero yo no podía quedarme allí, no podía perder a Lena, no pida… cerré los ojos y las llamas se volvieron más potentes, pero aún no podía moverme. Cuando volví a abrir los ojos todo seguía negro, a excepción por una luz proveniente de un fuego intenso. <<Por qué ahora…>> Pensé, ya sabía dónde estaba.

—Mi querida Ana… —escuche su voz femenina, exagerada.

—¿Para qué me trajiste ahora? —yo no iba con rodeos, su cuerpo hecho de llamas cambió y se transformo en su forma masculina.

—Por que evidentemente necesitas un poco de ayuda —dijo ahora un tanto inexpresivo.

—¡No quiero tu ayuda! —le solté, enfadada. —Si recupero a Lena, va a ser por mis propios medios.

Cerré los puños y me di media vuelta, molesta, no quería su ayuda, no quería que me salve una vez más, no quería su poder.

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<<Pero que necia es esa niña>> pensé, mientras veía como se alejaba de mi… Pero ni modo, estaba con ella y no podía irme. Y si ella se muere yo me muero, así que no hay de otra más que ayudarla. A parte que Lena me agrada mucho, también ¿será qué estoy algo enamorado de la chica? No lo sabía con exactitud.

Se que ya no me escucharía, pero a pesar de eso hable para mi misma.

—A veces me sorprendes Ana… —y así era, no me esperaba esa respuesta suya.

Un fuego de color azul intenso se extendió fuera de mi cuerpo, que era de llamas en sí.

—Pero a pesar de que entiendo tu convicción y motivación… —el fuego alcanzó los pies de la chica. —Se que no podrás ganar sin mí. Así que te prestare mi poder, para que lo hagas tuyo, esta vez.

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De repente volví a la realidad, y lo primero que vi fue al asqueroso de James. Eso era todo, me pondría en pie y le daría una paliza. Y así seria, en cuanto mire de nuevo mis manos ya no estaban envueltas en llamas rojas, si no que ahora eran azules. Con esas nuevas fuerzas logré ponerme en pie, y darme un paso hacia adelante, con una sonrisa en el rostro.

—Impresionante —soltó James, al verme de pie.

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Ya are una aclaración para este.