Historia larga Fue en un café

Esta historia solo la encontraran aquí y en Wattpad bajo mi nick de @JennVZelaya. Espero que les guste como a mi al momento de escribirla.
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Sinopsis​

Novela Juvenil
Romántica
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Cuándo Zoam “Zoi” Luke soborno a su amiga—con una taza de un humeante café— Jennipher no lo dudo. Para ella el café era su droga más preciada igual con su bebida de cola favorita.

Jennipher “Jenni” Zaldivar una estudiante de leyes en la UPE, nunca pensó que la recompensa por acompañar a Zoam a la tonta tienda de útiles, la llevaría a caer en el pozo autodenominado; Amor.

Para ella el amor era un enfermedad que procuraba no contagiarse al final; no pudo evitarlo.

(***)​

Esteban Robles nunca creyó que su vida cambiara por seguir-le la corriente a su amiga.

«Un café con nosotras no te matara». ​

El solo fue porque la otra chica era su eterna ilusión, o eso pensó. Porque cuando su vista se detuvo en a la chica sentada al fondo de dicho local, no volvió a dormir en paz.

 

Esta historia solo la encontraran aquí y en Wattpad bajo mi nick de @JennVZelaya. Espero que les guste como a mi al momento de escribirla.
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I
Centro Comercial
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JUEVES

Al ver por el vidrio de la ventana me observo a mi misma, con mis lentes cuadrados y mi camisa de color azul pastel, también refleja la apariencia de Zoam— mi amiga y compañera en el asiento del autobús, la cual iba con un hermosos vestido floral. Cuando me fije en mi celular eran las catorce horas con veinte minutos y había una calor insufrible, más si vives en una ciudad donde la mínima temperatura roza los 30°C casi todo el tiempo. A la par mía Zoam iba viendo una pequeña lista de materiales para comprar y hacer el trabajo de dibujo de su clase.

—Jennipher me puedes acompañar a la tienda Escolar.—me habló.

La tienda Escolar, es un lugar donde encuentras de todo para trabajos universitarios, nosotras estamos en la misma universidad. La UPE (Universidad Pública Estatal), ella cursando la carrera de Arquitectura y yo en la de Leyes.

—Por su puesto, amiga. Pero tendríamos que bajarnos en el Mall, ahí hay una tienda Escolar.

Nosotras en este momento viajamos en el autobús que nos lleva hasta la UPE y a cuatro cuadras de ésta nos queda el Mall. Cuando llegamos al semáforo nos alistamos para poder bajarnos en la siguiente parada. Y ahí es cuando notamos que no solo nosotras nos bajaremos ahí si no también Zack—diminutivo de Zackarias— un conocido de la dos.

—Hey aquí también se bajan. — Zack nos saludos a las dos y dio uno que otro comentario sin sentido.

—Sí vamos a comprar un material. —Zoam lo comenta mientras me ve. Y luego yo le sonrío.

—Bueno, suerte. Yo ya voy al trabajo.— así es, Zack trabaja medio tiempo, desde las tres de la tarde hasta las diez de la noche en una tienda 24/7—. Nos separamos al llegar a las escaleras eléctricas que suben para el segundo piso.

—No puedo creer, aquí hay un perro muy lindo, mira Jennipher.— Zoam se detuvo en la tienda de mascotas.

—Parece una rata con extra pelo. — me fije en un perro que parecía estar drogado. Pobres animales.

—Este parece un lobito. —Zoam señalo a un perro, este si lo parecía he de decir.

—Sí parece de los cruces siberiano.

Zoam tomó mi mano y me llevo a la tienda de productos escolares.

Cuando entramos dejamos nuestros bolsos en los casilleros y tomamos la llave, era el número catorce.

Otra vez tomó mi mano y me llevó por los pasillos de la tienda. Encontramos el material que necesitaba era “Papel de cartoncillo” para poder hacer un no sé qué de la clase de dibujo.

—Y no venden por unidad— escuche como mi amiga hablaba con uno de los dependientes de la tienda y este negaba tal hecho.

—Mira cuesta casi docientos y yo solo ocupo a lo mucho unos cinco pliegos.

—Y si la compras y vende el resto. Así ganas un poco de dinero.

—Ya— chasqueo la lengua— como si ando ese dinero ahora. —Zoam vive con su abuela y tío materno. Su familia vive en la capital y no le había mandado nada ese mes.

—Ok.

Las dos volvimos al inicio de la tienda y sacamos nuestras cosas del casillero.

—Y si vamos a la otra tienda escolar.

—Vamos, solo que de regreso a la U compramos el café.

—Ok.

Volvió a tomar mi mano y me arrastro a la siguiente planta del Mall, cuando íbamos subiendo las gradas eléctricas miramos los escaparates de las tiendas y sus letreros del 50%, 40% y 30% de descuento en sus productos. ¡Claro! Arrastre esa frase en mi mente. Cuando dicen el cincuenta por ciento de descuento esta por arriba de los dos mil billetes aquí todo es caro.

—Jenni y que hago si no encuentro el maldito papel.

—En la primera tienda dentro de la UPE vende de todo un poco, creo que si no hay aquí tal ves ahí sí.

—Umm tienes razón.

Así al poner el pie en el piso de planta de nuestro destino mi mirada viajo por los alrededores y la clave en dos chavos o más que chavos en un kiosko de telefonía celular. Zoam también los vio.

—¡Oye! pero que guapo ese chico, Jenni.

—El de la gorra mal colocada. Si, tiene una barba muy linda se ve que se la cuida.

—No, ese no, el otro. — Lo mire casualmente y sinceramente no me gusto.

—Eh no, no me gusta.

—Bueno su cara no es tan hermosa pero tiene trasero. — enserio, rodé los ojos solo a Zoam se le ocurre decir eso, bueno yo también me fijo pero más en su cara, ya que es la veré por más tiempo.

Ella tiró de mi brazo y encontramos en la otra tienda de productos escolares. Entramos y rápidamente colocamos nuestros bolso en los casilleros y sí, también era el número catorce.

—Mira otra vez este número. — le comunique a Zoam.

—Sip ese es mi numero de «Estas hasta la mierda Zoam, si no encuentras el estúpido papel».

—Esta bien, andas de mal genio ah y recuerda las tijeras que también debes comprar. — ella me miró y me saco la lengua. Sí estaba de mal humor.

—Ya Jenni. Tijeras y el papel.— se volvió por un pasillo y yo solo la seguí, señaló unas escuadras que colgaban de un estante.

—Estas eran las que debía haber comprado. — tenían el número «30, 40».

— Y cual compraste — le pregunte.

—Estás— señalo otro juego de escuadras donde se leía «25, 30».

—Oh. — fue lo único que dije, y que más podía decir.

En esa tienda no mirábamos ese tipo de papel y le preguntamos a la chica de la caja y ella nos dijo no había de ese tipo en ese momento.

—Genial, estoy jodida.

—Calma Zoam. En la U tal ves hay, quien quita. No lo crees.

Volvimos a bajar y salimos por el paqueo del centro comercial. Por milagro devino no había un trafico y así en menos de cinco minutos estábamos caminando para la UPE.
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Continuara....

 

II
UPE
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Estábamos entrando a la universidad cuando vimos a Daniel. Daniel es un vendedor de libros, generalmente nuestra amiga Olga-compulsiva lectora de novelas melodramáticas- le compra varios a la semana. Así que lo saludamos y entramos.

Solo dimos como veinte pasos y entramos a la Ciber-Tienda; allí venden de todo. Zoam entró como si estuviera en una misión especial, al llegar al final de pasillo preguntó a la mujer si tenían ese bendito papel que siempre se me olvida el nombre. Mientras ella seguía con eso yo miraba los dulces. Chocolates, gomas de sabores, refrescos de cola y otros dulces. Al final la que terminó comprando fui yo. Compre dos dulces de goma rosada chiclosas.

-Toma Zoam.- le tendía uno de los dulces rosas.

-Gracias.

-¿Y tenían tu papel?—pregunte mientras desenvolvía mi golosina.

-Sí, pero... era demasiado delgado así que no lo compre. Mira vamos a la tienda de impresiones.

-Ok, pero luego vamos al café.

-Si, si tú y tu café.

-Oye, ¡El café es vida! el café es amor y yo soy una adicta a el.
Así llegamos a otro lugar, uno donde sacaban copias, imprimían, vendían refresco de cola, pero eran esa que no me gustaba. Para mi era muy dulce y suave. No como esa que cuando se toma yo hago ¡Ah! Y estoy casi drogada.

-Tienen papel opalina.— la voz de Zoam me saco de mis pensamientos casi comatosos por bebidas de colas.

-Sí, ¿es esté el que buscas?—escuché pero no me fije en el papel que le dio tantos quebradazos a mi amiga.

-¿Cuánto cuesta?- Zoam empezó a comprar su papel y ya tenía mejor cara y no esa de «Me mataran en mi clase».

-Feliz, Zoam.

-Satisfecha, sí. Feliz no.

Ahora con sus tres pliegos de cartón o como sé llame ese papel. Nos dirigimos al café dentro de la UPE, era de una cadena extranjera.

Al entrar nos fijamos que estaba lleno, la pared izquierda era de vidrio y en medio estaba la puerta para el área exterior la cual estaba techada. Pero también estaba llena.

Mire que las dos lineas de adentro estaban también llenas. Pero al fondo del lado derecho a la puerta de entrada del local-donde nos encontrábamos Zoam y yo- habían dos asientos libres y una mesa grande. Inmediatamente ahí me fui a ubicar. Zoam me siguió.

-Bien una mesa. Ahora que pediremos.

-Yo no quiero nada.- Zoam saco de su bolso negro su juego de escuadras y un lápiz portaminas, yo usaría algo más grueso. Bueno ella sabrá.

-Bien aquí con este aire me apetece un latte así que eso comprare.

-Ok.

Me levante de la silla y la mesa se movió un poco pero a Zoam no le molesto y tampoco a la chica enfrente de mi. Ya que nos toco compartir la mesa con un extraña. Cuando me acerque a la mesa una chica de cabellos rebeldes y cenizos estaba ya en ella.

Me aproxime a la fila para hacer mi pedido. Habían cuatro personas adelante de mi; así que espere mi turno. Cuando llegue el chico de la caja me dijo la típica frase:

-Qué desea ordenar.

-Un latte saborizado.

-¿Qué sabor?

-¿Tiene de canela?- con la esperanza de un sí, pregunte; por qué nunca encuentro de ese sabor.

-No de ese no hay. - él empezó a recitar la lista de sabores que tenían y termine por pedir uno de almendra.

-Aquí la factura pase por allá y recibirá su café.

Tomé la factura y camine hasta la otra punta de la barra y al los segundos me dieron mi latte de doce onzas. Tenía un sueño y esperaba que eso me despertara.

-Compraste del grande, eh.

-Sip.

Zoam terminó por dar tragos a mi café, pero eso no me molesto así era yo también a veces.

Al final nos presentamos con la chica que compartíamos mesa. Es de mala educación no hablarle a las personas que comparten nuestra mesa. O algo así me dijo mi madre.

-Hola soy Jennipher Zaldivar y ella es mi amiga Zoam Luke.

-Hola soy Elionor Mendoza.

-Un gusto Elionor. Y que estudias.

Elionor nos dijo que estudia Ciencias de la Tierra. Una carrera con poca demanda y no esta completa en nuestro centro universitario. Ya que la cede esta en la capital, ahí están casi todas las carreras completas menos Leyes y otras más, incluida la de Zoam. ¡Gracias a Dios!

-O vaya.- Zoam platico un poco más con Elionor y yo mire alrededor del local.

La mesa a nuestra derecha habían como seis personas casi todos chicos solo una chica se veía en el grupo. La chica se me hizo conocida al rato. Con ella yo curse la asignatura de deportes, baloncesto. Los demás ni por los pasillos de los edificios los miraba.

Enfrente de esa mesa, estaban dos señores, parecían catedráticos. A la siguiente solo tres chicas. Después de esa dos chicas una de espaldas a mi y la otra de perfil. La última mesa no la mire bien.

Ya que estaba de enfrente a todo el café, por estar atrás en la silla pegada a la pared tenía una vista de todo. Principalmente de la puerta.

-Creo que no entrare a la clase. Necesito terminar este formato y no tengo ni idea de como.

-¿Por qué?- mire a Zoam.

-Las hojas no son del tamaño que tendrían que ser. De largo serian de 290mm y solo tengo 270mm y de ancho que tengo más largo de las medidas.

-Umm. - Zoam terminó de rayar pero tenía una cara de pocos amigos. Entonces volví a mi asunto. Mirar por todo el local.

La verdad es que tampoco podía decir que hubiera algo que llamara mi atención. Los chicos de la par eran unos parlan-chinos y se oía un poco de lo que hablaban.

Zoam me miró y me dijo que por señas que mirara al chico que acababa de entrar- ¡Crees que es lindo!-susurró. Yo lo vi y la verdad no era feo pero tenia un aura que...

-Creo que es gay.- la vi y Zoam puso los ojitos de borrego.

-Lo siento pero tengo que bajarte de esa nube. - Zoam es una chica muy bonita pero con mala suerte en el amor. Creo que las dos tenemos esa maldita suerte.

A Zoam siempre le llaman los chicos imposibles, si imposibles ellos son gay. Y no lo digo en mala onda. Ambas tenemos amigos gay pero en el corazón no es bueno enamorase o fijarse en ellos. Ellos no cambian. Y ella lo sabe.

-Lo sé, si me gusta es gay o bisexual. Porque tengo ese radar de «¡Oye chico yo soy la que harás que salgas del closed y seas feliz!»

-Pero que trágica te oyes amiga.

-Claro tú los espantas con eso de «Lo mío es mío, lo tuyo es... mío» o tal ves con «No soy una chica dependiente, dame mi espacio que yo te doy el tuyo» y puedes vivir sin hablarle casi una semana.

-No es mi culpa que mi Ex's sean tan... dependientes de una relación.- yo no soy así. Me gusta mi espacio, es tan malo eso. Yo no lo creo.

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Aquí la continuación, espero les haya gustado.

Actualizare lo más pronto que pueda.