Espejismo de humo con la forma de tu espalda. No distinguía entre el frente y el reverso. Corría y corría, sobre el agua de la cueva, persiguiendo una figura. Pero me rompí el cuello y miraba a la zaga Atrás, atrás, la silueta se vuelve pequeña y yo, como un globo henchido de helio, intento agarrarme a la tierra.