Sus ojos me perforan. Ya renuncié a ellos hace mucho. No sé qué me deparará ahora, no tengo la misma alma luchadora. Las mentiras adornan mis ojos. No puedo parar de bailar con la falsedad, sólo para esconder mis miedos y mi enojo, manchadas con el castigo de la verdad. Pero mis brazos siguen extrañando esa sensación de sentirse acompañados. Y no puedo soportar, no tenerlo aquí a mi lado. Todas las tristes canciones vuelven a mí cada letra escrita para ti. El efecto es inminente. Tu presencia simplemente me enloquece. Estoy dispuesta a morir otra vez si con eso consigo proteger tu flama de los fuertes vientos que te quieren hacer desaparecer.