Fire Hair

Tema en 'Historias Abandonadas Originales' iniciado por Scherry BE, 24 Agosto 2016.

  1.  
    Scherry BE

    Scherry BE Entusiasta

    Escorpión
    Miembro desde:
    17 Octubre 2015
    Mensajes:
    137
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Fire Hair
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    2854
    ADVERTENCIA
    Esta historia contiene temas controverciales como drogas, adulterio, personajes transgeneros, embarazo joven, entre otras cosas.




    Capitulo 1

    Era el momento, por fin había ahorrado lo suficiente para irme de este infierno al que llamaba mi casa, tres años trabajando en pequeños e infernales empleos,sirvieron para juntar el dinero suficiente antes de empacar mis cosas.

    Me mire por ultima vez en el viejo y grande espejo de mi cuarto, primero admire los detalles, tenia una madera gruesa, opaca y maltratada por los años. Mi padre había comprado en una casa de antigüedades baratas, tenía unas pegatinas de princesas que había colocado en el cuando era una niña, con la esperanza de ser tan bonita como ellas.

    Al pensar en eso detengo un segundo la mirada sobre mi, no podía decirse que era hermosa, ni mucho menos
    una princesa, pero definitivamente no era fea, llevaba mi cabello teñido de rojo brillante desde que tenia 15 años, unos jeans grises azulados, desgastados y rotos, no tenia demasiado dinero pero me las ingenie para comprar me en la tienda de segunda mano de mi barrio, unas botas negras estilo militar de plataforma ancha, traté de exprimirle hasta el ultimo centavo al vendedor. Una camisa a cuadros roja y negra se enganchaba alrededor de mi cintura, quedando por encima de mi musculosa blanca.

    Por ultimo tomé, el mejor y único regalo que había recibido de cumpleaños, una gargantilla de un suave terciopelo negro, del cual colgaba una piedra de ojo de tigre en forma de péndulo. Mi mejor amiga Neris me lo había dado, diciéndome que era una piedra que daba fuerza y valor aunque eso fuera algo que nunca me faltaría.

    Me giré y vi por ultima vez mi cuarto, era pequeño, compartía habitación con 4 hermanas, dormíamos en pequeñas y maltratadas literas de pino ubicadas una frente a la otra con solo una cómoda entre medio para separarlas y debajo una ventana que daba a la casa de nuestro vecino. Yo era la menor de 5 hijos y aparentemente la única, ademas de Tary, que a logrado irse de aquí.

    Tome mis maletas que se encontraba en los pies de mi cama, colgué mi mochila al hombro al mismo tiempo que arrastré hacia afuera de mi habitación la pesada maleta con ruedas, cruzando hacia el comedor donde por un lado estaba mi padre leyendo el periódico, y por el otro se veía a mi madre ocupada cocinando mientras que a sus espaldas estaba la tabla de planchar y la ropa apilada sobre una cesta.

    —...Me voy...— Dije después de unos cuantos minutos dudando sobre que decir, pero tal y como esperaba, no causo ninguna reacción de mis padres, cada uno absorto en sus tareas rutinarias, desconectados del mundo que les rodea, o más bien de mi.

    Hacia años que ellos dejaron de tener la mas mínima preocupación por mi, solo que hasta que tuviera 18 años, no se encontraban lo suficientemente capaces de alejarme de su vida, y ciertamente no iba a esperar a darles el gusto de echarme de una patada ahora que los cumplí, eso lo tenia muy claro.

    Soltando un pesado suspiro, y sin tener la mas mínima ayuda, palabra o mirada de ellos seguí mi camino hacia mi gran vida de "adulta". Ciertamente esa palabra no me pegaba como tal, por mas madura que aveces quisiera creer en el fondo aun quería ser por una vez la niña de alguien, o simplemente ser una niña, pero este no es el momento para andar cuestionándome esas cosas.


    A fuera admiraba por ultima vez los altos y avejentados edificios de los cuales, la mayoría colgaban ropas de sus balcones, gente durmiendo aun en las esquinas y pasajes de los edificios, ya sea por pobreza o por borrachera, no es solo por ser un barrio de clase baja, sino que algo en el me hacia verlo todo gris, como si los edificios taparan el sol, y las calles de piedra que aun conservaba su estructura antigua de las colonizaciones hubiese perdido todo encanto.

    Al llegar a la parada tome el primer autobús que pasaba, sin pensar mucho en el recorrido que tenia...
    Un momento....el recorrido....

    No tengo ni idea de adonde ir, no había buscado ni siquiera una habitación en lo de algún amigo.
    "Demonios!" pensé casi murmurando para mis adentros, Deocy era una ciudad muy grande, extremadamente fácil de perderte en ella y acabar en las peores situaciones que pudieras encontrarte, ahora que lo pienso mi plan poseía muchísimas fallas, pero ya no puedo volver atrás.

    Mire por la ventana de mi asiento y vi como los escenarios de la ciudad iban cambiando poco a poco, desde mi pequeño y gris barrio al este de la ciudad, pasando por el bullicioso centro de Deocy, lleno de comercios, luces, cafeterías, restaurantes, personas caminando amontonadas de par en par, autos de todos los tipos y colores desfilando ante mis propios ojos, la música de los teatros y de los actores callejeros podían dar vida a toda una ciudad, definitivamente el centro de Deocy era la vida misma para mi.

    Aunque para mi suerte, es demasiado caro para los posibles ingresos que pueda llegar a tener en los próximos años de mi vida.

    El viaje parecía eterno, aunque es una gran oportunidad de conocer todos los barrios que tiene esta gran ciudad, después del centro vinieron una serie de barrios a los que solo soñando podría ingresar, primero estaban los barrios de clase media alta, que estaban todo rodeados de arboles altos y frondosos que daban sombra a las veredas, jardines al frente de cada casa y edificio rodeados de arbustos y flores, podía verse también mezclado entre ellos, algún pequeño hotel accesible para algunas personas, aunque eso no era lo que estaba buscando.

    Pasando el barrio de "los jardines", aunque no recuerdo su nombre así lo llame yo, estaba el barrio de los hombres mas ricos o poderosos de Deocy, mas de una mansión ahí podía llegar a pertenecer a una misma persona, de todas formas no eran muchas, puesto que las familias ricas aquí no pasaban de 5 o tal vez 9, no es que este muy enterada de estas cosas. Sus "casas",podían llegar a ocupar una manzana entera por lo cual no era un barrio muy grande, solo que estos poseían terreno suficiente para separar por muchos metros una de otra, no cabía duda los ricos amaban su privacidad.

    Podía sentir como el autobús se encontraba ahora subiendo la empinada colina que llevaba a lo que sera mi destino, el bario de St. Clare, por lo que escuché era un barrio de gente trabajadora, que no poseía mucha mas pretensión que tener la mejor vista de toda la ciudad, nunca antes había estado aquí, pero los rumores que corrían sobre ella eran muchos, la mayoría buenos, y hoy seria el momento en donde descubriría que era cierto y que era mentira de St. Clare.

    El autobús se detuvo y no me quedo mas remedio que levantarme para salir de el, a fuera el clima cálido y húmedo de Deocy me abrasaba, la brisa suave y gentil que corría por la colina estaba mitigando el calor que me rodeaba. Observe detenidamente todo lo que me rodea, las casas eran humildes, algunas se notaban maltratadas por manchas de humedad o se les había caído un pedazo de pintura, pero todas ellas estaban llenas de color, algunos brillantes como naranjas, verdes, amarillos, otros con colores mas claros como celeste cielo, azul, blanco, pero uno atrapo mi vista al instante, una pequeña peluquería que estaba pintada de un rosa fucsia opaco.

    No es solo su color lo que me lleva hacia ellos, sino también el pequeño cartel que dice "se alquila habitación", este definitivamente era un golpe de suerte, quizás hasta lo considera una señal de que estoy donde debo estar.

    — D..Disculpe..— Dije un poco agitada puesto que corrí emocionada al local sin querer perder mas tiempo.

    No fue hasta que el dueño se giro hacia mi que note a quien le había hablado, era un hombre de piel color canela, tez tersa y cara ovalada, llevaba ropas largas y coloridas que disimulaban un poco su figura la cual solo tenia unos pocos kilos de mas. Definitivamente era mas alto que yo, tal vez 1,70, y su rostro estaba maquillado con un labial color bordo y sus ojos delineados delicadamente con color negro con unas pestañas largas y postizas. Su pelo, estaba la mitad trenzado, la otra era suavemente enrulado de un color café, las trenzas estaban atadas en un pequeño moño sobre su nuca.

    — Si? en que te puedo ayudar? muñeca— pregunto mirándome fijamente a los ojos con una gentil sonrisa que podía llegar a encantar a cualquiera, su tono de voz era algo agudo para ser el de un hombre pero no lo suficiente para ser considerado irritante, todo en el despedía un encanto y alegría que te hacia sentir bienvenida al instante que te miraba a los ojos.

    — Vi su cartel de que alquila una habitación y quería saber si aun la tenia disponible?— le sonreí mientras jugaba con los largos mechones rojos que caían sobre mi pelo.

    —aaaayy!! — largo un chillido de felicidad el cual no me esperaba en absoluto. — por supuesto querida!!, por su puesto!!... deja me cerrar la tienda que te enseño la casa!— soltó sus palabras con tanta emoción que realmente me causo un poco de gracia.

    Lo vio, o la vi, bueno no se como llamarla, se que no tardo ni un instante en cerrar la puerta y acomodar todo para que nadie viese nada para adentro de la peluquería.

    —la casa tiene una puerta al costado de la peluquería pero es mas cómodo para mi ir por esta puerta — dijo pasando por una pequeña puerta que se encontraba detrás del mostrador, al cual yo seguí sin protestar. — Mi nombre es Sasha un placer de conocerte....—se presento con mucha amabilidad y cortesía dejando abierta la frase para que yo la continuara.

    —Me llamo Charlene... me suelen decir Char— sonreí aunque ella no me estaba mirando solo seguía su camino, explicándome cosas de ella y de su trabajo, mechado con unos cuantos chismes del barrio.

    Aquello era mas bien como un pequeño edificio que se encerraba en si mismo formando un patio pequeño de baldosas viejas y rotas, algunas salidas, la casa de Sasha se encontraba en el segundo piso, la fachada estaba pintada de color verde agua claro, casi llegando a un celeste, y tenia una rustica puerta de madera color avellana.

    Adentro la casa tenia sus detalles en las paredes y techos, pero se ve muy cálido, su sala de estar era sencilla y acogedora, teniendo dos sillones para dos personas bien mullidos recubiertos por una tela de colores brillantes y diseños intrincados, una alfombra en el centro de color rojo con una guarda interior azul oscuro y dibujo de flores doradas. En frente tenia un modesto televisor grande de los que se usaban antes, no los pantalla plana que todos tienen ahora, una pequeña mesa de café con unas flores recién cortadas como centro de mesa; por toda la sala encontrabas fotos y cuadros, ya sea de ella o de imágenes de paisajes enmarcadas.

    Atrás del salón entre dos puertas estaba una cocina lo suficientemente grande como para que entrara una mesa redonda de madera laqueada y cuatro sillas de acero inoxidable con pequeños almohadones colgados en el respaldo, los pisos tanto como las paredes estaban recubiertos de azulejos, celeste claro para las paredes y blancos para el suelo. Tenia todo lo que había que esperar de una cocina básica, luz, horno, heladera, microondas y una pequeña cafetera.

    — En esta casa vivo yo, mi compañera de trabajo que hoy no esta, y tenemos un cuarto mas disponible para usar ademas del que podría ser el tuyo claro si te interesa...— dijo sonriendo mientras me dejaba admirar los pequeños detalles de la casa.

    Me agradaba que no me estuviera acosando con las preguntas típicas sobre mis padres, eso siempre hacia volver incomodas las conversaciones, no me importaba que no fuera una mansión lujosa como las de los millonarios, este lugar acogedor era todo lo que necesitaba por ahora.

    Ella continuo contándome del barrio y las vecinas, me advertía que pese a los rumores esta zona en especial no sufría de tantos robos o asaltos como quizás unas cuantas calles mas abajo, también entre charla y charla menciono el precio de la habitación el cual era lo suficientemente barato para que yo pudiera alojarme ahí al menos 4 meses sin tener trabajo, claro que no pensé nunca en pasar tanto tiempo sin encontrar nada.

    Al llegar a lo que pronto sera mi habitación pude notar que era bastante amplia para lo que estaba acostumbrada, al contrario de el resto de la casa, esta era muy simple, paredes blancas con unas cortinas bordo largas sobre una ventaba que daba a la calle, enfrente de la misma se encontraba una cama algo añejada pero bien cuidada de madera oscura , tenia encima una manta algo gruesa de lana color bordo que hacían juego con las cortinas. Al lado de la puerta se encontraba un armario grande de la misma madera con la que estaba hecha la cama, recorriendo el marco de el mismo se encontraban talladas flores y hojas sobre la madera. El piso era de madera flotante que formaban entre ellos un pequeño puzzle con piezas de diferente color algunas mas oscuras y otras mas claras, en comparación a mi antigua habitación esto era un encanto.

    — Me encanta! por favor permita me quedarme!— la emoción con la que solté mis palabras fue tal que hizo iluminar la cara de Sasha con una completa alegría como si ella supiera desde el primer momento que yo debía estar aquí.

    —Claro !! por supuesto, por supuesto!!, siéntete como en tu casa!, como es 24 puedes empezar a pagarme cuando comienza el próximo mes..— dijo sonriendo mientras podía ver como mientras hablaba hacia muchos gestos con la mano y daba pequeños saltos de felicidad.—una pregunta, solo por curiosidad, cuantos años tienes querida?— dijo tratando de ser sutil, claro era obvio que tendría que preguntar eso tarde o temprano después de todo, no se puede alojar a alguien sin saber nada sobre el.

    — tengo 18 cumpliré 19 en algunos meses— esa respuesta pareció bastarle porque vi como su expresión se relajaba con cierto alivio.

    Después de dar unos cuantos chistes y comentarios alegres dijo que me dejaría acomodarme a gusto mientras ella volvía a la peluquería a trabajar, dejo las llaves sobre la mesa de luz antes de abandonar mi nuevo cuarto.
    De repente mientras me encontraba arreglando mis ropas sonó mi teléfono celular, no tenia ni siquiera que leer el identificador de llamada para saber que la única persona que me estaría llamando hoy y a esta hora seria Neris.

    — Hola? quien es?— respondí el celular en forma de broma.

    — Char!!! no seas tonta!!! te fuiste sin decir nada!!— menciono exaltada, seguramente se habría enterado por alguno de mis hermanos al irme a buscar a casa como hacia usualmente.

    — quien es señorita? creo que se equivoco..— continué un poco mas la broma, de vez en cuando me gustaba hacer enojar un poco a Neris, ya que se tomaba todo tan en serio que su enojo era hasta gracioso.

    —Char!!! mas vale que me digas ahora mismo donde estas!..— su voz se enojaba cada vez mas, sabia que en el fondo era porque se sentía ignorada y que le estaba tomando el pelo.

    — jeje, estoy en St. Clare, encontré una casa muy bonita y me estoy quedando por aquí hasta encontrar trabajo— al haber parado con mis bromas sentir como ella había soltado un pesado suspiro de victoria para que la tomara en serio.

    En seguida comenzó a soltarme un sermón sobre no despedirse de los amigos, de que no debí irme por mi cuenta que siempre me podría haber quedado con ellos como hacia siempre, pero no pensaba ya mas hacerle entender lo cansador que es ir de sillón en sillón, y aunque siempre era bien recibida en casa de Neris, sabia que no podía quedarme con ellas para siempre.

    — Bueno podemos aprovechar este momento... esta noche iremos todos al mirador de St. Clare— ya ni siquiera sonaba como si tuviera alguna opción de ir o no pero sabia que no importaba cuanta critica hubiese con respecto al tema, Neris no me dejaría escaparme de esto.

    Acepte con un pesado suspiro quedar con ellos en el mirador a las 8 de la noche, no se porque no terminaba de gustarme la idea, era normal que las cosas no terminaran bien cuando salíamos entre todos, Nikc y Erick terminaban sumidos en alcohol de vino y cerveza barata, mientras que Anne, Bernice y Miaya terminaban iniciando una pelea con alguna chica que se encontraba en el lugar, mientras que Neris y yo tratabamos de que nada de esto fuera a parar a manos de la policía.
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  2.  
    Meiki Elai

    Meiki Elai "-La galaxía no es el limite e tu imaginación.-"

    Sagitario
    Miembro desde:
    19 Agosto 2016
    Mensajes:
    3
    Pluma de
    Escritora
    La verdad me ha gustado mucho, solo que a veces suele ser un poco pesado. Me encanta, porque hace sentir que estás allí, eso se debe gracias a los pequeños detalles que das a continuación.

    Espero y pronto publiques el siguiente cap, estaré esperándolo con ansias.
     
    • Fangirl Fangirl x 1
  3.  
    Scherry BE

    Scherry BE Entusiasta

    Escorpión
    Miembro desde:
    17 Octubre 2015
    Mensajes:
    137
    Pluma de
    Escritora
    Gracias @Meiki Elai por hacerte un momento para leer mi historia, espero seguir viéndote por aquí en los demás capítulos, es bueno saber que a pesar de ser un poco denso el primer capitulo te gusto. los próximos tratare de hacerlos mas ligeros
     
    • Me gusta Me gusta x 1

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso