Fire Emblem Radiant Dawn Energia Del Caos

Capitulo dos: El infierno

Oscuridad, desesperación, soledad, incertidumbre, ira, todo y eso mas era lo que sentía aquel joven héroe que hace ya algunos años había podido derrotar a una diosa salvando al mundo, pero ahora se encontraba en una encomienda interminable por mantener su cordura ni siquiera en sueños podía tener paz, esa energía que intentaba matarlo desde adentro irónicamente también había sido su salvación en aquella ocasión.

Él podía sentirlo, alguien o algo lo estaba llamando más allá de los mares conocidos, un deseo sobrenatural alimentado por su hambre de aventuras y exploración, o eso pensaba el, pobre diablo jamás hubiera podido imaginar lo que le esperaba, sintiendo que le quedaba poco tiempo antes de que la energía del caos lo consumiera por completo y alentado además por el deseo de olvidar a esa chica que jamás iba a poder ser suya, hizo su equipaje y seguido por sus dos grandes amigos se embarco a ver eso que le llamaba, durante su viaje se vio inmiscuido en varios conflictos haciendo nuevos amigos y enemigos, pues no había manera de poder agradar a todo mundo, ayudando a todo aquel que necesitara su ayuda y quien creía el su causa era mas que justa y noble, también con la esperanza de encontrar alguna cura para su mal que lo atormentaba, pero conforme mas viajaba y mas se adentraba en el mar visitando tierras extrañas mas fuerte se hacia esa voz que lo llamaba, no podía entender que era, pero en definitiva era algo sobrenatural y su amigo felino con sus sentidos agudos pudo darse cuenta y velaba por su amigo en silencio.

Habían llegado a un archipiélago cuyos residentes aledaños lo llamaban la fosa fúnebre de la noche eterna. Pues conforme mas te acercabas al centro el cielo se tornaba oscuro y jamás salía el sol, siempre era de noche, y no una noche tranquila y serena sino una tormentosa llena de pesadillas.

En ese lugar en antaño había sido el epicentro de una antigua y prospera civilización que comerciaba con las islas a su alrededor, eran conocidos por ser hábiles en las artes arcanas, pero entre sus experimentos y hambre de conocimiento se metieron con fuerzas más allá de su comprensión y liberaron el peor mal que pudiese existir sobre ellos mismos, nadie sabe que habita en ese lugar ahora, pues todo quien estuviera allí en aquel cataclismo día, pereció sin la más mínima oportunidad de avisarle a los lugareños de los alrededores, ni siquiera el más valiente se atreve a acercarse a no mas de algunos kilómetros, pues desde aquella distancia se puedes sentir la densa atmosfera llena de muerte y pesadilla.

Y con la esperanza de talvez que allí estuviera el remedio que estaba buscando el joven héroe no lo dudo y se decidió a explorar tan terrible lugar.

Eso pensaba en sus adentros mientras dormía apaciblemente después del terrible episodio que sufrió horas antes, ni siquiera en sueños podía estar tranquila de aquel fatídico día.

Aquel lo llamaba, se burlaba, lo retaba, algo tenia que ver con toda su desdicha y el era el culpable de haberse puesto esa terrible maldición sobre si mismo, estaba mucho mejor cuando solo era la energía del caos el principal de sus problemas, pero como es bien dicho, si te le quedas viendo por demasiado tiempo a la oscuridad esta te mirara de vuelta.

Esos ojos rojos jamás olvidara esos ojos, aquella cosa que no a simple vista pareciera un laguz dragón temible como el fallecido rey Deghinsea en su forma bestial de color gris, pero conforme más se acerca a ti, pues tu no tendrías el valor de acercarte a él, vas notando como tiene una forma sobrenatural, incomprensible, insoportable, esa cosa no es de este mundo, la diosa Ashera fue cosa de niños comparando con semejante criatura, lo peor, lo inimaginable , lo enfermizo de todo esto, es que aquella horrorosa cosa tenía conciencia, podía comunicarse contigo, pero lejos de ser un alivio pensando que talvez solo talvez podrías razonar con semejante adefesio, hubiese preferido que fuera una bestia que solo se rigiera por sus instintos primordiales de supervivencia.

Sea lo que fuere, lo había seguido hasta aquí al menos en sueños y ahora no sabía que era exactamente, pero podía presentir que algo maligno, pútrido, y dañino se aproximaba a su vida y a quienes lo rodearan.

Se está asfixiando en sueños, tal cosa no lo dejaba despertar, lo estaba matando y sonreía de manera macabra y asquerosa, mientras ike luchaba con todas sus fuerzas por liberarse de tan injusto castigo

Pero la energía serena de la dama de alba que se aproximaba hacia donde estuvieran ellos, aun en el mundo de los sueños, lo hizo retroceder, lejos de molestarse aquella cosa se relamió los labios pronunciando unas palabras en alguna clase de idioma pero que, debido a su naturaleza paranormal, ike pudo entender perfectamente “los devorare a todos, disfruta mientras puedas”.

Finalmente, el héroe pudo despertar, incorporándose de golpe, estaba sudando frio, su vista estaba nublada pero poco a poco le fue recuperando al igual que el aliento pues se le veía agitado, estaba desorientado, no recordaba lo que había pasado, solo que estaba en el bar poniéndose al día con el antiguo compañero de su padre y después nada, miro para todos lados y estaba en una habitación, parecía ser una enfermería pues había vendajes y pociones a un lado en una mesa de noche.

Se sorprendió al notar que a lado de su cama yacía tirada recostada en sus piernas, nada menos que ella, la razón de su desesperación y al mismo tiempo de su pasión, Micaiah, desde luego el no entendía nada, por un momento pudo recordar algo, cuando esa cosa estaba por matarlo en sueños, Micaiah fue quien lo salvo, pues ella es lo mas cercano a una diosa reencarnada.

Ante tanto ajetreo llamo la atención de quien pareciera que estuviesen esperando afuera, y entro Ranulf alertando a los demás.

-oigan todos ike ya despertó, pero y… ¿! Micaiah!?, ike que le hiciste pícaro. Decía el laguz sonriendo pícaramente codeando el hombro de ike

-no es momento de tus bromas Ranulf, cuando desperté ya estaba así. Decía ike totalmente fastidiado de la actitud de su amigo

-comandante! Me entere que llego a la ciudad y… decía un joven adulto de pelo verde entrando precipitosamente a la habitación viendo tal escena

-Sothe...me alegro verte no creí que nuestro primer encuentro hubiese sido así, lamento haber causado tantos inconvenientes. Decía ike algo cupos bajo, aunque apreciaba mucho a su antiguo subordinado, también le tenia mucho resentimiento pues el era la causa de que no pudiese hacer suya a Micaiah.

-no se preocupe comandante, pero …que está haciendo Micaiah allí! Decía Sothe apresurándose a incorporar a Micaiah haciendo que esta volviese en si

-no tengo idea cuando desperté...ya estaba así, aunque puede que haya sido mi culpa decía ike algo serie y preocupado

- a que se refiere comandante? decía Sothe atento ante lo que ike estaba por decir con Micaiah en brazos

-antes de despertar podía sentir como si…algo maligno me estuviese asfixiando algo que encontramos en aquel archipiélago y de no haber sido por la intervención de Micaiah y sus poderes, yo hubiera perecido de eso estoy seguro. Decía ike intentando ponerse de pie débilmente

-algo maligno? ¿A qué se refiere? Decía Sothe mientras Micaiah se despertaba

-Sothe ike esta algo cansado por el viaje que te parece si comemos algo y te contaremos todo te parece bien? Decía Ranulf ofreciendo su hombro para que ike se apoyara ayudándolo a incorporarse

-esa cosa ike…pude verla. Decía Micaiah débilmente algo sonrojada apartando la mirada.

El antiguo mercenario y ahora héroe noto que solo llevaba encima sus pantalones blancos lo habían despojado de su camisa y demás armadura, notando el sonrojo de la chica, apresuro a ponerse su ropa de nuevo, y todos se dirigieron al comedor del castillo, pues se encontraban en la enfermería del mismo, para su sorpresa en dicho comedor, ike fue recibido por nadie mas que sus antiguos compañeros, Titania, el pequeño Rolf, el galante Gatrie, el gruñón Shinon, la alegre Mia, el pacífico Rhys, y desde luego su hermana Mist y su esposo Boyd, acompañados de dos infantes una niña de pelo azul y un niño de pelo verde.

-Mist!, chicos me alegro verlos cuanto tiempo sin… ike estaba por terminar dicha frase cuando su hermana se precipito hacia el abofeteándolo no importándole que su amigo Ranulf le estaba ayudando a caminar.

-ike! ¡Idiota te fuiste sin decir nada! ¡Como pudiste abandonarme! Lo sé, de seguro tuviste una enorme y justificable razón, el mundo se iba a acabar si no te ibas o algo así, siempre me dije eso a mí misma, ¿¡pero porque te fuiste sin avisar!?, decía Mist mientras lloraba escondiendo su cara en el pecho de su hermano.

-Mist…decía ike abrazando a su hermana

Todos estuvieron en silencio presenciando tal escena, habían practicado que dirían cuando vieran a su antiguo líder de nuevo, pero al parecer Mist se salió del guion, y causa tal escena.

Pasaron algunos minutos y por fin la chica de cabello castaño y hermana del héroe, pudo sacarse lo que llevaba guardado de su sistema y se separó de Ike.

-perdóname yo…-decía tímidamente la chica

-no te disculpes Mist, no quería lastimarte, y espero lo entiendas, pero tenía una urgencia tuve que irme lo antes posible…te lo explicare todo si me das la oportunidad

-lo entiendo es solo que, de no ser por mis amigos, por Boyd, por el señor Tauroneo yo no hubiese podido sobre llevarlo me entiendes? Decía la chica ya más calmada

-claro que te entiendo, ahora si me disculpas crees que podamos comer, muero de hambre

Todos los antiguos compañeros del héroe se habían amontonado en la mesa queriendo escuchar las historias que tenían para contar, Ike y Soren no contaban mucho, pero el que en definitiva fue el alma de la fiesta fue Ranulf contando todo lo que habían vivido, todos los problemas en los que se habían metido y todas las damiselas que habían salvado.

Mientras todos reían y charlaban, los pequeños se le quedaban viendo a su tío Ike, no era como se lo imaginaban, no parecía humano, sentían que si el se lo propusiera pudiese levantar y arrojar lejos todo el castillo, su madre no dejaba de contarles todas las hazañas de su hermano ilusionándolos con conocerlo algún día, pero conforme pasaban los años esa esperanza se iba perdiendo y ahora que lo tenían enfrente no podían articular palabra alguna, por su lado Ike se dio cuenta y se limitó a sonreírles con un pedazo de carne entre sus dientes algo típico de él, causando una escena cómica para los presentes.

-es verdad Ike, quiero presentarte a tus sobrinos, ella es Elena tiene 9 años y el es el pequeño Ike tiene 8 años, decía Mist haciendo que sus hijos se acercaran a su desconocido tío.

- ja ja ja este es como el quinto Ike que conocemos en este momento. Decía Ranulf señalando a Ike con el dedo mientras se limpia la lagrima del ojo.

Pero su diversión termino en cuanto sus sentidos felinos le hicieron notar que detrás de el se encontraba un aura maligna y furiosa, era nada menos que su pareja Lethe la laguz peli anaranjado que había dejado preñada sin saberlo hace diez años, y ahora esta buscaba su cabeza por todo Tellius.

-Le…Lethe hola como has estado?. Decía Ranulf sonriendo nervioso tragando saliva

Pero Lethe solo se limito a tomarlo de la cola evitando que huyera, el ambiente paso a estar tenso, todos eran conscientes de la habilidad de los laguz gato para ser sigilosos, pero ni siquiera el ojo más atento pudo notar a la chica detrás del laguz peli azul.

-ya pensare tu castigo cuando vayamos a casa ahora ven y conoce a tus hijos. Decía la chica molesta dándole un fuerte golpe en la cabeza al chico gato haciéndolo caer de rodillas mientras dos infantes laguz de cabello azul corrían a abrazarlo

-wow estos son mis hijos!? De verdad que son fuertes. Decía Ranulf sonriendo mientras correspondía el abrazo

-te presento a la pequeña Ikei y al pequeño Ike, decía Lethe aun con una vena en la frente y mirada de pocos amigos

-es enserio!? ¿Tuvimos gemelos a los dos le pusiste Ike? Decía Ranulf algo molesto

-bueno eso a lo que los eruditos de la catedral de Begnion le llaman Karma, llevabas todo este tiempo burlándote de que todo niño pareciera llamarse Ike, decía Soren dándole un sorbo a una bebida tranquilamente con los ojos cerrados

La agradable velada había pasado en una abrir y cerrar de ojos, ya los pequeños habían sido llamados a dormir y los guardias y sirvientes fueron relegados de sus cargos ya solo quedaban los interesados en escuchar lo que Ike y compañía tenían para contarles todos estaban sentados en el comedor con Ike a la cabeza poniendo atención.

-Ike…me alegra verte hermano, pero sé que no regresaste por que quisieras te conozco bien…algo te hizo volver, mejor dicho, algo te forzó a volver no es así?, decía Mist preocupada en brazos de su esposo Boyd

-Ike así es…lamento todo esto Mist la verdad es que no quería involucrarlos en esto, pero tienen derecho a saber…. Así ike procedió a contarles.

“más allá del mar de Tellius nos encontramos con muchos reinos en los cuales tuvimos que forjarnos una reputación entrando en un sinfín de batallas para liberar a dichos pueblos de la tiranía, pero en ningún lado podía encontrar la cura para la energía del caos que me consume lentamente, viajando sin rumbo fuimos a dar a un archipiélago con islas habitadas alrededor, pero conforme mas te adentrabas estaba desértico nadie se atrevía acercarse a la isla del centro y la más grande de todas, escuchamos historias de que quien se atrevía a adentrarse jamás volvía, inclusive todas las expediciones manteniendo una distancia considerable, se veían atacados por toda clase de criaturas de pesadillas, por lo que había en ese lugar era desconocido para el ojo humano”

-que…clase de criaturas. Decía Boyd algo nervioso

“eran bestias que jamás habíamos visto ni siquiera en las historias antiguas, podría decirse que demonios, de muchas formas, y tamaños, cada cierto tiempo todas las islas habitadas mandaban escaramuzas solo para mantener a raya a dichas criaturas y pocos eran los que volvían, yo…podía sentir algo, algo que me llamaba en ese lugar y tenia que averiguar que es…”

-no me digas que eso que vi era…- decía Micaiah sorprendiendo, captando la atención de todos pues se había mantenido a raya ya que quería evitar la interacción con aquel hombre lo más que pudiera

-lo siento…también lo viste verdad? Decía ike mirando a la chica con ojos penetrantes haciéndola desviar la mirada

Algo que no fue desapercibido por su consorte Sothe, pero decidió no darle importancia y seguía estando atento a lo que su antiguo comandante estaba contando.

“sin pensarlo nos alistamos a la siguiente escaramuza éramos mas de mil hombres y ni siquiera habíamos llegado a la orilla de dicha isla cuando nuestro numero se redujo a casi la mitad, salieron de todos lados por debajo del agua por el aire, criaturas aladas con forma humana de aspecto demoniaco, no eran laguz de eso podía estar seguro, muchas de esas criaturas eran de forma humanoide, pero algunas otras eran totalmente bestias cosas que jamás habíamos visto.

No tuvimos tiempo de descansar pues apenas desembarcamos salieron legiones de esas criaturas algunos pequeños de no mas del tamaño de un infante, pero otros más grande igual parecían humanos, pero con aspecto bestial, también bestias parecidas a lobos, pero con un aspecto mas salvaje y sobre natural, Soren, Ranulf y yo ya en tierra pudimos hacerlos retroceder salvando la mayor cantidad de vidas posibles dándonos un respiro.”

Todos en aquel salón estaban atónitos, ante tal historia, tenia que ser una exageración pensaban algunos, pero viendo que Ike no es de los que bromean y menos con cosas así de serias no tuvieron mas remedio que creer lo que el héroe les decía.

“conforme nos acercábamos el cielo se iba oscureciendo, la isla de la noche eterna le decían, apenas recuperamos el aliento decidimos adentrarnos para explorar unos cincuenta hombres, el lugar se encontraba en ruinas edificaciones destruidas por todos lados en la orilla había un enorme portón el cual pasamos llegando a una cámara al aire libre donde ya nos esperaban varios de esos engendros, la batalla fue encarnizada no dejaban de aparecer pero justo cuando creíamos que teníamos la victoria y los haríamos retroceder una enorme bestia, parecía una persona enorme con obesidad mórbida y un solo ojo nos atacó aplastando a cinco hombres a la vez con un enorme mazo, con ayuda de Soren y Ranulf pudimos derribarlo y matarlo. Después de eso seguimos adentrándonos, de tanta pestilencia por cadáveres putrefactos el aire de ese lugar era venenoso, teníamos que beber pociones un cada tanto par de horas para evitar caer enfermos, por días nos adentramos a más túneles y cámaras interminables queriendo llegar al centro de aquel lugar que parecía un laberinto al estar casi destruido.

Al final cuando creíamos que llegaríamos al centro ya solo quedábamos unos cuantos, esa cosa se nos apareció, era más grande que Deghinsea, parecería un laguz dragón pero con cabeza humana o casi humana… con enormes alas, garras, unos ojos demoniacos, al final solo quedamos nosotros tres contra el peleamos por horas, incluso usando a alondite y ragnell al mismo tiempo no logre hacerle ni un rasguño, lo cual me hizo darme cuenta que quizás solo quizás Ashera se había dejado vencer por nosotros y no había luchado enserio al solo considerarnos moscas, hubiera sido nuestro fin de no ser por la energía del caos que se apodero de mi, irónicamente fue toda una bendición en aquel momento pues pude hacerle un buen tajo haciéndolo retroceder por unos segundos…pero la carga fue demasiado que caí inconsciente lo ultimo que pude presenciar era a Ranulf y a Soren arrastrándome de vuelta a la orilla mientras cientos de esas criaturas nos perseguían.”

Con esto Ike terminaba su relato dejando a todos atónitos y en silencio, muchos sentían su sangre helar por dichas palabras llenas de desesperación y dolor que salían de la boca del héroe, que parecía humillado al contar lo que para el era una enorme derrota.

-pero entonces por que volver hasta aquí. Decía Mist algo preocupada y temerosa

-mientras perdía el conocimiento pude escuchar a esa cosa hablar y por alguna razón pude entenderle algo de lo que decía lo cual menciono Tellius y muerte, tenia que volver posiblemente había desatado algo peor que lo de Ashera hace 10 años y por eso acudo a ti. Decía Ike acercándose a la tímida Micaiah.

-yo? Que puedo hacer yo solo soy una simple…

-mortal? Sabes que no es así Micaiah tienes un poder increíble…si puedes ayudarme a quitarme este mal de encima te lo agradeceré eternamente. Decía el héroe tomando la mano de Micaiah

Sothe se sintió un poco celoso, pero comprendió que no había malicia en el actuar de su comandante Ike y que era necesario que Micaiah lo ayudara o podría pasar una catástrofe peor.

Por su parte Micaiah no sabia que contestar, de verdad que no quería estar cerca de aquel hombre, pero al mismo tiempo se preguntaba por qué su corazón se aceleraba con solo sentir su tacto, el calor de dicho hombre, ella sabia que no era malo, lo culpaba por cosas que no había cometido, o tal vez solo buscaba un pretexto para odiarlo y así no admitir los sentimientos que se habían originado hace diez años mientras luchaban codo a codo para derrotar a Ashera, los demás ya estaban agotados o discapacitados para la lucha y ya solo quedaban ella y Ike de pie, aunque con su alter ego yune tomando su cuerpo ella todavía seguía consciente viviendo el momento en carne propia y la valentía y buen corazón del héroe radiante la había cautivado, no era para nada lo que el antiguo y fugaz rey pelleas lo había descrito, con solo sentir el tacto de su mano ella podía leer su mente o su corazón y solo podía escuchar una frase emanando del héroe “ te hare mi mujer, te hare mi mujer, te hare mi mujer, serás mi mujer”

Eso la sonrojo e impacto sobre manera estaba por decir algo cuando fueron interrumpidos por alguien

-siento llegar tarde tuve que recorrer todo Tellius para llegar aquí. Decía una voz femenina pero elegante

-sanaki? Dijeron Ike y Micaiah impactados.

continuara