Fimbulvetr, el invierno de inviernos

Tema en 'Otros Fanfiction' iniciado por Dororo, 21 Enero 2013.

  1.  
    Dororo

    Dororo Entusiasta

    Aries
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    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Fimbulvetr, el invierno de inviernos
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Acción/Épica
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    2051
    Escrito para la actividad Batalla de Foros, gracias a Omegavantage y a Ashel por la misma.

    Éste es el primero de una serie de seis fics, independientes entre sí, que escribo junto a @Fenix S Holmes sobre el Ragnarok, también conocido como “el destino de los dioses” o “la batalla del fin del mundo”, y que vendría a ser el apocalipsis en la mitología nórdica.


    FIMBULVETR, El INVIERNO DE INVIERNOS

    Bebe la vida de hombres muertos.
    Se tiñe el Ásgard con roja sangre;
    negro será el sol en el verano,
    y el clima, espantoso.
    ¿Sabéis aún más, o qué?


    VÖLUSPÁ (La profecía de la vidente)


    “La proximidad de aquel aullido era una pulsante amenaza que reverberaba en sus oídos avisándola del inminente peligro. A su espalda, las zancadas poderosas y los jadeos entrecortados de la bestia se entreveraban con el galope desesperado de sus propios caballos que trataban una vez más de alcanzar el horizonte. En la frenética huída, las brillantes crines de Arvak y Alsvid ondeaban dejando una estela de luz a su paso que era devorada por una sombra negra y siniestra mientras ella se esforzaba en vano en irradiar algo de calor alrededor; pero ya no le quedaban fuerzas.

    Demasiado rápido, demasiado débil, demasiado asustada para calentar aquella tierra antes fértil y ahora dura como una roca que por tres estaciones había visto el invierno extenderse hasta perderse en el mar, cubriendo de nieve campos y bosques. El verde pasto desaparecía bajo un manto blanco y frío dejando un reguero de hambruna y los ríos eran caminos de hielo cuyas corrientes ya no remontaban los salmones. El viento ululaba entre las peladas copas de los árboles que habían olvidado la primavera y un velo turbio cubría de malos presagios el paisaje de Midgard.

    Sus trémulos dedos ciñeron con fuerza las bridas y el pánico prendió un escalofrío que recorrió por entero su cuerpo cuando sintió el húmedo y venenoso aliento de Sköll lamiendo su cuello. Cerró los ojos, sabiéndose perdida. Las negras fauces del lobo se abrieron sobre la diosa, sumiéndola en las tinieblas, y la sangre de Sól tiñó entonces de rojo intenso el cielo del ocaso al tiempo que un agónico alarido inundaba de pavor los nueve mundos de Yggdrasil.

    Aterrado, Máni contempló desde su carro cómo la oscuridad engullía por completo a su hermana y salió raudo a su encuentro. El miedo latía en sus sienes y un único pensamiento ocupaba su mente, quizás no estaba todo perdido…

    La sombra de la muerte pasó como una exhalación sobre su cabeza, obligándole a detenerse, y unas garras arañaron el aire frente a él. Tardó algunos segundos en percatarse de qué había pasado y algunos más en sentir el punzante dolor en las entrañas. Soltó las riendas de su montura y se llevó las manos temblorosas al vientre por sobre de su inmaculada armadura de plata. Horrorizado, vio cómo éstas se humedecían al teñirse de rojo. Alzó la mirada y sus ojos quedaron anclados en aquellas pupilas amarillas en las que parecía condensarse el odio del mundo. De un segundo zarpazo, Hati acabó de despedazarlo y su sangre se mezcló con la de Sól en el crepúsculo. La profecía de la vidente, se había cumplido…”



    Los ojos del niño se abrieron como platos y su expresión reflejó toda la emoción del momento. Su abuelo se mantenía en un expectante silencio, sumido en sus propios recuerdos, con los dedos crispados en torno al apoyabrazos de la mecedora y los párpados apretados.

    No se oía más que el crepitar de las llamas en la chimenea, calentando el ambiente, y sus acompasadas respiraciones. A pesar de que la tensión en el rostro del anciano era evidente, su infantil impaciencia pudo más.

    ¿Y qué pasó entonces, abuelo? preguntó nervioso, instándole a continuar hablando.

    Unos iris azul tormenta se clavaron en los suyos y, durante unos segundos eternos, el silencio se hizo más profundo. El anciano tomó aire y se mesó despacio la frondosa barba antes de hablar. Era difícil encontrar las palabras…



    “Aquellos eran tiempos difíciles. El invierno de inviernos, como lo llamábamos, había traído el hambre y sumido en la desesperación a muchos. Renegábamos de los dioses y la guerra sembraba de muerte las otrora exuberantes praderas. Hermanos luchando contra hermanos, hijos que cometían el peor de los crímenes contra sus padres y padres contra sus hijos. Pueblos enteros devastados y consumidos por la llamas, familias enfrentadas. Un mundo de criminales donde el adulterio y los lazos de sangre no importaban a la hora de satisfacer las bajas pasiones a las que siempre han sucumbido los hombres.

    Nos encontrábamos en el apogeo de una batalla, en plena orgía de sangre cuando aquello sucedió. Nevaba intensamente pero la tempestad no era suficiente para amedrantar el ímpetu con el que nos entregábamos a la lucha. La llamada de Odín que tantas veces había encendido la sangre de los vikingos, infundiéndoles valor, se había transformado en un veneno que paralizaba la conciencia y mataba los remordimientos. Ya no éramos los guerreros orgullosos y audaces de antaño, el honor en el campo de batalla y la valentía carecían de importancia, sino una jauría de salvajes, una horda de asesinos que se comportaban como animales. Habíamos perdido la humanidad, lo que nos hacía merecedores de un glorioso destino.

    Entre bramidos, maldiciones y el fragor de las armas, después de siglos de encarnizada caza, el sol y la luna cayeron víctimas de sus perseguidores que durante seis estaciones se habían alimentado y fortalecido con la médula de los huesos de adúlteros y homicidas. La oscuridad ganó el cielo y por un momento, como si dejara de tener algún sentido, el tiempo quedó en suspensión antes de que la tierra empezara a temblar violentamente y las estrellas se precipitaran en cascada sobre nosotros.

    Recluido en una caverna sombría y atado con los intestinos de uno de sus hijos en castigo por su implicación en la muerte de Balder, Loki, el gran embaucador, el eterno mentiroso que con sus palabras una vez sedujo a los dioses, abrió los ojos y esbozó una sonrisa aviesa que rápidamente se tornó una carcajada cruel. La tierra volvió a temblar. Había llegado el momento. No le hizo falta usar la fuerza para deshacerse de las cadenas que le mantenían prisionero, se sabía al fin libre.

    Los estertores de dolor y los gritos se silenciaron, las armas quedaron abandonadas en la nieve y el pánico se propagó como una plaga. Todos supimos al instante lo que aquello significaba, lo habíamos oído demasiadas veces. Los menos se hincaron de rodillas en el suelo a esperar la muerte, contemplando entre súplicas cómo los árboles eran arrancados de raíz y las montañas se derrumbaban estrepitosamente sepultando casas, animales y hombres, pero la mayoría huimos despavoridos, tambaleándonos, pisoteando los cadáveres e ignorando a los heridos. Era una carrera desesperada a ninguna parte, no había tiempo, ni lugar donde esconderse y ninguno sobreviviría y a pesar de ello, a pesar de ser conscientes de que había llegado el final, no dejábamos de correr. Así de absurdo es el miedo.

    En la remota isla de Lyngvi, entre las brumas y glaciales de Niflheim, junto al lago negro del dolor, el lazo mágico creado por los enanos a partir de las seis cosas imposibles se rompió, liberando a Fenrir después de miles de años encadenado. Su lastimero aullido se elevó desde las raíces a la alta copa del fresno del mundo y sus fauces se abrieron para abarcar el cielo y raspar la tierra. En los ojos del monstruoso lobo llameaba la rabia y así partió hacia Asgard en busca de venganza, exhalando lenguas de fuego a cada respiración.

    La tierra no dejaba de temblar bajo nuestros pies, el cielo se desplomaba y la oscuridad era cada vez más densa. Jörmundgander, la furia del mar, emergió del océano en un remolino, revolviéndose y girando violentamente sobre ella misma. Ningún drakkar resistió su ira. Gigantescas olas arrasaron la costa y las aguas cubrieron valles y cordilleras, anegando pueblos enteros. Muchos no pudieron escapar y murieron entonces y otros muchos fueron envenenados por el tóxico aliento de la serpiente, que emponzoñaba el aire en su mortal avance.

    Fue en medio de la desesperación, entre aquel caos de destrucción que me rodeaba cuando la vi por primera vez...”



    ¿A quién? ¡¿A quién viste, abuelo?! le interrumpió, preso de la curiosidad.

    Un nuevo silencio se hizo entre el niño y el anciano. En los ojos de éste titilaba un recuerdo emocionado y su boca dibujó un amago de sonrisa que acabó de materializarse entre la tupida y pelirroja barba. Su voz se dulcificó.



    “Entonces todavía no conocía su nombre, no al menos de sus labios, pero en el momento en que nuestras miradas se encontraron supe quién era ella y quién era yo. No hicieron falta las palabras, sólo tomé su mano y seguimos corriendo como el resto. La diferencia es que nosotros habíamos encontrado el rumbo.

    Los acordes del arpa de Eggthér, sentado alegremente sobre un túmulo de tumbas mientras el mundo que conocíamos se desmoronaba a sus pies, acompañaban nuestra angustiosa huída hacia el corazón de Midgard, coreados por el “kikiriki” de Fjalar que despertaba a los moradores de Juntungehim, anunciando el principio del fin. Otro gallo, rojo como el óxido, cantó levantando a los muertos y la reina del inframundo, Hela, se preparó para recibir a su padre.

    Tu abuela y yo logramos alcanzar la corteza de Ydragssil antes de que todo comenzara y encontramos la grieta profetizada. Eché un último vistazo atrás para contemplar el cielo rajarse y a los moradores de Muspell, con Surt a la cabeza enarbolando su llameante espada, cabalgar hacia Asgard. El sonido grave y prolongado de un cuerno retumbó en todos los rincones del mundo, Heimdal anunciaba la llegada de los gigantes de fuego, y el puente de Bifrost se hundió bajo el trote imperioso de sus caballos. Tras ellos vi cómo las llamas devoraban la tierra de mis antepasados. Un apretado nudo se formó en mi garganta. Jamás volvería a pisarla, ni a ver a los pocos amigos que tenía, ni a mis padres, ni a mis hermanos, ni siquiera a mis hijos. Todos habían perecido y con lágrimas en los ojos me adentré en las entrañas del árbol, en pos de un nuevo destino.

    Fue el final de una era. El monstruoso ejército de los jontuns se reunió en la hermosa llanura de Vigrid que se extendía ciento veinte leguas en cada dirección frente a Valhalla. Allí, comandados por Hrym, blandiendo sus armas, sedientos de sangre y esperando impacientes la llegada de los Aesir, estaban los gigantes de hielo que habían navegado desde el este en el espanto deNaglfar, el barco hecho con las uñas de los muertos que las olas de la serpiente habían liberado. Los hijos ardientes de Muspelheim con Surt a la cabeza y, llegados del norte, las hordas del inframundo, guerreros caídos sin honor, ancianos, mujeres y niños. Garm, el perro del infierno y el dragón Nidhug que sobrevolaba la llanura cargado de cadáveres en putrefacción dispuestos a luchar. También estaban Fenrir, Jörmundgander y Hela flanqueando a Loki, su padre y aquel que había de guiarlos a todos contra los dioses, en la batalla del fin del mundo…”


    Gracias por leer.
     
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  2.  
    Sheccid

    Sheccid Usuario común

    Géminis
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    Pluma de
    Escritora
    ¿Y ahí se acaba?¿Listo? Ojala si le sigas, aunque no entiendo como es que si se supone que ya no hay salida, el abuelo le sigue contando a su nieto (claro, en caso de que sea one-shot). Que lindo que el abuelo y la abuela se reunieran en un momento así, como siempre amo tus descripciones, Dororo, sólo ví una faltilla de ortografía de dedazo que a todos no pasa: Sol no lleva acento.
    Fuera de eso, me dejé llevar´por esta historia, gracias por invitarme. Sayo
     
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  3.  
    Zil Kendrick

    Zil Kendrick Toro de Daffy ❤️

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    1 Junio 2012
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    Pluma de
    Escritora
    Saben me gusto mucho, me gusta este tipo de relatos, traen de todo lo que me llama la atención. Me encanto esta parte
    Fue genial, el simple echo de imaginar las cosas.
    De igual forma me encanto como encontró a su amor, en aquella batalla donde corrían peligro, él solo tomo su mano de la joven y corrieron.... aaaaaaaaaa eso fue lindo.

    Gracias por la invitación ahorita voy al otro fic, y suerte en la batalla de foros.
     
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  4.  
    Lamu yatsura

    Lamu yatsura Iniciado

    Sagitario
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    32
    Pluma de
    Escritora
    Muchas gracias por invitarme.

    "El lobo engulló al Sol y la Tierra se sumió en la penumbra"

    Magnífico fic sobre el Ragnarok, captas a la perfeción el caos y la desesperación de los dioses, angustia por ya saber lo que viene, lo inevitable. Un mundo helado, sin vida, regado por la sangre, visitado por todas las criaturas que bien atadas estaban hasta ese momento, el fin de los tiempos.
    Hasta los dioses temen la muerte, aunque todo lo conozcan, ello les humaniza transformándolos en seres llenos emoción y de valor.


    Destrucción, deseperación y la gran batalla de los dioses, en medio de todo el caos y de todo el horror, dos miradas cruzándose. Decisión y destino, ahora ya un solo ser y un solo camino a la salvación. Sin poder evitar mirar atrás un instante, dejando una visión de destruccion en la retina y un poso de tristeza en el corazón por todo lo que se ha perdido y por lo que se esta perdiendo. Para poder narrándoselo algún día quién posee el futuro.

    Un futuro verde, fértil, sin desdichas, poblado por corazones puros.

    Totalmente épico.


    "Winter is coming"
     
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  5.  
    Pire

    Pire Usuario VIP Comentarista Top

    Escorpión
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    Escritor
    Leyendo esta historia cai en la cuenta de algo /: debo leer mas mitologia, *suspiro* me perdia por partes.
    Dejando de lado mi ignorancia, en si la historia tiene un gran contenido, un gran trama, original :3 una manera creativa de abordar el fin del mundo *0* la idea me encanto tanto ^^
    Y que el abuelo contara todo lo hace mas increible :3 mas jugoso y rico ^^.
    Tu forma de narrar es tan...rica, tecnica, adorable e-e envidia total.
    Mis felicidades a este escrito, muy bueno.
    No he notado faltas de ortografia, me he quedado maravillada de tu pulcritud :3
    Espero ver otro escrito como este.
    Besos, cuidate ^^ te quiero.

    Pire<3
     
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