Yo te quiero a ti no a ella (Inu&Kag o Inu&Kik)

Re: Yo te quiero a ti no a ella (Inu&Kag o Inu&Kik)

Bueno, aquí lestrigo el último capítulo, espero que os haya gustado el fic.


Kagome y Inuyasha se encontraban en la calle cogidos de la mano. Estaban muy bien juntos, de divertían y se amaban.

-¿Qué te apetece hacer Kagome? –le preguntó el ambarino a la azabache-.

-No se, lo que tu quieras –dijo Kagome sonriéndole-.

-Siempre tengo que decidir yo –dijo Inuyasha haciéndose el desgraciado-.

-Pues mira que te gusta –dijo ella mirándole como si nada-.

Inuyasha la apoyó contra la pared y puso sus manos en sus caderas.

-Claro que me gusta decidir –dijo él-.

Después se acercó a su oído para susurrarle:

-Pero de vez en cuando me gusta que decidas tú –dijo el seductoramente-. Sobre todo para ver si un día te puedo tener debajo.

Kagome se sonrojo a más no poder. Tenían suerte de que no pasara nadie en esos momentos por la calle.

-Vaya, pero mira quienes están aquí –dijo una voz a sus espaldas-.

Inuyasha se giró y se quedó mirando a un chico de cabello moreno y ojos rojos. Era Naraku, una de las personas que más odiaba en el mundo. Y a su lado estaba Kikyo.

-¿Qué quieres Naraku? –preguntó fríamente-.

-No quiero, deseo –dijo Naraku sonriendo de forma maliciosa-. Y en estos momentos deseo a tu novia.

Kagome se escondió más detrás de Inuyasha. No le gustaba Naraku ,era cruel y ruin.

-¿Y crees que te voy a dejar imbécil? –dijo Inuyasha gracioso pero también de modo frío-. No me hagas reír.

-Venga Inuyasha –esta vez habló Kikyo-. Es solo una cría que además es virgen y no te sabría aprovechar al máximo como haría yo.

-Sabes Kikyo –dijo Inuyasha-. Pareces una puta.

Kikyo se enfadó, mientras que Kagome no pudo evitar reírse.

-Bueno, nosotros nos vamos –dijo Inuyasha cogiendo la mano de Kagome y dejandoles solos-.

Estuvieron un rato caminando en silencio hasta que llegaron al departamento de Inuyasha.

-Vamos Kagome –dijo tirando de ella y entrando en el edificio-.

Kagome estaba en completo silencio, creía saber lo que quería y no sabía si se lo daría. En cuanto llegaron a la puerta Inuyasha sacó las llaves y la abrió. Luego de entrar al departamento Kagome se sentó en el sofá.

-¿Quieres tomar algo? –le preguntó el ambarino-.

-Agua por favor –dijo ella educadamente-.

-Aquí no tienes porque mantener los modales Kagome –dijo Inuyasha divertido-.

Le llevó el agua que pidió y estuvieron hablando un rato. Después Inuyasha le acarició la cara y la comenzó a besar.

-Te amo Kagome –dijo Inuyasha-.

Ella estaba sonrojada pero el correspondía el beso. Inuyasha se levantó y cogiólamano de la azabache para después tirar de ella. Fueron hasta el cuarto de este y se acostaron en la cama. Inuyasha solo se abrazó a Kagome.

-A dormir –dijo él-.

Kagome abrió los ojos asombrada. Luego se giró.

-Solo eso –dijo ella-.

Inuyasha cayó en cuenta de lo que creían que iban a hacer y se sonrrojó, luego Kagome también se sonrojo.

-Eso más adelante –dijo Inuyasha-.

Kagome suspiró aliviada. Luego Inuyasha comenzó a reírse.

-Eres una pervertida –dijo él-.

-Bueno, que quieres que piense si me empiezas a besar, me llevas a tu departamento y me traes a tú cama –dijo ella defendiéndose-.

Inuyasha se subió encima de ella.

-¿Qué e dormido mal y quiero dormir contigo? –dijo riéndose-.

-Vale, lo siento –se excusó-.

Inuyasha la besó y se volvió a poner a su lado para abrazarla por la cintura.

-Te amo mi pequeña –dijo besándola el cuello y quedándose dormido-.

-Yo también Inuyasha –dijo ella durmiéndose también-.

Unos años después amos se casaron y por un descuido Kagome se quedó embarazada a los diecinueve años. Al principió fue una desgracia y no sabían lo que harían, pero después de tenerlo se sintieron muy felices, lo llamaron Aki y llenó sus vidas de felicidad. Inuyasha fue quien heredó la empresa de su padre y Kagome se hizo diseñadora de moda.

-Aki, ven aquí –dijo Kagome corriendo detrás de él-.

El niño tenía cinco años y estaba corriendo por toda la casa todo mojado. Kagome tenía veinticuatro años y se encontraba embarazada de cinco meses. Inuyasha salió de la habitación y cogió al pequeño.

-Aki, no puedes hacer correr a mamá –le riño, el niño bajó la cabeza-. ¿Y si le ocurre algo a tu hermanita?

-Yo no quezía hacez daño a mi hezmanita –dijo el niño-.

-Menos mal que lo cogiste Inuyasha –dijo Kagome cogiendo al pequeño-. Ven te tenemos que secar.

Inuyasha le dio un beso a Kagome.

-Te quiero –dijo el alegremente-.

-Yo también –dijo la azabache-.

Luego el niño se fue a secar el solo y Kagome le ayudó. La vida de ellos fue muy buena y su salud era magnífica. Siguieron siendo amigos de Sango y Miroku y Kohaku siempre fue el mejor amigo de Kagome.

Fin ​