Un hanyou una miko y ¿un ángel? 1ª parte

Tema en 'Fanfics Abandonados de Inuyasha Ranma y Rinne' iniciado por Mina Guk, 30 Noviembre 2009.

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    Mina Guk

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    Un hanyou una miko y ¿un ángel? 1ª parte
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    Re: Un hanyou una miko y ¿un ángel? 1ª parte

    ¡¡¡HOLAAAAAAA!!!! Wow gracias por los comentarios mis jóvenes lectoras, esto me sirve para inspirarme y traerles continuación [¿no que ya te habías ido? el capítulo anterior me dejaste sola] si, pero cambie de opinión [no mejor vete, trabajo mejor sola] pero si yo inicie el fic ¿piensas quitarme los derechos que yo misma me he otorgado al escribir? [Si, ya que tus capítulos decepcionan] ToT no me voy… me corren [pues ya vete, Kunimitsu y yo escribiremos sin tu ayuda] ToT [bueno, le agradezco a mi amigo Alberto por proporcionarme ideas para el personaje Oroshi, a Mario por apoyarme con Nogera y a Víctor Hugo con Kuori ¡¡¡MUCHAS GRACIAS AMIGOS!!!] Por cierto, el más grande agradecimiento va para Kunimitsu, ya que junto a ella ya llevamos un año escribiendo esta historia ,además me ayuda con el personaje Emma, la verdad, no sé qué aria sin ella [tal vez vivir nuestra vida normalmente sin que pase nada raro, tendrías otros amigos y no te interesarían otras cosas] que grosera [pero ya lárgate o presenta el siguiente capítulo] ToT les traemos continuación con un poco más del capítulo 9 y el capítulo 10 espero que les guste ToT y espero que no sea el último capítulo que escribo ToT :


    Inuyasha quedo impactado en el suelo, la familia de Kagome se rió un poco al ver su actitud. El hanyou levantó levemente la cabeza y vio a la chica algo nerviosa.

    -por nosotros no se detengan, sigan en lo que estaban-comentó con gracia el abuelo.

    -oye cuñado ¿te vas a quedar a cenar con nosotros?

    -C~ Cu… ¿Cuñado?-dijo aun en el suelo, la chica se molestó un poco

    (N/A: ahora fue al revés :D)

    -prepararé filetes para celebrar

    -¿a qué te refieres madre?

    -los esperaremos allá abajo-concluyó el abuelo

    Después los intrusos salieron dejando a la pareja solos como al principio.

    La chica ayudo a levantarse a ese joven que había cautivado su corazón. El chico en lugar de molestarse,
    se abalanzó sobre ella abrasándola con ternura.

    -Kagome, estoy dispuesto a olvidar a Kikyo solo por ti. Sé que le hice una promesa de protegerla e irme al
    infierno con ella, pero, no contaba que otra persona me hiciera cambiar de opinión y que la amara más que a la vida propia-la chica lloró al escuchar esas palabras

    -Inuyasha, eso no es necesario, yo te pedí que me dejaras estar contigo…

    -pero yo quiero hacerlo porque te AMO y quiero pasar mi vida junto a ti-la abrazó con más fuerza

    -¡yo también te amo!-él la tomó de la barbilla y le besó la comisura de la boca.

    Mientras tanto había una nueva intrusa mirando esa tierna escena.

    Quien resultaba ser Hitomi, ya que se encontraba mirando desde la ventana rota, nadie se percató de ello
    ya que es capaz de desparecer su esencia. Así era como los vigilaba, nunca nadie la había podido ver, a
    menos de que esta tomara tomando la apariencia de una chica en problemas.

    La chica miraba a Inuyasha besando a Kagome, no mostraba ninguna emoción, de pronto comenzó a
    pensar en que ella nunca había amado a nadie, siempre le sorprendió como era que esa bestia respondiera
    por su tía sin importarle que este estuviera en peligro de muerte, para ella era nuevo escuchar la palabra TE
    AMO si no provenía de sus padres…

    -amor…-murmuró perdida en ese beso de aquellos dos enamorados-amar... ¿qué es eso?

    Más arriba, en el techo, yacía sentada Emma, miraba el cielo con su ambiente de medio día.

    Así siempre se la pasaban, Hitomi sólo observaba como actuaban esos viajeros, mientras que Emma
    vigilaba a su joven pupila de que no hiciera tonterías y provocara con ello una catástrofe.



    CAPÍTULO #10

    La joven azabache estaba montada en la espalda del peli-plateado, sobre su hombro se encontraba el joven
    Shippou, mientras que sobre Kirara, Sango y Miroku volaban a la par de Hitomi.

    Inuyasha había percibido el olor de un enemigo, aparte de de un gran olor a sangre.

    Ya habían transcurrido 7 días y la castaña no había podido terminar de hablar con su tía ya que había
    pasado más tiempo junto a ese chico que la había enamorado. Emma había desaparecido, porque al
    parecer su protegido tenía problemas, el cual era Sesshomaru.

    El camino estaba mascado con sangre y había cadáveres que hacían un camino que al parecer los
    conducía con el responsable.

    -ay que seguir ese camino- corrió velos mente el hanyou

    Hitomi voló muy cerca de este, la Miko la miró y a su mete vinieron algunas dudas.

    -Oye Hitomi

    -Sí, ¿Qué sucede Kagome?

    -técnicamente y en este tiempo ¿hace cuanto que te mataron?

    -¿Cómo dices Kagome?

    -mira Inuyasha, hace una semana me contó cómo fue que la mataron, y supuse que tenía algo que ver con
    tu llegada aquí, no por otra cosa vendrías a pedir ayuda teniendo tan grande fuerza.

    -pero yo nunca pedí su ayuda, yo ya había dicho el porqué de mi llegada, sólo vine para cuidarte a ti y a tus
    amigos, prevenir algunos accidentes que podrían acabar con las metas que se propusieron.

    -entonces ¿estoy equivocada?

    -bueno… la verdad es que me hiciste sentir mal con tu comentario

    -¡Oh! Perdón Hitomi no fue mi intención

    -solo bromeaba… yo morí hace exactamente 10 años tomándolo desde esta fecha, y al parecer este es el
    rastro de ese demonio que me quitó la vida.

    -esto se pondrá muy interesante

    -Inuyasha, estamos hablando de la vida de Hitomi, ¿Qué no puedes tener un poco mas de respeto?

    -ya deja de regañarme enano

    -señorita Hitomi, usted nos habló de una chica, no muy mayor que la señorita Kagome, la cual se dice ser
    su maestra y encargada de usted

    -Sí, ¿Qué pasa con Emma?

    -Nos comentaste que es muy bonita…-en eso resonó una fuerte cachetada

    -… excelencia, esta no es la ocasión de hablar de eso- mientras mantenía los ojos cerrados y contenía su
    enojo.

    -pero Sango, no me dejaste terminar de hablar, lo que yo quería preguntarle qué ¿en donde se encuentra
    aquella joven? Ya que quiero hacerle una pregunta

    -de seguro es una pregunta indecorosa

    -Oye Inuyasha, al parecer conoces muy bien a Miroku-comentó Kagome mientras el monje reía sorprendido
    ya que pensaba que no serian tan ingenuos

    -una recomendación, dejen de hablar y tómense las cosas mas enserio que no estamos jugando a ver
    quien conoce mejor a Miroku, ya bestia, apúrate que no tenemos mucho tiempo y si no lo has percatado,
    ese aroma que hay en el aire es de Rin, la pequeña niña Rin.

    -¿Cómo dices?

    -no, es que hay mucha sangre y confunde, mas bien, aturde

    -bueno pequeño zorrito, te comprendo en esta cuestión, pero dejemos de hablar ya que estamos a punto
    de llegar con ese sujeto.
    La cantidad de cadáveres aumentó considerablemente, el hedor aumentaba junto con los nervios de Hitomi.

    -*esos cortes, las expresiones en sus rostros… ¡¡NO PUEDE SER!!*- pensó la castaña con el rostro
    horrorizado

    -¿Qué te sucede Hitomi? ¿Acaso tienes miedo?

    -cállate bestia, he visto cosas peores, tales como tu rostro todas las mañanas


    CONTINUARÁ...........
     
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    inulove

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    Re: Un hanyou una miko y ¿un ángel? 1ª parte

    Sugoi!!

    muy buena conti, genial Inu y Kag casi se casan, solo falta que arreglen el problema de Hitomi, y que Naraku muera, para quepor fin puedan estar juntos..... bueno parece que ya encontraron al monstruo que mato a Hitomi asi que solo tiene que destruirlo y ya, para mi suena facil, no soy yo la que tiene que escribir la pelea... pero bueno, me tengo que ir

    Hata luego, besos y abrazos, y espero que pongas conti pronto

    Mata ne
    cuidense!
     
  3.  
    Deji chan

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    Re: Un hanyou una miko y ¿un ángel? 1ª parte

    d.- muy bueno amiga!! sólo te doy un pequeño consejito
    cuando pongas los dialogos plis especifica quien dijo eso porque
    a veces es dificil saber quien esta hablando y se pierde un poquito
    la coherencia, pero esta muy bueno tu fic!!! me avisas, bueno te cuidas
    Sayoo!!
     
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    Dark Phoenix

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    Re: Un hanyou una miko y ¿un ángel? 1ª parte

    Waaa por fin acabe de leer, creo que si me perdi de varias continuaciones en el mes de ausencia y todo el tiempo que no he venido a tu fic, GUMENASAI, mi querida amiga
    Waaa me gusta el fic aunque sabes desde hace tiempo te queria decir sobre la frace de tu firma
    ¿MATARIAS A LA PERSONA QUE AMAS POR AMOR?
    Creo que esa si me llego jejeje
    Me gusta la trama que lleva la historia aunque ya me revolvi, Hitomi es o no la sobrina de Aome, es que cuando conti su historia pues me confundi un poco.Por sierto que mala onda de ese demosnio al matar a la familia de esta y a ella de paso snif snif, me imagine la escena y no fue nada lindo.

    Aunque deduje que hay un poco de Ooc en la actitus de mi Inuyasha pues no es tan lindo y tirno, y cuando se le declaro a Aome lo fue, supongo que alli era necesario pero cuidado posteriormente vale?

    Me gusta tu escrito, espero la conti.Adios te mando un abrazo y un kiss
     
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    Mina Guk

    Mina Guk Usuario común

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    Re: Un hanyou una miko y ¿un ángel? 1ª parte

    ¡¡¡¡HOLAAAA!!!!

    muchas gracias a:

    inulove: muchas gracias por apoyarme en cada conti, no sabes que bien me haces sentir cada vez que leo tus post, jejeje bueno, espero que sigas este fic y descubras las proximas sorpresas

    Deji chan: jejejeje tienes razon, aveces se me pasan esos detallitos, pero te prometo mejorarlo jejeje y como de digo a Inulove, espero que sigas este fic que todabia le falta mucha intriga.

    Dark Phoenix: bueno, lo de las palabras en la firma es de un capi especial, el cual tendra mucho de que hablar, pero te asagoro k sera muy interesante... y pr lo del Ooc, eso es aproposito, el hanyou no es meloso. ni se ve lindo siendolo.
     
  6.  
    Mina Guk

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    Un hanyou una miko y ¿un ángel? 1ª parte
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    Re: Un hanyou una miko y ¿un ángel? 1ª parte

    Capítulo #11



    -¡QUÉ DIJISTE!-reclamó el peli-plateado por la ofensa de la chiquilla altanera.

    -lo que escuchaste…-la chica se defendía a toda costa. Pero en eso la voz de la señorita Kagome atrajo su atención.

    -¿Qué es eso?-señaló hacia enfrente la joven Miko

    -¿eh?- vociferaron al unisonó el joven hanyou y la chica ángel

    Contemplaron a un sujeto de buena edad postrado sobre un montículo de cadáveres, sus expresiones le resultaron familiares a Hitomi, prácticamente ese gesto era más bien el que usó cuando él la acecinó. Un enorme escalofrió recorrió su cuerpo. Intentó retroceder con pequeños pasos, pero chocó contra el cuerpo del hanyou.

    -comienzo a pensar que tienes miedo

    -yo no tengo miedo, es solo que…-guardó silencio unos instantes mientras bajaba la mirada y se escudaba con su mirar entrecerrado.

    -sí, claro- habló con sarcasmo el peli plateado.

    Desfundó a su espada asiéndose lucir heroico.

    -idiota- Hitomi siguió su ejemplo.

    Los demás también se prepararon para pelear. La bestia corrió para atacarlo, pero un campo de fuerza lo detuvo.

    -Q~ ¿Qué diablos?-y salió proyectado por la fuerza del campo.

    -ese demonio nos esperaba, algo pretende- la joven ángel quiso ver un poco más, así que extendió sus enormes alas, miraba hacia arriba para luego tomar impulso. En eso resonó un coscorrón-¡¡KYYYAAAAA!!

    -¡Niña tonta! Pretendes volar sobre este campo sabiendo que es mejor cortarlo-apareció de improviso la joven Emma mientras le propinaba otro coscorrón.

    En eso se les adelantó el Hanyou, este utilizó el colmillo enrojecido y cortó con facilidad el campo de fuerza.

    -¡Heh! Fue fácil

    -yo pude haber hecho eso pero nada más quise ver como reaccionabas- la chica habló sonando altanera. Sobó la parte afectada por el golpe.

    -*pero creo que no comprende que este es un asunto serio… aunque… me intriga su actitud, sé que todavía es una niña, pero se comporta muy extraña*-pensó algo confundida la joven morocha, todos habían notado que Hitomi actuaba esquivando algunas situaciones como si tuviese miedo o algo por el estilo.

    -¡¿Qué esperan?!- preguntó la bestia

    - ya vamos Inuyasha, no seas impaciente- el monje percibió un notorio cambio de habitad, comenzó a sentirse el aire más frio a pesar de apenas ser medio día. Un escalo frio recorrió su espalda pasándose a su mano derecha haciendo que este se preocupara por su Kasaana.

    -Vamos Monje Miroku

    -Excelencia dese prisa

    -Ya voy Sanguito… *no sé qué signifique todo esto, pero tengo la plena seguridad de que no es nada bueno*- pensó antes de seguir mientras miraba su mano derecha.

    -Dese prisa monje libidinoso- este sonrió avergonzado.

    -Hitomi, no seas tan grosera-Emma concluyó sus palabras con otro coscorrón en la cabeza de la joven ángel.

    -¡oh! Ya te gustó golpearme

    -pues compórtate… y vamos con esa bestia-cruzó sus brazos y caminó velozmente para quedarse a un lado de la Miko.

    Inuyasha llegó corriendo e intentó atacar a ese sujeto con su enorme espada, pero este sacó una alabarda con mango color negro y manchado con sangre humana. Ese hedor aturdía al peli-plateado así que no podía atacarlo con toda su fuerza, provocando así que ese sujeto lo atacara con más facilidad.

    -*¡Maldición!*- mientras recibía el tajo de la alabarda- ¡Grr!

    -¡INUYASHAAAA!-gritó la Miko mientras iba corriendo hacia él.

    -¡¡NO VENGAS KAGOME!!

    -esto fastidia…-la joven ángel actuaba indiferente pero un extraño movimiento entre el follaje atrajo su atención, le pareció ver a la pequeña Rin llamándola- ¿será ella?... ¿será la pequeña Rin?- se encaminó hacia ese lugar mientras los demás intentaban ayudar a Inuyasha.

    Hitomi corrió por entre el follaje esquivando las ramas resaltadas de algunos árboles. Mientras que la pequeña seguía corriendo en dirección a un riachuelo que al perecer se le hacía familiar a la castaña.

    -¡Q~ ¿Qué?! ¡¿Qué es esto?!... – la chica comenzó a sentir un enorme ardor en el pecho, era tan intenso, de pronto dicho ardor recorrió todo su cuerpo haciendo llegar ese maldito recuerdo. Pensó que ya no lloraría más por eso pero no era así. La maña residual de ese recuerdo la había perturbado desde hace 100 años tomando en cuenta que ella lleva 140 años siendo ángel.

    Esa amargura se reflejaba en forma de gotas saladas provenientes de sus ojos recorriendo su tersa piel.

    Justo en ese momento la pequeña salió detrás de Hitomi, esta racionó de inmediato girándose en su dirección.

    La chiquilla vestía el mismo tipo de kimono que Rin, pero tenía el cabello totalmente amarrado en una cola y se veía de unos cuantos años más grande que la dulce Rin, aunque mantenía sus ojos cerrados.

    -P~ Pero si tú no eres Rin, estas más grande que ella.

    -por supuesto que no soy ella, mi nombre es Yikara

    -¿Yikara?

    -¿tienes algún problema con eso?

    -P~ Pero… ¿Qué haces aquí en este lugar? Es muy peligroso que una niña de 10 años esté sola en este lugar

    -¿Cómo sabes que tengo 10 años?

    -pues… solo lo intuí- se sonrojó ante la pregunta ya que nadie debía de saber que era un ángel.

    -eres extraña- seguía en la misma postura pero no cambio sino hasta musitar unas palabras poco perceptibles- tal y como lo dijo mi padre.

    -¿a qué me has traído aquí?

    - jajaja ¿acaso no te has dado cuenta?

    -¿eh?

    - te estoy distrayendo mientras matan a tus compañeros

    -¿Cómo dices?

    -eres tonta o ¿qué?

    -¿Por qué dices esas cosas?

    -mi padre me advirtió sobre un semi-demonio y sus acompañantes vendrían a vengar la muerte de una niña ingenua que hace 10 años dejó de existir. Y como siempre culparían a mi padre por ser el demonio más fuerte de la región ¡El poderoso OROSHI!

    -¿Oroshi es tu padre?

    -es lo que acabo de decir- la chiquilla abrió lentamente sus ojos mostrando una suave sonrisa, sus ojos eran grandes y expresivos… algo en la cabeza de Hitomi reaccionó.

    -*esos tiernos ojos expresivos, esa sonrisa liviana- pensaba mientras recordaba que esas facciones le pertenecían a sus padres- ¡¡ ¿QUÉ DEMONIOS ES ESTO?!!*-y de su mejilla derecha se derramó una lagrima insolente.

    -¿Por qué lloras?- sus palabras iban acompañadas de un tono grosero he inmaduro- ¿Acaso te preocupan tus amigos…?

    - ¿Quién eres?-murmuró para ella misma- hace un rato dijiste que me tenias aquí para distraerme mientras matan a mis amigos ¿no es así ?... tal parece que “tu padre” es un asesino, ¿acaso no acabas de decir que siempre lo culpan por asesinatos que él no ocasiona? Entonces dime ¡¿porque los quiere matar?!

    -eres inteligente… pero no lo suficiente…-su tierna voz se volvió más sínica y sus ojos mostraron orgullo.

    -¡responde, no te quedes callada!

    - tu lo has empezado todo… de seguro te has preguntando… ¿Qué ha pasado con tu HERMANO MENOR?

    -¿Q~ QUÉ? ¿Cómo sabes de mi hermano menor?

    -sé más de lo que te imaginas, el me contó todo. Me dijo que hace algunos años… mejor siendo exacta, hace 9 años, apareció una supuesta ángel diciendo ser su hermana muerta, me dijo que al principio se aterró, pero después sintió un gran alivio al saber que su HERMANA FAVORITA estaba bien- a Hitomi se le hizo un nudo en la garganta

    -*¿Cómo supo que yo soy un ángel?... esto es muy raro…*

    - aunque se suponía que ella había muerto hace 10 años, mi padre me dijo que ese fue un accidente… y yo le creo, porque hace diez años me adoptó.

    -¡¿QUÉ?! ¡¿UN ACCIDENTE?!- gritó con molestia al escuchar esas palabras ingenuas.

    -¿porqué preguntas? Se supone que tú lo sabes. Que mi padre es inocente, y mejor aun, que él intentó salvarte.

    -¡MENTIRA!

    -¿porqué te enojas conmigo? si solo te estoy diciendo la verdad

    -¡ERES UNA MUSTIA!

    -¿Mustia? ¿Así le llamas a la persona que salva a tu hermano de morir de insolación?

    -¿qué?

    -sí, tu hermano no tenia donde vivir ya que su casa fue destruida por un ogro de las montañas

    -eso es una vil mentira

    -¿de qué hablas?, sabes que es verdad

    -no soy tan estúpida como para creer en tus palabras, TÚ PADRE NOS MATÓ, A MI HERMANO MAYOR Y A MÍ, con eso no me digas que no sabias nada

    -tú eres la que miente- sonrió segura de sus palabras, no parecía intimidarse con las palabras de la castaña- mi padre no es capaz de matar a nadie- la niña defendía la dignidad de su padre a toda costa, Hitomi lo tomaba como ignorancia o simplemente era tonta- aunque sea un demonio-masculló estas últimas palabras

    -¡¿Y QUÉ DICES DE LOS CADABERES QUE ESTAN JUSTO ALREDEDOR DE TODO ESTE LUGAR?!

    -esos ya estaba aquí cuando llegamos, solo mi padre quiso examinarlos para determinar quién era el responsable de la masacre- la castaña gruñó con rabia al notar que era imposible hacer entender a Yikara.- ¿eh? ¿Por qué te molestas? Y por cierto, no me has dejado hablar ms de tu hermano

    -no sé como rayos supiste que yo era un ángel, ni como llegaste a conocer a estos jóvenes, pero por tu comportamiento sé que eres controlada por ese tal Oroshi

    -di lo que quieras, al fin y al cabo tu nos has traído hasta aquí, desde ese día en el que tu hermano le informó a mi padre que según estabas con vida se puso, no se si alegre o mal pero a querido desahogar alguna intriga o algo por el estilo…

    -no entiendo, me lo vuelves a explicar… ¿Cómo esta eso? Primero dices que tu padre no me mato, pero luego se decepciona de que estoy “viva”…-Yikara gruñó molesta.

    -¿eres o te haces? A lo que me refiero es que últimamente he tenido la necesidad de hablar con mi padre por los conflictos que han ocurrido con él, y he llegado a la conclusión que ha hecho un pacto con otro demonio mucho más fuerte que él, y mientras ese otro demonio asesina a los demás mi padre está pagando las consecuencias, solo es por eso que sé que tú eres un demonio ángel, que quieres vengarte y que lo que mas deseas es encontrar a tus 2 hermanos.

    - eh, sí pero ¿Por qué me lo dices?

    -porque por una parte quiero que me ayudes a matar a ese demonio que controla a mi padre, y por otro lado quiero matate a ti y a tus acompañantes por lo que planean hacer. Sé que reconoces muy bien lo que pasa, pero hasta tú misma estas equivocada, yo puedo creer en lo mío y tú en lo tuyo, y solo te digo una cosa: yo he comprado la información para encontrar la inocencia de mi padre, pero a cambio de eso me han pedido un encargo, matar a un ser despreciable llamado Inuyasha y a su sequito.

    -¿Quién te lo ordenó? ¡¿DIME QUIEN FUÉ?!

    -el demonio más repugnante que he tenido la desgracia de conocer, él me dijo que ellos ya lo conocían y que se darían cuenta de inmediato de quien se trataba… Naraku




    CONTINUARA…….
     
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    Mina Guk

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    貴社ますますご盛栄のこととお慶び申し上げます。

    ¡¡HOLAAAAA!! Si pensaron que me fui de vacaciones, están equivocadas mis jóvenes lectoras. Disculpen mi demora, pero ya ven, la escuela, la casa, mi trabajo, y lo que empeora todo son mis ensayos en mi club de baile (¡¡WAAAAAAAAA!! Que flojera, meta nee).
    Bueno, en esta ocasión les traigo el primer cap. Destilado de la frase “¿matarías a la persona que amas por amor?” narrado por MI madre Kagome. Espero que sea de su agrado.
    ¡ADVERTENCIA! Este tipo de capítulos pueden tener contenido GORE. (Mi genero favorito. ¡¡MONITOS DESPANSURRADOS!! ¡¡¡EEEEEEEEEEEEEH!!!)
    ¡¡COMENSAMOOOOOOOOSSSSSSSSSSSSSS!!

    *.*.*.*.**.*.*.*.*.**.*.*.*

    Mi nombre es Kagome Higurashi, estudio el 3er año de secundaria. Mi vida había sido normal, hasta que conocí a Inuyasha. Él es un hombre mitad bestia, el cual ha dedicado su vida a pelear por su propia supervivencia. Unidos, conocimos a Shippou quien es un pequeño kitsune, a Miroku, un monje prestigioso y libidinoso, y a Sango, una chica exterminadora de demonios, a la cual la acompaña Kirara, una linda gatita de dos colas.

    Todos estamos juntos por el deseo de destruir a Naraku, un ser despiadado que es de lo más deplorable, además del juntar los fragmentos de la perla Shikon.

    Aunque esos no son nuestros únicos problemas. Un día llegó una jovencita un poco menor que yo que se decía llamar Hitomi, decía ser mi ángel guardián y que estaba aquí para guiarme por un buen camino, pero al poco tiempo también reveló que necesitaba ayuda para vengar su muerte.

    Oroshi, ser demoniaco quien mató a Hitomi en su primera vida. Tiene la apariencia de un ser humano, aunque a distancia se nota su poder sobrenatural, por lo que sabemos, le gusta embriagarse hasta perder el sentido.

    Es extraño el pensar en que estamos metidos en esto, pero creo que me estoy acostumbrando a este tipo de situaciones. Jamás hubiese pensado que teniendo una vida normal esté metida en este tipo de situación, pero eso no importa ahora, lo que importa es cumplir con nuestro cometido y encontrar nuestra FELICIDAD.

    **Hija del cielo **

    La sombría niebla bajó cautelosamente.

    Sujeté fuertemente mi arco apuntándole en la cabeza. Inuyasha gritaba reclamando mí insolencia diciendo que me alejara, aunque no le hacía caso y seguía en mi posición.

    — No seas necia y hazme caso— habló casi perdiendo el aliento mientras golpeaba a ese demonio ojinegro.

    — No, este sujeto es muy grosero y no se merece que lo dejemos vivir. Ahora sí acabaremos con él. — hablé mostrando mi postura de seguridad más efectiva que tenía.

    De momento, el ambiente cambió, lo que parecía ser el territorio erosionado por una guerrilla, ahora se camuflaje aba con más cadáveres. Comenzaba a brotar un líquido rojizo de entre la tierra. El suelo se cubrió con este sedimento hasta llegar a un punto en el que llegaba hasta mis tobillos. Grité espantada mientras que Sango tomaba mi mano y me subía al lomo de Kirara.

    — ¡AAAAAH! — ese grito de dolor penetró en mis oídos como el tajo de un cuchillo. El timbre de voz era de Inuyasha. Había sido herido y yo no podía ayudarlo, solo aclamé su nombre en voz baja mientras la desesperación se comía mis entrañas.

    — ¿Kagome, estás bien? — preguntó colocándose la máscara.

    — ¿Es algún tipo de veneno? — pregunté incrédula. Tenía miedo de que a Inuyasha le pasara algo grave.

    — No, es solo sangre. Lo que me extraña es. ¿De dónde salió tanta? — habló Sango mientras examinaba la zona.

    Miré hacia abajo para divisar a Inuyasha y a los demás, aunque solo vi a Miroku elevarse sobre Shippou transformado en ese globo rosado. Inuyasha había desaparecido junto a ese demonio… ¿Qué es todo esto?

    — ¡INUYASHAAAA! ¡INUYASHA, ¿DÓNDE ESTÁS?! —grité esperando su respuesta.

    Pasaron algunos minutos, pero no recibía respuesta alguna. Me sobresalté. Me angustie tanto que comencé a hacer un tremendo alboroto justo arriba de Kirara.

    — ¡Kagome, Kagome, tranquilízate! — Sango, como pudo, sujetó mis hombros y miró fijamente mis ojos— él estará bien, no es tan débil como para dejarse vencer por Oroshi.

    — Tienes razón, pero no me deja conforme— algo me intrigaba aun más que el que Inuyasha no estuviera, era como algún tipo de presentimiento tan fuerte y hostil que me quemaba el pecho como acido.

    — ¡Kagome, mira!­—vocalizó Emma apareciendo junto a nosotras— es Inuyasha, está en ese árbol—estiró su mano izquierda mostrando la dirección exacta.

    Él estaba postrado sobre la rama de aquel árbol, mantenía la espada en señal de defensa, su mirada estaba perdida o definitivamente había perdido el conocimiento, como pasó en aquella ocasión en la que peleó contra su hermano Sesshomaru, sus ojos ya no tenían pupila, estaban es su totalidad teñidas de su común color dorado. Tenía sangre plasmada en su rostro, temía que estuviera muy mal herido, aclamé a Sango que fuéramos con él para ver bien el estado en el que se encontraba y ayudarlo.

    — Está bien Kagome, ¡Kirara! — esto último lo ordenó con tan solo una palabra bien dada. Emma siguió nuestro paso.

    —*aguanta Inuyasha, ya voy. Te curaré enseguida*—pensé sometiendo mi tristeza a una cautela imprecisa sin dejar de pensar en su bienestar.

    En eso escuché la voz del monje Miroku diciendo unas simples palabras fáciles de interpretar.

    — ¡Shippou no te muevas tanto, que me desharé de la sangre! — dijo levantándose en sus dos piernas manteniendo su firmeza impidiéndose él mismo caer. — ¡KASAANA! — gritó al tiempo en el que soltaba su rosario de la mano y dejaba al descubierto su agujero negro.

    Posé mi mirada en ese chico peli-plateado. Y para mi sorpresa, en su pecho había una profunda cortada. Se estaba desangrando. Su rostro comenzaba a ponerse pálido… Me dio aun más miedo.

    — ¡INUYASHAAAAAA! — grité con la cabeza atormentada. — Sango, déjame junto a Inuyasha—ordené presionando a la pobre Sango.

    — Será mejor que lo subamos a Kirara y lo llevemos a un lugar seguro— comentó Emma con mayor seguridad. Asentí con la cabeza en signo de aceptación. — bien, yo lo subiré y tu Kagome, ven, te llevaré en mis brazos. — de inmediato seguimos las ordenes de la ángel.

    El rio de sangre había disminuido de tamaño ya que el monje Miroku la estaba absorbiendo con su Kasaana.

    La temperatura estaba bajando considerablemente. La niebla estaba cubriendo todo. Comenzaba a notarse la condensación de mi aliento. Aunque eso no me importaba, lo que quería era estar cerca de Inuyasha, curarlo y, si me es posible, protegerlo.

    Llegamos a un lugar algo apartado. Era como un pequeño río… bueno, un riachuelo. Mantenía el agua cristalina, eso se notaba cuando reflejaba la poca luz que todavía emanaba detrás de todo lo nubloso que nos rodeaba.

    — Este lugar se me hace muy conocido— mascullé bajando de los altos brazos de la sincera Emma— Este es el…

    — El riachuelo en donde solía jugar Hitomi cuando estaba viva, le gustaba mojarse los pies junto a sus hermanos— interrumpió Emma con un tono claro y preciso, era su voz tan fluida.

    — Con que es este lugar— confirmé su respuesta mientras caminaba en dirección a Inuyasha con pasos contados.

    El monje Miroku bajó a Inuyasha y lo colocó en el suelo. Mi joven hanyou había perdido completamente el conocimiento, solo me quedaba curarlo y dejarlo descansar. Solo eso.

    Afortunadamente todo el tiempo estuve cargando mi mochila amarilla que tantas veces me ha sacado de apuros. Saqué medicinas y una venda, apliqué algunos líquidos, los cuales evitan que la herida se infecte, para luego colocarle la venda.

    — Sólo espero que le haga efecto rápido y sane sin problemas— aguardé los materiales ocupados y coloqué una toalla bajo la cabeza de Inuyasha. Sonreí agradecida de que su respiración se estabilizara.

    — Kagome, su excelencia y yo iremos a inspeccionar el lugar, tememos que Oroshi siga vivo. Será mejor que te quedes junto a Inuyasha. Shippou, tú también quédate a cuidar de Kagome, vale.

    — ¡Yo cuidaré de Kagome, seré un niño muy valiente! — confirmó Shippou mostrando su acostumbrado valor que sale al descubierto cuando se trata de cuidarme. Es un niño muy lindo.

    Sango y Miroku se marcharon.

    Miré a Emma quien mantenía su mirada perdida en el vacio del cielo nublado.

    — ¿Tienes frío? — preguntó repentinamente.

    — bueno, solo un poco— me intimidé al notar mi pequeño descuido. No traía un suéter u otra cosa para cubrirme.

    — Es tiende tú mano— accedí de inmediato. Ella colocó sus manos alrededor de la mía. Una ligera luz comenzó a tomar la forma de una prenda. Y resultó ser un suéter color beige con café. Esbozó una ligera sonrisa— Espero que con esto estés un poco caliente.

    — Gracias, me lo pondré enseguida— subí los brazos para acomodarme tan cálido suéter. — por cierto, tengo cierta duda con respecto a Inuyasha; no sé que haya sido ese liquido rojizo que apareció de repente. ¿Sabes que fue eso?

    — No estoy segura, pero detecté un ligero contenido de miasma, solo que… — flaqueó sus palabras sigilosamente. Hizo una pausa que duró solo unos segundos. — fue tan ligera que no nos afectó, bueno, eso pienso.

    — Kagome, Inuyasha no despierta, ¿Qué le pasa? — musitó Shippou algo angustiado. Asentí a su pregunta esbozando una preocupación entendible.

    — Esto me está poniendo mal. ¿Emma, que pasa? — hablé ya muy preocupada frunciendo el ceño.

    — Quítale las vendas. — habló con naturalidad. Asentí inmediatamente a su orden.

    Al ir desprendiendo las ataduras que envolvían a Inuyasha percibí un fuerte olor a putrefacción. Y al indagar más descubrí que sus heridas se estaban pudriendo, se consumían como si le hubiesen echado acido.

    — ¡AAHG! ¿Qué es esto? — bramé. Inquirí mirando a los ojos del ángel de alas negruzcas.

    — Al parecer esa substancia no fue solo sangre, y mis sospechas fueron confirmadas. Ese era un veneno para pulverizar las entrañas cuando tocan una herida y…

    — ¿Estás diciendo que puede morir? — interrumpí hundiéndome en mi propio sufrir.

    — No, yo no lo he dicho de esa forma. Nadie puede morir mientras yo esté ahí— al pronunciar sus palabras me percaté de un tono de ego muy alto. Bufé para mis adentros.

    Ella caminó en línea recta hasta llegar con el adormilado. Se hincó y pegó su cuerpo al de Inuyasha, acercó su rostro a la herida de él, y lo más extraño fue que deslizara su áspera lengua en la herida. De inmediato dicha herida cerró de inmediato.

    — Despreocúpate, él estará bien, solo déjenlo descansar— admito que eso casi me saca de mis casillas, pero a la vez me tranquilizó abrumadoramente.

    — Admito que me sorprendiste demasiado con ese movimiento tan…— ella se levantó esbozando una sonrisa tan esplendorosa que me despertó una amplia paz. Siempre había creído que Emma era amargada e insensible, como decía Hitomi que era.

    — Buscaré a Hitomi, de un momento a otro desapareció sin previo aviso— dijo la chica de alas negras encaminándose a rodear el riachuelo.

    — Es cierto ¿A dónde se habrá metido Hitomi? — pregunté mirando a Shippou. Él respondió encogiéndose de hombros.

    — Ella tiene características muy propias de Inuyasha, tales como: su mal carácter, tiene la costumbre de irse sin avisar, es muy colérica y te sigue mucho al igual que ese tonto de Inuyasha. Es muy extraño ¿verdad? — cruzó los brazos mientras cerraba sus pequeños ojos de Kitsune.

    — Ahora que lo veo, tienes mucha razón, no lo había tomado de esa manera —razoné un poco para luego jugar con la mirada.

    — ¿Verdad que tengo razón? — sonrió el pequeño Shippou al notar que le estaba dando la razón…

    … aunque no paraba de hablar con el pequeño, presentí algo inusual. Entonces mis ojos miraron de soslayo una pequeña luz, presentí que era una de las almas de Kikyo. Me levanté y fui a investigar.

    — ¡Kagome, ¿A dónde vas?!— gritó el pequeño Kitsune reaccionando a mis rápidos movimientos.

    — ¡Lo siento Shippou, luego regreso! — Grité sin perder el paso. — ¡cuida de Inuyasha!

    — ¡KAGOMEEE! —lo alenté perdiéndome entre el follaje.

    Ya más adentro. La neblina disminuía considerablemente, y una luz imperceptible acamaba que la siguiera. Caminaba siguiendo ese diminuto sendero rocoso doblando las ramas que me impedían el paso. La luz cambiaba de tamaño a mi paso, se hacía más grande, más y MÁS amplia hasta llegar al punto de segarme brutalmente.

    — A-yu-den-me— aclamó una voz débil y algo varonil. Entrecortada e irritada la voz emergía de la misma dirección a la que me dirigía y aun era segada por aquella extraña luz. — No qui-ero mo-rir a-quí. —

    Mi cuerpo se estremeció al escuchar esa voz tan apagada pero aun latente. Comencé a ir más de prisa, corrí, más y MÁS rápido hasta llegar al final de ese estrepitoso bosque, ya afuera la luz se estabilizó considerablemente. Y aun escuchaba los gimoteos.

    Esbocé un ligero sentimiento de miedo y desespero al presenciar lo que mis ojos veían…

    Era un joven quien estaba atado de manos y piernas en un árbol, estaba rodeado por cuervos del infierno y dos de ellos devoraban su corneas como si fueran manzanas maduras. Levanté la vista y había muchas aves de paraíso haciendo círculos en el cielo.

    — ¡ALEJENSE DE ÉL!— corrí haciendo movimientos con las manos para ahuyentarlos — ¡DEJENLO EN PAZ!— continué golpeándolos como pudiese. Estos solo se apartaron mirándome con discordia — ¡JAAAAAAAAAH! — grité mientras tomaba un tronco y golpeaba al cuervo más grande que no se apartó con mi primera advertencia.

    — Gra- ci- ass— musitó el chico aun atado en el árbol.

    — No hables— ordené— estás muy mal —hablé mientras lo desataba con la mayor rapidez que mis manos me permitieron.

    Este chico tenía una faz muy decaída. Su cuerpo estaba manchas de sangre producidas por unas heridas muy profundas. Sus ojos sangraban, ya no tenía orneas, los cuervos se los habían como si fuesen simples fruto maduros, los parpados habían sobrevivido al ataque. Ya que lo pude desatar, procedí a guiarlo a un lugar seguro

    Fue difícil pensar en un lugar seguro mientras estás rodeada por un montón de aves carroñeras, pero mientras me mantenía mostrándome fuerte y sí seguía proliferando temor sus ataques cesaron momentáneamente. Corrimos para alejarnos del alcance de esas aves. Llegamos al centro del bosque. Él se dejó caer en mis brazos, supuse que estaba muy cansado y débil para soportarlo.

    — ¿Puedes continuar? — pregunté con ingenuidad.

    — ¿Porqué? — musitó con debilidad.

    — ¿EH? — vociferé confundida.

    — ¿Porqué no huyes tú sola? Ya no falta mucho para que muera desangrado. Sería inútil tu apoyo. Mejor déjame aquí, sigue con tú camino, pequeña. — de recostó en el suelo. Preferí recostarlo sobre mis rodillas y limpiarle la sangre con mi pañuelo rojo.

    — No digas eso, tú sobrevivirás, vendrás conmigo te guste o no. Primero pides ayuda y después no la aceptas. ¿Acaso te avergüenzas de que la que te haya salvado fuera una mujer? — mi entrecejo se frunció un poco y mis cachetes se inflaron levemente.

    — No, nada de eso, solo me siento como una carga para ti. Heh, solo quiero una cosa antes de morir, jovencita, ¿Puedes decirme tú nombre?

    — Mi nombre es Kagome ¿Cuál es el tuyo? — proseguí limpiándole los ojos.

    — Soy Nogera— habló con frialdad, pareciera que se avergonzado de su propio nombre. Luego su nombre revoloteó como un enjambre de abejas en mi cabeza.

    — Así que te llamas Nogera. Por curiosidad ¿conoces a Hitomi? — Esperé su respuesta, pero esta no llego así que insistí de nuevo — no te apenes si no la conoces yo…

    — Si la conozco, es el cadáver viviente de mi dulce hermana Nitsuyo—

    — ¿Te gustaría volver a escuchar su voz? — pregunté tomando en cuenta de que se había quedado ciego y no podía preguntarle si la quería ‘ver’

    — Claro que me gustaría, es decir, la quiero escuchar de nuevo y volver a regañarla como antes— suspiró al compás del viento susurrando sus débiles palabras.

    — Entonces ven conmigo, ella está con nosotros, podrás decirle lo que todo este tiempo as callado — lo alenté

    — Claro. Muchas gracias— intentó ponerse de pie. Y luego até mi pañuelo rojo en sus ojos para sellar el sangrado. Sus heridas dejaron de atormentarlo asi que seguimos nuestro camino.

    Después de haber encontrado a Nogera, regresamos juntos al riachuelo en donde se encontraba Shippou cuidando de Inuyasha, que aun seguía inconsciente. De inmediato lo presenté diciendo que era el hermano menor de Hitomi. Shippou lo recibió con gusto. Ahí le coloqué vendajes y medicamentos para controlar sus heridas, las cuales parecían reaccionar favorablemente. Nogera nos contó un poco de cómo había sobrevivido con Oroshi y su hija Yikara, él comentaba que tenía una muy rara forma de ser Oroshi ya que se iba todas las noches, y al siguiente día teníamos que cambiar nuestra localización ya que lo culpaban de matar personas o destruir poblados.

    —Kagome. —

    — Dime Shippou, ¿Qué sucede? —

    — Percibo un olor a sangre— habló con seriedad mientras se dirigía al riachuelo

    — ¿Será esa sangre que apareció hace rato? —

    — ¡KAGOME! — gritó horrorizado aclamando mi presencia.

    — ¿Qué sucede?— corrí hacia él espantada por su reacción.

    — ¡ESTE OLOR A SANGRE ES DE SANGO Y MIROKU! —

    CONTINUARÁ……………..

    Bueno, gracias a mi nueva lectora por su tiempo tomado para leer. Arigato.

    Este cap. No estuvo tan GORE ¿o SÍ?

    Bueno, den sus opiniones digan “está mal el gore” “Está bien, sigue” “Hace falta más desmembramientos” “Me gustaba más antes con las melosidades” o algo así. Ya saben, se aceptan críticas, comentarios favorables o viceversa, chismes o especulaciones.

    ***SAYONARA***
     

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