Long-fic de Inuyasha - Un Amor Del Destino

Holaaaa ufff ya que al fin logre escapar de la turba enfurecida por el cap anterior vengo a dejarles el siguiente arigato por todos sus posts y me gusta disfruten.

Capítulo 52 Cómplices Del Destino

Tal como Rin y la joven de ojos chocolate pensaron que pasaría cuando vieron nuevamente a Inuyasha y a Sesshomaru, aquellas dolorosas y profundas heridas que creyeron que habían cicatrizado volvieron a abrirse, pero también… Aquel dulce e inocente amor que había nacido en sus corazones cuando tenían solamente 16 años, había vuelto a resurgir pero esta vez de manera más intensa y apasionada. Al parecer con el paso de los años su amor por los ojidorados había madurado como las flores del árbol sagrado en primavera había empezado como una pequeña semilla; pero al pasar los años; se había transformado en una hermosa flor cuyos pétalos jamás se marchitarían en sus corazones.

Como habían residido en la carrera de medicina solo que en diferentes áreas, decidieron ver si les daban las plazas disponibles en el hospital, “Colmillo De Acero” Rin quería la plaza de enfermera, y Aome la de pediatra, deseaban estar lo más lejos posible de Inuyasha y de Sesshomaru, pensaron que estando en el hospital no los verían tanto.

-Hola chicos, las chicas no tardan pasen.- dijo Sukiomi mientras abría la puerta.

-Gracias.-respondieron al unisonó.

Mientras esperaban a que las muchachas de mirada tierna, bajaran tomaron asiento en la sala. No había duda alguna de que ambos chicos eran atractivos y sumamente educados, conversaron amenamente con Sukiomi a pesar de que era la primera vez que la veían.

Después de unos diez minutos más finalmente ambas jóvenes bajaron a la sala. La joven de ojos chocolate había decorado sus delicados labios con labial rosa resaltándolos. Vestía una blusa sencilla de mangas tres cuartos color lila que resaltaba sus pechos bien formados, una falda azul marino con corte lineal que le llegaba un poco mas arriba de la rodilla, unos tacones beige y su cabello negro se encontraba perfectamente alisado cayendo con elegancia tras sus hombros.

Por su parte la pequeña Rin había maquillado su inocente rostro con pintura para labios con brillo rojizo. Lucía una blusa tipo straple color naranja la cual se le pegaba mucho al abdomen alzando su busto pero sin llegar a lucir descarado, una falda de seda blanca corte recto que destacaba la delgada cintura llegándole hasta la rodilla, unas zapatillas bajas negras y el cabello de color ébano estaba peinado de la misma forma que el de Aome a excepción de un ligero flequillo que cubría su frente.

Ambas chicas saludaron a sus novios con una sonrisa seguida de un leve beso en la mejilla, después tomaron sus bolsos los cuales reposaban sobre una silla del comedor.

-Adiós mamá.-se despidió Aome.

-Deséanos suerte, tía.-pidió Rin

-Si cuídense mucho, suerte.-les deseo Sukiomi desde la puerta.

-Gracias.-dijeron al unisonó.

Mientras caminaban ambas jóvenes no podían dejar de pensar en lo ocurrido el día anterior, al haberse reencontrado con aquellos muchachos de ojos dorados que les habían cautivado el corazón años atrás, la incomodidad de aquel recuerdo las tenia decaídas eso les impedía demostrarles afecto a sus novios.

-No estés nerviosa gatita, se que te darán la plaza de Pediatra.-comento Houyo mientras tomaba su mano.

-Gracias por tus deseos, Houyo.-respondió Aome regalándole una sonrisa.

-Ya verás que obtendrás la plaza, de enfermera pichoncita.-menciono Kohaku abrazándola de la cintura.

-Eso es lo que deseo, Kohaku.- dijo Rin suspirando.

-Así será.-dijeron ambos al unisonó.

Al entrar al gran edificio ambas jóvenes no pudieron evitar sentir nervios, aun así trataron de mantener la calma y caminaron hasta la recepción, donde estaba una chica de tez morena clara, cabello rojizo y ojos azules.

-Disculpe…- dijo Aome algo nerviosa.

-¿Si dígame señorita?-le pregunto amablemente la recepcionista.

-Venimos a solicitar las plazas, de pediatra y enfermera.-respondió Rin.

-¿Traen sus títulos y papeles correspondientes?-les pregunto la recepcionista nuevamente.

-Si.-respondieron ambas entregándole sus documentos y títulos.

-Todo está en orden, ahora solo deben llenar cada una su solicitud correspondiente.-indico la recepcionista entregándoles una solicitud a cada una.

Un poco después…

-Aquí, las tiene.-dijo Rin entregándole su solicitud junto con la de Aome.

-Bien yo les avisare, si alguna fue seleccionada.-explico la recepcionista.

-Gracias.-dijeron ambas.

Después de eso estuvieron el resto de la tarde con Houyo y Kohaku, estaban muy nerviosas de verdad querían las plazas, el hospital “Colmillo De Acero” Era uno de los más prestigiosos de Tokio, pero también no podían hacerse muchas ilusiones, ya que Rin y la joven de ojos chocolate eran solo practicantes, y seguramente les darían las plazas a alguien con más experiencia, que ellas.

Durante el camino de regreso ninguna menciono una palabra, al respecto. En ese momento Houyo deposito un suave beso en los labios de la hermosa joven, al cual esta correspondió un poco, pero sin hacer nada para alargarlo o intensificarlo como solía hacerlo con los besos de Inuyasha. De pronto Kohaku le dio una flor, era una azucena muy bella la había tomado de uno de los jardines para Rin ya que la había visto algo decaída.

-Gracias, por acompañarme Houyo.-agradeció Aome sonriendo.

-No fue nada, gatita.-respondió Houyo devolviéndole la sonrisa al separarse de sus labios.

-Siento si te aburriste un poco, Kohaku.-mustio Rin mirándolo.

-Descuida pichoncita, lo que me importa es que estuve contigo.-menciono Kohaku mientras le daba la flor sonriendo dulcemente y agrego.-Es para ti.

-Buenas noches, Houyo.- dijo Aome.

-Es muy bonita gracias, Kohaku.-se despidió Rin con la flor en sus manos.

Mientras ambas jóvenes cenaban amenamente con su familia en el hospital, los jefes de las áreas de Pediatría y Enfermería se encontraban arreglando sus últimos pendientes.

-Disculpe doctor Taishio aquí están todas las solicitudes, para la plaza de pediatra.-comento una joven de largo cabello castaño claro y ojos negros, entrando a su oficina con un montón de currículos.

-Gracias Nayumi, ahora las veré.-respondió Inutashio.

-Disculpe señora Taishio aquí están todas las solicitudes, para la plaza de enfermera.-dijo una joven de largo cabello negro y ojos azules, entrando a la oficina principal con un montón de carpetas.

-Gracias Natsumy, ahora las veo.-respondió Izayoi.

Inutashio e Izayoi revisaron una a una las solicitudes para las plazas de pediatra y enfermera, hasta que llegaron a sus manos la solicitud de Rin, y la de la joven de ojos chocolate.

-Creo que deberíamos…-mustio Inutashio sin terminar de hablar.

-Darle una ayudadita, al destino… ¿No es así?-respondió Izayoi completando lo que quiso decir Inutashio.

-Exacto, mi querida Izayoi.-coincidió Inutashio sonriendo.

Al haber visto sufrir a sus hijos mayores, tantos años por la ausencia de Rin y la de la joven de ojos chocolate, sin pensarlo dos veces Inutashio e Izayoi decidieron convertirse en sus cupidos, para reavivar la llama de su amor en sus lastimados corazones, es decir se convirtieron en cómplices del destino…

Continuara--------------------------------------------------------------------------------

Espero les haya gustado la proxima conti la traigo el martes o miercoles no me maten cuidense mucho sayo...

 

Holaaaaa aquì vengo de nuevo a dejar conti antes de lo dicho es que me di una escapadita de la tarea XD gracias por todos sus posts y me gusta sin màs disfruten.

Capítulo 53 Un Sueño Realizado

Paso una semana sin que Rin o la joven de ojos chocolate recibieran la llamada tan esperada por las dos, diciendo que habían obtenido alguna de las plazas del hospital “Colmillo De Acero”, Sus ilusiones se estaban terminando ya que sabían que al ser un hospital tan prestigioso. Era casi imposible que les dieran plazas, a unas simples practicantes.

Ambas se encontraban comiendo amenamente en compañía de su familia, como solían hacerlo cada tarde desde su esperado regreso, de pronto sonó el teléfono.

-Bueno.- dijo Aome contestando.

-Señorita Higurashi, hablo del hospital “Colmillo De Acero”-explico la recepcionista del otro lado de la línea.

-¿Si dígame…?-le preguntó Aome algo nerviosa, mientras miraba a Rin quien aun permanecía en su sitio del comedor observándola atentamente.

-Tengo el gusto de informarle que fue seleccionada, para ocupar la plaza de pediatra.-respondió la recepcionista.

-¡Muchas gracias!-mustio Aome muy feliz hizo una pausa, y después pregunto por la solicitud de Rin.- ¿Disculpe quien de las aspirantes a la plaza de enfermera fue seleccionada?

-La señorita Hanabusa será quien, la ocupara.-respondió la recepcionista.

-¡Gracias!- dijo Aome emocionada mientras miraba a Rin.

-Pueden empezar, a partir de la próxima semana.-informó la recepcionista.

-Si, ahí estaremos.-respondió Aome y después termino la llamada.

-Estoy tan feliz, hermanita.-mencionó Rin sonriendo ampliamente.

-Felicidades, chicas.- dijo Sukiomi.

-Gracias.-respondieron unísonas.

Después de recibir la gran noticia de que habían obtenido las plazas, la chica de ojos chocolate y Rin fueron de inmediato a comprar sus uniformes. La vestimenta de doctora lucia linda consistía en la blusa era blanca con botones transparentes, y en el cuello tenia bordado un listón de seda rosa pálido, la bata era casi toda blanca a excepción de las mangas, ya que también tenían bordado al final el mismo listón que el cuello de la blusa pero hacia dentro. El uniforme de enfermera tenia los mismos acabados, pero en color lila pálido.

-Se verán muy lindas, con sus uniformes.-comentó Sukiomi.

-Si.-respondió Rin.

-Muero por vérmelo puesto.-mencionó Aome con gran alegría.

El fin de semana fue muy largo para las chicas, estaban ansiosas por que llegara el lunes, para empezar a trabajar en el hospital “Colmillo De Acero”. Para así ya no ver ni pensar tanto en Inuyasha y en Sesshomaru, aunque trataban de disimular que no les afecto volverlos a ver después de tantos años, sus miradas las delataban. Al llegar a casa cada una dejo sus uniformes en su cuarto, y después llamaron a sus viejas amigas de la preparatoria, para verse en un parque que se encontraba a unas cuantas cuadras, y platicar con ellas tranquilamente.

-Felicidades Aome, sabía que te darían la plaza.-la felicito Sango.

-Me alegro mucho, por ti Rin.-comentó Áyame.

-Lo harán, muy bien.-mencionó Akari animándolas.

-Gracias.-respondieron al unisonó.

Junto con sus amigas habían ido también los novios de estas, todas las parejas continuaban igual que años atrás.

-Han cambiado, mucho.-señaló Koga.

-Es cierto.-coincidió Miroku.

-Además, su sueño se cumplió.- dijo Karin.

Las jóvenes de tierna mirada estaban tan entretenidas platicando con sus viejos amigos, que no se percataron que junto con estos habían ido también aquellos atractivos chicos de ojos dorados.

-Tu mirada sigue siendo realmente hermosa…-musitó Inuyasha.

-Tu belleza es realmente perfecta…-admitió Sesshomaru mirándola fijamente.

En ese momento ambas chicas se quedaron perplejas no sabían que contestarles fue entonces que la suspicaz Akari intervino.

-Sera mejor, dejarlos solos.-susurró Akari en voz baja.

-Si.-respondió Karin tomando su mano.

Mientras que Sango y Áyame captaron cual era la intención de Akari.

-Vamos, Miroku.- dijo Sango tomándolo del brazo.

- Ven conmigo, Koga.-pidió Áyame jalándolo levente.

-Pero…- dijo Miroku sorprendido.

-¿Qué ocurre?-preguntó Koga extrañado.

-No pregunten, y vengan.-dijeron al unisonó.

Ambas jóvenes reaccionaron al fin pero solo para darse cuenta de que sus amigos ya no estaban en ese lugar. Solo estaban ellas y los muchachos de cabellos plateados que tanto amaban, aunque trataban de aparentar calma ante ellos la verdad era que su solo presencia les provocaba nervios, y hacia latir sus corazones fuertemente.

-Inuyasha…-nombró Aome sonrojada.

-Deseaba tanto tenerte cerca princesa…-susurró Inuyasha al oído acercándose a ella, mientras la abrazaba de la cintura.

-Sesshomaru…- dijo Rin algo nerviosa.

-Mi niña…- llamó Sesshomaru mirándola fijamente mientras tomaba una de sus pequeñas manos entrelazando sus dedos atrayéndola hacia él.

-¿Por qué me haces esto…?-preguntó Aome con la voz entre cortada por su cercanía.

-Te extrañe tanto…-respondió Inuyasha mientras recorría con sus dedos el delicado rostro de la bella joven sintiendo su tersa piel blanca, al mismo tiempo que posaba sus ojos dorados en esos labios tan dulces.-Estas temblando…-continuo diciendo mientras iba acortando la distancia que quedaba entre ambos.

-¿Qué pretendes…?-preguntó Rin inquieta tratando de alejar su rostro del suyo.

-Me hiciste tanta falta…-respondió Sesshomaru mientras se acercaba poco a poco a esos labios tan delicados y deseables.

Por un instante las muchachas, se olvidaron de Houyo y Kohaku la razón les gritaba que no debían faltarles, pero el deseo que les pedía el corazón por volver a sentir los labios que tanto amaban, estaba venciendo a la razón, su respiración estaba agitada podían escuchar sus latidos, sus labios estaban temblando…

-Inu…-llamó Aome sonrojada cerrando sus ojos.

- Sesshy… yo…-tartamudeo Rin mientras colocaba inconscientemente su otra mano libre en el cuello del ojidorado acercándose así más a él.

Pero en ese momento cuando estaban apunto de volver a sentir esos labios que las enloquecían sonaron sus celulares, y reaccionaron.

-Inuyasha… No debo.-recordó Aome apartándose escuchando los latidos de su corazón.

-No quiero… -mintió Rin abriendo los ojos y soltándose de su agarre sintiendo su respiración muy alterada.

Continuarà----------------------------------------------------------------------------------------

No me maten en serio yo no querìa dejarlo ahì el siguiente capìtulo se los traigo el viernes cuidense mucho sayo...