Historia corta Tras Opalina.

Tema en 'Historias Abandonadas Originales' iniciado por Brunchi, 8 Enero 2018.

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    Brunchi

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    Tras Opalina.
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    Género:
    Amistad
    Total de capítulos:
    5
     
    Palabras:
    107

    Image-20171223_123455.jpg

    Previa de la trama.

    <Él> Encontrará un diario encantado del cual sin poder evitarlo deseará conocer a la persona mas allá de aquellas palabras.

    <Ella> Prometió esperar a la persona indicada para ser ella misma con sus defectos, e sinceridad y amor único.



    Aquel diario será la unión de ambos, el pasado tendrá conexión con el presente, los sentimientos puros y sinceros se conocerán hasta llegar a saber todo lo que está "Tras Opalina".
     
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    Brunchi

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    1773
    Capítulo 1: Diario Encantado

    Aquel 24 de marzo de 2014 con las aburridas mañanas en España, Madrid, dónde día tras día todos querían que terminara ya el año sin nisiquiera haberlo comenzado. Ese día se observaba tranquilo, la belleza del sol iluminando las calles, dando un nuevo amanecer.

    En una parte de ella, aun un joven de cabellos azabache y tez blanca se encontraba durmiendo cómodamente en su cama.

    —¡Alejandro~ mamá dice que ya te levantes!

    Aquella voz femenina, de unos 9 años, empezó a retumbar en los tímpanos de aquel chico, ocasionando que gruña.

    —Ya... Zoe... Voy...

    Totalmente dormido Alejandro se frota los ojos ante la luz del sol que empieza a iluminarlo.

    —No te vuelvas a dormir hermano, o ya vendrá mamá —advierte Zoe.

    Alejandro bosteza y se despereza, mas luego se levanta de la cama directo al baño


    //////////////////​

    Llegando al comedor Alejandro se encuentra con su madre, quien sonriente deja su desayuno en la mesa.

    La madre de cabello negro, aparentaba de unos 39 años, tez blanca, de ojos color ámbar.



    —Buenos días cariño, ¿Qué tal amaneciste? –lo besa en la mejilla dejando su desayuno en la mesa–

    —Buenos días, bien madre gracias, ¿y tu? –sonríe un poco ante el gesto dulce–

    —Muy bien, cariño.–sonríe mientras deja otro plato para Zoe.

    Una niña de unos 10 años, tez blanca, ojos color ámbar, cabello color café y enrulado, parecidos al de su difunto padre.

    Al sentarse como todos los días, una vida tranquila y aburrida, es la que llevaba este joven de ojos color ámbar.

    —Hermano, ¿irás a las audiciones de baile rap este año? —pregunta Zoe, mientras comía unos hockcates.

    —No lo sé, aun no estoy seguro si se harán. –contesta comiendo un pedazo de Hockcates.

    —Deberías descansar un tiempo de esos concursos, y esforzarte más en ganar una beca para la universidad, Alejandro —comenta Silvia, la madre.

    Alejandro la observa y asiente.

    —Lo sé madre, por eso, estoy pensando en unirme en algún taller creativo o tener alguna pasantía en el local de la Señora Melissa¹.

    Alejandro al tener unos 17 años ha estado levemente preocupado en ganar dinero para ayudar a su madre con la crianza de Zoe, ya que su padre había muerto en un pleno asalto hace 4 años atrás.

    —Y Ale, no te preocupes tanto por nosotros éste año, enfócate en vivir la tuya, como alzar tus notas ¿si?

    Su madre le sonríe, y asiente, terminando de comer.
    Agarra su skate, su mochila.

    —Adiós, nos vemos Después —se despide Alejandro.

    (1) La señora Melissa tiene un comercio que vende pasteles, y dulces, que es prácticamente la cafetería y pastelería de toda la manzana de la vecindad. Es dulce y tierna, ya previamente le ha ofrecido trabajo a Ale.


    ((ଘ( ˊᵕˋ )ଓ))

    45 minutos después.

    Alejandro ya iba ingresando en la escuela Monte BellaSalve, un instituto público con una buena enseñanza y maestros. Una gran estructura, con delicada pintura en tonos celeste y amarillo pastel.

    A lo lejos un cierto grupo de chicos, alrededor de 17 años, recostados en los casilleros saludan a Ale, otorgando que el se acercara.

    —Hola Peño —saluda Ale a un chico de apariencia vaga y con rulos castaños.

    —Amigo, ¿cómo estás?–responde Felipe, el "Peño", se lo dice así por su cierto parentesco con una piña.

    — Maikol, Cristofer —saluda Ale, con un leve saludo de puños.

    Maikol, era el famoso chico lindo de ojos verdes y cabello rubio, el Popular. Y Cristofer era el musculito del grupo, quien tenía sus brazos bien formados, pelirrojo, con ojos azules. Conocido como el Problemático.

    Ellos le dan un abrazo de oso.

    —Hola amigo, pensábamos que no venias —dice Maikol.

    Ese grupo de amigos se van acercando a las clases, mientras van a hablando.

    —¿Por qué o qué? —pregunta divertido.

    —Porque se rumorea que has tenido en la cama a Catalina —le guiña burlón Cristofer.

    Catalina era una chica hermosa, la popular y líder de animadoras de la institución, rubia, coqueta, cofcofmanipuladoracofcof, pero con una enorme y blanca dentadura.

    Alejandro hace mueca de asco.

    —Pues recibieron mal el chisme, ¿quién en su sano juicio iría a parar entre sus piernas?—comenta Ale.

    Ocasionando que todos rían, pero al ingresar a la sala, y justo tras suyo, el profesor de castellano, también.

    —Va, va, muévanse alumnos que la clase ya va a comenzar —dice Roberto Guilardini, el profesor de Castellano.

    Todos se van sentando en sus correspondientes asientos, llevando a dar comienzo las clases.

    ((ଘ( ˊᵕˋ )ଓ))
    Dos horas después.

    Se escucha el timbre del término de clase.

    —Para la clase de mañana, deberéis traer un libro de Shakespeare o una obra de la biblioteca para hacer un análisis literario del mismo, no os olvidéis, vale 10 puntos —dice Roberto, el profesor.

    Todos asienten, Alejandro y su grupo se separan.

    Alejandro se dirige a la biblioteca para terminar por todas el cometido de ese profesor.

    —Buenos días, ¿qué se le ofrece? —pregunta la señora encargada de la biblioteca.

    —Me podría dirigir a la sección de Literatura Castellana por favor —pide Alejandro.

    La señora le sonríe y lo guía.

    —Es aquí, si desea algunas obras de teatro están en aquel estante —comenta la señora.

    —Muchas gracias por su ayuda —agradece.

    —Para eso estoy joven, si deseas más ayuda, no dudes en consultármelo —comenta retirándose.

    —Claro, gracias.

    Alejandro se acerca al gran y alto estante de libros, pero justo cuando va a elegir un libro, algo empieza a brillar en un esquina oscura del estante, por lo que Alejandro es movido por la curiosidad.

    Se acerca y justo cuando esta por tocarlo, este objeto brillante, cae a sus pies. Alejandro se sorprende y al alzarlo una corriente eléctrica lo recorre por completo.

    —El Diario de Opalina —lee el título del libro.

    Y por alguna razón ese nombre lo intriga. Escucha pasos en la lejanía por lo que lo agarra y esconde en su campera, y agarra rápido un libro de Shakespeare.

    Sin más sale de la biblioteca con el corazón acelerado, no sabia lo que estaba haciendo era un impulso que su cuerpo lo había obligado a hacer.

    Se escucha otro pitido de campanada, dando por terminado el receso. Y el en camino a otra materia.

    ((ଘ( ˊᵕˋ )ଓ))

    Horas después.

    Al llegar a casa muy cansado, y saludar a su madre y hermana se dirige a su cuarto deja lejos de él su mochila, recostándose en su cama.

    >¿Qué he hecho?

    Cierra los ojos, y se queda dormido.





    Parte 2: Palabras Sinceras




    Después de haber sido descubierto rondando por la biblioteca, buscando a la dueña del diario, por si las dudas se la encontraba, pero ya habían pasado casi un mes desde que se lo había encontrado, y aun Alejandro se encontraba entre decidiendo si atreverse a romper la privacidad del diario encontrado o no.

    Alejandro se encontraba en su habitación, sentado en posición indio con el diario color morado y dorado ante él.

    Con aquellas finas y hermosa letra en el lomo del mismo.

    Image-20180121_114640.jpg

    Alejandro respira hondo, llavea la puerta de la habitación para que nadie lo interrumpa, suplicaba porque no se enojara con él, la propietaria del libro, pero la curiosidad lo removía sin cesar.

    Por lo que al tocar con sus manos el lomo, sintió un extraño estremecer por todo él lo cual decide ignorarlo, y al abrir el diario, empieza a observar una delicada escritura, limpia, ordenada junto con el empezar a leer:


    Cuando era pequeña recuerdo que mis compañeros de clases se burlaban de mi por ser escuálida, pero cuán mas el tiempo pasase mi salud no ayudaba que esas burlas parasen. Al parecer tener asma los hacía más ingratos conmigo. Alegaban que cada día engordaba y un día explotaría por tanto helio que consumía, creo que se referían al hecho de usar el inhalador para las crisis de asma, aunque aveces me dolían sus burlas hasta el punto de no querer ni siquiera utilizar aquel > que me hacía vivir estable sin estar con aquel molesto pitido que emitían mis pulmones.

    Quizás la envidia los corrompía sus cerebros, no entendía que caso tendría el tenerme envidia a mi, una niña que deseaba con todas sus fuerzas ser normal, sana y fuerte, aunque podría ser el hecho de no conseguir hacer esfuerzos físicos y siendo que los profesores de educación física me daban la opción de no esforzarme o hacer muchos trotes traía a consecuencia que ellos me mirasen mal.

    Trayendo a mis oídos palabras como «débil» «mimada asquerosa» «enferma, inútil» palabras que a mis 10 años dolían.

    En cambio de hacerles frente, sólo me quedaba en silencio, envidiando su sana vida, ellos pudiendo correr como niños normales y yo... Tener que pasar cada vez que mis pulmones empezaban a fallar, doler y emitir aquellos pitidos, depender de un inhalador para vivir, para seguir corriendo. Niños que corrían, tenían una sana alimentación y sus cuerpos eran perfectos, no como los míos, cada día que se me aplicaba los corticoides para tratar el asma, estos empezaban a influir en mi peso, unos meses estaba en el peso ejemplar, y otros meses estaba con sobrepeso. Ocasionando que mi cuello pareciera cuello de sapo.

    Pero aunque mi salud halla sido una de mis desventajas para vivir en este mundo, nunca la dejé apaciguar mi vida, me ponía las pilas para sobrellevarlo, hacia ejercicio aunque los profesores luego me regañaran, limpiaba la clase a pesar que el polvo luego me volviese roja, al ser alérgica a los ácaros. Me esforzaba por tener altas calificación en Educación física, para demostrar que tener cierta discapacidad o deformación de pulmones no equivalía a ser menos útil en el mundo. Podía dar mucho más de mí, y demostrar a mis padres que yo era y soy una luchadora mas en el mundo.

    Ninguna enfermedad me detendría para ser alguien mas en esta vida, a pesar de mantenerme en perfil bajo, y traer burlas a mi persona continuamente, seguiría luchando en silencio. No hacían falta palabras, los hechos para mi eran mejores.

    23/ 03/06
    Opalina


    Narra Alejandro.

    Aquellas palabras eran realmente tristes, como también alentadoras, sea quien fuese esa niña Opalina era una luchadora.

    —¡Ale! ¡La cena está lista!

    Suspiro, y me desordeno el cabello.

    —¿Por qué quiero saber de ti Opalina?

    Dejo el diario bajo mi colchón bien oculto, yendo a cenar.
     
    Última edición: 21 Enero 2018
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    Brunchi

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    Capítulo 2:Corazón Sincero


    23/04/ 2007 Esta mañana fui a ver a mis abuelos paternos, los fui a dar abrazos; la abuela Eva me había dicho que crecía muy rápido y me hacía muy linda, era muy simpático ver como tanto ella como mi abuelo Simeón se peleaban por darme cariño aun estando en aquellas camas de las cuales sin ayuda de mi madre no podían moverse. Sé que mis abuelos están ya viejos y que verlos en cama no es buena señal, pero puede ser que sus cuerpos necesiten descansar. Pero por alguna razón eso me pone triste, pensar que quizás ya no estén una vez que despierte.

    Sin poder evitarlo les dije con todo mi corazón y valentía que aunque los dejase de ver siempre los iba a querer, y que nunca se olvidaran de mi, que yo nunca lo haría. Luego de aquellas palabras ellos me prometieron que siempre estarían para mi en mi corazón, sonreí mucho y me había emocionado mucho al escuchar sus palabras tan sinceras. Mis ojos no dejaban de largar agua, pero mi abuela dijo que estaba bien llorar de vez en cuando.
    Aquel día tan emotivo, a la tarde mis padres me habían mandado a comprar helado y en el camino me encontré moneditas, ocasionando que me alegrase. Con ellas compré una cajita de chocolates, junto con el helado volvía a casa pero en el camino escuché que alguien lloraba y me extrañé, ya que no todos los días alguien lloraba. O bueno mi sobrina de 6 años si lo hacía pero ella era muy bebita se le justifica por la edad. Me acerqué al lugar con curiosidad y con cuidado observando a un niño castaño llorando, y mi corazón se había estrujado al verlo así, por lo que bajé al suelo mis cosas y sin dudar fui a darle un abrazo, este niño al sentirme se puso tenso pero luego me abrazó como si fuera que lo necesitase y yo por alguna razón también quería llorar, me dolía sentirlo así. Quizás era esto lo que sería ser empática con las demás personas.
    Luego de un rato cesó de llorar, y se fue alejando de mi, me agradeció y luego se fue, no entendí mucho aquello, pero bueno, ¿quien entiende a los niños? Porque yo no los entiendo, pero al menos pude ayudarlo un poco. Sin más aquella tarde volví a casa con la consciencia hecho en bien y con el helado para mis abuelos.


    24/05 Hoy mis padres junto con mis hermanos fuimos de visita a la casa de mis abuelos maternos, tanto mi hermana, yo y mi sobrina nos quedamos con ellos a dormir aquella noche ya que mis padres dijeron que iban de paseo con los abuelos. Todo iba bien aquella noche pero una llamada algo extraña había llegado a mi hermana mayor, y yo por cotilla fui a investigar del porque, al tener 11 años, ya era muy curiosa. Me acerqué hasta quedar en la puerta para escuchar de que iba la conversación, pero creo que me arrepiento de haber sido tan curiosa y no haber esperado a escucharlo por mi misma.

    Escuchar que por aquella llamada dijeran a mi hermana que mis abuelos habían ido, pensé que se fueron a su casa, pero al ver como se escuchaban sollozos y llantos tanto de mi madre, hermano y el comienzo de llanto de mi hermana, entendí su significado de esas palabras fue un golpe duro, yo... Había pensado que se mejorarían, que... Que estarían por mucho más a mi lado, pero no, diosito ya se los había llevado de mi. Sin poder evitarlo aquella noche lloré como nunca lo hice, sentía ese vacío en mi, ellos se habían ido, mi hermana aquella noche me había abrazado hasta dormir, se enojó un poco con mi ser cotilla, pero ambas no estábamos con humor para regaños. Mi sobrina al enterarse que se habían ido al cielo terminó en llanto por no haber podido despedirse. Y la entendía, yo tampoco había podido. Quizás si esa mañana hubiese dado muchos abrazos mas ahora no sentiría la falta de tener a mis abuelos conmigo.

    Pero se que ellos están en mi corazón, pero yo... Necesito abrazos físicos para sobrevivir a esta sociedad tan maligna.

    Olipana



    Alejandro al ir leyendo estas páginas iba pudiendo destacar la pureza y valentía que tenía Opalina, ella sin duda a pesar de los momentos tristes sacaba algo bueno para ella misma, para mantenerse en pie en este mundo en que viven. Su mente funcionaba de una manera muy especial, esa forma de rescatar momentos positivos ante la tristeza era única.

    Aunque en alguna parte a él, le había parecido extraño en la parte del chico castaño llorando, por alguna razón eso en él cobró vida, el había sentido ese abrazo. Pero, ¿como era posible? Quizás si le preguntaba a su madre sabría la razón.

    Al día siguiente Alejandro había tenido una larga conversación con su madre, quién por la curiosidad de su hijo le comentó algo de cuando él era pequeño, que una vez al descubrir que su padre había salido a beber en vez de acompañarlo a una audición, ambos habían peleado tanto que Alejandro había salido furioso y llorando de la casa quedando lejos. Y que ese mismo día el había comentado del abrazo de una desconocida que sin dudar le dio aquel mas sincero y puro afecto que tanto el necesitaba y que se había sentido muy especial, pero al recobrar la razón se había puesto nervioso, saliendo rápido de aquel lugar.

    Al menos cierta parte de aquel escrito tenía algo de real, Alejandro una vez conoció a Opalina pero no recordaba dónde podía encontrar la. El diario no lo decía, y tampoco sabía el apellido de la misma, y ante esto, el empezaba a sentirse unido, enlazado con ella, la buscaba, deseaba saber de ella, y ahora ya sabía un vago ¿por qué?, del que lo había ayudado.
     
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    Vaya, la premisa general es atrapante.
    Noto que de a poquito va mejorando tu redacción. Hay algún que otro detalle menor, pero no entorpecen demasiado la lectura.
    Sobre los personajes, tan solo Zoe me parece familiar, por razones que tú ya bien sabes.
    Me diste una idea, la estoy serializando ahora, jeje.
     
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    Brunchi

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    26/05/2008
    Cursando sexto grado descubrí que siendo niña no siempre te salen con la suya. Aquel día había peleado con una compañera, recuerdo que había sido por que no le quise hacer la tarea de matemáticas, de la cual yo no era ni buena ni mala, pero me negué, por lo que salí como un correcaminos, rápida, huyendo por temor a que me golpeara, a pesar de tener 12 años las demás personas que rodeaban eran muy machina, y brutas cuando me negaba ante algo.
    Aquel día luego de huir a primera hora de ella, algo cambió en mi. Luego de la hora del almuerzo en la escuela, me encontraba haciendo ejercicios de matemáticas con mi amiga Selene, aquella pálida chica, suave y de perfil bajo era mi mejor amiga.
    En ese rato recuerdo que un compañero llamado Walter se había tropezado con ella, pero al parecer el se enojó porque según él, ella lo había empujado, y bueno, una es que perdone a las personas a que me lastimen y otra cosa diferente es no hacer nada cuando vez que alguien a quien quieres esta en peligro. No medí las consecuencias y cuando vi que le iba a plantar una cachetada, lo agarre del cuello y lo estampe por la pizarra de pared. Walter estaba claro, sorprendido por el ataque, no era yo de atacar, por lo que yo misma me había sorprendido de la fuerza con que impedí el acto, pero la suerte en menos de un minuto se había volcado para mi, por lo que yo era que era estampada por la pizarra, aquel golpe fue doloroso, no pensé que fuera a doler tanto, pero si...Justo cuando iba a golpearme por hacerme creer que era una heroína capaz de todo, para mi suerte el profesor había llegado y bueno, yo justamente había agarrado el puño de Walter antes que llegara a mi rostro, demostrando así que ambos estábamos implicados.
    Es así como ese día estuve apunto de firmar el libro de disciplina por querer defender a mi mejor amiga del chico malo de la clase, y bueno, lo bueno fue que pude protegerla, sabía que me llevaría a una posible consecuencia, pero no contaba con dolor de por medio. Mi madre no lo llegó a saber, y dios quiera que no lo llegue a saber, sino que lío me armará si se llega a enterar que me peleé con Walter, el que era conocido por ser un chico problema, y que ciertamente siempre llevaba una navaja consigo. Quizás pudo haber sido un problema grave pero no pasó a mayores, pude sentirme héroe por minutos.


    27/08 Éste día no ha sido del todo bueno, pero he de decir que a buena hora la bravucona de la clase no se desquitó conmigo sino con el que si sé desquitó conmigo. Éste había comenzado bastante bien, iba charlando con todos mis amigos -la mayoría nenes- y bueno después de que un chico de otro grado me robara un beso en la mejilla, la cosa empezó a empeorar, ya que en ese tiempo tenía una especie de novio, si se puede decir eso, nunca nos besamos, mi madre siempre interrumpía en el momento justo. Pero bueno, este niño era muy celoso por mi, y jamás le gustó que tuviera amigos, estaba de mas decir que cuando se enojaba no era para nada lindo. Pero yo tampoco lo era, mi carácter siempre ha sido de la siguiente manera, si me atacas y realmente no me da miedo actuar, parece lo mas intimidante que puedas conocer, pero si me arrepiento de mis actos seré lo mas débil que se pueda ver. Ese día ese carácter se vino contra mí, Julio se había enojado por el beso que vio, y yo casualmente ese día no lo había visto hasta ese momento, por lo que llegó pidiendo explicaciones, preguntándome si: ¿Estaba enojada con él? ¿O a que le temía? Para esconderme de él, y bueno yo había dicho que sólo eran ideas erróneas, pero bueno, no me creyó, y digamos que la pared se me estaba empezando a parecer familiar, ya que otra vez se me estampaba por él, lo veía enojado y siempre me preguntaba que dónde estaba aquel dulce y lindo chico del que gustaba, pero al ver que cómo me lastimaba, ya ni sabía que pensar. Prontamente empecé a escuchar como me empezaba a decir: «eres una fulana» «perra» «me eres infiel» «p**».
    Digamos que soy una persona muy sensible, y ver que se me trate así duele, y algo en mí no pudo soportar más aquellas palabras que aquel niño me decía, por lo que me enojé, y le agarre de la mano con la intención de zafarme de su agarre, pero al parecer siempre me salen mal las cosas, no me salió bien, ya que aprovechó ese movimiento para tirarme por las sillas de las clases, y bueno, no quisiera decir que decir que tan mal me siento, pero a pesar que vaya escribiendo estas palabras, me duele aun al respirar. Luego de que aquel niño hubiera echo eso, iba a seguir continuando de no ser por mi compañera Elida que era la bravunoca que en ese momento al parecer se apiadó de mi, y al verme tirada, agarró a Julio de los hombros, y lo empezó a pegar a lo macho Men, y empezar a decir cosas de que era poca cosa, que ni si quiera se podía llamar hombre por lastimar a una mujer, y muchas cosas mas. Recuerdo que tampoco dije nada a mamá con respecto al golpe, yaque temía lo que mi madre pudiese hacerle a Julio, quizás soy ingenua, pero lo sigo queriendo. Es y siempre será mi primer amor. Desde ese entonces no hablo mas con él, por mi seguridad.
    Se despide Opalina
    .

    Alejandro se encontraba con las manos empuñadas por sentirse impotente ante aquellas palabras, de verdad aquel chico en su opinión era un poco hombre, en este momento sólo rabia recorría el cuerpo de Alejandro.

    El joven suspira, se levanta de golpe de la cama y golpea su armario.

    —¡¿Alejandro que fue ese golpe?! —pregunta la madre desde el piso de abajo.

    Alejandro cierra los ojos, y hace una mueca.

    —¡Nada mamá! —contesta.

    Respiraba irregular, y sólo al observar su puño rojo, no pudo evitar preguntarse.

    >¿Y ahora porque me molesta tanto lo que le pasó?Aquel día sin importar nada Alejandro había salido a la calle, necesitaba pensar, sacar las ganas de golpear a ese chico, y que mejor era que ir a una sana competencia de baile callejero.

    Sin más en una esquina de la calle, dobló e ingresó en un callejón perdiéndose de vista. Quizás, tan solo después podría seguir leyendo lo que restaban en las hojas de aquel diario.
     
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    ¡Hola, Mabruna! :3

    Estaba leyendo tu historia y la verdad me pareció una trama muy interesante la que estas narrando; ciertamente es algo común encontrar historias que giren en torno a un diario, pero no encontrarte con uno que narra una historia tan triste sobre una niña de 10 años.

    Desde el inicio, la trama llama la atención. El prólogo es corto y preciso, pero te deja con ganas de comenzar a leer; lo narraste de una forma muy atrayente para el lector. Aunque debes tener un poco más de cuidado con las palabras mal escritas o sueltas, ya que pueden entorpecer la lectura:
    El comienzo de la historia fue algo flojo (algo normal tomando en cuenta que sólo era el comienzo); pero creo que te hizo falta darle un poco más de vida al entorno de la historia y a los personajes. Las conversaciones de Alejandro con sus amigos y familia están muy bien logradas, ya que tienen ese toque 'casual' de la vida cotidiana; pero no has profundizado en las descripciones de sus amigos o su entorno estudiantil, hogareño, los lugares, etc...

    No digo que haga falta que escribas sobre la vida de cada uno, puedes mantenerlo sencillo como hasta ahora, pero darle un poco más de personalidad a los personajes (siempre están los extrovertidos, tímidos, vagos...); puedes sacar provecho de sus aptitudes para darle más fluidez a la lectura (;

    Con respecto a este párrafo, creo que deberías tener más cuidado al momento de describir al antagonista de una historia. Se puede hacer ver a un personaje como el "villano" (o un personaje poco apreciado) sin la necesidad de insultar de manera tan directa a tus personajes cuando estas narrando.

    Además, debes tener en cuenta el uso de las tildes o acentos en palabras como: aún, más, él, sí, sé, entre otras (cuando estas lo requieran).

    En varias ocasiones se te han ido algunos errores como estos que hacían perder la fluidez de la lectura, pero no es nada que no se pueda corregir releyendo el capítulo antes de publicarlo. Tu historia tiene mucho potencial, la trama es muy buena y tu narración también (aunque debes mejorar un poco el uso de los signos de puntuación); así que espero seguir leyéndote y ver como mejoras poco a poco :3

    La verdad me dio algo de tristeza el diario de Opalina, la infancia que le tocó fue muy triste pero es un personaje con una personalidad muy aguerrida y fuerte a pesar de todo. Usa a tu favor el misterio de su diario y todos esos sentimientos sad que provoca para profundizar la historia y atrapar al lector (justo como en el prólogo).

    Ya quiero ver cómo sigue la historia y cómo se desenvuelve el pasado de Opalina con el presente de Alejandro :3

    Saludos ❤

    PD: Trata de elegir un solo modo de separar tiempos o párrafos, así cada vez que tengas que hacerlo no tendrás que inventar uno nuevo xD
     
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    Vale ^^
    Gracias por las pequeñas correcciones, las tomaré en cuenta y las corregiré.
    A pesar que sea sad, las cosas podrían dar un cambio inesperado.
    Saludos y mucha locura! (era ésta la muletilla)
     
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    27/09/2009
    Este día esta de mas decir, que... Pudo haber salido mejor pero al final llegó a ser divertido. Como cualquier niño siempre me he de estar metiendo en problemas, uno mas que otros simpáticos, como arriesgados. Al estar en séptimo grado he de decir que la maestra a veces puede ser un dolor de grano en el trasero, pero las veces que se entretiene en la sala de profesores puede ocasionar momentos de locura. Con solo recordar me da risa, lío en que metí, sin querer, no fue a propósito pero la intención siempre me sale al revés.
    Hoy quise hablar con un compañero, pero para ello debía pasar entre los asientos, de los cuales mis compañeras populares estaban sentadas. Me había levemente apoyado en el armario de libros, que tampoco estaba muy bien que se diga, tenía tres patas y media, por decir que la cuarta estaba hecha de unas rocas amontonadas. Y yo solamente me había apoyado un poco para pasar entre las sillas y el armario, del cual se balanceó un poco, y empezó a irse para adelante, pero no cayó. Cuando al fin había hablado con mi compañero Fernando, recuerdo que volví a pasar por el armario y apoyarme un poco, pero éste se empezó a balancear con ya certeza para adelante, y mirando para adelante, pues... Estaban las chicas populares parloteando del nuevo mp7 que cada una se iba a comprar, con tiempo fui hacia mi lugar, y justo después se empezó a escuchar que el lío de gritos se armaba, por que las parecer ellas se dieron cuenta que el armario caía en dirección a ellas y por el susto no podían moverse, por lo que los chicos actuaron rápido. Nadie supo que fui, por suerte. Jajaja quizás estuvo mal pero ver un poco de humor o susto en las personas que siempre están molestándote nunca esta de más, reír. O quizás simplemente estoy chiflada.

    29/10 Hoy jugando el juego de la ronda con una botellita, el de verdad o reto, elegí verdad, mala idea, un compañero sacó el tema de quién fue el culpable de que se cayera el armario, pues lo dije, y creo que no terminó del todo bien, ese día llegué con arañazos en el brazos y mojada. Porque una de las populares se enfadó mucho al saber que fui yo la responsable. Soy muy ingenua, pensé que por ser su amiga no me harían daño, pero me equivoqué. No sólo me llevé eso conmigo sino que me dejaron claro que yo nunca encontraría amigos, y ellas nunca lo serían, ni que intentara luego ser parte de ellas. Tonto, que quisiera ser parte de ellas, pero me entusiasmaba ser parte de algun círculo de amigos.

    Creo que nunca encontraré amigos verdaderos, Selene hace poco se marchó por problemas familiares y me dejó sola, con este mundo que no quiere sea parte de él.

    Se despide Opalina
    .



    Alejandro al leer la primera parte no pudo evitar soltar una risa y negar con diversión, en verdad Opalina era divertida hasta cierto punto. Pero que lo hubiese dicho y fuese sincera pudo al menos rescatar que ella tenía un corazón sincero y puro que solo quería tener amigos con los cual quizás pasarla bien.
    Aunque había algo que sentía en él que coincidía con ella, pero no descubría el ¿qué?
     
    Última edición: 21 Enero 2018

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