Soy la hija de... ¿¡Inuyasha!?

Soy la hija de... ¿¡Inuyasha!?

Hola amigos mios, aqui tengo mi tercer fic ¡oh dios! que feliz me siento jeje en fin el fic me ispiro gracias a una persona con quien estuve platicando una vez. El fic se trata de la hija de inu y kag. wiii aqui tengo el primer capitulo muajajaja, no los decpcionara ¡yea!

¿¡Quien dice que no se puede cambiar el pasado y el futuro!? la vida no se cambia sólo el destino...
Capitulo uno: “Recuerdos”
— ¡Buenos días abuela Kaede! —saludó Saya mientras me ayudaba a levantar. Su mirada castaña expresaba calidez.

— ¿Por qué tan temprano? — le pregunté extrañada, ella siempre llegaba tarde.


— Papá dijo que hoy tenía que aprender sobre los pergaminos, además es mejor ser Sacerdotisa que exterminadora— me guiño un ojo. Suspiré.

— De acuerdo pero primero hare mi paseo… Por cierto ¿Dónde está…


— Seguramente con mi tío Kohaku, ella siempre entrena aún si esta lloviendo.

A decir verdad, Saya era ni nada menos que la hija de Sango y Miroku, tenía dieciséis años al igual que izayoi, ella decidió ser sacerdotisa, era la viva imagen de sango pero… Las habilidades de su padre.

Subí las escaleras con mi bastón, ya estaba más anciana, me costaba parame y mi puntería fallaba. Iba dejar este mundo, pero tenía la seguridad que Saya ocuparía mi lugar. Llegue hasta mi destino y me arrodille con dificultad, observe que cada tumba tenía flores diferentes, siempre en cada mañana les ponía siempre flores…

— Han pasado ya dieciséis años… Desde que llegaste Kagome— musité mientras hacía oración, sólo cinco años estuvieron con ella y la dejaron, tal vez el destino así quiso. Tal vez… Como se conocieron y se amaron Inuyasha y Kagome .

Después de esa batalla, Kagome sufrió y después… Todo se había acabado, murieron y sin razón alguna dejó a izayoi indefensa; seguí caminado hasta encontrar el pozo devorador de huesos, recordando historias y sentimientos… Era doloroso saber que muy pronto moriría y quería disfrutar, tenía visiones sobre muertes esperaba hoy que no se cumplieran. Me recosté en el árbol sagrado.

—Ella se ha fortalecido, tiene el corazón puro de su madre pero la terquedad de su padre, es muy buena con todos— dije sin pensar, esa jovencita me recordaba mucho a ambos, además nos cuidaba de todo… Incluso no dejaba que ayudara Saya… ¿Orgullosa?... Más bien Generosa. Sonreí.

El olor a bosque me envolvía, una tranquilidad estaba en el ambiente pero… Abrí mis ojos, algo se acercaba. Me incorporé y vi el cielo, una nube gris bloqueaba todo. Seguramente iba a pasar algo malo.

— Espero que vuelvas pronto iz…



—¡ Rápido las flechas! — oí gritar alguien, todo se basaba en desesperación, Saya hizo bien en hacer un campo de energía para no dejar pasar al ejercito de mosutros que luchaban contra esa barrera, Miroku también ayudaba a su hija y Sango cuidaba las espaldas de ellos.

—¿Aún no han llegado? — pregunté angustiada.

—Creímos que estaba contigo— dijo Saya mientras la berrera se rompía, todos los mosutros salieron. Sango atacó con su bumerán y Miroku los paralizaba con sus pergaminos— Como quisiera tener el agujero negro—suspiro Saya mientras mataba algunos.

—Hija por primera vez estoy de acuerdo…

Una explosión se hoyo, y una mujer con una armadura con arco y flechas nos miraba con asco supe que esta era mi visión.
—Hola Kede— Saludó mientras hacia una señal con sus dedos y los moustros pararon.

— Hermana… ¡Kikyo! — lance una flecha pero esta roso su cara haciéndole el mas mínimo daño.

— Sabes… Es mejor que te mate, mi señor Naraku …

— ¡Sigue vivo! Pero si Inuyasha….

— Solamente lo bloqueo por un tiempo. Ahora volvamos al juego, tu mueres, yo gano.

Solamente sentí mi cuerpo caer en una cabaña, rogaba que llegara, pero jamás me enojaría con la pequeña… Hanyou izayoi…

 

Re: Soy la hija de... ¿¡Inuyasha!?

Esta bien jeje no fue tan pesado y la verdad les agradesco mucho que visiten mi fic ;). Me escuso: era el primer capitulo jeje y no pude notar esos errores, y veran en la otra continuación les explicó todo jeje en serio.

Gracias a todas espero que mañana ponga la conty :P

 

Re: Soy la hija de... ¿¡Inuyasha!?

Sip aki esta como lo prometi jeje espero que les guste ;)

Capitulo Dos: Llegada.

Mi nombre es Izayoi, tengo dieciséis años, soy una hanyou: tengo cabellos plateados, orejas de perro, ojos dorados, y un kimono azul. Mis padres murieron cuando era pequeña… Mi padre murió cuando yo tenía tres años y mi madre a los dos años, eh vivido con la abuela Kaede. Todos los días eh salido a entrenar, para protegerlos, pero ahora…

— ¿¡Que paso aquí!? — grité exaltada. todo estaba destruido, las casas, cuerpos de los aldeanos… Estas no era mi aldea… No, no era cierto.

— Izayoi.


La voz de Kohaku me hizo entrar en la realidad, me mostro un cuerpo, era Saya; tenía una horrible herida en el hombro, no tenias que ser doctor para ver la gravedad de la herida. Sango también, su boomerang estaba encima de ella y Miroku tenía una flecha clavada en su hombro, estaban junto a ella, estaban muertos y lo peor de todo es que no pude llegar a tiempo… ¿Quién había hecho esto?

— Un ejército de mostros…— musitó. Tomo la mano de Sango— creo que Naraku ha vuelto… Creo que ocurrió lo mismo con Kagome.

— ¡Mentira! Mi padre se sacrifico por matarlo y mi madre…


— Protegió la aldea pero la atacaron y no pudo defenderse ya que utilizo demasiado sus poderes— explicó; su mirada se perdía en la nada, estaba aterrada. No estaba pasando esto, Naraku estaba vivo y lo entendía pero… No tenía que matarlos.

Un olor familiar llego a mi nariz, ese olor a hierbas medicinales pero… ¿mezclado con sangre?, Llegue a una cabaña ruinas, entre los escombros había una mano manchada de sangre. Era la abuela Kaede. Kohaku llego junto a mí y desvié la mirada; no quería que me viera llorar, mi padre nunca le vi una lágrima… Sin embargo era más sensible. Nunca me sentí tan despreciable cómo ahora, no debí dejarlos…


—No te sientas culpable— aún tenía mi mirada clavada al suelo— no os dejaste, además no los mataste cómo yo lo había hecho— me dijo, levante la mirada. Había escuchado su historia y no tenía que recordarla ahora.

No cruzamos palabra, un silencio nos inundó quería llorar pero algo me impedía. Oí un ruido, mis orejas se movieron pero no quise moverme.
— Oye Koha…

— ¡Cuidado! — me gritó mientras me empujaba, caí al suelo.

— ¡ Kohaku! — una flecha estaba en su pecho. Algo salió en su interior… La perla de Shikón, creí que tras la muerte de mi madre había desaparecido. Miré quien era, una mujer tenía el cabello negro como la noche, unos ojos azules, profundos y sin ningún brillo. Tenía una armadura.

— Kikyo… — musitó Kohaku.

— Kohaku valla, mueres por esa hanyou. Que bajo has caído ¿No crees?

— ¡Cállate!

Kohaku empezó a quejarse, me acerque a él. Me dijo que él vivía gracias a la perla, mi madre se la dio para que estuviera oculta. Cerró sus ojos, había muerto. Esa mujer…

— ¿Kikyo? Así te llamas ¿Verdad? — dije tratando de incorporarme, ella no contesto a cambio me dio un golpe en el estomago. La mirada de ella era diferente, no sabía que le pasaba acaso…

— Fue fácil matarlo, los mostros se encargaron de eso — confesó — la aprendiza la atacaron al igual que a tu madres, la exterminadora un golpe vital con su propia arma y el monje… murió de lenta y dura agonía… Kaede, ¡valla! ella fue la más fácil.

No dije nada, esa mujer era la causante de todo eso…


— Naraku lo pidió, además eran insignificantes humanos… Como tu madre.
No respondí, solo le di un zarpazo en su mejilla, pude oler la sangre de ella y el liquido en mis garras, no se lo perdonaría, jamás, esa mujer iba a morir… Oh sí, claro que iba a morir.

— Maldita.

— Diría lo mismo.

Estuve a punto de atacarla de nuevo pero sostuvo una flecha y me la clavo en el brazo izquierdo, caí al suelo. Me sentía mareada… ¿Qué estaba pasando? Me miraba con malicia, ¿Así iba a morir? Alcé mi mirada y algo llamo mi atención, unos hilos plateados estaban en el cuello de Kikyo, alguien la estaba manipulando, no había duda, por eso actuaba extraño y sus ojos no eran como los humanos, además si no lo era no estaría sangrando.

— ¿Acaso Naraku te manipula? — pregunté intentando ganar tiempo de no matarme.

— Calla, no importa lo que digas, no te matare… El veneno de esa flecha sí.— indicó— así es como murió el monje, ese veneno es la sangre de Naraku, para ustedes es mortal. Nada te podrá hacer el, ya que esa cosa te matara muy rápidamente.

— Kikyo…

Se acerco mi muy rápido y me tomo del cuello, sólo se limito a sonreír. Pero un látigo dorado apareció atrás de ella cortándole los hilos haciendo que cayéramos al suelo, estaba inconsciente.

— Pero que…

Era el, en pocas ocasiones lo vi, cuando era pequeña Rin me había rescatado y allí lo vi pero porque ahora, me miró con frialdad. Sus garras habían hecho eso, habían liberado a Kikyo.


— Lárgate.

No dije nada, tome la perla entre mis manos, muchas personas murieron por esta cosa e incluso mis padres, me sentía tan fatal pero algo me consolaba.

—Sí destruyó a Naraku del pasado puedo…— miré a Kikyo— matar al del futuro. Así no asesinarían mis padres ni mucho menos a los demás, Pero… Necesito vivir lo suficiente para matarlo.

Ese era mi deseo, si era el indicado me absorbería la perla, aunque no importaba, sabía que era el indicado aunque a decir verdad, temía de lo que pasara. Cerré los ojos pero no ocurrió nada, entre en desesperación.

— ¿¡Porque!?

— Pero para eso necesito borrar una parte de tu memoria… Después de la devolveré con una señal, tres meses serán suficientes…


Acaso… ¿La perla había hablado? Me quede atónita, me dolía la cabeza era algo tan insoportable, reprimí el grito de dolor, solo quería que acabara este dolor…

Hubo un rato en donde no supe donde estaba, el dolor estaba cesando, aun asi no los abrí, sentí mi cuerpo flotar pero…

Abrí lentamente mis ojos , estaba en un bosque, intente levantarme pero un grito se acercaba. Algo entre os arbusto se movía hasta que…

 

Re: Soy la hija de... ¿¡Inuyasha!?

que...Siii
que bien, hay otro fic.
Jejeje en serio me enacanta la idea pero....
Mataste a Inu y Kag. No es justo ToT
dejaste solita ah izaiyoi buuu
ademas kikyo era manipulada,
y tuvo que matar a todods que tristes
pero me encanta y es trsite buu

 

Re: Soy la hija de... ¿¡Inuyasha!?

Aqui esta la conty muajaja sip hasta a mí me gusto puyo em fin gracias por sus comentarios se los agradesco mucho, mucho



Capitulo tres: El grupo de Inuyasha.

Los arbustos se movían violentamente, un olor a canela estaba en el aire… ¿De quién se trataba? De pronto salió de allí y fue… ¡Un kitsune! Era pequeño, me vio por unos instantes antes de correr hacia a mí y ocultarse.

— Oye espera…
No pude decir nada más, un monstro de dos cabezas se acercaba. Saque mis garras y lo partí en dos, valla sí que era débil. Pensé. Después de algunos minutos, volteé para asegurarme que el pequeño zorro estuviera. Y si, allí estaba, mirándome de arriba y abajo como si hubiera descubierto algo muy raro.

— Este… No huyas no te hare daño.

— Gracias por salvarme.

— ¿Cómo te llamas?

— Shippo.

A decir verdad, me recodaba a alguien y si solo fuera más alto y mas maduro. Quitándole el toque “Inocente” había alguien quien me recordaba, al parecer se fue a las montañas y nunca regreso… Es cierto tenía que responder pero… No sabía ni siquiera mi nombre ¿Qué pasaba? ¿Perdí la memoria? ¿Un conjuro? Que pasa…

Me miró con bastante curiosidad, empecé a titubear no sabia que decir; es decir… No sé nada sobre mi nombre. Esperaría a que preguntara y…

— ¿Y tú? ¿Cómo te llamas?

Bien eso era lo que me faltaba, no conocía nada sobre esto, no parecería tan fría y decir adiós o si no… “Lárgate” recuerdo… Sessu…Sesy. Me miró y se acerco a mí, era tan tierno. Si, a pesar de ser una hanyou era ¡mujer! Estaba punto de decir algo…

Iz…

— Iz.

— ¿Iz?


Sonrió y se sentó en el césped, me dio un suspiro de tranquilidad. Imité en sentarme junto con el, me miraba con plena curiosidad, le di una sonrisa….

— ¿Y por qué estas aquí?

Su mirada esmeralda cambio de manera sorprendente, una tristeza la inundó como si dijera algo malo, ocultó su mirada en el césped. Me acerque mas a el y el di unos golpecitos en el hombro de consuelo. Una mano se poso en la mia. Levanto su mirada cristalina.

— Ese tonto de Inuyasha…— sollozó mirándome con tristeza— me dijo que no tenía valor, que siempre…— se limpio las lagrimas— salgo saliendo en las batallas y me oculto. No es justo que me trate así… Por eso me fui, así yo podría hacerme más fuerte. No quiero que ellos mueran por mí culpa. Soy un cobarde.

— No es cierto— negué, acariciando la pequeña cabeza del kitsune— el valor no es sólo estar allí e intentando fingir ser una cosa, la valentía es la que siempre estas para proteger a los demás y no mostrar ningún temor a lo que te enfrentes, además si hubieras sido cobarde…— me miraba con plena felicidad— también hubieras huido al verme… Eso es cobarde, sin embargo estuviste allí además me preguntaste mi nombre y allí estas junto a mi todavía— le toque la naricita mientras sonreía pero… Se me vino en la mente una imagen: Una sacerdotisa me mira con mucho cariño…. Ojos de color chocolate… Ella… Ella me dijo eso… Si estoy segura… ¿Quién es ella? ¿Mi madre?.... Acaso…

— ¿Estás bien?

Me pregunta, me ve que me llevo una mano en mi cabeza, no puedo contenerme, el dolor es insoportable, me mira estaño… Trato hacerme la fuerte sonriéndole… Poco a poco se va el dolor.

— Es que no sé nada sobre mi pasado, ni siquiera sé que hice esta mañana— lo dije son de broma y funciono, rio un poco. El color anaranjado del atardecer cubría gran parte del cielo.

— ¿Amigos?

La mirada de Shippo estaba realmente alegre, sonreí mientras me tomaba la mano. Si, tal vez… Sólo tal vez… Recordara algo sobre mí pasado…





Ese Shippo, me las va a pagar. Ahora yo soy el malo de todo esto…¡Ja! No debiste provocarme con tus… Agrrr!! Además la tonta de Kagome no me ha hablado después de lo que paso sobre ese niño. ¿Quién la necesita?

No la veía estaba montada sobre mi espalda, aún así pude sentir la ira que guardaba. ¡Keh! Qué más da, es una mocosa sin consideración. Despues que se fue el, me dio más de veintes “Abajos”. Volteé para mirarla, su cara expresaba preocupación. ¿Por qué se tiene que preocupar tanto? Ni siquiera se preocupo por mí… Tonta Kagome... A decir verdad todavía es un niño Shippo… No debi…

— No puede ser posible.

— ¿Qué?


— Siento la presencia de…

— Un fragmento.


— No, de la perla.

¿Qué? Además el olor a Shippo estaba en el aire. Más me aterro cuando ella dijo que se encontraba al norte, allí estaba el olor…

— Shippo más te vale que no hayas cometido la estupidez de buscar a Naraku antes de nosotros… ¿Acaso quieres mostrarme que…?

— Hay que apresurarnos.

Llegamos a un claro… Había un cueva allí, no dude más, saque a colmillo de acero. El olor a canela se expandía por todo el lugar, pero otro olor… Volteé hacia a ella… No era de Kagome, el de ella era más suave, este tenía un toque… Animal. Kagome asintió allí estaba la perla.

— ¡Kaze no kizu! — destruí la cabaña, se había levantado el polvo— ¡Sal de allí cobarde! — no estaba seguro de que estaba pasando, el olor parecido a Kagome poco a poco se estaba acercando. Una figura salió de allí y me quede petrificado… Era idéntica a Kagome pero era… Una hanyou. Vestía de un kimono azul, casi como el mío pero… Su mirada era diferente, mostraba una seriedad en sus ojos.

— ¡Eh! ¿Quién eres tú para decirme cobarde? — traía consigo, el cuerpo de Shippo, estaba inconsciente. No dude más y volví a tacar de nuevo, lo esquivo muy rápido apareciendo junto a Sango. Le dio a Shippo en brazos — Eres Inuyasha ¿verdad?


No dije nada y volvi a atacar, lo esquivo con dificultada. Me miró unos segundos, y se dispuso a ponerse en guardia.
— No quiero pelear contigo, soy amiga de…— no le deje terminar, le ataqué con colmillo, pero.. Paralizo la espada con sus dos manos, era fuerte. Los ojos de ella, me recordó a Kagome… ¿Qué diablos está pasando? Nos separamos. Me miró unos segundos con sorpresa luego examino sus garras.

— Valla, eres tan débil que…— me miró con cara de lastima… Odie esa mirada— que necesitas una espada para derrotarme—hizo un pequeño puchero— vamos… Eres tan débil que no puedes ni siquiera estrangularme.


— No necesito a colmillo de acero para… ¡Matarte con mis propias manos!
No sé qué paso, se espumo en aquel momento, la sentí tomando mi brazo inmovilizándome… Quise atacarla con la otra pero me la tomó haciendo que cayera al suelo.

— Mira… No estoy para juegos Inuyasha, te eh estado diciendo que Shippo y yo somos amigos… así que no quiero pelear— me soltó.
— Es cierto Inuyasha.

Shippo estaba en el regazo de Kagome y luego en la miró.

— Es mi amiga puede ¿quedarse? Por favor.



Estaba en la orilla de un rio, esa mujer se llamaba iz.. Raro nombre, ni tiene sentido. Miré el reflejo del agua. Estaba pensando, muy confundido. No me explicaba ¿por qué el parecido a ella? Además Kagome falló sobre la perla, ni siquiera Iz la tenía.

— ¿Inu?

Me volteé era Kagome… Espera… ¿Inu? Desde cuando me dice así. Desvié la mirada, no quería que ella me hablaba, no estaba decepcionado si no es que… ¿Por qué se preocupo tanto por Shippo?

— ¿Estás bien? — no respondí— oye… Inuyasha… Respóndeme—me sacudió —¿ ¿Estas enojado por los fragmentos? ...Inuyasha… Te estoy habalndo… ¿Estas molesto? Dime…

— ¿¡Que!? — acaso no me dejaba un momento en paz— deja de molestar.

Me sente de nuevo, un silencio rodeo todo el paisaje, quise mira a Kagome peo no me atreví. Oí como se levantaba. Sentí su mirada clavada en mí.


— Creí que me tenías confianza— sentí que me merecía un golpe, no pude contenerme y le jale su brazo, se acercó bastante hacia mí. Su aliento rozo mis labios. No pude mirar más que eso labios… ¿A que sabrán? Estaban rosados, tentadores. Miré los ojos de Kagome, estaban abiertos a más no poder.

— Lo siento…— susurré.


Estaba perdiendo el control, quería probar esos labios. Me estaba matando. Mi mente pedía que lo hiciera, también mi cuerpo quería y lo peor de todo me estaba impidiendo mi orgullo. Lo maldije y no pude contenerme. Me acerque bastante a ella y la bese, atrape su labio inferior cerré mis ojos poco a poco me correspondía intentando imitar mis movimientos, me acaricio la mejilla y yo la abracé para juntarnos más…

— ¿Qué están haciendo? — la voz de Shippo me hizo reaccionar, nos separamos. Vi a Kagome sonrojada, no dijo nada y se fue corriendo. Shippo me miró y desvié la mirada.

— Ay no te entiendo Inuyasha… ¡Ya decídete! Kikyo o Kagome — dijo cruzando de brazos. Lo miré sin piedad me acerqué a el y…



— ¿En serio te caíste del barranco?

— Si, Inuyasha me salvo.


— Pero parece que te hubieran pegado más de treinta veces… mira como estas.

— Estoy bien Sango no te preocupes…

 

Re: Soy la hija de... ¿¡Inuyasha!?

:Pjajajaja ay que buna conty, estuvo graciosa,
sobre todo Inuyasha... Ay que cruel fue con shippo:( asi no era el...
Y la pelea coon iz... jeje Padre contra Hija apuesta...
¡Inuyasha beso a Kagome siiiiiiiiii!!!!
ay que bien muajajaja sabpia que tenía que ver romance a fuerza!!
bueno espero anciosa la coninaucon besos, te apoyo... Es muy bueno tu fic

 

Re: Soy la hija de... ¿¡Inuyasha!?

Capitulo cuatro: conversación.
La luna estaba había desaparecido, me daba una curiosidad ese lugar… Como pude logre entrar en aquel bosque. Era de noche, un olor a líquido amargo me llego a la nariz, entre unos arbusto pude ver el lugar: un campo de batalla, el lugar estaba seco, una explosión se veía a simple vista. Tuve miedo… Poco recuerdo esos lugares… Vi cómo una persona abrazaba posesivamente a alguien. La cabellera azabache se confundía con la de ese hombre… Ella lloraba desconsolada, me hería… Me acerque hacia ella. Me presintió, sus ojos estaba llenos de lagrimas…

— ¿Qué haces aquí? — mi miró con tristeza y preocupación, me acerqué a ella pero…— vete por favor, sal de aquí… Luego… Yo…— sus lagrimas se derramaron por sus mejilla, abrazo más al cuerpo… No hice caso y me acerque pero un brazo me lo impidió. Me cargo como un costa de papas—llévatela Kohaku.
— Ka…

— ¡Llévatela! Por favor… Yo… Se lo explicare después.

— Lo lamento… Naraku es un..


— Calla por favor, la pequeña está escuchando.

No entendí nada… Aunque una imagen se me vino a la mente, era terrorífica… Tuve miedo.


— Y ¿Papá?

Ese joven no dijo nada y me sentó en el lomo de un gato de dos colas.. Me sonrió y me abrazo… ¿Murió?

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Podían escucharse los lamentos y gritos de las personas, corría… Todo se movía violentamente, vi cómo me gritaba y se acercaba a mí… Me abrazo y agradeció que no me había pasado nada…

— Es peligroso vete con los demás…

— Pero…


— Es una orden… Yo estare bien. Te lo aseguro, no pasara nada.

— ¿Me lo prometes?


— No, no te lo puedo garantizar, pero… Estaré bien y pase lo que pase siempre te querré.
Me dio un beso en la frente, ese hombre vino de nuevo y me cargo de nuevo. Me llavaron al bosque,algunas personas también estaba allí...¿ Me miraban preocupados? Un silencio gobernada todo ese lugar… Hasta que… Una explosión se pude escuchar, la anciana que estaba allí se tapo el rostros, y empezó a a llorar…

— No siento la presencia de ella.

— ¿Qué? Eso significa…
Todos me miraron, con los ojos llenos de lagrimas, una pequeña niña no mas de cinco años me abrazaba, era pequeña muy pequeña también la abrace…
— Lo siento mucho.

— ¿Eh?


— Siempre te cuidaremos, mi mami y mi papa.

Ella murió, Mamá y papá murieron, ¿Me dejaron sola? Sola…

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El sudor se perlaba en mi frente, era una pesadilla… No, era la muerte de mis padres. Miré por la ventana y supe que era aunque noche. Todos dormían tranquilamente: El monje Miroku cruzado de brazos, la exterminadora Sango acostada junto con su gatita y Kagome… Junto con Shippo que a pesar de haber caído en el “barranco” estaba tranquilo. No pude dormir nuevamente, así que me recosté en una de las paredes de la cabaña. Era cierto, miré al monje Miroku… ¿Desde cuándo hacia esos exorcismos falsos? No podía contenerme a la risa y reí, un poco… Casi nada…
— ¿De qué tanto te ríes? — la voz de Inuyasha me sobresalto, al principio parecía dormido pero abrió sus ojos. Era macabro…

— Nada.

Me miró unos segundos y un bostezo se le escapo. Lo envidiaba… Tenía sueño y yo ¡no! Miré de nuevo la ventana, me gustaba ver la luna… La imagen de…

— Ya estaba despierto desde hace tiempo… Estabas sollozando y por eso me desperté— explicó, dándome entender que… ¿Estaba llorando? — ¿qué tanto sueñas?

— Cosas… La muerte de mis padres por ejemplo— la mirada de el cambió, era de sorpresa.

— Ah…

Me acomode, abrazando mis piernas y apoyando el mentón en mis rodillas. Sentí su mirada fija en mí; es decir, me estaba observando notoriamente.

— ¿Tengo monos en la cara? — pregunté a la defensiva. Hizo un gesto con la cra y cruzo de nuevo los brazos— a decir verdad, no recuerda nada sobre mi pasado…

— Y entonces, ¿Como recordaste la muerte de tus padres?


— Sera porque… ¿Acabo de soñarlo?.

— ¿Cuál es la diferencia?

— No entiendo ¿Como Kagome te soporta? — me fulmino con la mirada, yo le respondí igual. No hablamos durante algunos minutos, después una pregunta llena de curiosidad me lleno la cabeza— ¿Cómo se llaman tus padres?

Tal vez fui demasiado directa, el sólo… Hizo una mirada fría y me dio la espalda, para luego mirara por la ventana. El silencio gobernó otra vez. Quede como una tonta pero… Me mataba la curiosidad…

— Izayoi e Inu no taisho— aun seguía de espaldas— nunca conocí a mi padre, falleció cuando yo nací pero…— su mano se dirigió a la funda de la katana —Gracias a él medio…

— ¿Colmillo forjarte?

— ¡Colmillo de acero!


Me miró unos segundos, valla mirada que medio. Ah… ¿Como iba yo a saber? El suspiró resignado.

— Tonta…

— ¿Mira quien lo dice?

— ¡Keh! — pronunciamos al mismo tiempo… —¡oye tú…!— también concordamos esa palabra.

— Mejor vete a dormir— me ordeno señalando el futon … No dije nada por algunos minutos… Hasta que se me ocurrió algo…

— Si… Papá— dije de modo sarcástico pero… Me sentí extraña en ese momento, era algo inexplicable… Me puse nerviosa…—yo… Yo…— ya no dije nada y obedecí… Era algo que me sentí tranquila como si…— ay que estupidez— dije antes de quedarme dormida.

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— Si… Papá— me sobresalto esa palabra, la mire… empezaba a titubear. Esa palabra la había hecho con sarcasmo, estuve a punto de decir un “Cállate” pero jamás salió de mi boca… Era extraño pero me sentí normal y no molesto.

— ¡Keh! — que ridícula que…

— Ay que estupidez.

Intente dormir pero… No podía todo lo que había pasado con Kagome no me dejaba de pasar en la cabeza… Era extraño pero extrañaba la calidez de ella ay…. ¿Por qué? Era difícil no pensar en ella, siempre en Kagome… ¡Maldición! Había hecho un el peor error de mi vida… Estaba amando a dos mujeres. Kikyo le prometí mi vida y Kagome… La había besado y me enamore… Justo en ese momento. Sus labios, calidez, la suavidad de su piel. Maldición me estaba volviendo loco. Cerré mis ojos intentando dormir pero se me veía en mente las dos… Kikyo y Kagome. Eran idénticas físicamente pero muy diferentes… Kikyo era una mujer fuerte y desde un principio me enamore de ella pero Naraku, ese infeliz. Y Kagome… Era un ángel, desde que llegó a mi vida lo cambió de todo, aunque era detestable al principio, pero cambio mi vida y… Es la mujer perfecta. Seguí pensando en ella que no me di cuenta que estaba soñando y lo mejor… Es que estaba con ella…