Solo un beso

Solo un beso

Prologo:

.- Solo era una niña- murmuro la joven pelinegra, observaba el cielo con fervor… casi esperando un milagro.

.- Lo se… pero ahora me perteneces- el demonio peliblanco se acerco a ella, sus labios se rozaban. Las lágrimas salían sin permiso de los ojos de ella, nunca podría amar a ese ser… nunca seria capas de amar a Inuyasha.

En un prado aledaño a una gran mansión, se encontraba recostado en un inmenso árbol. Aquel demonio que era mas temido que respetado, sus largos cabellos plateados resplandecían a luz del sol, sus ropas rojas eran llamativas. Pero como contraste total se encontraba entre sus brazos una pequeña, sus cabellos negros, y su kimono verde se escondía a la perfección con el ambiente. Niña, hombre. Humana, bestia. Paz, violencia. Amor, dolor. Dos seres tan diferentes… pero con un destino juntos.

.- ¿Usted ha besado a muchas doncellas?- la pequeña niña se sentó en brazos del demonio, el demonio que dominada las tierras de donde su padre construyó su casa… las tierras del gran demonio Inuyasha.

.- Algunas- murmuró con indiferencia… no tenía intención de hacer de niñera, pero seria una lastima perder tan apetitoso aperitivo.

.- Amo Inuyasha, ¿usted me besaría?- el frío rostro del demonio se desfiguro por unos breves segundo.

.- ¿A que viene esa pregunta?- la pequeña de no más de 5 años lo observaba expectante.

.- Mi papá dijo: “Solo puedes darle tu primer beso a la persona con la que pasaras el resto de tu vida” y como usted es el amo de estas tierras pasare toda mi vida junto a usted ¿no?- para su edad no es tan torpe fue el pensamiento del albino. Pero antes de que cualquier palabra saliera de sus labios, estos sintieron la opresión de uno muchos años mas jóvenes- siempre junto a usted mi señor- la pequeña se alejo corriendo, sin pensar que un pacto se había escrito.

La lluvia caía de manera torrencial, su pequeña… su inocente niña había hecho un pacto nada más y nada menos que con el peor de los demonios… con el feroz y mortal. Inuyasha.

.- ¡Te dije que no quería a ese maldito junto mi hija!- el gran terrateniente azotaba sin piedad la espalda de su joven esposa.

.- ¡Perdón, yo no sabia que lo frecuentaba!- las lagrimas salían sin control, un poco más y estaba segura que su marido la hubiera matado.

.- Eso ya no importa, lo único que de verdad amo. Lo único bueno que me has dado… es ahora de ese infeliz- Odiaba a Inuyasha con cada fibra de su ser, era un odio que iba mas haya de humano/bestia. El por segunda ocasión le robaba lo más preciado. Primero sus tierras y ahora a su pequeña hija… su adora Kagome.

.- Mis padres están muy enojados ¿verdad Kaede?- su nana cepillo sus cabellos con suavidad, las lagrimas bajaban por las arrugadas mejillas de la mujer.

.- Mi niña, es normal tu te iras y no volverás- la pequeña se levanto de la butaca, parecía un ángel tenia un pequeño Kimono blanco. Este tenía unos hermosos adornos en forma de flores de cerezo, dándole un toque de elegancia. Su cabello corto, hasta los hombros estaba perfectamente peinado, aquellos ojos color canela brillaban. Sus mejillas sonrosadas, ¿Cómo Pudo este ángel caer en los brazos de ese despreciable ser?

.- Entiendo- camino hacia la salida, su cabeza gacha y sus ojos con ligeras lagrimas… nunca mas estaría junto a sus seres queridos… pero estaría junto a su amo ¿cierto?

Al salir al jardín su pequeño y feliz mundo se vino abajo. Su padre y el amo Inuyasha estaban en duelo, el choque de las espadas llenaba el lugar. Su pequeño corazón se paralizo, en el mismo instante que la espada de su padre voló por los aires, y cayo junto sus piernas.

En el instante que levanto su vista, el cuerpo inerte de su padre cayó al suelo… las lagrimas salieron de sus ojos sin consentimiento alguno. Su respiración se torno dificultosa al ver a su madre acercarse a su padre, su alma se vino abajo al ver como ella se clavaba en el pecho la espada asesina de su padre, en menos de diez minutos perdió todo lo que amo.

.- Que patético- el se giro y observo de mala manera a la niña que se encontraba llorando. La risa del demonio inundo el lugar, en su visión ya no se encontraba el respetable y noble amo, si no. El ser que termino con la vida de sus progenitores.

El horror y asco llenaron sus sentidos, al percibir como la mano de ese ser la conducían al carruaje.

.- ¡Soltadme!- la pequeña se movía desesperada entre los brazos de ese ser… no quería ir, no quería estar cerca de el. Si simple presencia le causaba un terror inimaginable.

.- Con que la niña no quiere estar junto ¡SU AMO!- la tomo del brazo con brutalidad y sin delicadeza alguna, la arrojo contra el asiento- eso esta muy mal- la espalda de la niña había ido a parar contra la esquina del carruaje. Causándole un dolor infernal- Myoga vámonos- ni siquiera tubo que alzar la voz cuando el carruaje emprendió camino.

.- Mamá, Papá- sollozo la niña, se hizo un ovillo en aquella esquina. Donde podía apreciar el movimiento de las hebras plateadas de su amo.

.- Ya estamos en casa amo- la puerta de abrió, de ella salio el señor Inuyasha. Al salir la niña, no pudo encontrar la segunda grada y cayo precipitadamente al suelo, antes de tocar tierra el anciano, la tomo por el cabellos- niña torpe- fue la fría acusación.

.- Perdón- ella fue guiada hasta una habitación un poco alejada, la madera hacia sonidos al pisarla. Su habitación era pequeña pero acogedora, en el futón se encontraban tres hermosos kimonos, cerro con lentitud la puerta y se recostó en este.
Escucho uno leves toques en la pared de papel.

.- Adelante- entro una hermosa joven, sus ojos cafés la observaron con ternura y la ayudo a pararse.

.- Me llamo Sango, desde este momento estoy a cargo de tu educación- la llevo a una bañera gigante, bueno para la infanta era gigante. La empezó a bañar de manera delicada, Luego la vistió con un Kimono verde limón con detalles plateados- a la hora de la cena, trata con respeto al amo Inuyasha… recuerda que tu insignificante destino esta en sus manos- la pequeña asintió y salio por la puerta.


.- Solo es una niña- dijo un joven de cabellos negros y ojos azul turquesa.

.- No es de nuestra incumbencia, Miroku… vamos a preparar todo para la cena- el joven suspiro, pero siguió a Sango… después de todo, ¿Qué podían hacer contra el amo y señor?



N.A: Inuyasha no me pertenece, si no a su creadora: Takahashi Rumiko.

La historia es publicada en distintos foros o pagina bajo tres nombres de autor: Aya, Aya-Pame-KagxInu e Inuyasha-Kagome… lo digo para que no piensen que es plagio.

Ojala les guste.

 

Re: Solo un beso

Perdón por la demora, pero le dije a una amiga que no subiría el segundo capitulo hasta que ella terminara su historia… En fin, espero esto sea de su agrado… Muchas gracias por los comentarios.

N.A: Inuyasha y compañía no me pertenece, si no a su creadora: Takahashi Rumiko.

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Sango me lavaba los cabellos, sus manos se movían ágilmente entre los rizos que se formaban. Me seco el cuerpo y come coloco un kimono, verde con detalles plateados de tal forma que parecía un árbol seco que empezaba a subir por la vestimenta. Una sandalias tradicionales… Amarro mis cabellos en un moño, dejando algunos cabellos libres por la parte de enfrente.

Me dirigí al comedor en completo silencio, No quería que me escucharan llegar. Cuando Sango corrió la puerta me asombre, hermosas y fantásticas criaturas estaban sentadas en torno a la mesa... Nada que ver con las espantosas criaturas que vimos en el camino. Para evitar que los niños pequeños no se quedaran despiertos hasta tarde les contaban historias de demonios… pero si los niños vieran lo que yo observo en estos momentos creo, que solo pasarían afuera.

Un joven vestido de monje nos hacia sellas a Sango y a mi… Sango camino directamente hacia el, yo la iba a seguir pero al darme cuenta quien estaba a su lado me contuve… sus cabellos plateados brillaban por la luz de las velas, su traje rojo tenia matices naranjas y esos dominantes ojos dorados, me observaban de manera burlona.

.- Kagome- Sango me hizo caminar junto a ella, me senté entre el joven, que si no mal recuerdo se llama Miroku y “El amo Inuyasha”

La cena paso entre charlas y uno que otro comentario de Miroku… Los únicos que se mantenían callado eran “El señor” y su hermano El señor Seshomaru, este vive lejos y solo viene de vez en cuando. Ya que sus tierras se encuentran al este.

Sin darme cuenta bostece, en mi ignorancia pensé que solo Sango se había percatado de ello, ella se levanto. Yo me levante junto a ella.

.- Buenas noches, Amo Inuyasha, Señor Seshomaru. Miroku- ellos solo inclinaron un poco su cabeza, yo simplemente pase… cuando sentí que alguien tomaba mis cabellos de forma brusca, logrando que quedara sentada.

.- No piensas despedirte- Intentaba retener las lágrimas, me lastimaba mucho la forma en que me tenia sujeta.

.- Buenas noche Amo Inuyasha, Señor Seshomaru y Joven Miroku- Me soltó y lo mas rápido que mi cuerpo me permitía Salí corriendo, llegue a mi habitación y cerré la puerta corrediza… pude escuchar los pasos apresurados de Sango, pero no tenia ánimos de hablar ahora.

Me limpie las lágrimas que corrían por mi rostro, me levante del suelo y me acerque a la cómoda donde se encontraban los kimonos. Me coloque una blanco que es el que se utiliza para dormir, me acosté en el futón.

.-Kagome- Sango me llamaba desde el otro lado de la puerta.

.- Déjame sola, por favor- escuche un suspiro y después el sonido de pasos alejándose.

.- Buenas noches… Hasta mañana- cuando ya no se escucho nada pude permitirme apagar la vela de aceite.


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Los dos hombres estaban sentados tomando un poco de sake, cuando el mayor se coloco de pie.

.- Inuyasha, en las fronteras un grupo rebelde esta atacando, ay que detenerlos antes que sea demasiado tarde- El menor solo observo a su hermano.

.- ¿Las tierras por las que compiten, son donde están tus amantes?- el mayor solo lo observo fríamele- No me meteré, si tu quieres ve y lucha… no me interesa salvar a esas mujeres- el menor se levanto, pero antes de salir. El mayor lo detuvo.

.- Por lo menos yo no dejo que una niña me controle- el menor salio casi destruyendo la puerta… después de todo el que puede saber sobre la niña, que de ahora en adelante es su prometida. Y solo de el.

Flash Back.

.- Mamá- una niña de no más de tres años, se encontraba llorando abrazándose a un viejo árbol.

.- ¡¿Qué haces aquí?!- Un demonio se presento ante ella, sus mejillas tenia cortes de un color morado, su piel bronceada y sus cabellos plateados ondeaban al viento. Esos ojos rojas con la pupila azul. La observaban con un odio estremecedor.

.-Me… perdí- La niña comenzó a llorar de manera descontrolada, el demonio se calmo al ver que solo era un niño.

.- ¿Dónde vives?- Ella se levanto y sacudió un poco su kimono, sus mejillas estaban sucias y sus rodillas lastimadas.

.- En la casa Higurashi- El demonio la tomo del kimono y de unos cuantos saltos la dejo en el suelo- Muchas gracias- Murmuro la pequeña- ¿Cómo se llama?- El solo la ve con desconfianza, pero luego suspira.

.- Me llamo Inuyasha, ahora vete- La niña emprendió carrera a su casa, no sin antes gritarle un fuerte: “Kagome”… para que el nunca olvidara su nombre.

Fin del Flash Back.

.- Kagome- Murmuro el señor de esas tierras antes de caer en un profundo sueño. O al menos eso aparentaba.

 

Re: Solo un beso

¡Estoy viva! La demora fue demasiada, casi un mes o más. Pero es que la imaginación no fluía. No obstante regreso y traigo muchos regalos!

Inuyasha y compañía no me pertenecen, así que bajen las armas.


…

El día comenzó normal, las aves cantaban. Sango bañaba a “mi adorada prometida” Seshomaru se acostaba con la mujer de la limpieza. Si un día fatídicamente normal, hasta que cierta pelirroja ingreso a mis aposentos sin mi autorización.

.- ¡Inuyasha Taisho!- su grito resonó por toda la mansión. Es más la chiquilla se espanto ante el estruendo, muchas habitaciones lejos de la suya, el cabello de la intrusa, era café rojizo, su cuerpo perfectamente esculpido y con facciones delicadas. Pero ella no tenía ni un deje de debilidad en la lucha. Su típica vestimenta de batalla. ¿Qué demonios quiere Ayame ahora? - ¡¿Cómo esta eso que tu prometida es una niña?!- ¿Solo viene por eso?

.- ¿Algún problema?- Ella alza la ceja, esta furiosa. Lo se.

.- ¡No te hagas el frío con migo! ¡Te conozco, maldita sea! – Ella paso una mano por su cabello. Esta frustrada, ella intento inculcadme el corazón humano. Que supuestamente herede de mi madre, nunca le mostré importancia al extraño órgano ese. Pero al parecer a ella. Si le molesta mi “fría e incomprensible actitud” – Te eduque para ser un amo comprensible, pero eres una bestia. Le prometí a Inu-no-taisho que haría de ti algo bueno, no un ser para que los demás despreciaran. No me sentí rechazada cuando te fuiste con tu hermano. Pensé que te haría bien… ¡Pero no! ¡Seshomaru te convirtió en un monstruo! – Ella me observaba con lagrimas en los ojos, pero se negaba a dejarlas salir- No dejare, ¡escúchame bien! ¡No dejare que le hagas la vida infeliz a esa niña! – Al instante que paso a mi lado la detuve.

.- No eres nadie para intervenir- mi voz, salio tan fría que ella me observo con horror. Se soltó rápidamente, y casi sin percatarme me abofeteo.

.- Cierto, no soy nadie. No soy aquella que seco tus lagrimas, que te enseño el mundo, que casi fue asesinada por salvarte. Que combate a tu lado, que llora al verte tan frío, la que cuida tus pasos, la que tiembla de miedo cada vez que te descontrolas. La que a pesar de tus maltratos te sigue amando… no soy nadie, así como tu no eres… Mi querido hermano- Ayame, fue lo único que pensé, lo único que paso por mi mente al verla marchar.

.- Ayame, has lo que quieras- oí sus sollozos a los lejos, no importa si me odia. Yo no le pedí nada.

.- Inu-chan- Murmuro ella, oigo como avanza. Puede asegurar que seco sus lágrimas, y que ahora camina con la cabeza en alto.


….

.- Inuyasha, Ayame esta furiosa… ¿Qué le dijiste?- Seshomaru se encuentra en mi habitación. Claro después de que su última “mujer” lo encontrara muy entretenido, con la mejor amiga de Ayame, Rin, una humana de las aldeas del norte. Es normal que se venga a esconder en mis aposentos.

.- ¿Yo? Tu intentases seducir a su mejor amiga- Me voltee y lo observe de manera burlona.

.- Rin, es como ella. Muy hermosa, pero demasiado fuerte para mi gusto- Seshomaru tomo un sorbo de sake y observo para el jardín- no obstante parece que aquí sobran las niñas- observe lo mismo que el, todos jugaban afuera con Kagome, su risa me hizo sentir mejor. Por un momento pensé que ella dejaría de ser la niña, con lo que me encontré dos años atrás, con la que tuve “una amistad secreta”

.- Déjalos- tome una botella de licor, y Salí de la habitación. Fui a mi árbol favorito… desde ahí pude observar la tarde de juegos, de la pequeña.

…..

En el siguiente capitulo, Kagome ya creció. Desde ahí comienza la verdadera historia.