Microrrelato Siempre tuyo.

Este pequeño escrito, va dirigido a Doll Ha Yaegi, un dulce persona.

Muñeca de mi corazón,

Hoy hace un día precioso, pero es incomparable con tu belleza. Los pájaros cantan, el sol brilla, la brisa musita tu nombre, acarreándome las remembranzas de nuestro invierno pasado, nuestro tiempo vivido.

Todas las efemérides, esas alegrías idas, aquel aroma dulzón que posees sin intención; como lo extraño, todo…

Aún recuerdo el día en que mi corazón amainó ante ti, con tu piel de porcelana, con tu cabello chocolate ondulado, con tu sonrisa que me hacía y hace desfallecer.

Pequeña y dulce dama de resaltables hoyuelos, mi amor por ti jamás podrá nadie superar, ningún verso lo explicará.

Ojalá voltees y me veas, gires y me ames; yo siempre estaré tras bastidores, esperándote.

Siempre y por siempre tuyo, ​

Romeo.​