Long-fic Ser un Ángel no es tan simple

Re: Ser un Ángel no es tan simple

Muchas gracia spor sus comentarios, me animan para seguir el fic. Aqui les dejo un nuevo capi.

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“Tengo algo de miedo, nunca he estado fuera de mi hogar por tanto tiempo, la verdad ni por un mínimo tiempo, no se si quedarme aquí o… Abandonar la misión. Todos son muy lindos conmigo, es una buena familia y el niño que tengo que cuidar es muy agradable pero, ¿Este será mi lugar?, aguardaré unas semanas más y si no me siento a gusto, tendré que volver a mi lugar, en el Cielo.”

— ¡Kagome despierta! – Exclamó Izayoi haciendo que Kagome se despertara sobresaltada.

— Señora Izayoi… Me asustó. ¿Qué ha pasado?

— Número uno, no me digas señora, linda, ten confianza conmigo Número dos, Inuyasha te espera abajo para ir al centro comercial. Y toma esta ropa, era mía cuando tenía tu edad.

— Muchas gracias. – Sonrió Kagome e Izayoi le entrego una blusa y una mini falda, para después salir de la habitación y trancar la puerta. – Centro Comercial, por favor que alguien me explique que rayos es eso. – Río Kagome y se probo la ropa, después se cepillo el cabello, luego bajo.
…
— Mamá ¿Por qué Kagome tarda tanto? – Pregunto Inuyasha impaciente y bostezando.

— Querido, no seas impaciente. La pobre no se recuerda de nada y le debe ser difícil peinarse, vestirse y…

— ¡Hola! – Saludó Kagome bajando las escaleras y viendo como Izayoi se quedaba callada viéndola.

— Oh linda, te ves impecable. – Sonrió Izayoi y agarró la mano de Kagome. Inuyasha estaba de espaldas.

— Gracias Izayoi, muchas gracias. – Sonrió.

Kagome llevaba una falda negra corta y una camisa blanca apretada de botones, el primer botón estaba desabrochado, la camisa le resaltaba mucho el busto y la falda dejaba ver sus largas piernas, llevaba unas sandalias negras de tacón y en su cabello traía un cintillo blanco.

— Kagome, ¿Por qué tardaste tan…to? – Inuyasha se volteó e iba a preguntar pero al ver a Kagome, se quedo callado.

— No encontraba como ponerme la ropa adecuadamente, jeje, bueno Inuyasha, ¿Vamos al Cierto Casual?

— ¿Cierto Casual? Kagome se llama Centro Comercial.

— Eee… Si lo siento, soy lenta para aprenderme las cosas. – Río un poco y observo como Izayoi abría la puerta.

— Bien mis niños, hasta luego, que les valla bien. – Dijo y los dos salieron.

— Chao Mamá.

— Adiós Izayoi.

Los dos se montaron en el auto de Inuyasha, era realmente hermoso, Kagome se quedo pensando en que era esa cosa, mientras Inuyasha lo prendió y se dirigió al Centro Comercial.

— Hey Inuyasha, ¿Son solo dos hermanos? ¿No? – Preguntó curiosa Kagome, mientras jugueteaba con la ventana del carro, pues la abría y la cerraba.

— Ya deja eso. – Murmuró molesto poniéndole seguro para que no se pudieran abrir o cerrar.

— Responde Inuyasha. – Dijo esta tratando de bajar el vidrio.

— Pues, somos cuatro hermanos, Sesshomaru, Sango, el enano de Shippo y yo. Somos una familia realmente espantosa.

— ¿Espantosa? ¿Por qué? Tener tantos hermanos es lindo, aparte que es una casa grande y tienen a su mamá que es muy dulce y su papá que… - Fue interrumpida.

— Has estado solo una noche, ¡No sabes como es mi familia! – Exclamó alterado Inuyasha.

— No te alteres, Inuyasha guarda la calma. Cuéntame, ¿Qué no te gusta de tu familia? Y porque no he visto ni a Shippo ni a Sango.

— ¡Kagome! Deja de preguntar, no los has visto porque Shippo anoche se quedo a dormir en casa de mis abuelos y Sango fue a casa de una amiga. Aparte mi familia, pues no se, pero me llevo mal con todos mis hermanos.


— Ya veo, pero Inuyasha, ¿Entonces por qué…?

— ¡Deja las preguntas Kagome! Ya llegamos. Bájate del auto.

— De acuerdo Inuyasha. – Susurró y se bajo, pero al bajarse cayó para atrás…

— ¡¿Estas bien?! ¿Qué ha pasado? – Corrió Inuyasha y la levantó.

— Es… Es… ¡¡La casa más enorme que he visto en toda mi vida!! – Exclamó Impresionada.

— ¡Kagome! Es el Centro Comercial.

— ¡¡Es el Centro Comercial Casa más grande que he visto!!

— ¡No es una casa! Loca.

— ¿No es una casa…? – Preguntó desilusionada entrando.

— No… Kagome, ya deja de ser tan ilógica, sígueme. – Dijo Inuyasha y llevo a Kagome a la “Tienda de ropa Zara”

Hay Kagome compró de todo. Blusas, franelas, camisas, faldas, pantalones, shorts, vestidos, zapatos, bolsos, etc.

— Wow Inuyasha, nunca pensé que pudiera comprar tanto. ¡¡Gracias!! – Exclamó colgándose del cuello de Inuyasha.

— De nada Kagome. – Dijo Inuyasha apartando a Kagome.

— ¡Mira, mira Inuyasha! ¡Yo quiero ese oso! – Exclamó viendo un oso de peluche, blanco, realmente hermoso.

— Ahorita no, Kagome. Tenemos que comprar las cosas de tu habitación.

— Pero… Aaa, esta bien Inuyasha. – Dijo desilusionada.

— ¡Mira eso Kagome! ¿No te gusta? – Dijo viendo una cama realmente grande, matrimonial.

— Es muy grande para que solo la utilice yo, creo que es mejor una cama pequeña. – Señalo a una cama individual.

— Cómprate una grande, tu cuarto es espacioso.

— Aaa, si tu lo dices.

— ¿En que puedo ayudarlos?

— Estamos buscando un juego de cuarto para la señorita. – Explicó Inuyasha a lo que la señora sonrió.

— Tengo justo lo que necesitan, miren este, es de colores hermosos y es uno de los mejores que tenemos.

— ¡Yo lo quiero Inuyasha! – Exclamó viendo tal juego de cuarto, traía un enorme armario, hermosas mesas de noche, una gran cama matrimonial, un escritorio y una peinadora. Realmente espectacular.

Inuyasha sonrió y lo compró, le dijeron que al día siguiente lo llevarían.
Después de esto, compraron la pintura, las almohadas, el colchón y el decorado, el cuarto quedaría hermoso, definitivamente.

— Gracias por todo Inuyasha. – Agradeció Kagome, comiéndose un helado.

— De nada. Por cierto, Kagome… ¿Tú no te acuerdas de nada? O sea, ni de tus padres, ni de tu vida, etc.

— Pues, si te soy sincera, no recuerdo absolutamente nada, no se que me ha pasado, ser amnésica es horrible.

— Tranquila Kag, vas a ver como te acordaras pronto. Mejor vámonos, mañana hay Colegio.

— Colegio. – Susurro Kagome, recordando que Izayoi le había dicho que iría al mismo colegio que Inuyasha

Después de esto, los dos se fueron a la casa y al llegar sentaron a Kagome en la sala, para presentarla con Shippo, Sango y las sirvientas.

Continuara.

 

Re: Ser un Ángel no es tan simple

Muchas gracia spor sus comentarios, me animan para seguir el fic. Aqui les dejo un nuevo capi.

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“Tengo algo de miedo, nunca he estado fuera de mi hogar por tanto tiempo, la verdad ni por un mínimo tiempo, no se si quedarme aquí o… Abandonar la misión. Todos son muy lindos conmigo, es una buena familia y el niño que tengo que cuidar es muy agradable pero, ¿Este será mi lugar?, aguardaré unas semanas más y si no me siento a gusto, tendré que volver a mi lugar, en el Cielo.”

— ¡Kagome despierta! – Exclamó Izayoi haciendo que Kagome se despertara sobresaltada.

— Señora Izayoi… Me asustó. ¿Qué ha pasado?

— Número uno, no me digas señora, linda, ten confianza conmigo Número dos, Inuyasha te espera abajo para ir al centro comercial. Y toma esta ropa, era mía cuando tenía tu edad.

— Muchas gracias. – Sonrió Kagome e Izayoi le entrego una blusa y una mini falda, para después salir de la habitación y trancar la puerta. – Centro Comercial, por favor que alguien me explique que rayos es eso. – Río Kagome y se probo la ropa, después se cepillo el cabello, luego bajo.
…
— Mamá ¿Por qué Kagome tarda tanto? – Pregunto Inuyasha impaciente y bostezando.

— Querido, no seas impaciente. La pobre no se recuerda de nada y le debe ser difícil peinarse, vestirse y…

— ¡Hola! – Saludó Kagome bajando las escaleras y viendo como Izayoi se quedaba callada viéndola.

— Oh linda, te ves impecable. – Sonrió Izayoi y agarró la mano de Kagome. Inuyasha estaba de espaldas.

— Gracias Izayoi, muchas gracias. – Sonrió.

Kagome llevaba una falda negra corta y una camisa blanca apretada de botones, el primer botón estaba desabrochado, la camisa le resaltaba mucho el busto y la falda dejaba ver sus largas piernas, llevaba unas sandalias negras de tacón y en su cabello traía un cintillo blanco.

— Kagome, ¿Por qué tardaste tan…to? – Inuyasha se volteó e iba a preguntar pero al ver a Kagome, se quedo callado.

— No encontraba como ponerme la ropa adecuadamente, jeje, bueno Inuyasha, ¿Vamos al Cierto Casual?

— ¿Cierto Casual? Kagome se llama Centro Comercial.

— Eee… Si lo siento, soy lenta para aprenderme las cosas. – Río un poco y observo como Izayoi abría la puerta.

— Bien mis niños, hasta luego, que les valla bien. – Dijo y los dos salieron.

— Chao Mamá.

— Adiós Izayoi.

Los dos se montaron en el auto de Inuyasha, era realmente hermoso, Kagome se quedo pensando en que era esa cosa, mientras Inuyasha lo prendió y se dirigió al Centro Comercial.

— Hey Inuyasha, ¿Son solo dos hermanos? ¿No? – Preguntó curiosa Kagome, mientras jugueteaba con la ventana del carro, pues la abría y la cerraba.

— Ya deja eso. – Murmuró molesto poniéndole seguro para que no se pudieran abrir o cerrar.

— Responde Inuyasha. – Dijo esta tratando de bajar el vidrio.

— Pues, somos cuatro hermanos, Sesshomaru, Sango, el enano de Shippo y yo. Somos una familia realmente espantosa.

— ¿Espantosa? ¿Por qué? Tener tantos hermanos es lindo, aparte que es una casa grande y tienen a su mamá que es muy dulce y su papá que… - Fue interrumpida.

— Has estado solo una noche, ¡No sabes como es mi familia! – Exclamó alterado Inuyasha.

— No te alteres, Inuyasha guarda la calma. Cuéntame, ¿Qué no te gusta de tu familia? Y porque no he visto ni a Shippo ni a Sango.

— ¡Kagome! Deja de preguntar, no los has visto porque Shippo anoche se quedo a dormir en casa de mis abuelos y Sango fue a casa de una amiga. Aparte mi familia, pues no se, pero me llevo mal con todos mis hermanos.


— Ya veo, pero Inuyasha, ¿Entonces por qué…?

— ¡Deja las preguntas Kagome! Ya llegamos. Bájate del auto.

— De acuerdo Inuyasha. – Susurró y se bajo, pero al bajarse cayó para atrás…

— ¡¿Estas bien?! ¿Qué ha pasado? – Corrió Inuyasha y la levantó.

— Es… Es… ¡¡La casa más enorme que he visto en toda mi vida!! – Exclamó Impresionada.

— ¡Kagome! Es el Centro Comercial.

— ¡¡Es el Centro Comercial Casa más grande que he visto!!

— ¡No es una casa! Loca.

— ¿No es una casa…? – Preguntó desilusionada entrando.

— No… Kagome, ya deja de ser tan ilógica, sígueme. – Dijo Inuyasha y llevo a Kagome a la “Tienda de ropa Zara”

Hay Kagome compró de todo. Blusas, franelas, camisas, faldas, pantalones, shorts, vestidos, zapatos, bolsos, etc.

— Wow Inuyasha, nunca pensé que pudiera comprar tanto. ¡¡Gracias!! – Exclamó colgándose del cuello de Inuyasha.

— De nada Kagome. – Dijo Inuyasha apartando a Kagome.

— ¡Mira, mira Inuyasha! ¡Yo quiero ese oso! – Exclamó viendo un oso de peluche, blanco, realmente hermoso.

— Ahorita no, Kagome. Tenemos que comprar las cosas de tu habitación.

— Pero… Aaa, esta bien Inuyasha. – Dijo desilusionada.

— ¡Mira eso Kagome! ¿No te gusta? – Dijo viendo una cama realmente grande, matrimonial.

— Es muy grande para que solo la utilice yo, creo que es mejor una cama pequeña. – Señalo a una cama individual.

— Cómprate una grande, tu cuarto es espacioso.

— Aaa, si tu lo dices.

— ¿En que puedo ayudarlos?

— Estamos buscando un juego de cuarto para la señorita. – Explicó Inuyasha a lo que la señora sonrió.

— Tengo justo lo que necesitan, miren este, es de colores hermosos y es uno de los mejores que tenemos.

— ¡Yo lo quiero Inuyasha! – Exclamó viendo tal juego de cuarto, traía un enorme armario, hermosas mesas de noche, una gran cama matrimonial, un escritorio y una peinadora. Realmente espectacular.

Inuyasha sonrió y lo compró, le dijeron que al día siguiente lo llevarían.
Después de esto, compraron la pintura, las almohadas, el colchón y el decorado, el cuarto quedaría hermoso, definitivamente.

— Gracias por todo Inuyasha. – Agradeció Kagome, comiéndose un helado.

— De nada. Por cierto, Kagome… ¿Tú no te acuerdas de nada? O sea, ni de tus padres, ni de tu vida, etc.

— Pues, si te soy sincera, no recuerdo absolutamente nada, no se que me ha pasado, ser amnésica es horrible.

— Tranquila Kag, vas a ver como te acordaras pronto. Mejor vámonos, mañana hay Colegio.

— Colegio. – Susurro Kagome, recordando que Izayoi le había dicho que iría al mismo colegio que Inuyasha

Después de esto, los dos se fueron a la casa y al llegar sentaron a Kagome en la sala, para presentarla con Shippo, Sango y las sirvientas.

Continuara.

 

Re: Ser un Ángel no es tan simple

¡Hola!
Primero: Gracias a las líderes por haber abierto nuevamente este fic.
Segundo: Mi mas sincera disculpa a mis queridas lectoras, no quise dejar el fic, es que me fui del foro por motivos personales y no pude continuar. Pero les aseguro que esta vez lo terminaré.
Bueno, aquí va un nuevo capitulo. Es corto, pero el proximo será más largo.
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Sentada en el enorme sillón, tapizado con un hermoso color crema, se encontraba Kagome, la cual esperaba impaciente por conocer a las otras personas que habitaban la casa, ya que el día anterior no había tenido el gusto de conocerlos.

— Inuyasha, ¿Falta mucho?

— Espero que no, porque ya me estoy fastidiando – se quejó el joven mientras movía inquietamente los pies.

Se escuchó como la puerta principal se abría y se cerraba lentamente.
La chica sonrió, se suponía que después de haber cuidado toda su vida a Inuyasha, conocería ya a sus hermanos, pero francamente no se acordaba de ellos.

— ¡Hola! – gritó una chica de tez morena, ojos cafés y largo cabello lacio color castaño, el cual estaba amarrado en una coleta alta.

— Inuyasha ¿Cuál es la sorpresa? ¿Cuál es? Mamá dijo que nos tenías una sorpresa, dinos. – sonrió el niño recién llegado.

— Fhe, Sango no grites, estoy al frente tuyo, te escucho perfectamente – bufó molesto Inuyasha. – Y si no te diste cuenta Shippo, esta atrás tuyo “la sorpresita”

Sango y Shippo voltearon y observaron a la chica de rostro angelical.

— Mmm, te equivocas hermano, ahí hay solo una chica, es en serio ¿Dónde esta la sorpresa?

— Shippo es ella, es amnésica, la encontramos en el jardín en mal estado, luego la traje para la casa y… ¡Bueno el punto es que ella es parte de la familia! – se cansó Inuyasha de dar tantas explicaciones.

Sango observo detalladamente a Kagome, la cual solo sonreía esperando a la reacción que tendrían respecto a ella sus nuevos “Hermanos” por así decirlo.
Shippo se acerco lentamente y la saludo en un murmullo.

— ¡Siempre quise una hermana! – exclamo Sango, abrazando a la chica de cabellos azabaches, en ese momento Kagome supo que la recién llegada tenía la misma personalidad que Izayoi, de eso no habían dudas.

— Mala idea no es. – Dijo el pequeño niño, mientras se unía al abrazo.

– Listo, supongo que… ¿Bienvenida a la Familia? – dijo el oji-dorado, poniendo una sonrisa de medio lado.

— Gracias – susurro mientras seguía abrazando a Sango

— ¿Ahora cuáles son los gritos? – caminaba lentamente el chico de mirada tan fría y seria, Sesshomaru.

— ¡¿Ya conociste a Kagome?! – exclamó Sango, sonriendo a lo que Sesshomaru solo asintió, saliendo del lugar, tanto ruido le molestaba.

— ¿Por qué habla así?

— ¿Cómo así?

— Así, así tan… no se, ¿Frio?

— Pues veras, Sesshomaru era un niño muy alegre, le gustaba sonreír, correr, jugar, pero por desgracias de la vida su madre murió – explicaba la castaña, Kagome ya iba a protestar cuando Sango continuó hablando. – Ya se lo que estas pensando, pero no, la mamá de Sesshomaru no es la nuestra, el es nuestro medio hermano. Desde ese día en que su madre murió, nuestro hermano nunca fue lo mismo.

Kagome se quedo en seco, el pobre se quedo sin madre y ella juzgando disque “Era muy frio”. En ese momento pensó en Midoriko, lo mucho que la extrañaba a ella y a su mundo, lastima que tenía que seguir esta misión, pero extrañamente ya se estaba acostumbrando, con tan solo tener dos días en esa enorme casa.

Pasaron las horas y fue la hora de la cena, luego de comer cada uno se dirigió a su habitación, esa noche dormirían las dos chicas juntas ya que el cuarto de la joven todavía no estaba listo
……
Espero les haya gustado.
El fic ya esta terminado, así que ahora solo falta poner los cápitulos :o

 

Re: Ser un Ángel no es tan simple

Perdón por la tardanza, es que no tenía PC :s
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– Vamos Kagome, despierta… Kagome.

– Sango… Ya va.

– No soy Sango cariño.

Kagome abrió lentamente los ojos y la observo, embozo una sonrisa y luego miro a cada lado, encontrando a la castaña durmiendo, así que susurro...

– Midoriko, al fin te veo.

– Kagome me viste hace algunas noches, lo lamento pero es difícil aparecerme todos los días.

– Entiendo.

– Así que hoy irás a la escuela. Recuerda portarte bien pequeña, te he observado de cerca y note que ya tienes mucha confianza con esta familia, con el poco tiempo que tienes aquí. Bueno mi niña, ya tengo que marcharme, recuerda pórtate bien y protege a Inuyasha sobre todas las cosas.

– Espera ¡Midoriko! – Gritó la chica de cabellos Azabaches, pero la miko ya se había ido

– ¡Kagome! ¿Por qué gritas? – preguntó Sango, sobresaltada por el horrible grito de Kagome.

– Este… Este… yo… Nada, nada solo fue un mal sueño.

– Me habías asustado, vamos ya duérmete. – dijo esto para luego bostezar, acomodo la almohada, se recostó y cerro los ojos.

Era un bello día, el Sol resplandecía como pocas veces, la brisa mañanera acariciaba el rostro de la joven, que dormía plácidamente, poco a poco fue abriendo los ojos hasta que se notaban perfectamente esas dos perlas de chocolate.

– Sango… Ya amaneció, Sango ¿Dónde estas?

– Al fin despiertas Kagome, ve a bañarte. Estoy en el baño.

– ¿Para que? Me quiero quedar acostada. – Bostezo.

– Hello, Kagome, escuela.

– Ah… Cierto. – Dijo la distraída chica.

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La escuela era realmente grande, contaba con dos piscinas, tres canchas de fútbol y dos de volleyball, cinco cafeterías y un auditorio.

– Vamos Kagome, entra. – Inuyasha, con sus ojos dorados espectaculares

– Pero eso es demasiado grande, me voy a perder aquí, ¡Esto es más grande que el centro comercial casa!

– Deja de inventar y termina de entrar. – Dijo Inuyasha dándole un empujón a Kagome.

– ¡No me empujes! – exclamó mientras se volteaba y quedaba frente a frente con Inuyasha, tan cerca que uno podía sentir la respiración del otro, se miraban fijamente a los ojos, cuando de pronto una chica que ya conocía Kagome, pego un gritó que los separo…

– ¡Inuyasha! Aléjate de ella…

– “Recuerda pórtate bien y protege a Inuyasha sobre todas las cosas” – pensó Kagome.

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Gracias por sus comentarios, se que es un poco corto pero el proximo es realmente muy largo.